
🖤 Capitulo 1🖤
"El miedo es una emoción que proviene de la ignorancia"
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Capitulo 1
Dos años después
Cassidy
Empezaba una nueva vida para mi. ¿Era fácil?, No lo era.
Después de la inesperada y dolorosa muerte de mi madre. Mi padrastro Matt y yo, decidimos mudarnos lejos de la ciudad a un pueblo llamado Montana.
No quería hacerlo, no quería abandonar la ciudad, pero era lo mejor para ambos.
Debíamos comenzar una nueva vida.
Pensé que luego de que llegáramos a dicho pueblo, todo cambiaría para bien...pero fue todo lo contrario.
Mi padrastro ya no era el mismo sin mi madre. Comenzó a tratarme mal, a pegarme cuantas veces le diera la gana y me echaba la culpa por la muerte de Mamá.
Y en cierto modo...él tenía la razón. Era mi culpa, lo comprendía.
Todo se volvió peor al pasar los meses, comenzó a tomar sin control casi todos los días. Llegar en la madrugada hecho mierda y partir botellas contra la pared.
Era desesperante, frustrante. Y no sabía que hacer.
Empecé a asistir al instituto del pueblo e hice nuevos amigos. Pero mi padrastro los odiaba y no me dejaba salir con ellos. A veces me escapaba cuando se quedaba dormido en el mueble y me sentía mas libre cuando estaba lejos de él.
Tenía miedo, mucho miedo pero debía soportarlo. Ahora yo era fuerte.
¿Lo era?.
Se supone que todos le tenemos miedo a algo.
Unos le temen a la muerte, otros a la vida y luego estoy yo, quien le teme a la oscuridad, a la vida y a la muerte. Ah, y a los rayos cuando hay una tormenta. Sí, le temo a todo porque soy una miedosa. Y a mi padrastro.
Recuerdo cuando me contaba cuentos al dormir cuando era pequeña, pero ahora es distinto. Ha cambiado tanto.
Ya no es el mismo de antes y...me siento sola.
Desde pequeña dormía con las luces encendidas, no quería que ningún monstruo saliera de debajo de mi cama y me atacara mientras dormía. Sin saber que siempre tenía a un monstruo frente a mi. En ese momento no lo sabía, pero ahora lo sé.
Él se ha convertido en mi peor miedo.
Tampoco me gustaba ver peliculas de terror, ya que estas afectaban mi cerebro y me provocaban horrendas pesadillas por las noches. Claro, aun en mis diecisiete años me siguen afectando. Cuando llueve y hacen fuertes estruendos, me arropo de pies a cabeza y cubro mis oídos para no escuchar el ruido. Ya que el pánico me corroe y las lágrimas fluyen inconscientemente.
Y eso pasa muy seguido, ya que aqui llueve torrencialmente todos los días.
No conocía nada de este nuevo lugar, pero "según" el pueblo de Montana es muy conocido por los típicos mitos y leyendas sobre fantasmas, hechicería y brujas. Eso es lo único que he escuchado desde que llegué, y la verdad, ha sido traumático para mi. Solo quiero terminar el jodido instituto y largarme lejos de este pueblo horrible lo antes posible.
Sola.
Lo único bueno de este lugar, es que es muy pacífico; Sin mencionar el cementerio del pueblo que me causa escalofríos.
Mi madre siempre decía que debía tenerle miedo a los vivos que son los únicos que pueden hacerme daño. Los muertos no pueden volver de su tumba y matarme. En eso tenía razón, pero de igual manera me aterra ese lugar y lo peor de todo; tengo que pasar por allí para llegar al instituto. Cada vez que lo hago mi piel se pone de gallina y siento que hiperventilo.
La mayoría de las casas en este lugar son cabañas de madera. La gente es muy humilde, pero también un poco loca. Cada día inventan una historia nueva. Como por ejemplo: el suicidio de un hombre en una de las cabañas del norte. He escuchado tantas historias que no se que es real y que no.
Según los rumores en el pueblo dicen que esa familia estaba hechizada y llevaban consigo una gran maldición. Obvio, yo no les creí nada solo me carcajee por su gran sentido de la imaginación. Si una persona se suicida es porque no quiere seguir viviendo una vida miserable en este mundo de mierda. Nunca creo las historias que escucho y la verdad me da igual todo el mundo. Si mueren o viven, no es mi problema. Yo estoy viva y quiero seguir así por mucho mucho tiempo, hasta que mi corazón dejé de funcionar.
Viva gracias a mi madre.
Como la extraño.
Cada día que pasa la extraño cada vez más.
Aun tengo sus palabras ancladas en cada espacio de mi mente. Y aun sigo culpándome de su muerte.
Si hubiera muerto todo sería diferente y mi madre aun seguiría con vida.
El frío en este lugar es horrible, tengo que abrazarme para darme un poco de calor mientras camino para llegar al instituto. Las personas a mi alrededor me saludan amablemente y yo les devuelvo el gesto. Todos aqui viven de la agricultura, la pesca y la minería. Y también hay quienes tienen sus trabajos en la ciudad. Mi padrastro trabaja en la mina cuando no está borracho. Nunca he sabido de otros familiares. Sabía por mi madre que tengo una abuela, pero nunca la conocí. O puede que ya esté en otro mundo.
Sigo mi camino porque se me hará tarde. Introduzco mis manos en los bolsillos de mi sudadera de capucha y camino más deprisa al llegar al cementerio.
El cielo está nublado, puede que llueva en cualquier momento. Esquivo unas cuantas lápidas mientras mientras el corazón me palpita frenéticamente. El miedo me corroe.
Siento como si me miraran ya que mi piel se eriza causándome un escalofríos en todo el cuerpo.
Solo son ideas tuyas, Cassie. No pasa nada.
Le hago caso a mi subconsciente y sigo mi camino intentando respirar con normalidad, pero me es imposible siento que me falta el aire con cada paso.
El cementerio es viejo, hay lápidas derrumbadas y flores marchitas, es aterrador. Hay algunos árboles verdes alrededor, pero ninguna cabaña o persona cerca.
Estoy sola, caminando por un cementerio. Es de día, pero el cielo lleno de nubes negras le da ese toque aterrador.
Un estruendo me hace gritar y cubrir mis oídos. Odio los truenos. Mi corazón late con más rapidez, a punto se salir de mi pecho mientras que yo trato de respirar con normalidad. El pecho me sube y me baja con miedo.
Odio este lugar
Observo a mi entorno, porque siento miradas sobre mi.
Te estas volviendo paranoica. No hay nadie.
Otro trueno me hace dar un respingo y empiezo a correr por el cementerio. Necesito salir de este lugar.
Miro por sobre mi hombro mientras corro, porque me siento observada de nuevo. Y efectivamente, logro distinguir a una persona caminando detrás de mi.
No logro detallar a la persona, ya que trae la cabeza gacha y una capucha negra cubriendo su cabeza. Apenas logro ver la palidez de sus antebrazos, ya que tiene las manos en los bolsillos de su sudadera.
Viene a unos metros detrás de mi. Sus pasos son firmes y por la forma particular de caminar puedo asegurar que es un chico. Es bastante alto y delgado, vestido desde la cabeza hasta los pies de negro.
No tengo idea de quien es, pero todo parece indicar que debo mantenerme alejada de él.
Sigo mi camino a pasos apresurados ignorando al desconocido que camina detrás de mi.
Saco el teléfono de mi bolsillo y coloco un poco de música para despejar el miedo de mi cuerpo. Me coloco los audífonos en mis oídos y tarareo la canción que suena a través de ellos, con la mirada al frente.
Algo dentro de mi me dice que mire hacia atrás, pero no lo hago.
Me niego.
Unos pasos más y la curiosidad me gana, miro atrás por encima de mi hombro, pero la persona de la capucha negra que caminaba detrás de mi...ya no está.
Por inercia trago saliva.
¿Será que lo imaginé?
Meneo mi cabeza despejando las ideas locas de mi mente y confusa sigo caminando hasta llegar al instituto.
¿A dónde se habrá ido?
✡✡✡
Cuando llego al instituto me siento aliviada pero confusa. Aunque no dejo de pensar en la persona que caminaba detrás de mi. ¿De verdad lo imaginé?. Eso no puede ser posible. Se veía muy real. ¿Y si era algún fantasma?.
Deja de pensar estupideces, los fantasmas no existen. No seas idiota. A lo mejor alguien quería asustarte.
Sí, eso pudo ser. Como soy nueva en este lugar, alguien quería asustarme. Y soy un blanco fácil ya que le tengo miedo hasta a mi propia sombra.
-¡Cassie!.
Una voz chillona me hace salir de mis incoherentes pensamientos. Me giro sobre mis talones y veo a Stacey caminar hacia mi sonriente. Con la falda del instituto que le llega por encima de la rodilla, dejando a la vista sus muslos. Unas botas altas decoran sus piernas y la respectiva camisa azul del instituto de monjas.
Sí, es un instituto de monjas. Dónde debes cumplir las reglas sobre el uniforme y no exhibir demás, pero no es el caso de dicha rubia. Ya que le gusta mostrar demasiado sus atributos. Todo lo contrario a mi que soy más reservada en ese aspecto.
