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Capitulo 6 - ¿Que Fue Todo Eso?

El joven ingeniero propietario del centro de conexiones llegó a su casa y Yenni lo recibe con cariño, le dice que mientras él se ducha ella le terminaría de preparar la cena, se la serviría para que la tomaran juntos. Mike estuvo de acuerdo. Subió a su habitación, se quitó la ropa y se dispuso a meterse en la ducha, pero algo no estaba bien en él, algo se estaba escapando de control, pero ¿qué era? Estaba un poco distraído y era de esos que tienen el control de todo, no pierden el horizonte ni la directriz por nada. Es más, cuando conoció a Yenni le gustó de inmediato pero no había sentido eso que sentía ahora, y todo después de… Claro, conocer a Mila.

Estaba sentado en su cama sosteniendo aquella tarjeta con el nombre y el teléfono de la chica recién conocida, gerente general de Publicidad Jireh con su número de teléfono personal. Miles de pensamientos pasaban por la cabeza de él, quería escribirle para saludarla de manera casual, para que no se viera como algo sobre publicidad, pues, ya rondaba en su cabeza que sabía que esa llamada se refería a un ofrecimiento de paquete publicitario. Por otra parte, pensaba que no podía hacerle eso a Yenni, pues, a pesar de lo misteriosa que era, no había conseguido nada que le hiciere dudar de ella, pero tampoco había investigado. No podía olvidar la sonrisa de Mila en aquella máquina mientras él la ayudaba, su aroma, su piel de seda, su cabello... Sencillamente estaba flotando en el pensamiento, sumergido como un adolescente, en una ilusión que no sabía por qué rayos había surgido. Sacudió su cabeza como apartándose los pensamientos y pensó en llamarla al día siguiente y escuchar su ofrecimiento publicitario y entablar una amistad. Tomó su ducha, se vistió y bajó poco a poco, pues, la sacudida de pensamientos no había hecho mucho efecto. En eso notó a Yenni pegada a su teléfono con el altavoz puesto, se detuvo y escuchó un susurro:

―Oye, Mike está aquí ahorita, te tengo en altavoz, no hables sobre el tema tan fuerte ¡me puede descubrir! Más bien deja que te llamo mañana cuando él no esté.

Mike sintió un poco de indignación, celos, inseguridad y fingió toser para que Yenni no sospechara que estaba allí espiándola.

― ¡Mike, dulzura, ya te sirvo!

― Gracias amor. Oye ¿qué raro que tienes tu teléfono allí sobre la alacena?

― Eh, bueno, sí, verdad... Ja, ja, ja... Estaba hablando con mi prima.

― Ah ok, hablas muy seguido con ella ¿cierto? ―, Mike levanta una ceja y coloca cara de duda.

― Bueno, no... En realidad sí. Casi siempre... ¿Ya cenemos? estoy cansada, los alumnos hoy me hicieron el día añicos.

Y contándole a Mike, lo envolvió en una telaraña de palabras que, pensó ella, lo habían desviado del tema de la llamada telefónica, pero la realidad era que él ya quería saber qué diablos era tanto misterio que se traía Yenni. Terminaron la cena, y subieron a la habitación, ella le dio un beso en la mejilla y le dio las buenas noches. Durmieron.

💞💞💞

Mila, por su parte conversaba con Anthony, y este de forma imprudencial y jocosa le dijo:

― Oye jefa, el tipo del centro de conexiones estaba babeando por ti.

― Ja, ja, ja ―, Mila sonreía porque se había dado cuenta, pero se hizo la que no sabía nada. ―Cuando no, tú con el tema.

― ¡Eso, presumida! Pero éste joven tiene un aire como... Como de ser citadino, digo, por su acento, ese de la capital.

― Bueno Anthony, le dejé mi tarjeta.

― ¡Madre Santa! Te gustó el man.

― ¡No! por Dios ―Protesta la chica ―: Es para ofrecerle un paquete publicitario y ganarme ese cliente.

― Pero aprovéchate de él Ja, ja, ja. No jefa, es broma.

― Por Dios Anthony ¡madura!

― Hablando verdades Mila, quiero verte feliz, con un hombre que te respete, te valore, te represente, no esas basuras que tenías en el pasado, las dos bolsas de excremento de caballos esos... ―, Mila ríe y le lanza un manotazo por el hombro.

― Sé que me amas, mi amado amigo y que quieres lo mejor para mí, pero créeme que aquí no hay nadie que llame mi atención.

― Nunca digas nunca, presumida...

― ¡Vete de aquí! ―Dijo la chica lanzándole una almohada.

Anthony salió de la habitación de Mila y se fue a la de él riendo, dio las buenas noches y durmió. Mila, antes de dormir, pensaba:  «¿Será que encontraré a esa persona que necesitaré algún día? Por favor Mila, Despierta, no necesitas alguien que quiera controlar tu vida y te haga desplantes o te engañe ahorita».
Se tumbó en su cama, celebró que pudo realizar el trabajo a tiempo y recordó a Mike. Pensó en él como una buena persona que podía llegar a ser un excelente aliado en esa ciudad pequeña. Pensó en que tal vez debía conocerlo un poco más y sin darse cuenta, los brazos de Morpheo la arroparon.

💞💞💞

Al día siguiente, Mike se estaba duchando para irse a trabajar, había amanecido de mal humor, pues, el asunto de Yenni ya estaba tornándose molesto. Salió de la ducha y vio que la misteriosa estaba en la cocina y un rico aroma de café recién hecho se colaba hacia la habitación. Se vistió y cuando ponía su reloj vio la tarjeta de Mila, al instante se le pasó todo el mal humor, hasta sonrió como un niño cuando sabe que es noche navideña, recordó que al llegar a su negocio la llamaría y escucharía lo que tenía que decir, aunque él ya sabía que era sobre publicidad, pero solo con el timbre de su voz era suficiente. Fue a la cocina, abrazó a Yenni por detrás tomándola por la cintura y dando un beso en la mejilla, ésta le dio su desayuno y una buena taza de café. Se sentó a desayunar y veía fijamente a Yenni.

― ¿Qué? ―, pregunta la rubia extrañada.

― ¿Que de que linda? ―Responde Mike automáticamente.

― ¿por qué me ves a si?

― ¿Así cómo?

― Cómo si me estuvieras estudiando.

― Ah solo veía lo bien que se te ve esa bata, se te ve una bonita figura.

Yenni sonrió sonrojada y no prestó más atención y esperaba pacientemente que Mike se fuera. Éste terminó de desayunar, tomó su café y dejó el plato y la taza en el lavaplatos, enjuagó sus manos y se secó con una pequeña toalla que estaba cerca de allí, se despidió de su compañera y salió casi de carrera al trabajo. Yenni lavo los platos, las tazas y se fijó bien que éste se fuera. Al asegurarse que el joven iba lejos, tomó el teléfono, marcó un número ñ, el teléfono sonó un par de veces y Escuchó la voz del otro lado:

― ¡Hola bella!

― Hola, en breve salgo para allá, pero regreso temprano. ―Comento la rubia con voz temerosa.

― Te espero. ―Resonó la delicada voz que hablaba con la mujer de ojos claros.

💞💞💞

Mila ya Vestida, muy bien arreglada, perfumada y con ese toque de triunfo que la caracterizaba, se disponía a ir a su trabajo con su amigo, hermano y asistente. Se encontraron y salieron del apartamento en el que vivían, este estaba apenas a tres cuadras de Jireh. Llegaron a su sitio laboral y se dispusieron a revisar sus correos. El asistente había recibido un email de un cliente que tenía a 45 minutos de Villa del Este, a lo que preparó a su compañera ejecutiva para visitarle y le avisó a su jefa que estaría fuera casi todo el día con un cliente. La hermosa morena asintió y le advirtió que no inventara nada raro con la joven. La gerente, revisando su email, vio que había uno que decía que las interrupciones seguirían porque había una falla con algunas repetidoras. Mila respiró profundamente para no encolerizarse temprano, pero recordó que tenía una persona conocida que podía ayudarla con el tema del Internet. Sonrió para sí y pensó que iba a aprovechar a vender otro paquete Premium de publicidad y, de paso, iba a poder usar Internet para enviar algunas cotizaciones, reportes, informes... Va por un café y al salir de su oficina escucha que suena su teléfono móvil, se regresó a tomarlo de su escritorio y vio un número desconocido. Al responder escuchó a quién le hablaba:

― Buen día Srta. Mila, soy Mike ¿No sé si me recuerdas?

― ¿Mike? ¿Cuál...? Ahh sí, claro, el del Internet. El chico amable que me ayudó. ―Si lo recordaba pero quiso disimular en ese momento.

― Hola, si, el mismo. Me dijiste que te llamara y así que lo hice.

― Me parece perfecto que me hayas llamado, dentro de unas horas voy por tu negocio, me esperas, ¿o tienes otra cosa que hacer?

Mike se quedó con los ojos abiertos como una supe luna rosa y con la boca abierta de la sorpresa, se repone y sigue conversando.

― Realmente no tengo salidas planeadas, te espero por acá.

― Ok amigo, te veo en un rato. Hasta ahora.

― Hasta ahora ―, dice Mike levantando una mano como celebrando una victoria.

En ese momento lo ve la sarcástica Ely y como nunca faltan sus comentarios, se escuchó:

― ¿Y a ti que rayos te pasa? ―Capturándolo con el brazo aún arriba.

― Nada, solo me está doliendo el brazo.

― ¿Si? Yo creo que es Miss. Ciudad.

― No hables sandeces y anda a trabajar.

Ely sale riendo y lo deja allí con su sonrisa de niño enamorado. Al cabo de aproximadamente una hora y media, el joven empresario nota desde la ventana del taller que un taxi se para enfrente de la puerta de su local y se baja aquella chica que, sin darse cuenta en que momento, hora, minuto y segundo, se había metido en su cabeza invadiendo poco a poco sus pensamientos.

― Hola, buen día.

― Buen día ―, Responde Ely, quien estaba en ese momento encargada.

― ¿Se encontrará Mike?

― Si, ya lo llamo.

― Gracias.

Ely entra al taller de reparación y mantenimiento y le hace saber a su jefe que lo buscaban.

― Oye jefe creo que debes salir.

― ¿Para qué? para eso te tengo allí.

― Te busca Miss. Ciudad...

Mike se levantó de golpe y, sonriendo, sale casi que a la carrera. Al salir se encontró con aquel rostro sutil y fresco:

― ¡Buen día Mila!

― Hola Mike ¿cómo estás?

― Bien, gracias ¿te puedo ofrecer algo, un café tal vez?

― No gracias, necesito conectarme a Internet.

Mike se sintió avergonzado, apenado, quería que la tierra se lo tragara. Se dispuso a abrir la máquina y le indicó que ya estaba lista. Cuando se acercó a ella para hablar, el teléfono de la chica suena y él, atento a la conversación, logró escuchar cuando Mila hablaba.

―Hola Anto...no te preocupes corazón... Termina nos vemos en la oficina.

Mike, desilusionado se va a su escritorio y no había terminado de sentarse cuando escucha que la morena lo llama:

― Mike ¿me ayudas por favor?

― Si ―, resuena un "si" vacío y seco.
Mila, al notarlo, le causa gracia y mantiene la carcajada para ella y le dice:

― Y ¿será que aún quisieras invitarme algo?

― Si ―, contesta Mike inmediatamente indiferente y aun extrañado ―: vamos por un café.

― Marrón por favor. ―Dice la mujer.

― Hecho.

Ely ve cuando Mike le hace seña para que se quede al frente mientras el sale, van a la cafetería que estaba una cuadra antes.  Entraron y ordenaron, y la chica comienza a conversar.

― Mike me gusta ir al grano: Sabes que trabajo en una empresa publicitaria y me gustaría ofrecerte —
Mike la veía fijamente a los ojos mientras la mujer hablaba, pero no la escuchaba. Mila hablaba y el solo podía ver los labios carnosos pintados de vino tinto, unos ojos perfectamente delineados y una piel tan lisa que lo que quería era saltarle encima y comérsela a besos. Ella hablaba y hablaba sonriendo sobre los beneficios que le traería su paquete de publicidad, pero este solo la veía como hipnotizado por su perfume, sumado a la voz y la forma de hablar de ella, hasta que por fin despertó del hechizo.

― Bien ¿Qué te parece? ―Termina de conversar la chica.

― Bella ―, dice con cara de idiota.

― ¿Cómo? ― Pregunta un poco confundida con la respuesta.

― Bella la oferta ¡sin duda no se puede dejar pasar! ―, Respondió Mike abriendo y cerrando sus ojos rápidamente para despertar nuevamente de su letargo.

― Ok… nunca había recibido una respuesta tan original. ―Dice Mila un poco extrañada.

― Bueno, así soy.

― ¡Que interesante! Creo que podemos ser buenos amigos.

― Eso me parece Genial. Por cierto Mila, una pregunta ¿Y tu esposo?

― ¿Esposo, cuál esposo?

― El que entró contigo la otra vez al local.

― Ah Anto... ¡Anthony! ―Mila suelta la carcajada ―. No vale, él es mi asistente y mi mejor amigo. Es como mi hermano.

Mike sintió que un calor quemaba su rostro de la vergüenza pero lo alivió rápidamente el saber que no era su esposo.

― Ah, perdón Mila, fui imprudente. ― Contestó Mike sonriendo y negando con la cabeza.

― No te preocupes, es normal que piensen eso. Wow pero ¡que educado eres! ¿Eres de acá? Porque pareces un poco… más bien muy diferente.

― Si soy de acá, pero viví por muchos años en la gran ciudad, la capital.

― ¡No puede ser! Yo soy de Bela City, la ciudad que está cerca de la capital. ―Mila en ese momento se quedó mirando fijamente a los ojos de Mike y se encendió una alerta en su cerebro, había algo en común y no quería sentir nada que la desenfocara de su trabajo, algo como una relación sentimental―. Bueno Mike ¿te parece si vamos a que me ayudes con lo que necesito enviar?

― Por supuesto preciosa― pidió la cuenta y no la dejó que pusiera un centavo.

Mila se extrañó, pues, tenía mucho tiempo sin sentirse así, bien tratada, sin que le dijeran babosadas ni propuestas indecentes, pensó para sí: «Este es una persona que puede llegar a ser mi amigo».

Caminaban hacia el local de comunicaciones y él joven compra dos chocolates que tanto le gustaban y le regaló uno a ella. Al dárselo le guiño un ojo con mucha ternura. Esto causó en Mila algo que reprimió de inmediato: Sentimientos.
Entraron al centro de conexiones y la morena se sentó en la pc asignada, cerca del escritorio de Mike, y cuando él se fue a sentarse al lado de ella para ayudarla, esta le declaró amablemente:

― No te preocupes Mike, has sido muy amable, pero está bien, aprendí con la ayuda de ayer, te aviso si necesito ayuda.

― Por supuesto Mila.

El chico se fue medio triste a su escritorio y esperó pacientemente a que ella pudiera ayuda, cosa que no pasó. Pero no se quedaría tranquilo, así que decidió usar una herramienta que él mismo había desarrollado con otros fines: un chat interno:

Server: Hola Mila ¿todo en orden?

User: Sí, gracias.

Server: Ah ok ¿Qué te parece si almorzamos juntos?

User: Gracias que amable, pero hoy no. Tal vez luego.

Server: Ah ok, disculpa el abuso.

User: No es abuso, solo que ya estoy por irme y estoy full en la oficina.

Server: Ah entonces puede ser luego.

User: Ya me voy :―)

Mike, lamentándose, le da su mejor sonrisa y cierra la Máquina donde se encontraba Mila, pues, ella estaba pagando y ya se iba. Le dijo que el invitaba esos minutos, pero ella insistió en pagar con argumentando una realidad:

― Mike, cobra el tiempo porque el paquete de publicidad que acordamos no voy a regalártelo ni te haré descuentos ―, ambos ríen y se ven a los ojos.

― Cierto Mila, acá tu cambio. Y ¿te veo luego?

― Claro tengo que traerte el contrato y luego vienen los técnicos a tomar medidas para hacer los diseños e instalarlos. Bueno me voy, adiós.

En ese momento suena su teléfono, era Anthony, le pedía que por favor enviara una serie de presupuestos y análisis, pero una de las ejecutivas le había advertido que aún estaban sin Internet y como Anto sabía que Mila estaba allí aprovechó el momento. Apretó los dientes, se dio cuenta que ya era la hora del almuerzo y que seguro tendría que quedarse hasta tarde allí, se dio media vuelta y vio al ingeniero, se le acercó y le comentó:

― Creo que te aceptaré el almuerzo.

― ¡No me... En serio! Ya, vamos...

Fueron a una feria de comida en el Centro Comercial V. E que estaba a pocas cuadras del local de conexiones. Se sentaron a almorzar y estuvieron hablando allí por espacio de 2 horas. Tenían tanto en común que el tiempo se les pasaba volando y ellos no se daban cuenta. Mike estaba definitivamente preso y cautivado por Mila y ella trataba de reprimir cualquier sentimiento que quisiera nacer por su recién conocido amigo. Después de darse cuenta que habían pasado dos horas almorzando, decidieron irse, pero ella quiso invitar un helado, ya que no estaba acostumbrada a que le invitaran todo, discutieron un rato si él aceptaba o no pero con su toque de ternura terminó persuadiéndolo, duraron allí otra hora conversando. Al fin llegaron al centro de conexiones y la morena se sentó en la misma pc y el ingeniero, llamado por Ely, se dedicó a resolver algunas cosas que la chica no podía. Accedió nuevamente por el chat interno:

Server: La pasé muy bien contigo en el almuerzo.

User: Yo también corazón.

Server: Te juro que nunca había conocido a alguien tan espectacular como tú.

User: ¿De verdad, y como soy yo?

Server: Bella, inteligente, interesante, súper impactante...

Loa mujer voltea hacia el escritorio y sonríe. Vio su monitor nuevamente y se concentró en su trabajo. Terminó de hacer lo que Anto le había solicitado y pensó para sí: «Realmente este muchacho me llama mucho la atención, es independiente, inteligente, amable, caballero... Voy a proponerle ser mi amigo y así conocerlo.»

User: Mike, disculpa, estaba en lo mío.

Server: Si ya me di cuenta, te concentraste tanto en tu trabajo que no te has dado cuenta que ya casi oscurece.

User: ¿¡Que, no puede ser!?

Server: Bueno si puedo hacer algo por ti...

User: Si. Sabes quiero que pase algo entre nosotros... Una bonita amistad.

El dueño del centro de conexiones abrió sus ojos como un par de platos y volteó a ver a la mujer, alguien fue a pagar la máquina, quedaba solo esa persona y Mila. Ely se había ido junto con Leo temprano, pues, habían pedido permiso el día anterior y para sorpresa de él, solo quedaron él y ella. Lo que él no sabía era que ella le había querido decir que quería que pasara algo entre ellos, una bonita amistad, pero él, de la emoción, no leyó la última parte del mensaje de la morena, donde le especificaba a que se refería cuando decía: quiero que pase algo entre nosotros... Una bonita amistad. Se dispuso a cerrar el local, y le dijo a la dama que la acompañaría a tomar el taxi, y ella accedió. Cerró la puerta de vidrio y la tenía al lado, apagó la luz y al voltear quedó frente a ella. La luz de alumbrado publicó entraba de manera tenue hacia el interior del local. Se encontró con los ojos de mirada profunda de ella y en cuestión de segundos tomó a la mujer por la cintura y la apretó hacia su cuerpo e inmediatamente le dio un profundo beso.

La hermosa morena, asaltada de repente, sin esperar algo similar y sorprendida empuja suavemente a su asaltante quien la ve fijamente a los ojos. Y ella, en un impulso, se colgó de su cuello y lo besó nuevamente. Ella sintió nuevamente aquella sensación embriagante de los besos apasionados en sus labios. Sus lenguas se mezclaban frenéticamente, eran los besos más lindos, puros, ricos, profundos que ambos habían sentido. Cuando se separaron ella sólo alcanzó a preguntar:

― ¿Que fue todo eso?

― Tu... ¡Tú dijiste que querías que pasara algo!

― Me refería a una amistad ¡No a ser amantes!

― Ya es un poco tarde Mila, desde que te vi me quedé loco por ti. Fue amor a primera vista.

― Calma Mike. Apenas me conoces.

Abrió la puerta de vidrio, colocó la alarma y salieron. Mila se sintió tan bien que por un momento pensó en tener una aventura, nada serio, algo casual. Acompañó a su hermosa doncella a tomar el taxi y cuando lo tomó, el joven alcanzó a preguntarle:

― ¿Te veré mañana preciosa?

― Te aviso Mike, tienes mi número, yo guardaré el tuyo.

Y haciéndole una seña para que le diera un pequeño beso en sus labios, se despidieron. Mike se quedó viendo el taxi hasta que desapareció y, levantando sus brazos y dando un grito entrecortado. Llamó a otro taxi para irse a su casa. Mila iba pensando: «Dios ¿que estoy haciendo? No puedo caer en esto... Bueno tal vez si».

Al llegar a su apartamento, entra y deja su teléfono en la mesa, extendió un saludo a Anthony quien le dio las gracias por el favor que le hizo, y escucho su móvil vibrar. Sale corriendo a revisar y ve:

8:30 pm.
Hola preciosa ¿Llegaste bien?

8:30 pm.
Si Mike, gracias 😉

8:31 pm.
Espero que duermas bien.

8:32 pm.
Tu también.

8:33 pm.
Eso lo dudo, y si lo logro tal vez sueñe contigo 😍

8:34 pm.
🤭 Tonto, hasta mañana ♥

El joven ilusionado llegó a su casa y se consiguió con la sorpresa que Yenni había dejado una nota:

"Mike estaba muy cansada, en el microondas está la cena, discúlpame por dormirme temprano"

Pensó que era mejor así, pues, solo pensaba en ese beso y se sintió mal por Yenni. Pero la verdad ahora era esa, su pensamiento cautivado por la hermosa Mila, sintiendo aún ese perfume, esos labios carnosos pegado a los suyos, ese abrazo frenético de ella en su cuello y él apretándola hacia sí por la cintura.

La.hermosa morena no podía negar que ese beso arrebatado sacudió su hermético corazón, ese que la tomó por sorpresa porque nunca espero nada similar, de hecho, primera y única vez ―según ella―  que pasaría en su vida y era la experiencia más extrema que había sentido, la adrenalina aún estaba en su sangre y sentía esos besos como el complemento que tal vez necesitaría.

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