"No deberíamos estar aquí, joven Jeon" se lamentó una vez más el conductor "Si el señor Kim se entera..."

"Si el señor Kim se entera será porque tú le dijiste, Jongin" interrumpió paciente el rubio sin apartar la vista del cristal polarizado de la ventanilla "Además, deja de llamarme así"

Desde el otro lado de la calle, Jungkook miraba fijamente a un alto chico pelioscuro moverse con gracia alrededor de las mesas de la pequeña pizzería, y colocar con suma habilidad los platos con comida sobre una de ellas.

Su corazón se removió inquieto cuando percibió su sonrisa dedicada a uno de los clientes. Era formal y discreta, y aún así tan simple como era el gesto, ocasionó que el de cabellos claros sonriera también.

"Por supuesto que jamás te delataría" contestó el contrario indignado "Te he seguido en todas tus andanzas tras el chico ese. Sinceramente, ¿por qué no vas hasta donde él y te declaras de una buena vez?"

Jungkook, sentado en la parte de atrás, podía sentir los ojos curiosos de Jongin examinarlo expectante "Tiene novio. Creo..." murmuró mientras hacía puños sus manos, arrugando la suave tela de sus pantalones entre sus dedos "Yo no tengo nada que ofrecerle"

"¿Qué tonterías dices ahora, niño?" preguntó contrariado entonces. "Eres cariñoso, listo, con un rostro perfecto y, por si fuera poco, nadas en dinero. Con toda la fortuna que tienes podrías llenar de billetes una piscina olímpica, y aún así te sobrarían"

Sus iris finalmente encontraron los ajenos, de una forma plana y condescendiente para consigo mismo. "Por desgracia, lo que más necesito no me sobra. Lo que nunca tuve y nunca tendré" afirmó indolente, como si lo que estuviese diciendo no fuese la gran cosa. Pero vaya que lo era. "Debiste mencionar eso primero"

Silencio fue todo lo que llenó el auto, uno doloroso y contrito que envolvió a ambos. Y fue así por varios segundos hasta que el mayor decidió romperlo antes de que sus propios pensamientos fuesen más allá del desasosiego.

"Anda, niño, volvamos. La noche se está poniendo fría"

Fueron las únicas palabras que Jungkook escuchó de Jongin antes del casi nulo rugido del motor. Pero de igual manera, qué más había para decir. Así estaban las cosas, y no se arreglarían.

No con un consuelo, al menos.

Jungkook miró una última vez más allá del cristal. Adoración y un profundo anhelo se impregnó en sus pupilas.

"Estoy bien así, amándote desde lejos. De todas formas, no creo que me recuerdes" dijo, con su voz saliendo en un susurro. "Hasta pronto, Taehyung"

Vio su cabellera oscura perderse tras una puerta lateral a la barra antes de voltear hacia el frente.

El auto de lujosa carrocería pulida en el que iba perdiéndose de igual forma fuera de los suburbios.

Aaaah! Llevaba un tiempo considerablemente largo queriendo publicar esta historia. De momento, esto es solo el prólogo, espero que les haya gustado. Hay otras historias que tenía ya en borradores mucho antes de esta y planeo subir el primer cap aunque sea antes de ponerme con esta.

Bueno, eso es todo, creo.
Gracias por haber leído esto (◠‿・)—☆