★XLIII★
★Final Incompleto★
★Suki★
—Woah.
Miré a mi lado, detallando la expresión sorprendida de Shikamaru mientras analizaba desde el marco de la puerta la habitación repleta de papeles y fotografías.
Tomé una inhalación profunda, agrupando toda mi voluntad para no soltar las lágrimas que invadieron mis cuencas al recordar que hace solo un día atrás había estado aquí mismo con Katsuro. Ahora no era el momento indicado para recordar y decaer, mi clan estaba siendo considerado traidor por algunos y sabía que en alguna parte de la investigación que tanto tiempo le llevo realizar a Katsuro encontraría información a nuestro favor.
Ingresé a la habitación, escuchando la madera crujir con sutileza tras de mí a cada paso dado por mi mejor amigo, y llevé mis ojos por todo el lugar dudando por dónde comenzar primero. Con todo lo que hay aquí tardaríamos horas para verlo todo.
—¿Tienes idea por dónde comenzar? —Preguntó Shikamaru acercándose con precaución, como si no quisiera dejar evidencia de muestra presencia, a un escritorio con varios pergaminos dispersos en la superficie.
—No —Murmuré antes de mordisquear el interior de mi mejilla. Esto era demasiado abrumador cuando aún recordaba con una claridad dolorosa los hechos de ayer que fueron repetidos una y otra vez en mi mente durante las interrogaciones en la División de Inteligencia—. Tendremos que empezar de cero, disculpa si nos lleva bastante tiempo.
Shikamaru volteó a verme desde su lugar, su mirada comprensiva pero acusadora a la vez.
—Te dije que te ayudaría en lo que necesites, no te disculpes por algo que decidí yo mismo —Comentó con tranquilidad, manteniendo su mirada clavada en la mía hasta que asentí con entendimiento—. Bien, deberíamos comenzar ahora si no queremos tardar aún más.
★★★
Y sí que tenía razón ¿Cuánto tiempo llevábamos revisando los documentos uno por uno? Desde la luz del pasillo se notaba que estábamos ya en presencia de un atardecer que no tardaría mucho en convertirse en noche.
—¿Encontraste algo? —Pregunté sin levantar la vista, teniendo mi cabeza apoyada en una de mis manos mientras tomaba otro de los cuadernos que había desparramado en la cama.
—Nada que nos sirva —Respondió Shikamaru soltando un suspiro de cansancio, sus pasos crujiendo en el suelo de madera mientras se movía por la habitación—. ¿Y tú?
—Lo mism- —Dejé mi oración incompleta cuando al levantar la tapa del último cuaderno que tomé me encontré con una frase que llamó mi atención—. Creo que encontré algo.
«Sus muertes no fueron en vano.»
«Registro completo.»
—¿Vas a pasar la página?
Brinqué en mi lugar, golpeando mis rodillas con el borde de la cama por la sorpresa, saliendo de un ensimismamiento en que no había notado caer al momento de encontrarme con la caligrafía desprolija de Katsuro.
Llevé mis manos temblorosas a la primer hoja y la pasé para sujetarla con mi otra mano a la vez que un suspiro entrecortado escapaba de mis labios sin aviso.
«XX/XX: Sus muertes no fueron en vano, Keitaro, y espero que el poder que tú quieres hacerme despertar actúe en tu contra cuando llegue el momento.
Mis padres no murieron en vano.
Mis amigos no murieron en vano.»
—Habrá estado furioso a la hora de escribir esto, la fuerza que uso para escribir las palabras dejó algunas roturas en la hoja —Comenté pasando la yema de mi dedo índice sobre la caligrafía desprolija.
—Quizás fue luego del ataque a su equipo anterior —Opinó Shikamaru acomodándose a mi lado para ver con más claridad—. Pero las fechas no logran distinguirse con claridad. Como si hubiese intentado borrarlas en algún momento.
Asentí estando de acuerdo a sus palabras antes de continuar revisando las hojas, una tras otra sin detenerme.
«XX/XX: Danzō me citó para la noche anterior, el viejo maldito me amenazó de despertar el Mangekyō y trabajar para él si no quería que la Hokage se enterase de mis encuentros con Uchiha Keitaro.
Ambos son unos mandones inútiles.»
«XX/XX: Suki aceptó ser mi novia. Pero estoy empezando a preocuparme, Danzō pidió verme otra vez.»
«XX/XX: Danzō y Keitaro deberían matarse entre ellos y dejarme tranquilo de una puta vez.
Ambos se enteraron de mis sentimientos por ella, ahora Suki está en peligro por mi culpa.
Lo lamento, Suki, pero tendré que pedirte mantener muestra relación en secreto o esos imbéciles intentarán hacerte algo.»
«XX/XX: Los odio a todos.
Ya sabía que a ella le gustaba él, pero esto es injusto.
¿Por qué lo haces Shisui?
¿Por qué esperaste a que Suki sea mi novia para besarla?»
«XX/XX: Keitaro lo sabe, por eso mandó a esa mujer a atacarnos en nuestro viaje a Suna.
Danzō no deja de mandar amenazas con sus marionetas vivas, quemé las primeras pero guardaré las otras. Es peligroso pero espero que sirvan en su contra en el futuro.»
«XX/XX: Suki me dejó por Shisui. Lo sé, nadie necesita decírmelo.
Quizás lo merezco, le escondí muchas cosas después de todo. Ya ni yo me reconozco.»
«XX/XX: Sé que Keitaro trama algo, iré a enfrentarlo.
Perdón por seguir escondiéndote cosas, Suki, solo espero que Danzō no intente nada mientras no estoy presente.»
«XX/XX: No puedo seguir escribiendo, dejaré todo en la caja secreta.»
«XX/XX: Perdón.»
«XX/XX: Sé que vas a leer esto, Suki, y es porque ya elegí mi final.
Perdóname.»
«XX/XX: Lo siento.»
Pasé las hojas, viendo a través de la humedad llenando mis ojos que de verdad había dejado de escribir cosas, sintiendo en mi pecho el dolor que Katsuro tenía al momento de escribir cada cosa. Pero al final del libro, sobre la parte interna de la tapa de atrás había una nota más de una fecha reciente.
«Danzō planea algo, Shisui está en peligro.»
Mi boca se secó al instante mientras leía una y otra vez esa última oración que vibraba por mis manos temblorosas.
—Lamento interrumpir —Habló una voz conocida de imprevisto, haciéndome mirar a la esquina de la habitación con sorpresa.
—¿Tú quien eres? —Preguntó con autoridad Shikamaru, su mano que antes sobaba mi espalda viajó a servir como escudo frente a mi cuerpo.
—Katsuro me pidió un último favor.
El mismo hombre del bar, que me avisó que Katsuro estaba herido en el callejón, estaba de pie con una caja de tamaño medio entre sus manos.
—¿Esa es la caja secreta? —Pregunté recibiendo un asentimiento de su parte.
Shikamaru se puso de pie a la misma vez que yo, aceptando a regañadientes que su pregunta fue omitida, y ambos nos acercamos al hombre para tomar el objeto de sus manos.
—Toda la evidencia recogida por Uchiha Katsuro se encuentra aquí dentro —Explicó mientras nosotros levantabamos la tapa para ver el contenido dentro de ella—. Lo demás dentro del cuarto puede ser de utilidad también, pero debemos retirarlo de aquí antes que uno de mis compañeros venga a eliminar toda la evidencia.
Mis ojos escanearon con rapidez una gran cantidad de notas que había allí guardadas, pero no pude analizar con detenimiento lo que decían por un ruido inesperado irrumpiendo el silencio generado. Me asomé al pasillo en busca de una respuesta y visualicé un cuervo rasguñar con desespero la ventana, como si buscase ayuda urgente.
Y eso fue suficiente para saber que algo realmente malo estaba ocurriendo.
—Ve, nosotros nos ocuparemos de esto.
No necesité más que esas palabras del hombre que era prácticamente un completo desconocido para dejar la caja en manos de Shikamaru antes de correr y saltar por la ventana siguiendo el cuervo que parecía gritar con sus graznidos mientras oía a mi mejor amigo llamarme desde el marco de la ventana que había dejado atrás.
★Shisui★
Mis pies detuvieron su caminar cuando llegué frente a quien me había citado hace unas horas atrás.
Shimura Danzō me miraba con seriedad, manteniendo silencio mientras esperaba a que solo pocos metros no separasen.
—¿Qué quiere, Danzō-sama? —Pregunté al ver que no mostraba intención alguna de comenzar la conversación—. Ya casi es la hora de la reunión.
Porque por más que estuvimos horas hablando con la Hokage aún quedaban temas a discutir, entre ellos Suki tendría que volver a dar testimonio frente a todos, sin la presencia de Danzō por elección de Tsunade en consecuencia a la discusión anterior, y Aburame Shiro presentaría una supuesta evidencia contundente a favor de mi novia.
Por ende, a favor de todo el clan Uchiha.
—¿Qué harías si la aldea no cambia aunque uses tu técnica ocular para cambiar a los Uchiha? —Cuestionó tomándome por sorpresa.
El golpe de estado era un tema de extrema delicadeza para ambos bandos pero en éste momento había otras prioridades. Reestablecer la seguridad de la aldea, asegurarnos de que no haya más próximos ataques sorpresa y cientos de personas que están sin un hogar hasta que podamos reconstruir todas las viviendas derrumbadas.
Todos parecieron dejar el asunto del Golpe de Estado por el momento. Todos, menos Danzō.
—Así como la Hokage confío en mí para solucionar el problema, confío en su palabra de que la aldea cambiará —Respondí con seguridad, porque sé que todos queremos volver a vivir en armonía.
—El descontento de la gente de la aldea no desaparecerá ni aunque se lo explique la Quinta —Debatió con confianza, pero acompañando un pesimismo con el que no me gustaría empatizar.
—Lo sé, pero si ganamos tiempo-
—Y además —Cortó mi explicación Shimura, dejándome con las palabras en la boca mostrándose reacio a comprender mi punto de vista de los hechos—, están aquellos como yo que son muy recelosos. Su modo de pensar no cambiará fácilmente. ¿Que harás entonces?
Guardé silencio por un momento pensando en sus palabras ¿Él estaba tratando de representar aquella parte de la aldea o en realidad esta es solo su muestra de rechazo hacia el plan que teníamos pensado realizar?
Pero más importante ¿Por qué citarme a tener esta conversación en privado cuando era más conveniente debatir sobre el tema junto a la Hokage y los consejeros?
—Pero, Danzō-sama-
—¿Usarías el Kotoamatsukami en mi contra en ese momento?
Quedé mudo, procesando aquella pregunta con la que volvió a cortar mi opinión.
¿Por qué debería de utilizar mi habilidad ocular contra él, siendo que ambos buscábamos la paz entre los distintos miembros de Konohagakure? A no ser, que no tengamos el mismo objetivo.
—Yo... —Dudé, viendo como sus ojos viajaban al suelo para volver a clavarse en los mismos con una expresión totalmente distinta.
Sombría, indiferente y amenazante.
—¡Yo me haré cargo de tu Sharingan!
—¡Perdón! —Exclamé recurriendo a mi Sharingan para capturar su brazo en movimiento con una de mis manos y clavar mi dōjutsu en su mirada.
Pese a mi reacción rápida, no podía terminar de procesar lo que acababa de ocurrir.
Shimura Danzō intentó robar uno de mis ojos.
—Es un simple genjutsu, despertará pronto —Expliqué, en parte para convencerme a mí mismo de que estaba haciendo un mal mínimo por lo que era lo correcto.
Solté su brazo, viendo como esté cayó a uno de los lados de su cuerpo, y di media vuelta para irme del lugar cuanto antes. Había una charla importante y debía notificar con urgencia a la Hokage la casi traición de Shimura Danzō.
Sin embargo, no logré dar más que un par de pasos cuando algo golpeó con demasiada fuerza la boca de mi estómago, dejándome incapacitado momentáneamente por la falta de aire y el ataque totalmente inesperado. Sin darme el tiempo suficiente para defenderme tres fuertes impactos más golpearon mi rostro, desorientando mis sentidos y aprovechando ese instante para clavar algo en una de mis cuentas, arrancando el ojo dentro de ella con extrema facilidad.
Cubrí mi cuenca, aguantando el dolor intenso de la pérdida y sintiendo mi palma no poder soportar la sangre que comenzó a escurrir por los lados de la misma. Me alejé sin dudar ni un solo momento, procurando dejar una buena distancia entre el atacante y yo para evitar otro posible ataque.
Alcé la vista, quedando desconcertado al ver a Shimura Danzō obsevarme con amenaza, teniendo mi ojo en una de sus manos.
¿Cómo fue que salió del genjutsu tan rápido?
Sin alejar su mirada de la mía desató la venda que cubría parte de su cuerpo, revelando un oscuro secreto que me heló la sangre.
—¿Un Sharingan? —Pregunté incrédulo enfocando mi atención en el dōjutsu de mi clan que ocupaba su cuenca oculta.
—Me quedó este ojo de repuesto —Comentó mientras el rojo del iris era reemplazado por un blanco opaco, demostrando la ceguera en que se había sometido—. ¡Y ahora me entregaras el otro!
Varios miembros de Raíz aparecieron en ese momento, rodeando con protección el cuerpo de su líder y preparados para iniciar un combate dónde claramente llevaba las de perder en mi estado de desventaja actual.
Moví las manos rápidamente, tomando una gran cantidad de aire para hacer uno de mi ninjutsu.
—¡Elemento Fuego: Jutsu Gran Bola de Fuego!
Esperé el momento que los ninjas contrarios devolvieran el ataque, preparándome para usar el Shunshin no jutsu que usaría para escapar de la situación desfavorable.
—¡Elemento Agua: Ola Salvaje!
El choque de ambos elementos fue intenso, creando una enorme bola de vapor que utilicé a mi favor.
Debía encontrarme con Itachi donde teníamos planeado, pero ésta vez no podré acompañarlo luego de nuestra despedida.
★Sasuke★
—Hola, Sasuke.
Volteé en busca de la voz que me había nombrado, dejando a un lado la historia que Naruto me estaba contando sobre su entrenamiento en el Monte Myōboku.
—Shiro-sensei —Saludé al Aburame que me saludaba con la mano desde unos metros, acercándose junto a un niño que desconocía a su lado.
El sensei de Suki no era una persona con la que solía relacionarme demasiado, quizás habremos hablando unas pocas veces cuando era más jóven y solía acompañar a Suki hasta su campo de entrenamiento.
—¿Sabes dónde está tu hermana? —Preguntó con tranquilidad, mirando a mi lado recién cuando estuvo a solo unos pasos de distacia—. Oh, buenos días, Naruto. Escuché lo que hiciste con el líder de Akatsuki, felicitaciones.
—¡Gracias, Shiro-sensei! —Sonrió con ánimo mi amigo rubio, sonriendo a lo grande mientras movió ambos brazos tras su cabeza—. Y no fue la gran cosa, todos hicimos lo posible por la aldea.
—No la he visto desde la reunión con la Hokage —Respondí cuando la atención del mayor volvió a caer en mí—. ¿Ocurre algo?
—Mi pequeño amigo quería darle las gracias por su ayuda de ayer —Contestó poniendo una de sus manos sobre el cabello castaño de su acompañante.
Dirigí mis ojos al niño, viéndole intentando esconderse tras las piernas de Shiro mientras nos miraba con un par de enormes ojos brillosos. ¿Será esta la evidencia a favor de la defensa de mi gemela?
—¿No tiene insectos rastreadores que pueden encontrarla? —Cuestioné volviendo mi mirada a los lentes oscuros que cubrían los ojos del mayor.
—Ayer hicieron un buen trabajo, les estoy dando el descanso que merecen —Explicó como un padre hablando de sus hijos, cierto toque de orgullo sonando en cada palabra—. Supongo que seguiré buscando.
—Suki-chan estaba con Shikamaru —Hizo voz Naruto, tocando su barbilla con uno de sus índices como si se estuviese esforzando por recordar algo—. No sé donde habrán ido o si siguen juntos, pero los vi entrando al distrito Uchiha hace varias horas.
Fruncí el ceño al terminar de oír sus palabras ¿Qué estarán escondiendo esos dos?
—Oh, ahora que lo dices, creo haberla escuchado decir que iría a casa de Katsuro —Pareció recordar el Aburame, con una ligera expresión de decaimiento en su lenguaje corporal.
Algo demasiado entendible cuando hasta a mí mismo me costó digerir la trágica noticia. Katsuro y yo nunca nos llevamos bien, eso todo el mundo lo sabe, pero eso no cambia el hecho de que fue una persona que vi casi cada día e incluso le daba el punto bueno de que al final comprendí que realmente se preocupaba por mi hermana menor.
Pero como si una cascada de agua helada me cayese encima recordé algo realmente importante: la investigación de Katsuro que Keitaro me había comentado en su momento y que jamás había logrado inspeccionar.
¿Será posible?
—Debo irme —Me despedí rápidamente comenzando a caminar a pasos veloces en dirección al distrito de mi clan.
—¡Oi, Sasuke! ¡¿A dónde vas?! —Escuché gritar a Naruto desde el lugar dónde lo dejé, sin gastarme en voltear a ver su expresión desentendida.
—Luego te busco y me sigues contando la historia, recordé que tengo algo importante que hacer —Contesté sin detenerme pero sabiendo que mi amigo había llegado a escuchar mis palabras por la ausencia de más gritos de su parte.
—Dile a Suki que cuando se desocupe vaya a la Mansión Hokage —Pidió Shiro y fue lo último que escuché al doblar en una de las calles.
Pero solo logré dar un par de pasos cuando mi cuerpo se detuvo en seco por la presencia inesperada de un mal presentimiento más fuere que nunca apretándome el pecho hasta dejarme sin aire.
Me forcé a reaccionar en ese momento, deseando que no sea demasiado tarde para prevenir lo que sea que vaya a ocurrir, y con el mayor de mis esfuerzos retomé el recorrido a toda velocidad. Apretando los puños por la mala sensación que se volvía inaguantable con el pasar de cada segundo y sintiendo los azotes de las palpitaciones que golpeaban contra mi tórax.
Entonces, al dar el primer paso en el interior de nuestro distrito, escuché el grito desesperado de Shikamaru retumbar en las calles.
—¡Suki, regresa!
Todos mis sentidos se sensibilizaron al instante, detallando con una perfección maniática todo mi entorno mientras comenzaba una carrera por sobre los techos inestables de las casas que seguían en pie tras el ataque de puro milagro.
Solo fueron pocos metros, o eso
le pareció a los sentidos que yo ya no controlaba, cuando capté movimiento por el rabillo de uno de mis ojos. De un rápido vistazo la reconocí, mi gemela se movía aún más rápido que yo por la hilera de árboles que rodeaba el distrito Uchiha.
Sus ojos conectaron con los míos por solo una milésima de segundo, pero eso fue suficiente para que lograra notar el pánico en sus ojos preocupados y ella viera mi alerta al verla en ese estado. Pero no se detuvo, manteniendo el mismo ritmo y dirección.
Ni siquera procesé qué estaba ocurriendo cuando cambie mi dirección, siguiéndola e intentando, inútilmente, alcanzarla. Sintiendo que se iría de mi lado y yo no sería capaz de hacer nada para evitarlo.
★Itachi★
—¿Shisui? —Pregunté dirigiendo mi atención a la copa de los árboles a mi alrededor cuando varias hojas cayeron de las ramas por un movimiento sobre ellas.
La noche había caído hace poco pero mi mejor amigo llevaba varios minutos de atraso en nuestro encuentro planeado de antemano.
—Ven —Escuché su respuesta, pero no logre ver su cuerpo cuando ya comenzó a alejarse en otra dirección.
Entrecerré levemente los ojos con incomprensión pero me apresuré a seguirle sabiendo que algo había ocurrido y no era éste el lugar adecuado para debatirlo.
Me moví con velocidad entre los árboles, reconociendo el lugar al que nos dirigíamos con facilidad y no me detuve hasta llegar frente a mi amigo, que me esperaba en el acantilado que solíamos frecuentar con la oscuridad de la noche sin permitirme detallar su rostro.
—Shisui ¿Qué ocurre? —Pregunté al estar a solo pasos de distancia.
Él me esperaba pacientemente de pie, pero su cuerpo estaba de espaldas a mi en ese momento, viendo bajo la tenue luz de la noche como el viento agitaba las puntas de su cabello.
—Parece que ya no hay modo de impedir el Golpe de Estado de los Uchiha —Respondió mi amigo, manteniendo la serenidad tan típica de él incluso cuando decía unas palabras que sé que a ambos nos dolían—. Y si ocurre una guerra civil en Konoha seguro otros países atacarán y se convertirá en una guerra total.
Tome una honda respiración por la verdad que acarreaban las palabras que soltaba con tanta seriedad, pero no opiné nada prefiriendo escuchar todo lo que tenga para decir respecto a eso.
—Antes de poder usar el Kotoamatsukami para detener el golpe, Danzō me robó el ojo derecho —Confesó volteando su rostro en mi dirección—. No confiaba en mí.
Mi cuerpo se entumeció por completo cuando logré distinguir la gruesa línea de sangre que escurría por su cuenca derecha.
¿Cómo habíamos llegado a esto? Las cosas no parecían venir del todo bien ¿Pero recurrir a esto era lo correcto?
Todo mi interior gritaba una respuesta muda: No, no lo era.
—Él busca defender la aldea por sí mismo, sea como sea —Explicó Shisui con madurez, incluso luego de la evidente traición del Shimura hacia uno de los miembros de su aldea—. Seguro que también buscará mi ojo izquierdo. Pero antes de eso, te lo entregaré a tí.
Miré con fijeza como introducía sus dedos en su única cuenca sana, sacando su ojo restante mientras no podía hacer más que mirar sin saber qué hacer.
Pero confíaba en mi amigo y su juicio, por eso si él me estaba confiando su poder lo aceptaría y cuidaría hasta que llegue el momento en que deba usarlo por el bien que ambos anhelamos.
—Solo puedo confiar en tí para esto, mi mejor amigo —Retomó la palabra, girando el resto de cuerpo para enfrentar el mío y tenderme el ojo del que acababa de desligarse con una de sus manos. Una nueva oleada de sangre escapó de la cuenca recién despojada del dōjusu de nuestro clan—. Protege nuestra aldea, el nombre de los Uchiha y cuida de Suki en mi ausencia.
El viento aumentó su movimento entre nosotros en ese momento, mientras uno de los cuervos que tanto tiempo que habían acompañado aparecía desde lo lejos. El ave oscura se acercó a la mano extendida de mi mejor amigo, apoderándose del ojo en ella antes de desaparecer dejando plumas negras meciéndose a nuestro alrededor.
—Lo he aceptado, pero ¿Qué harás tú?
Pregunté tratando de contener la angustia de tener que separarme de él, pero si era ésta la mejor opción para ambos la aceptaría con honor.
—Quien sabe si mi muerte cambiará un poco la situación —Fue su respuesta, una que me dejó una sensación dolorosa en el pecho instantáneamente al ver sus pies retroceder, acercándose cada vez más y más al final del precipicio—. Dejé una nota póstuma.
—¡Espera, Shisui! —Pedí acercándome sin aguantar el miedo de lo que se avecinaba, pero su voz demandante hizo que mi cuerpo vuelva a clavarse al suelo.
—No me detengas, Itachi.
Ante mi vista temerosa él sonrió, como despidiéndose en silencio de un amigo que de verdad apreció. Mi cuerpo volvió a moverse con intención de detenerlo, pero su cuerpo ya había empezado a caer hacía el abismo a su espalda.
—¡Shisui!
Miré aterrado tras de mí cuando una voz acompaño mi grito, exclamando con el mismo dolor el nombre de mi mejor amigo. El aire se trabó en mi garganta al ver a Suki corriendo en nuestra dirección, Sasuke venía tras ella pero era obvio que no llegaría a tiempo.
Estiré una mano en su dirección, tratando de interrumpir su paso y atraparla entre mis brazos, pero en ese momento el Mangekyō Sharingan en su mirada se activó, clavándose en mis ojos asustados. Entonces, mientras su cuerpo pareció tomar más velocidad mientras mis propios movimientos se relentizaban, entendí con terror cual era la habilidad que había heredado.
Suki logró eludir mis brazos con facilidad y, ante el llamado urgente de Sasuke por detenerla, su cuerpo cayó acompañando al de Shisui.
★★
Eso fue lo último, porque quizás dos de ellos habían tenido un final incompleto, con aún muchas cosas que les faltó vivir.
Sasuke e Itachi miraron con horror como dos personas que significaron tanto en sus vidas caían dentro de la oscuridad abismal, incapaces de hacer nada para evitarlo.
En la casi cegadora noche Suki logró alcanzar el cuerpo de su pareja, apretándolo con protección. Shisui, totalmente atónito, se aferró de igual manera a ella, temiendo el final de su caída pero con la egoísta tranquilidad de que quizás esa compañía era lo que él más necesitaba en ese momento.
Y en medio del tornado asfixiante de las fuertes emociones de cada uno un resplandor amarillo brilló en la oscuridad, iluminando el fondo del precipicio y reflejando con un hermoso dorado en los Mangekyō Sharingan de ambos hermanos que miraban desde lo alto.
—¿Acaso eso es...? —El susurro ilusionado de Sasuke combinaba a la perfección con la fuerte sensación de esperanza que florecía en el pecho de ambos.
—Susanoo —Asintió Itachi, confirmando la pregunta inacabada con sus ojos fijos en la luz resplandeciente del color del sol—. El Susanoo de Suki.
Los dos se miraron por un momento notando que por el trágico comienzo, de lo que creyeron que iban sufrir por el resto de sus días, sus ojos habían avanzado a otro nivel. Se sonrieron, sabiendo que el resultado final aunque no fue el ideal había sido mejor de lo esperado, y se abrazaron con emoción.
Porque quizás, después de todo, el final incompleto aún tenía oportunidad de ser continuado.
Final con 4197 palabras.
¡Muchas gracias por leer y espero que el final haya sido de su agrado!
El epílogo será publicado en los próximos días, en él se resolverá lo que quedó inconcluso de éste final.
También, hoy hay otro edit creado por la talentosa Anni_Jeon:
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro