Capítulo 48

Finalizar una etapa en la que te enamoraste de alguien y acabar rindiéndote en todo, cuesta demasiado. Me voy esforzando en estudiar, practicar y jugar con el máximo espíritu que sea posible, como andamos en el tercer trimestre el cielo se despeja un poco y puedo recostarme en un árbol que encontré en la facultad parecida a la de criminología, para leer y escuchar música, poder descansar y concentrarme más en los estudios. Pocas veces salgo con mis amigos, y gente nueva que estudia conmigo, la mayoría de los días estoy solo, quizás todos quieren que no piense demasiado y que como les dije que no se preocuparán por mí me dan mi espacio privado.

Y cuando llego a casa, me baño, como, veo películas, series, partidos si me da chance, tareas y dormir. Ya me he acostumbrado a irme en bus hacia todas partes y me conozco las rutas. En cierta parte es divertido caminar y ver otras atracciones naturales en vivo.

He aprendido otras actividades extras para absorber el tiempo posible y que no pueda pensar en nada. La distracción es la mejor medicina, si tienes personas geniales a tu alrededor es mucho más fácil de quitar dolores mentales.

―Cris ―la señora Jackson me la encuentro en el supermercado junto a su esposo―, mi bebecito hermoso, ¿por qué no has ido a la casa?

―Señora Jackson, he estado bastante ocupado últimamente.

―Brittget está cumpliendo años hoy, le haremos una celebración en la casa. Deberías venir con nosotros —dice el señor Jackson.

―Tengo que cambiarme, no ando presentable.

―Eso es lo de menos.

No puedo escaparme de ambos, ellos son como mis segundos papás y debo hacerles caso como sea. Como ando con alimentos, hacemos una parada en mi casa, los dejo ordenados donde corresponde y luego nos vamos a su casa para celebrar el cumpleaños de Britt.

― ¡VINISTE, VINISTE! ―ella grita emocionada―. ¡PHILL ALEXANDER! ―mi amigo se me queda viendo y se abalanza encima de mi―. ¡QUE FELICIDAD!

―Te extrañamos, hermano. No te pierdas, por favor.

―Me van a sacar el aire ―me dejan respirar y miro hacia los lados. Este idiota tiene que estar bromeando para dejar a su hermana de esa forma, sinceramente me provoca darle un par de cachetadas. ¡Imbécil!

La noche se pone interesante, todos andan festejando menos Brittget. Ella está preocupada porque según el idiota tenía que estar aquí hace dos horas y aún no ha llegado. Definitivamente es tan tonto que prefiere dejar de asistir al mejor día de su hermana y estar con el otro imbécil. Recuerdo que tengo el número de Krist y lo llamo a ver dónde se encuentran, repica y repica y nada. Marco nuevamente y me atiende un chico, pregunto por él y dice que está ocupado, aprovecho de preguntar por Scott y dice que no está con Krist, pues tuvieron una discusión y se fue hace una hora del hospital. Llamo a Scott y no atiende, intento de nuevo con desespero y al fin es alguien que desconozco la voz.

―El señor Jackson tuvo un accidente, he intentado llamar a todos y no me caí la llamada.

― ¡Dame la dirección y voy enseguida!

Anoto en un papel y le digo a Phill, otros dos amigos de Britt que me acompañen hacia el lugar.

― ¿Qué sucede, Cris?

―No te preocupes, quédate con tus papás.

Nunca antes había conducido tan rápido con la adrenalina pura, solo pienso que siga respirando el idiota. Llegamos al lugar y está la persona que contesto mi llamada, le doy las gracias y se retira del lugar.

― ¡SCOTT! ¡HABLAME! ¡ESCÚCHAME!

―Cris...

―NO TE VAYAS A DORMIR, NO CIERRES LOS OJOS, SOLO ESCÚCHAME.

Vamos a otro hospital que no sea donde está Krist y lo atienden rápidamente dejándolo en la sala de observación. Conozco al personal de allí porque hice una práctica la semana pasada y me dejan pasar con ellos a la habitación. Aprieto su mano y le doy fuerzas para que no cierre los ojos.

―NO NOS DEJES, SCOTT. ESCUCHA MI VOZ ―Él asiente.

Le quitan toda la ropa dejándolo en interiores, está golpeado por todas partes y según tiene una fractura en la pierna izquierda y en el brazo derecho. Al final del diagnóstico solamente tiene esas dos, y puede recuperarse en meses.

―ERES UN IDIOTA ―lo regaño y él sonríe―. NO LE HAGAS ESO A TU HERMANA, IMBÉCIL.

El procedimiento del yeso es un arte, Scott no se queja y parece estar feliz. Salir del hospital es sencillo pues el traslado es lo más fácil ya que no requerimos de la fuerza absoluta. Esta vez manejo con precaución sin acelerar mucho las cosas y ya me siento mejor sabiendo que el idiota no tuvo nada "grave". Para que nadie se alarme por Scott lo subimos por la parte trasera donde hay unas escaleras hacia su habitación, es más cómodo, y así los demás pueden continuar la celebración. Phill y los demás bajan sin comentar nada, ya será después que Britt pueda ver a su hermano.

― ¿Estás bien? ―le pregunto.

―Si tú estás aquí es más que suficiente ―me responde con su cursilería barata.

― ¿Cómo llegaste a ese punto? ¿Eres loco o qué?

―Estaba enojado y no vi que había chocado con un poste de luz.

―Britt estaba preocupada por ti, sabes que para ella significas el universo.

―Lo sé y fui un estúpido.

―Al fin dices algo coherente.

―Tú también te preocupaste por mí, ¿cierto?

―Obviamente, idiota. Es que no piensas, Scott. Mides dos metros, eres grande, todo un macho pecho peluo, tienes fuerza y solamente lloras y piensas en que te engañaron o no sé qué te paso y te debilitas, pierdes el control y como consecuencia entonces tienes yeso.

―Solo a ti se te ocurre decirme eso.

―Eres un bebecito definitivamente. La próxima vez resuelve tus problemas con golpes, no creo que salgas herido con esa fuerza tuya.

―La próxima vez debería ser sincero con la persona que amo y dejar a la otra persona a un lado para no tener problemas ni llegar al extremo.

― ¡Que cursi! No imagino como se sentirá Krist con lo que te paso. Es raro que no esté aquí.

―Posiblemente este acostándose con otro hombre.

―Si eres dramático. Solo discutieron porque son unas mariquitas los dos. La otra vez estaban tan melosos que necesitaba comerme un chocolate para estar en su sintonía romántica.

―No, Cris. Lo vi besándose con otro médico cuando fui a visitarlo, me enojé, le di un golpe al tipo y salí del hospital con mucha furia. Lo peor de todo es que no me sentía mal, solo tenía molestia por no haber sido completamente sincero conmigo, en cambio me dolió cuando pensé que iba a morir y no te iba a ver más.

― ¿Ves muchas películas románticas? Es como si me estuvieras contando una de ellas.

―Estoy hablando en serio, Cristopher. Sí, soy un malnacido que merece la pena de muerte por todo el sufrimiento que te causé, lamento ser un insensible bastardo.

― ¿Quieres algo de comer?

―No me cambies el tema, Cris.

―Scott, no hace falta que me digas lo que sientes porque lo sé. Solo necesitas descansar y...

―Si hace falta, Cristopher. Yo quiero hablar ahorita y no esperar a mañana ni pasado.

―Déjame buscarte la comida y hablamos.

Voy hacia la cocina y la madre de Scott ya nos tiene la comida de su hijo y la mía lista, sonríe como si estuviera contenta que ambos estemos juntos. Las personas están relajadas, hablan, escuchan música y todo parece ser un ambiente muy bueno. Phill y Britt también me sonríen cuando paso por su lado con las comidas. Cierro la puerta de la habitación de Scott y me siento en su cama a su lado.

―Haces que mi corazón se acelere demasiado, Cris ―ahora este niño dice cosas cursis cuando no necesito que me diga nada de eso porque me pongo nervioso.

―Dime qué me ibas a decir mientras la comida se pone un poco tibia para que no te quemes.

Él asiente y vuelve a sonreír de nuevo.

―Yo pensé que estaba haciendo lo correcto, que debía alejarme de ti para que no sufrieras y tampoco pensé que esto podía afectarte de una manera que nunca quise qué pasará. No me sentía bien en ninguna parte con Krist, a pesar que soy muy bueno ocultando los sentimientos, sabía que debía parar y me alejé lo más que pude para no causarte más problemas. Creo que había esperado demasiado tiempo estando con alguien que ni siquiera merecía mis cariños. Quiero remediar todo, Cris, volver a comenzar de nuevo.