—Vamos que no sois unos pendejos— gritaba Tite a los chicos que practicaban dándolo todo— Jugais  contra equipos fáciles en lo que va.

Cada uno de los chicos estaba más que emocionado por este mundial, tenían esperanza, buenos jugadores, fe y un muy buen entrenador.

Yo estaba más que preocupada, no tanto por mi si no por Ney.

Neymar era mi mejor amigo desde que tengo memoria, sus padres y los míos son amigos desde siempre mi madre es brasileña y mi padre francés viví en Brasil hasta que cumplir los 15 que me mude junto a papa a Francia persiguiendo mi sueño de ser modelo.

Me mantenía en contacto con Ney y siempre lo visitaba fuera en España cuando consiguió su contrato con el Barça o en Brasil cuando iba de visita.

Fue haciéndome algo conocida junto a Ney, varias marcas me buscaban y así termine mudando me a los Estados Unidos un tiempo y convirtiéndome en una de las modelos más pagadas según Forbes pero fue poco tiempo el que dure allá pues al enterarme de el nuevo contrato de Ney aproveche para volver a Francia, cosa que tampoco duro mucho ya que hace dos meses me mude a España de manera definitiva.

Era más de mi estilo.

Había venido por segunda vez al Mundial, por Ney y por mi tres amados países Francia, España y Brasil.

Conocía a la mayoría de jugadores que se encontraban jugando en los diferentes equipos pero con algunos de los que me llevaba mejor eran Kylian, Cristiano y Kevin.

El tercero jugaba en la selección Alemana como portero.

Pero volviendo a mi miedo, recuerdo como si fuera ayer aquel día en el que gracias a un rodillazo en la espalda mi mejor amigo casi queda paralítico.

Recuerdo haber tenido que correr a su lado desde que ví que no se levantaba, sus lágrimas y las mías también.

Le habían quitado el sueño de jugar su final y lo habían hecho pedazos ambos lloramos como magdalenas viendo la final.

Pero aquí estaba el de vuelta y más preparado que nunca, tenía el apoyo de su país y de muchos otros.

Mi teléfono interrumpió mis pensamientos era Ney.

Lo mire en medio de el campo en que estaban practicando con una sonrisa.

—Hey— dije por el teléfono.

—Me vas a amar después de esto — río.

Comencé a acercarme a el con el teléfono en mano.

—Ya te amo idiota, solo una cosa puede hacer que te ame más y es que dejes a Bruta Martínez.

—Alizee— regaño pero pude escuchar una pequeña risita de su parte.

—Si, si ya— respondí.

—Bien, ¿sabes quienes ganaron hoy 2 a 1? — cuestionó.

—No se, no pude ver el juego de nadie por venir a acompañarte.

—Tu adorada francia— cuando estuve frente a el colgué.

—¿es coña? — cuestione, el brasileño negó yo grite emocionada y me lancé sobre el.

—Eh que yo le voy a mi país — río.

—A callar— respondí, el brasileño me subió a su espalda para salir del campo.

Ney no era muy alto pero no era bajo, a diferencia de mi que era algo enana para ser modelo, tenía la altura mínima que era de 5.6 Ney media 5.9.

—¿Entonces como vas a hacer que te ame más?

—¿Cual es tu jugador favorito? Claro después de mi — preguntó.

—El único que me falta por conocer en mi top 5, es Antoine Griezmann— suspire, aparte de ser el único que me faltaba era el más hermoso de todos.

— tu y tu amor por Griezmann — río Ney — el punto es que Kylian se ofreció a llevarte a conocerlo dijo que él también te quiere conocer.

—¡Joder! — grite emocionada.

—Se que lo amas y puede que tengas oportunidad por ahí dicen que se está divorciando — me guiño el ojo para entrar a los vestidores.

Me bajo de su espalda y salude a mis chicos.

—¡Thiago! — Chile emocionada cuando me abrazo con fuerza.

—Princesa— beso mi mejilla.

En las redes sociales ya me habían puesto de aquella manera según muchos era la princesa del Brasil.

—¡Marcelo! — grite otra vez lanzándome a los brazos del moreno que río y me abrazo con ternura, así seguí con Philippe con quien era muy unida también.

—Un pajarito me contó, que vas a conocer a Griezmann— me dijo el último mencionado.

—Al parecer — sonreí.

Habla un rato con los chicos hasta que Ney estuvo listo luego me fui con el al hotel donde nos quedábamos mañana jugaba Alemania y tenía que estar lista para verlo.