Todo lo que conocíamos un día se esfumó , los colores llamativos en la ropa, la música, la diversión, todo. Impusieron un nuevo orden, un nuevo régimen, una nueva nación y al principio no fue nada del otro mundo, nos convertíamos en una especie de segunda Nor Corea que todo mundo se rehusaba a ser. Se formaron resistencias que con el tiempo se convirtieron en mafias y así el país se volvió una constante batalla que parecía no tener fin. 

     Llegó el día en que las personas fuimos clasificadas más allá de las clases sociales, el día en que de alguna manera nuestra información personal se había convertido en un código de barras, no importaba si vivías de acuerdo a las reglas ya que mientras pensaras en revelarte podían descubrirte tan sólo con analizar una gota de sangre, algunos se arriesgaban otros vivían con el miedo de ser descubiertos y ser enviados a la càrcel, para el gobierno era gente loca que debía ser encerrados en clínicas psiquiátricas en las que había varios mitos, que ahí le lavaban el cerebro a las personas para aceptar de una vez por todas la situación o que podías vivir cómodamente mientras te olvidabas de tu hermosa vida pasada.

—Kim NamJoon, habitación 43.

     Y yo estaba a punto de vivir esos "mitos" en carne propia. Hoy están los obedientes y los rebeldes, los sanos y los dementes.

¿A que bando perteneces tú?