Capítulo 41

―Luces pálido, Cris ―opina William―. ¿Cuándo me vas a contar lo que te pasa?

― ¿Para qué quieres saberlo? ¿no te parece evidente? ―Will me mira con cara de pocos amigos.

―Se que tú y el idiota se pelearon, pero no ha venido a verte ni nada y me parece sospechoso ―me gusta cuando lo llama "idiota".

―Le confesé mis sentimientos, estuvimos de acuerdo en salir juntos y resulta que tiene un novio. Eso es todo lo que sucede.

Decirle eso a Will en este momento no afecta en nada porque él ha dejado de buscarme; sin embargo, sé que, si Scott se apareciera ahora mismo, la golpiza sería muy fuerte. Si fuera en el momento en que estaba fastidioso, lo busca y le cae a golpes hasta que confiese que lo que hizo estuvo mal.

― ¿QUÉ? ¡¿DE VERDAD?! ¡Ese maldito infeliz! ―exclama William sorprendido.

―Si.

― ¿Duele? ¿Mucho, poco?

―No sé, todo ha sido muy raro.

Varios estudiantes nos entregan unos folletos apenas entramos a la cafetería. Hay una fiesta el fin de semana para celebrar el año nuevo. Eso me recuerda cuando hubo la de secundaria para finalizar esa etapa y bese a Will y a Scott el mismo día, Alicia James se enfermó y bueno el resto es pasado. Phill y Britt nos levantan la mano para ir hacia donde ellos están sentados, para mi horrible sorpresa están con Krist y el insoportable #1.

―Hay de todo para comer, ¿quieres algo especial? ―me pregunta William antes de ir hacia la mesa infernal.

―Creo que la hamburguesa doble es una opción demasiado buena y con papas. ―La persona escucha mi pedido y me lo da enseguida, lo mismo con Will. No debo cancelar nada por lo de la otra vez.

―Escúchame, Cris. Para ti no es fácil esto, solo te recomiendo que sigas tu instinto, no dejes que nadie te haga sentir triste ni débil. Deberías conversar con Scott y aclarar muchas cosas, a veces es bueno escuchar lo que piensa el otro, ¿sí?

Will se ha convertido en un adulto, ya no es tan idiota como antes. Tomo su consejo y nos vamos hacia aquella mesa particular.

Phill me dijo algo parecido y creo que debería hacerlo porque ya es hora de acabar esto de una vez. Le pido a Scott amablemente que venga conmigo porque necesito conversar con él sobre varias cosas, él accede sin preguntarle a su novio y nos vamos hacia el jardín que queda detrás de la cafetería para hablar con tranquilidad. Estoy muy nervioso y debo decir las palabras correctas sin cometer un error que pueda afectar. Respiro hondo y profundo antes de abordarlo.

―Te escucho, Scott. Soy todo oídos ―mi corazón sabe que habla con el amor de su vida.

―La verdad es que nunca quise lastimarte, tampoco hacerte entender que te engañé para que cayerás en mis redes ni nada por el estilo. Me gustabas, Cris, estaba enamorado de ti, a tal punto de no pensar en más nadie que no hayas sido tú. Intentaba con todas mis fuerzas no buscarte, no fastidiarte, pero necesitaba verte, saber que estabas bien y que seguías siendo el niño pecoso que vi en la escuela la primera vez que te vi. Me olvide de Krist y me deje llevar contigo, cuando te digo que olvidaba tener un novio, fue así, me hipnotizaste a un punto de no poder respirar si tú no estabas presente. Daba excusas estúpidas para tenerte a mi lado, aunque me rechazabas, eso me impulsaba a crear planes y conquistarte.

«Cuando me besaste, no tuve una explicación exacta para definir todo lo que imagine y cree en mi mente imágenes de felicidad. En el momento que te confesaste, había caído en cuenta que tenía una relación, no estaba seguro como decírtelo, y fui un idiota, un estúpido. Estaba pensativo, no podía dormir aquella noche y mis padres se dieron cuenta. Pensé en terminar, olvidar eso que me ponía mal. Lo cierto es que cuando vi a Krist fue como si recuperará un pasado divertido y feliz, estaba confundido, y al verte triste no sabía que decir ni actuar. Luego Krist y yo tuvimos un encuentro especial y allí tuve muchos sentimientos muy fuertes y me hizo definir lo que realmente quería en la vida y a la vez tomar una decisión.

― ¿Estás enamorado de él? ―Ni yo mismo puedo creérmelo―. ¿Verdad? ―mis lágrimas salen naturales, es como si ahorita todo lo que había guardado en estas semanas se abriera de tal forma que estoy desahogándome en serio, no hace falta forzar nada para saber lo que estoy sintiendo en este momento―. Dímelo, por favor. Necesito que me lo digas, no quiero saberlo de otra persona que no seas tú. Lo eliges a él, ¿cierto?

―Si, Cris. En serio, y espero que comprendas mi decisión.

Caigo suavemente al suelo apoyándome de la pared. Como las típicas escenas comienza a llover fuertemente, si, esas son mis lágrimas, mi cuerpo y mi alma, todo gris, lúgubre. Es sentir que la maldición que te cae directamente, que ya nada tiene un sentido y todo es una mierda. ¿Por qué todo duele? ¿por qué lo amo tanto?

Me quedo allí, sólo, llorando y soportando la miseria de mi vida. Estoy destruido, como si me rompieran en pedacitos pequeños. Alguien me abraza y no sé quién es, pero es cálido y dejo fluir toda mi rabia. Abro los ojos y Will sostiene mi cuerpo y no lo suelta. Es raro que el chico que hizo mi vida imposible durante casi toda mi vida, este allí conmigo haciéndome sentir que no estoy sólo.

Duele y muchísimo, es la primera vez en mi vida que estoy sufriendo, que realmente siento lo que los personajes de las novelas que leo describen el sentimiento. Escucho mi llanto, la lluvia fuerte y las voces de personas.

¿Por qué tuve que preguntarle si lo escogía a él? ¿Por qué tuve precisamente que ser tan estúpido?