Capítulo 33
Capítulo 33
―Scott ―bajo la voz, menos mal que estamos en una parte del avión diferente y nadie nos puede escuchar―, me hubieses dicho y listo. Es tu vida, Scott y te la respeto. Solo quería que fueras sincero conmigo, eso es todo.
El resto del vuelo me quedo escuchando música sin prestarle atención. No quiero seguir en lo mismo, y ya está claro que tiene otra persona y yo debo apartarme y listo. Nadie sufre daños y todo se maneja mejor.
―Llegamos a su destino ―anuncia el piloto.
Me bajo de primero y recojo mis maletas. Tanto mi familia como la de Scott están desconcertados, pues no saben que ha sucedido. Ellos estaban en su mundo y nosotros en el nuestro. Britt se me acerca y frunce el ceño.
― ¿Qué sucede entre ustedes dos? ―me pregunta Britt.
―No importa.
― ¿No importa qué?
―Nada, Britt. No pasa nada ―dice Scott y vuelve a entrar al avión a buscar otras cosas.
Scott vuelve a bajar con los dos guardaespaldas, pasa por donde estoy y se detiene.
―Cristopher ―su voz aterradora me pone los pelos de punta―, necesito hablar contigo ahora mismo.
Todos se retiran y me dejan con Scott.
― ¿Qué quieres ahora?
― ¿Por qué estás haciendo esto?
― ¡Scott, ya basta! ¡Déjame en paz! No quiero nada contigo, no me persigas, vive tu vida, disfruta.
Él me observa unos segundos y no dice más nada, va retirándose hacia donde están los demás. Me acerco hacia donde esta Phill y Britt, y no digo nada.
Nos dividimos para irnos hacia la casa que alquilaron los señores Jackson. Britt aún intenta sacarme información y no estoy de humor para eso, tengo mucho que pensar y si estoy sólo mejor. Mis padres tampoco se preocupan mucho, quizás piensen que me he vuelto loco y este viaje me trae recuerdos.
―Vamos a la playa, será genial ―mis hermanas ya desean irse a nadar y yo sinceramente no tengo ganas. Nadie me arrastra a su aventura y me dejan sólo en casa, yo sé que Britt y Phill querrán averiguar todo y de verdad ni siquiera tengo la suficiente fuerza para discutir ni explicar lo que está pasando.
Está lloviendo a cántaros luego de haber pasado como 2 horas en cama sin moverme, me da un poco de miedo los relámpagos y no tengo a nadie que me acompañe. Tengo un terror increíble en todo el cuerpo que parezco gelatina.
―Que no pase nada malo, que no pase nada malo, que no pase nada malo ―digo en voz baja e intentando no alterarme.
Estoy acurrucado en la cama con la sabana y todo el cuerpo erizado hasta los cabellos. La depresión continúa, pero ahora mi mente absorbe los relámpagos y mientras más la escucho más terror me da.
Escucho unos pasos y ya está, me van a matar en plena lluvia y con miedo. Ya que, ni modo.
― ¡No me mates, no me mates! Por favor, te lo suplico, tengo demasiado miedo en serio ―voy diciendo con los ojos cerrados.
― ¿Ah? ―al ver quien es, me tranquilizo un poco―. ¡Estás pálido! ―me dice Britt―. Disculpa si te asuste, Cris. ¿Estás bien? ―me mira el rostro y yo simplemente asiento―. ¿De verdad estás bien?
―Si, estoy bien, no te preocupes por nada ―Ella no indaga sobre el asunto entre Scott y yo, lo cual me parece sospechoso.
Britt esboza una sonrisa y se va de nuevo. Hubiese sido mejor que se quedara para no tener tanto miedo y así olvidarme de todo. Suenan otros pasos y estoy más nervioso que nunca, juro que si me asustan los mato en serio.
―Cristopher ―es mi hermana junto con Phill―. ¿Estás bien?
―Si, perfectamente.
Escampa un poco y necesito salir a caminar un rato, si me quedo en la habitación no es recomendable lo que pueda suceder. Tomo la chaqueta gruesa y salgo sin que nadie se dé cuenta.
Caminar sin conocer la ciudad y no saber en dónde estás precisamente es horrible y desesperante, y de idiota deje mi celular en la cama. De verdad que me encanta pensar las cosas con claridad y tener que soportar mi estupidez. Me detengo y entro en un local donde hay teléfono, tengo que pagar y no tengo nada de dinero. Salgo de nuevo y la lluvia todavía sigue, quedarme estancado es ridículo, me coloco la capucha y voy caminando contrario a donde iba.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro