003.
"¡DIO! ¡¿En dónde te ocultas?!"
Estuvimos viajando en una camioneta durante mucho tiempo, pero finalmente habíamos llegado a lo que parecía un gigantesco castillo. Bajé del vehículo, pero los otros dos no lo hicieron.
--Nosotros tenemos trabajo que nos encargó el amo, así que ve tu sola. --me dice el tipo de cabello castaño. --Ojalá que te maten ahí, estúpida.
--Oye, hablale con más respeto. ¿Olvidaste el hecho de que te pateó el culo? --comenta el otro, soltando una pequeña risa. --Evita hacerla enojar, no querrás terminar con una rueda metida en tu cuerpo.
--¡Cierra la boca, imbécil! ¿¡Acaso tú olvidaste que mi Stand es mucho más fuerte que tu inútil Emperor!?
Los dos continuaron discutiendo, mientras que yo intentaba analizar como ingresar al enorme castillo. Pero el portón se abrió frente a mi, dejando ver un enorme patio con una fuente en medio. Tragué saliva e ingresé al interior de la estructura. El gran portón se cerró apenas ingresé, causando que un fuerte sonido me golpease en los oídos. Me sobresalté y di un pequeño brinco. Me acerqué a una gran puerta que parecía ser la entrada a la gran estructura. Esta se abrió nuevamente ante mí, y yo, con bastante temor me adentré. La oscuridad abundaba en el enorme pasillo por donde caminaba. El silencio era lo único que se podía escuchar y la baja temperatura causaba que mi piel se pusiera como la de una gallina.
Continuo caminando, esperando encontrar a alguien que me llevase a donde se encontraba DIO, pero parecía estar abandonado.
--¿Qué te trae por aquí?
Me volteo rápidamente al oír una voz a mis espaldas, intento ver al dueño de aquella voz, pero no me encuentro a nadie. Trago saliva con fuerza y comienzo a dar vueltas en mi lugar, buscando a la persona que me acechaba, pero no había absolutamente nadie.
De la nada, una neblina aparece a mi alrededor. Por prevención, dejo de respirar e intento volver a la puerta por donde había ingresado, pero esta se cerró con mucha fuerza ante mis ojos.
--"¡Mierda, mierda, mierda!" --grito mentalmente, entrando en pánico.
Unos golpes comienzan a sonar en el suelo del silencioso castillo, tal parece que una persona se iba acercando a mi, pero no la podía ver en absoluto.
--Tú no tienes nada que hacer aquí, niña. --de entre la oscuridad sale una anciana muy enana que parecía ser la causante de toda la neblina que había. --¿Qué quieres en este lugar?
Me quedo parada en mi lugar, observándola con algo de miedo. Intento retroceder, pero mis músculos están paralizados y no quieren responder a las órdenes de mi cerebro.
--Mi nombre es _______(Annie). --me presento.
--Tú eres la chica que busca el amo DIO. --comenta, frunciendo el ceño.
--¿Quién es usted?--pregunto.
--Largate de aquí. --comienza a acercarse a mí, de forma algo amenazante. --El amo no necesita de tu presencia.
--¿Me estás diciendo que vine a aquí para nada?
--Eso mismo, ahora largate si no quieres que te mate.
--Oye, espera. ¿Quién eres tú para hablar por tu amo? --doy un paso hacia adelante. --¡Hazte a un lado, maldita vieja inmunda! --la enfrento.
--¡¿Cómo te atreves a decirme así?! ¡Maldita mocosa!
--¡No vine hasta aquí solamente para que una vieja me diga que hacer! --aprieto mis puños con enojo. --¡Dime en donde está DIO!
La anciana pareció enojarse bastante y por lo que pude ver, una gran criatura se formó detrás de ella, tenía un cráneo y su cuerpo era formado por aquella neblina que nos rodeaba.
Volví a dejar de respirar, pero no porque quería, sino que los nervios me lo impedían. Mi comportamiento había cambiado de golpe y no podía actuar como normalmente lo haría, ahora parecía un perro que retrocedía con la cola entre las piernas. Ni siquiera podía hacer que Master of Reality apareciese, y tampoco aparecía independientemente.
--¡Te enseñaré a respetar a tus mayores, mocosa!
Lo que parecía el Stand de la vieja lanzó algo parecido a tentáculos formados por aquella neblina. Rápidamente me alejé bastante de ella y me recompuse. Invoqué a Master of Reality para que me ayudara a deshacerme de aquella vieja molesta.
Realmente estaba molesta, esperaba poder ver a DIO de una forma un poco más tranquila, pero en cambio me encuentro escondida de una vieja piruja.
Quisiera que se calmase y me permitiera ver a su amo, pero dudo mucho que me deje verlo por las buenas. Tendré que deshacerme de ella y después poder buscar a su amo con un poco más de sigilo.
--¿Alguna idea, maestra? --pregunta mi Stand.
--Realmente no se me ocurre nada en este momento. --respondo, soltando un suspiro. --Dudo mucho que me deje ver a DIO. Puede que esté demasiado obsesionada con él.
--Se nota a simple vista, maestra.
--Tal vez podamos escabullirnos por algún lado y evitarla. --me arrodillo en el suelo, mirando a todas las direcciones. --No sabemos nada acerca de su Stand, así que es muy peligroso pelear.
--¿Entonces solamente nos escapáremos?
Asiento y me vuelvo a levantar. Me asomo por la pared, intentando ver a la vieja, pero resulta que no se encontraba en mi rango de visión. Así que se había ido a otra dirección.
Me alejé de la pared y caminé unos pasos al frente, estando alerta por cualquier ruido ajeno.
--¡Maestra!
Master of Reality me había alertado y rápidamente me volteé, pero no había nadie. La miré bastante extrañada y ella solamente me apuntó al suelo. Bajé la cabeza y me encontré con que la neblina me había rodeado por completo.
--Te lo dije, ¡Te voy a enseñar a como respetar a tus mayores! --era la jodida voz de esa vieja.
Sentí un dolor bastante agudo en la palma de mi mano. Miré el lugar de donde provenía el dolor y me percaté de que había un agujero en mi palma. Era un hueco perfecto, incluso consiguió atravesar el hueso sin problema. Mordí el interior de mi labio hasta el punto de herirme bastante la piel. Solté un quejido de dolor y miré con odio a la vieja.
Sin mi consentimiento, mi mano herida se levantó y se acercó a mi cuello. No importaba el esfuerzo que hiciera, no podía detenerla.
Me estaba autoasfixiando y no lo podía detener.
El oxígeno se me iba acabando y mi vista se nublaba de a poco. El aire solamente conseguía salir y eso me preocupaba demasiado.
Poco a poco fui perdiendo el conocimiento, pero luego se me ocurrió algo que no me gustaría mucho.
Metí mi mano dentro de una de mis botas y saqué una daga que siempre traigo conmigo. La desenfundé y acerqué el filo a mi muñeca. Sin perder más tiempo, terminé contándome la mano.
Apenas sentí como la presión en mi cuello desapareció, di una gran bocanada de aire, sintiendo como mis pulmones recibían el necesitado oxígeno.
La sangre no se hizo esperar, mi muñeca no paraba de soltar sangre. Miré a mi lado y vi mi mano recientemente amputada. Se movía involuntariamente, producto de los nervios que se iban tensando. La agarro con algo de asco mientras que dejaba que Master of Reality cerrara la piel de mi herida. La sangre dejó de salir y por suerte no era mucha la que había perdido.
--¿Quiere que le reimplante su mano, maestra?
--Luego. --respondo. --Primero vamos a encargarnos de esta vieja.
--¿¡Crees que me vas a derrotar sin una mano!? ¡Ja! --la desgraciada comenzó a reírse. --Fue muy valiente el haberte cortado tu mano. ¡Pero no harás nada! ¡Yo soy invencible!
--Vieja, deja de ser tan arrogante. --le indico a Master que me diera mi mano cercenada. --Reconozco que mi Stand es demasiado débil comparado con el tuyo ó el de cualquiera. --coloco mi mano sobre mi muñeca. --Pero tiene una ventaja. --la piel de mi muñeca comenzó a estirarse junto a los nervios. --No importa el tipo de herida, puedo curarla e incluso reimplantarme una extremidad amputada. --finalmente mi mano había vuelvo a su lugar. --Por algo se llama Master of Reality.
--¿Y eso qué? ¡Si te hago agujeros por todo el cuerpo no podrás curarte! --su Stand volvió a intentar atacarme, pero conseguí esquivar su ataque.
--Si serás terca. --muevo mi mano, intentando recobrar la sensibilidad. --Alterar la realidad de mi cuerpo es la habilidad de mi Stand. Es decir, no solo puedo cambiar la forma de mi cuerpo. También puedo alterar mis capacidades físicas. --hago sonar mis nudillos. --No es perfecto para un combate a distancia. Así que me costará bastante acercarme a ti... Así que, tendré que usar otro plan.
Sin darle aviso, me largo a correr en dirección contraria a la de ella. Gracias que alteré mi cuerpo para aumentar mi velocidad, dudo mucho de que me alcance.
Lo último que pude escuchar de su parte fueron unos reproches y gritos.
Cuando ya estuve bastante alejada, pude caminar con algo de tranquilidad. Pero duró poco, ya que un grito muy agudo me alertó.
Miré al frente mío y me topé con una mujer rubia que corría bajando las escaleras.
--¡Huye de aquí! --me gritó, pero de la nada ella cayó rodando por las escaleras hasta quedar frente a mi.
--¿Qué mierda? --murmuré al verla sin vida ante los píes.
Su cuello mostraba dos agujeros, como las mordidas que dejan los murciélagos. Me agacho para revisarle el pulso, pero obviamente no había nada. Estaba muerta.
--Que bueno que llegas, _______(Annie).
Una voz muy grave resuena por todo el castillo. Miro al frente de las escaleras y una figura muy robusta aparece. La miro con detenimiento y me percato de que a su lado está otro ser muy grande. Rápidamente deduje que de trataba de su Stand.
--¿Quién eres? --pregunto con algo de nervios.
--Soy tu nuevo amo, querida.
Ya he encontrado a mi objetivo.
¿Ahora que haré?
✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏✒✏
No sé que putas hago actualizando a las
3 de la mañana, pero me gusta. Xd
Estaba escuchando "One" de Metallica y
mágicamente se me prendió el foco.
Ese temazo hace magia con mi imaginación.
👌✨❤
☕;;Gracias por leer mi humilde historia.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro