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8. Regalo de Navidad

—24/12/2021 ❄

❄Fandom: Inazuma Eleven Go

❄AU: HELL

❄Personajes: Ángel Rey Cano, Bái Lóng Liu, Cora Ibara, Rina Ibara, Einar Aksnes, Enver (Namazuo) Mirzayeva, Genkei Sugawara, Konrad Gerlach, Luciel Slocker, Noel Loubté, Nyx Shapiro, Sasha Romanovich Danilov.

Cyka... —maldijo el chico cuando sus manos se mancharon con sangre, justo cuando alguien llamó a la puerta.

Se limpió una mano para poder abrir la puerta.

Veo que ya empezaste —fue lo primero que dijo al ver la mano algo manchada de Sasha.

¿La trajiste? —preguntó riendo un poco por el comentario del otro rubio mientras lo dejaba pasar.

Me sigo cuestionando qué puede hacer esto que no pueda hacer otro cuchillo, pero sí, aquí está —Luciel sacó del bolsillo trasero de su pantalón una bayoneta cuyo filo era cubierto por la funda de piel.

No es sólo el filo, es el concepto de que vamos a cenar kotlet preparado con una bayoneta. ¿No te parece algo especial? —lo guió hasta la cocina de su departamento donde había dejado las pechugas de pollo a medio cortar sobre la tabla.

Se le escapó una peqeña risa a Luciel y, sabiendo que no tenía otra opción, se lavó las manos y después de lavar también la bayoneta, ayudó a su amigo a seguir cortando la carne.

¿Te encargo el kotler?

¿Qué vas a hacer tú entonces? —asintió sin dejar de cortar teniendo la vista fija en la carne.

Seré un buen líder y le daré su regalo de Navidad a Konrad. Lleva meses con que quiere volver a comer pirozhki así que toca ponerse con eso.

Eres tan buena persona —fingió estar conmovido y siguió con su tarea—. Sí, yo me encargo. ¿Y te sabes la receta del pirozhki?

Finalmente se volteó para ver a Sasha quien estaba recargado en la encimera viendo algo en su teléfono.

Lo estoy viendo en internet —giró el aparato para enseñarle la pantalla a Slocker.

Esta vez sí que rio con un poco de vergüenza mientras volvía a lo suyo.

Por un mínimo de orgullo vamos a fingir que estas recetas nos las sabemos por cultura general y que mi mamá nos ayudó con lo demás.

Me parece una buena idea.

A tan sólo un par de calles también había una reunión en uno de los departaentos para ir preparando lo que cenarían esa noche.

—¿Y entonces qué pasó? —preguntó Konrad aún mezclando la masa que utilizaría.

—No fue a más. Chester movió hilos, habló con los de la cadena, regañaron a los empleados y yo seguí con trabajo —respondió Einar rodeando la taza con ambas manos para calentarlas mejor.

—Y si no es Chester somos nosotros —dijo Gerlach algo molesto—. Digo, no están en la primaria como para ser tan inmaduros y hacerte una "bromita" estúpida, es su trabajo.

—Sí, bueno... pero todo terminó por arreglarse así que no hay problema —sonrió Aksnes con ladeando un poco su cabeza esperando tranquilizar a Konrad.

—A ver, Einar, prueba —Noel se acercó a la isla en el centro de la cocina donde estaba sentado Einar, tomó una de sus manos hasta colocarla en el borde del recipiente donde tenía la otra mezcla hecha.

El rubio cogió un poco de masa con los dedos y la probó quedándose unos segundos analizando el sabor.

—Está bien.

—¿Sí? ¿No le falta azúcar o algo así?

—Quizá un poco de azúcar... De todas formas aún le faltan las chispas de chocolate, ¿no?

—Sí, ahora se las voy a poner —asintió él tomando la bolsita con el chocolate—. Espera, se lo pongo y ahora me vuelves a decir.

—Okay —asintió con una pequeña sonrisa.

—Oye Einar, ¿y al final va a venir Bái Lóng? —preguntó Konrad con curiosidad.

—Aún no sabe. Suponemos que sí porque la reunión dudo que la hagan hasta la noche, pero ya sabes que uno se puede esperar lo que sea con ellos —Konrad le dio la razón—. Enver dice que casi seguro que sí vienen, y sino en todo caso llegarían pero más tarde.

—Diles que por la hora no hay problema, total, vamos a estar hasta la mañana —rio un poco al tapar la masa para la pizza con un trapo y dejarla en la encimera.

Gerlach tomó su teléfono y se recargó en el mismo lugar donde estaba Einar para revisar sus mensajes.

—A ver, prueba de nuevo —Noel volvió a acercar la masa de las galletas y guió la mano de Einar para pellizcar un poquito de esta.

—Mmm... Yo creo que así está bien. Ya sabes que tampoco me gusta tanto lo dulce así que como está, al menos para mí, está perfecto.

—Pues ya tiene el visto bueno —rio un poco antes de acercarle el recipiente a Konrad—. A ver, mi amor, prueba también.

—Sí, estoy de acuerdo con Einar —asintió después de saborear la masa—. Ya no le pongas más, así están ricas y no hostigan.

—Bueno, pues el pueblo ha hablado entonces —rio un poco llevando el recipiente a la otra encimera para poder empezar a hacer las galletas.

—¡Sí! ¡Dios mío, los dioses han oído mis plegarias! —celebró Konrad dejando el teléfono sobre la encimera.

—Ay, me asustaste —rio Einar encogiéndose un poco por la mezcla entre risa y susto—. ¿Qué pasó?

—Sasha va a hacer pirozhki —tomó el teléfono y le enseñó la foto que había mandado de la masa a Noel—. Mandó una foto con la masita.

Ambos rieron por el entusiasmo de Konrad quien fue con su teléfono a destapar la masa y mandarle también una foto por el mismo chat grupal.

—¿De qué va a querer la pizza, mi zar? —leyó en voz alta lo que iba escribiendo haciendo que los dos volvieran a reír— Si no los hacía, la pizza iba a ser complacencia de alguno de ustedes o de lo que encontrara en la cocina, pero ahora sí se lo ganó, así como si debo ir a Normandía por los ingredientes, ese pirozhki es mío.

—Jamón serrano —dijeron Noel y Einar a la vez de una forma tan seria y decidida que no evitaron reír por la coincidencia.

—Muy cierto —les dio la razón mientras apagaba el teléfono—. Pues no toca ir a Normandía, pero sí a Hispania —hubo unos segundos de silencio en los que Konrad se puso a pensar en dónde podría conseguirlo—. ¿Dónde se compra eso?

Einar se encogió de hombros así que Gerlach miró a su novio casi desesperado por no saber.

—Pregúntale a Ángel —dijo como única sugerencia.

—Eres tan listo y yo tan tonto... —asintió volviendo a tomar el teléfono para escribirle al chico— Voy a escribirle, no vaya a ser que le llame y resulta estar con Sasha, quedaría mal.

En la calle comercial llevaban ya un buen rato paseando la hermanas Ibara junto a Michael, Gen, Nyx y Ángel, de hecho él recibió el mensaje en lo que esperaba a Cora quien había entrado a comprar chocolate en una tienda que al no ser muy grande no cabían todos, además de que era una tontería que entraran todos en grupo sólo para comprar una cosa.

Michael miró de reojo a Ángel cuando este se llevó el teléfono a la oreja para poder hablar por llamada con Konrad tras asegurarle de que no estaba con Sasha. No tardaron casi nada y todo terminó resolviéndose, para la gran suerte de Gerlach, con que el jamón serrano él solía comprarlo en una tienda que vendía varios productos importados desde Eurpoa que no sólo estaba cerca de donde ellos estaban, sino que habían salido de ella hacía unos minutos y Ángel no había olvidado comprar un par de paquetes sabiendo lo mucho que le gustaba a Sasha esa comida.

—Listo, ya estoy —avisó Cora al salir con una bolsa en la mano.

—¿Quieres que te ayude? —se ofreció Michael señalando la bolsa que la chica llevaba en la mano.

—No, no te preocupes, ya llevas suficiente, pobrecito —dijo casi con lástima ya que él llevaba ya un par de tiendas cargando lo que había comprado al haber sido el primero.

—Bueno, ¿ahora a dónde vamos? —preguntó la Ibara menor poniendo una mano en su cintura y mirando al resto del grupo.

—¿Qué más nos falta? Creo que ya llevamos todo para el pollo agridulce, ¿no, Michael? —preguntó Nyx intentando recordar y luego acercándose al chico quien asintió abriendo la bolsa para enseñarle mejor.

—Yo necesito comprar aquí —Ángel alzó ligeramente la voz señalando la tienda de licor que estaba justo enfrente de donde Cora había entrado. De hecho él iba a comprar al mismo tiempo que ella, pero la llamada de Konrad lo distrajo.

—¡Sí, la tienda de licor! —celebró Gen exageradamente haciendo que Cora y Ángel rieran un poco

—Claro, ya me sonaba a mí que algo nos faltaba. No es una fiesta de la Unidad Imperial sin la ronda de shots hasta que Michael se quede dormido, Konrad esté demasiado borracho y mi hermana se ponga a cantar y contar chismes como viejita de vecindad —dijo Rina con una pequeña risa.

—Rina, cualquiera que te escuchara creería que tu hermana es una borracha —rio la mayor poniéndole un brazo alrededor del cuello—. Pero no podemos negar que los cócteles que prepara Ángel son muy buenos, no me avergüenza informarles de que hoy yo sí voy a tomar hasta quedarme a gusto, hace mucho que no los pruebo y me muero del antojo.

Ángel sonrió un poco y la miró asintiendo con amabilidad.

—Claro, voy a preparar para todos los que quieran.

Entraron a la tienda y después de coger un par de botellas que utilizarían para el brindis y también para los cócteles, Ángel fue a una zona particular en el local.

—¿Vas a comprar ese? —preguntó Nyx llegando junto a él— Wow, es caro —no evitó decirlo al ver el precio que realmente la sorprendió.

—Sí... Es que a Sasha le gusta el vodka y le había dicho que algún día le daría a probar esta marca, es rusa y la verdad es muy buena. Además ahora ya puede comer y beber normal así que en verdad quería llevarle pero es que el precio...

—Claro —ella asintió empática hacia él—. Yo te coopero si quieres, ¿sí? Podemos decirle a los demás y así todos cooperamos y podemos dársela como un regalo, ¿no crees?

—¿Estás segura? —la miró con un brillo efímero en sus ojos que le provocó bastante ternura a la chica.

—Claro. Es más, vamos a decirle a todos a ver qué dicen.

Nyx llamó a los demás chicos que estaban en la tienda y les explicó la idea, la verdad es que a todos les pareció bien, todos le tenían bastante aprecio a su líder ya que no sólo era un buen capitán en las misiones sino que también se preocupaba por ellos fuera del trabajo y se portaba como un buen amigo con todos en lo más parecido que tenían a una vida normal. Les escibieron por mensaje a los demás diciendo que si les parecía bien, ellos ahora pagaban con lo que tuvieran y luego ya se aclararían con los demás.

La respuesta de Konrad y Noel fue buena, dijeron de parte de Einar que también estaba de acuerdo. Enver leyó el mensaje y le escribió a Rina diciéndole que le parecía bien y que Bái Lóng también estaba de acuerdo. Pero Nyx se sorprendió cuando le llegó el único mensaje que decía que no iba a cooperar, el de Luciel, pero el siguiente mensaje fue la explicación de su respuesta y lo que alivió a Nyx de cualquier pensamiento raro sobre él.

Las horas siguieron pasando y finalmente llegó la hora de la cena.

Todos los chicos de la Unidad Imperial vivían en el mismo edificio menos Luciel, Konrad y Noel, pero no vivían precisamente lejos así que no había problema con las distancias.

Ya habían subido a la azotea para preparar la mesa y colgar los adornos que las Ibara habían hecho. Genkei se encargaba de encender el fuego de la parrilla que debido a su forma y decoración funcionaba como una chimenea que sería imprescindible por el frío que se sentía al estar en la parte de arriba del edificio que aunque tenía una parte techada para poder comer aún bajo la lluvia o días de sol, ese rincón sólo contaba con dos paredes para darle un toque más acogedor y proteger un poco del viento; así que el frío los invadiría de una forma u otra.

—¿Ya se encendió? —preguntó Sasha acercándose a Gen.

—Sí, ya al fin, me costó un poco, esta leña no es muy buena —comentó dándose la vuelta al pdoer confiar en que el fuego ahora seguiría creciendo aún sin su supervisión.

—Ay, sí la vez pasada nos pasó igual, estuvimos como una hora para que se encendiera la leña.

Él ya había dejado los dos refractarios que habían salido de su casa en el centro de la mesa: uno con el pirozhki y el otro con el kotlet que hizo Luciel. Slocker había ido a su casa a cambiarse ya para la cena así como para ira ver a su mamá antes de que esta se fuera con la mamá de Konrad a la casa de una amiga de ambas para pasar la Navidad con ellas.

Noel y Konrad acababan de llegar así que nada más dejar la pizza cubierta por aluminio en la mesa principal así como las galletas en la mesita para los postres y bebidas, se dirigieron a ayudar con la decoración que ya casi terminaba.

Nyx y Michael habían preparado con ayuda de Gen el pollo agridulce que tanto le gustaba a Maes y tan bien sabía preparar Gen. Cora se encargó de preparar su tan delicioso chocolate caliente mientras que Rina hizo ponche de frutas.

—Listo, esto ya está, ya vengan a sentarse todos —los llamó Gen haciendo gestos con la mano.

Todos tomaron su lugar en la mesa y justo en ese momento fue que Luciel llegó disculpándose por la tardanza.

—¿Lo tienes? —preguntó Ángel acercándose a él con la excusa de poner la música en el altavoz.

El rubio movió discreteamente su brazo para enseñarle la botella ya abierta de vodka cuyo contenido superaba todavía la mitad. El motivo por el que había dicho que no cooperaría para comprar la botella de aquella marca era porque su madre tenía una botella de esa misma marca que apenas habían tocado desde hacía años. Al ver el plan de sus compañeros le preguntó a su madre si estaba bien que la llevara y ella no tuvo problema, al contrario, se la entregó con gusto por saber que al fin le darían un mejor uso que ella guardándola en la vitrina.

—Aquí tienes tu pirozhki, Konrad —Sasha señaló el recipiente con la comida una vez todos empezaron a comer.

—Y me hace feliz que esté aquí —respondió haciendo reír a sus compañeros—. Pero soy tan buen amigo que sé que un simple "gracias" no es suficiente para agradecer todo el trabajo que supone hacer pirozhkis desde la mañana, por eso decidí agradecerte con tu prometida pizza de jamón serrano —dijo en el momento en el que le quitó el aluminio a la bandeja mostrando la pizza aún caliente.

—¿¡En serio!? —sus ojos se iluminaron al mirarla y luego cambiaron de nuevo a su compañero— Pero habías dicho que era muy difícil de conseguir y que te pidiera de otro sabor.

—Eso era sólo la distracción, mi estimado —dijo en un falso tono de presunción—. Incluso antes de que respondieras ya sabíamos que ibas a querer de jamón serrano, por eso corrí a pedirle ayuda a Ángel y el destino te quiere tanto que justo cuando le llamé él acababa de salir de la tienda donde ya había comprado unos paquetitos.

—¿De verdad? —el brillo casi se multiplicó en sus ojos y volteó a ver a Ángel quien le dio la razón a Konrad de una forma mucho más discreta— Gracias. Ay, me hace muy feliz y me preocupa que me conozcan tanto.

—Mucho tiempo conviviendo —dijo Rina tomando su copa de la cual iba a beber pero se interrumpió por querer proponer un brindis.

Y así fue, todos los presentes brindaron en el nombre de su Unidad que en momentos como ese era sólo un grupo de amigos -algunos más unidos que otros- que definitivamente les gustaría mantener fuera del mundo de la guerra.

—Como anécdota de la preparación quiero decir que el kotlet lo hizo Luciel y las pechugas las cortó con una bayoneta —dijo Sasha en un momento de silencio que hizo que al propio Slocker se le escapara una carcajada.

—Claro, ya decía yo que este sabor no se conseguía tan fácil —siguió la broma Gen antes de mirar a Luciel—. No, pero en serio esto está delicioso. Hasta hace un minuto no sabía qué era, pero me encanta.

—Me alegro —dijo con una pequeña sonrisa el rubio que fue correspondida mucho más brillantemente por parte de Sugawara.

—¡Ya llegó por quienes lloraban! —esa voz, ese tono de canto despreocupado con la única intención de llamar aún más la atención fue identificado de inmediato.

—Buenas noches —saludó mucho más discretamente Bái Lóng llevando del brazo a Einar quien saludó de la misma forma pero mucho más alegremente.

—¡Namazuo, maldita loca, ven aquí! —gritó Gen alzando un brazo y girando levemente su silla hacia él al estar de espaldas hacia las escaleras que llevaban a la terraza.

Él la abrazó como saludo y luego hizo lo mismo con los demás para volver a quedarse con Gen.

—¿Te quieres sentar aquí, Einar? —le ofreció Sasha levantándose para darle su silla al estar cerca de la chimenea para tener más calor.

—Sí, donde esté libre, no hay problema —dijo con tranquilidad.

—Siéntate aquí entonces, Sasha —dijo Michael levantándose para darle su lugar que estaba en el extremo de la mesa, justo al lado de donde se había sentado ahora Einar.

—No, no, no hay problema.

—Siéntate ahí, que tú tampoco estás como para exponerte al frío siberiano de la terraza. Acabo de llegar y no quiero pasar la Navidad en el hospital y sin poder comer todo lo que prepararon —Namazuo lo tomó de los brazos para así sentarlo a la fuerza y luego ir a buscar un lugar que resultó ser junto a Bái Lóng.

Quedaron sentados de tal forma en que Bái Lóng y Einar estaban juntos, Einar también estaba al lado de Sasha quien ocupaba el extremo de la mesa rectangular teniendo a Ángel a su lado, seguido por Gen y Nyx.

Al haber terminado de comer -o al menos en la primera ronda de la noche-, Ángel comenzó a preparar los cócteles y bebidas que tenía pensadas desde antes.

—Aquí tienes, Michael —le entregó su vaso al chico quien agradeció con un gesto de la cabeza.

—Gracias.

—No es nada. ¿Quién más va a querer? —tomó el siguiente vaso mirando a los demás. Quienes ya estaban servidos estaban bebiendo mientras que otros negaron para seguir bebiendo el chocolate o ponche.

—Yo sí voy a querer al final —alzó la mano Sasha.

—Ah no, a ti te tenemos preparada otra cosa —dijo con una pequeña sonrisa Arc.

—¡Ahora sí que sí! —Konrad aplaudió y al tener las manos juntas las frotó impaciente— Llevo esperando este momento toda la noche.

—¿Qué me van a hacer? —el rubio miró a Ángel quien se alejó de la mesa principal.

—El biberón y ya a dormir, tú y Einar son muy bebés para estar despiertos tan tarde. A dormir —dijo Namazuo mirándolo.

—¿Cómo que a dormir? Yo no quiero —se quejó Einar estando recargado en el hombro de Bái Lóng.

—¡Exacto! Diles, Einar: no queremos dormir, es muy temprano —siguió el juego Danilov—. Además si seguimos esa lógica, Rina también se debe ir a dormir ya, es menor que yo; y Luciel tiene mi misma edad.

—A mí no me metan —respondió antes de tomar más chocolate.

—Pero ella ya se está tomando el chocolate, ella es una niña buena —dijo Konrad.

—Exacto, yo me sé comportar —dijo con una pequeña risa.

—Y Slocker está de chalán de barman con Ángel —dijo Nyx al poder ver desde su lugar cómo los dos estaban en la mesa pequeña preparando las bebidas.

—Es mentira lo del biberón, Sasha, no te pongas así. Las pastillas y a dormir —dijo esta vez Gen haciéndolo reír aunque siguiera intentando fingir indignación.

—¡Estamos peor así! —protestó.

—Traigan el yogurt —comentó Noel en voz algo baja pero que hizo que Konrad empezara a reír bastante en alto e incluso tuviera que cubrir su cara antes de echar la cabeza hacia atrás por las risas.

—No, yo nunca más voy a comer yogurt sabiendo que Sasha está comiendo también —negó al conseguir un poco de aire.

—¿Qué pasó con el yogurt? —preguntó confundido Bái Lóng.

—Eso, yo no me sé esa historia y yo me sé todas las anécdotas vergonzosas de la región —la seriedad e interés con el que insistió Mirzayeva le arrancó una risa a Cora.

—Se las cuento —dijo ella acomodándose mejor en la silla—. El año pasado tuvimos unas semanitas bastante intensas, nos tuvieron con papeleo a muerte, teníamos que arreglar un montón de cosas en el cuartel, hacer guardias, vigilar un radar... Estuvimos muy ocupados. Y era tanto el trabajo y tan irregular que decidimos quedarnos a dormir en el cuartel: nos llevamos nuestros saquitos de dormir, nos acomodamos como pudimos en los sofás, juntando sillas, en el suelo... El punto es que estuvimos a lo mejor dos semanas viviendo en el cuartel y obviamente comíamos juntos a no ser que uno estuviera trabajando en ese momento.

—Y todos los días Sasha desayunaba yogurt con... cositas de colores, parecía fruta picada o algo así. Hasta ahí todo normal —aclaró Konrad antes de dejar seguir a Cora.

—Exacto. Entonces un día estábamos en la sala todos desayunando mientras revisábamos los informes y en eso alguien, creo que fue Michael, llamó a Sasha para que mirara una cosa en el radar. Entonces él se fue y dejó su vaso con el yogurt.

—Ajá —asintió Bái Lóng siguiendo la conversación mientras acariciaba el pelo de Einar.

—Y ya sabes cómo es Konrad: él es de los que ve un botón y su cuerpo le obliga a apretarlo sin importar cuántos carteles de pelirgo y "no tocar" haya, puede sufrir fuertes efectos negativos si no lo hace —la risa culposa de Konrad hizo reír a Nyx quien acababa de hablar, pero lo que más gracia le causó fue ver cómo se recargaba en Noel y dejaba que el pelinegro le pusiera una mano en la cabeza por saber mejor que nadie el problema de Konrad con los botones específicamente.

—Al ver el vaso con cosas de colores desantendido, su curiosidad de nuevo atacó y cogió el vaso, y cuando estaba a punto de comerse una cucharada justamente regresó Sasha y le grita con toda la energía del mundo "¡¡No!!", yo creo que se reventó los pulmones con ese grito. Corrió y le quitó el vaso preguntándole si había llegado a comer. Por un momento todos nos quedamos en shock, no sabíamos qué pasaba.

—Además es que si nos damos cuenta, él nunca nos había ofrecido yogurt, sólo se servía y ya. Yo pensé "Sasha, qué hijo de puta", que le había dado un ataque de niño caprichoso que no compartía su comida con nadie o que de la noche a la mañana iba a hacer caso a los doctores en eso de que no compartiera mucho cubiertos y cosas así para no coger alguna bacteria —continuó Gerlach antes de que Cora terminara la explicación.

—Al final resultó que esas cosas de colores eran sus pastillas, por eso el pánico del momento.

—¿Te comes las pastillas con el yogurt? —lo miró Liu.

—Es que como son tantas en la mañana, y meterse eso al cuerpo con el estómago vacío es como querer voluntariamente tener gastritis y más como estoy yo, entonces se las echo al yogurt y así me las tomo y como algo a la vez para que no me irrite.

—Ahh —asintieron los chicos de la unidad luz antes de que Namazuo hiciera otro comentario que le arrancara una carcajada a Einar—, por estas cosas es que es el estratega del Centro: cualquiera con una formación militar básica puede destruir un escuadrón rebelde, sólo un genio desayuna, toma pastillas y se cuida de una gastritis al mismo tiempo.

—¿Y te quedaste con el miedo de volver a comer yogurt con pastillas? —preguntó Einar después de calmarse-

—Efectivamente. Si fueran vitaminas o pastillas para algo pequeño pues sí, pero es que la porquería que se mete al cuerpo sí me da respeto —el comentario de Konrad hizo reír a Sasha.

—A la siguiente le pongo mi nombre al vaso para que ya no haya ninguna confusión y se vayan a envenenar por accidente.

—Sí, ponle ahí una etiquetita "Propiedad de Aleksander Romanovich Danilov, peligro por residuos tóxicos" —dijo Cora simulando la etiqueta con las manos.

—¿No les pasa que a veces se acuerdan de que Sasha se llama Aleksander y se les rompe el cerebro un momento? —preguntó al aire Konrad.

—¡Sí, sí, el otro día me pasó! —asintió Gen inmediatamente— Tenía que poner los informes de cada uno en las carpetas correspondientes, además ya era tarde así que iba medio dormida. Estaba clasificándolos y todo bien: Noel en la carpeta de Shián, Michael en la carpeta de Elnath... y de repente veo ahí escrito Aleksander. Te prometo que me quedé trabada, en ese momento todo mi cerebro se puso a funcionar y por un momento sí me saqué completamente de onda. "Yo no conozco a ningún Aleksander". Y después de unos minutos de conexiones cerebrales trabajando al límite y de leer por encima el archivo ya me iluminé "¡Cierto, que Sasha se llama Aleksander!"

Nada más terminar de contar la anécdota, Ángel y Luciel regresaron con varios vasitos pequeños llenos de un líquido transparente y los colocaron en la mesa.

—Aquí está la sorpresa —dijo Slocker cuando Arc tomó un vasito y se lo puso enfrente a Sasha.

—Vamos a poner a prueba tu olfato. ¿Qué es? —dijo con media sonrisa.

Danilov se quedó intrigado y tras oler el líquido unos segundos miró a Arc algo inseguro.

—¿Vodka?

—¡Correcto! —aplaudió Gen justo cuando Ángel colocó en la mesa la botella que Luciel le entregó en ese momento.

—Es vodka Beluga, es importado de Rusia —vio un pequeño brillo de ilusión en los ojos del chico—. Lo vimos en la tienda de licores pero era muy caro así que estuvimos a punto de comprarlo cooperando entre todos como un regalo para ti, pero la mamá de Luciel tenía esta botella en casa así que a quien debes agradecerle es a ella.

Por un momento no supo bien qué decir. No era el vodka ni la botella, era el detalle de querer regalarle algo así entre todos teniendo en cuenta que le gustaba especialmente esa bebida y más aún que le quisieron comprar de una marca de su mismo país.

—En serio que no sé qué decir... —los miró a todos antes de formar una sonrisa que se pudo contagiar a varios por lo natural de su gesto— Muchas gracias en serio.

—Gracias a ti, Sasha, en serio —Cora habló por todos incluso consiguiendo que una pequeña lágrima se formara en el ojo del chico pero nunca consiguió salir.

Cada uno tomó su vaso y brindaron una vez más ahora con todos presentes.

—¿Qué tal? ¿El Zar lo aprueba? —preguntó Nyx mirando de reojo a Sasha una vez bajó su vaso por haber bebido.

—Está muy rico —asintió aún con esa sonrisa brillante.

La atención se desvió unos segundos hacia Noel y Michael quienes hablaron sobre su opinión acerca de la bebida.

Incluso Danilov estaba tan atento a las palabras de Maes que no se dio cuenta del momento en el que Arc se había levantado de nuevo y colocado a su lado, sólo lo notó cuando sintió cómo este lo abrazaba desde la espalda.

La tranquilidad que emanaba Ángel probablemente ayudado por el alcohol que ya había tomado a lo largo de la noche, contrastaba con el corazón cada vez más acelerado de Sasha quien en ese momento no sabía si alegrarse por vivir completamente consciente el moento, o maldecir su alta resistencia al alcohol por no poder estar tan desatado como para corresponder como quisiera.

—Feliz Navidad, Sasha —dijo en voz baja justo cuando el menor colocó sus manos en los brazos de Ángel recargando más su cabeza en el cuerpo del chico.

En serio estaba demasiado feliz, pocas veces se había sentido así. La bebida que a su paladar era deliciosa fue el inicio, luego vino el sentimiento de profunda felicidad por sentirse apreciado por todos sus amigos quienes le habían hecho ese regalo literalmente sólo con la intención de alegrarlo. Pero esa última felicitación, ese abrazo, la cercanía, la calidez de la piel del contrario se había vuelto la cúspide, la cereza del pastel, el éxtasis del mejor regalo de Navidad que había recibido nunca.







Y así acaba un bonito especial de Navidad donde los chiquitines de la Unidad Imperial y sus amiguísimos son felices una noche al año <3

Espero que les haya gustado. Irónicamente muchos personajes de la UI aún no han salido en la historia central pero como realmente los lectores de la historia y este librito de one-shots son los creadores de los OCs, ya se conocen todo o casi todo así que aquí lo tienen XD

Espero que les haya gustado y que tengan una feliz Navidad con la familia o amigos <3

Besitos en la cola y que les traigan muchos regalos, coman mucho sin remordimiento y pásenla muy bien º3º

Atsushi~

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