Sin embargo, tiene un cuerpo espectacular. Es alta, bonita e inteligente. Ella resalta entre todos los estudiantes. Es demasiado llamativa, todo lo contrario a mi que odio llamar la atención de las personas.
Cuando llega a mi lado me abraza y besa mi mejilla como saludo.
-Hola, Stacey.
-¿Que tal tu fin de semana?
Me pregunta con un deje de diversión en su voz y yo me limito a fulminarla con la mirada. Empiezo a caminar con ella a mi lado.
-Ni siquiera se porque preguntas si ya sabes cual es la respuesta, Stacey.
Ella ríe divertida.
-Tu vida es una puta mierda...
-¡Stacey! ¿Que es ese vocabulario?.
La reprende la hermana Teresa al pasar a nuestro lado.
-Lo siento, hermana.
-El peor castigo del cuerpo...
-Es la lengua. Ya lo se.
Dice mi amiga y pone los ojos en blanco. La hermana Teresa sigue su camino y nosotros el nuestro.
-Esa vieja tiene oídos hasta en el culo.
Me susurra y yo comienzo a reir por sus locuras. Las palabras obscenas también están prohibidas, pero la mayoría incumple esa regla hasta yo, a veces.
-Deja de incumplir las reglas, Stacey. Te llevarán de nuevo a detención.
-¿Porque crees que lo hago?. -insunúa.
-¿Te gusta estar en detención?.
Inquiero sin comprender de que me habla.
-¡Claro que no, Tonta!. Solo lo hago para acercarme al hermano Samuel.
-¿Al hermano Samuel?.
-Sí. ¿A caso no lo has visto? Está buenísimo detrás de esa sotana. Oh, y cuando solo lleva esa camisa negra que se ajusta a sus músculos. ¡Madre mia! Se me chorrea el cóctel...
-¡Stacey!.
Ella se empieza a reir.
-¿Que?. Eres demasiado inocente para esto, Cassie.
-¡No soy inocente!. -me defiendo.
-¡Claro que lo eres, Virgen Cassidy de la santísima trinidad de las váginas!.
-¡Deja de llamarme así, Stacey! Es vergonzoso. Alguien podría escucharte.
Ella vuelve a carcajearse.
-¡Dios! Mira tu cara, pareces un tomate.
-Cállate, Stacey.
Seguimos nuestro camino hasta que llegamos a nuestra primera clase.
-¿Ves lo que te digo?. -me susurra después de tomar asiento junto a mi. Levanto la mirada y observo al hermano Samuel sentado frente al escritorio con un libro entre sus manos. -¿No es perfecto?.
-Deja de soñar, Stacey. El hermano Samuel nunca se fijaría en ti.
-¿Me estas diciendo fea?.
-¡Claro que no, Tonta!. -le susurro entre dientes. -Lo digo porque el no puede fijarse en ti su vida está condenada a Dios.
-Me niego a aceptarlo. ¡Solo míralo!. Es guapo, músculoso...
-Mayor...-añado.
-Eso es lo que menos me preocupa. Me gustan maduritos.
Niego con la cabeza.
-Eres una chica muy bonita. Puedes tener al chico que quieras, ¿Porque te empeñas en conquistar al hermano Samuel?.
-Porque es prohibido para mi y eso me hace querer acercarme más, ¿Entiendes?. Además los chicos de este pueblucho son unos idiotas inmaduros. -se queja. -pero míralo a él. -lo miramos, mientras que ella se lo folla con la mirada. -Es inteligente, fuerte, guapo, prohibido y lo quiero para mi. Él es imposible, inalcanzable, y por eso me gusta. Me gusta lo imposible. Amo los retos. Y te juro por la madre que me parió que lo tendré entre mis piernas sea como sea...
Observo al hermano Samuel y a decir verdad, Stacey tiene razón. No luce tan mayor, tiene un rostro maduro pero juvenil a la vez. Tiene el cabello castaño oscuro y sus ojos son cafés claros. No está nada mal, pero él solo tiene ojos para Dios.
Mi amiga tiene muchos problemas mentales. Todos los estudiantes cuchichean al igual que Stacey que sigue halagando al hermano Samuel, pero yo no le presto mucha atención ya que la puerta se abre y mi atención se la roba la persona que entra por la puerta: El chico de la capucha negra.
No era mi imaginación, ni tampoco un fantasma. Eso es un alivio pero...
Todos en el salón dejan de cuchichear y el aire se torna tenso con su entrada. Todos se le quedan mirando hasta Stacey deja de hablar y lo mira también, pero no puedo explicar la expresión en su rostro. No se si es miedo, nervios o algo más, pero no entiendo porque todos dejaron de respirar cuando notaron su presencia.
¿Quien es él? ¿Porque les afectó tanto su llegada?.
El susodicho ignora a todo el mundo y comienza a caminar con la cabeza gacha, las manos en los bolsillos de su sudadera y su caminar determinado como si no le importara la forma en la que las personas a su entorno lo ven. Unos chicas empiezan a cuchichear y hablar tan bajito que no logro entender lo que dicen.
De repente siento escalofríos en todo el cuerpo. Quisiera decir que es por la brisa fría que entra por la ventana, pero éstas estan cerradas.
No le quito la mirada de encima. ¿Porque viste todo de negro?.
El pasa a mi lado y deja una estela de olor a chicle a su paso. Giro mi rostro y sigo observando sus movimientos hasta que llega a los asientos vacíos en la parte de atrás y se sienta. Su piel luce muy muy pálida, como si estuviera enfermo. Como si hubiera resucitado de entre los muertos. Solo de pensarlo hace que se me congele la sangre.
Curiosa lo sigo mirando. El hermano Samuel comienza con la clase pero no presto atención ya que mis ojos no dejan de mirarlo con curiosidad. No lleva su uniforme, ni siquiera se ha quitado la capucha de su cabeza.
Es tan extraño.
La capucha cubre la mayor parte de su rostro solo puedo ver sus labios pálidos, su mandíbula marcada y su cuello. Un mechón de cabello negro cae rebelde por su frente.
Se ve despreocupado en su asiento. Recostado sobre el espaldar de la silla, sus piernas estiradas y sus brazos cruzados sobre su pecho.
Es la primera vez que lo veo.
Lo veo levantar un poco su cabeza y mi corazón empieza a bombear con dificultad ante la espera de ver su rostro.
Me causa mucha curiosidad. El se despoja de un poco la capucha de su cara y logro detallar las facciones de su rostro. Tiene un porte duro e intimidante. Sus cejas son gruesas con un piercing en una de ellas, sus labios finos y en sus orejas lleva unos pequeños aros negros. Mi vista se va hasta sus manos y lo más raro de todo él, son sus uñas las cuales lleva pintadas negro. En sus muñecas puedo ver unos tatuajes pero no logro detallar que dibujo son.
Trago saliva y miro al frente tratando de disimular. Stacey se mantiene seria escribiendo sobre su libreta. Todos están en completo silencio y tengo miedo de que los demás puedan escuchar los latidos furiosos de mi corazón. Siento mis pálpitos en los oídos, mientras muevo mis pies con cierta inquietud. Trato de mantenerme enfocada en escribir e ignorar al desconocido, pero no lo logro. Disimuladamente, giro mi rostro de nuevo posando mi vista sobre él. Pero mis ojos se abren en sorpresa cuando noto sus ojos sobre mi. Su mirada me hiela la sangre, el corazón me late con desespero, mientras le sostengo la mirada.
Sus ojos son muy oscuros, aterradores, intimidantes e intensos. Como si miraras el infierno frente a ti. Sus ojos indican peligro, todo de él lo indica. Una aura oscura lo rodea, mientras mantiene sus ojos intensos sobre mi como si pudiera atravesar mi alma con tan solo verme.
Trago saliva porque siento mi corazón en la garganta. Pero el no demuestra reacción alguna. Me mira impacible, como si tratara de descifrarme o intimidarme con su mirada. Pero no va a lograrlo.
Rompe el contacto visual y lo veo escribir sobre su libreta, mientras yo mantengo mis curiosos ojos sobre el. Ni siquiera se porque lo hago.
El vuelve a levantar la vista y yo me tenso en mi asiento. Stacey me susurra pero no logro escucharla.
Levanta su libreta y hay algo escrito. Arrugo las cejas incrédula y empiezo a leerla.
"Deja De Mirarme, ¿O quieres morir?"
Trago saliva ante su amenaza.
¿Lo dice enserio? ¿Acaso sería capaz de hacerlo?.
El cierra su libreta y sigue mirándome con frialdad y su mandíbula visiblemente tensa. Como si odiara que lo mirase. Yo permanezco inmóvil ante su advertencia.
¿Debería tener miedo de él?.
Huye por tu vida, idiota.
Le hago caso a mi subconsciente y aparto la mirada de sus aterradores e infernales ojos oscuros.
Por mi propio bien, es mejor mantenerme alejada del peligro, de él.
De ese extraño.
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Nota de autora:
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Un beso infernal de parte de tu escritora:
Patrixia G ✡♥
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