➵┆Cᴀᴘ. 04┆¡ғᴜᴇ ᴘᴏʀ ᴛᴜ ʙɪᴇɴ!
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K. Nahyun
—¿Mami, por qué papi te pegó en el rostro? —Lo miré con cierta decepción.
Un hombre que le levanta la mano a una mujer, no es un hombre y menos un "macho", pero no le quería quitar la idea que tenía Jung de su padre, porque estoy segura que era su modelo a seguir y quitarle la ilusión de ser como él, no era la idea que tenía en mente.
Michael me miraba por el retrovisor angustiado, aún no sabía el motivo, pero tampoco iba a preguntar ¿Quién soy yo para meterme en dónde no me llaman?, Exactamente, nadie.
—¿Señora, iremos a la mansión Tuan? —Lo pensaba una y otra vez, ¿Por qué debía ir allá?, No quería hablar con él cuando llegara, quería que sufriera.
—No, iremos a casa de mis padres. —Le indiqué en donde quedaba y él sólo asintió siguiendo mis órdenes— Gracias, Michael.
Puso el auto en marcha y senté a mi pequeño en mis piernas para abrazarlo y tenerlo más cerca de mí. Él era mi razón para seguir adelante y luchar contra lo que se avecine, como mamá lo único que quería era protegerlo, que él sea el mejor ser humano del planeta tierra y que deje su legado.
Tenía más de cinco años que no iba a casa de mis padres, pero era el momento adecuado para ir y que conozcan a su nieto por primera vez.
¿Por qué razón no los visitaba si viven tan cerca?, Porque no sabía que era un convenio o simplemente, un premio que había que ganar, me sentía usada y decepcionada de mi propia familia, la que según nunca me fallaría; así fue como conocí Thomas, me obligaron a casarme con él, las primeras semanas fueron difíciles, pero ví su bondad, respeto hacia mi persona y todas sus virtudes, ignorando sus pequeños defectos que hicieron que me enamorara perdidamente de él, gracias a nuestro "lindo amor" nació Jung, una personita que crecía dentro de mí.
Fueron los mejores nueve meses de mi vida.
Jung no me complicaba las cosas, mi embarazo fue maravilloso, muy pocas cosas me daban náuseas, solo pedía a gritos helado de chocolate con menta a cualquier hora del día y odiaba a mil las ensaladas.
—Llegamos, Señora Tuan —Abrí mis ojos saliendo de mis pensamientos y bajé la cabeza, Jung se había quedado dormido.
Le sonreí a Michael y abrí la puerta del auto para bajarme, acomodé a Jung en mis brazos y bajé con tranquilidad, respirando profundo para buscar las palabras correctas y decírselas a mis padres, porque no podía llegar y decirles "Aquí estoy de nuevo en casa, porque el esposo que me escogieron me abofeteó frente a TODOS en la fiesta, iré a mi habitación con mi hijo. Gracias por su atención"
Ganas me sobraban, pero no podía... Aunque tampoco era mala idea, no quería establecer una relación con ellos.
Toqué el cristal de la ventana del copiloto y Michael lo bajó.
—Quiero que vuelvas a casa y no le digas a mi esposo en donde estoy, ¿Entendido? —Me miró dudoso, pero no podía hacer nada más que asentir, porque desobedecerme no era una opción.
Me alejé del auto y caminé hacia la entrada, dos cuerpos yacían en la puerta de la gran casa, de la que era antes mi hogar, ya sabía de quienes se trataban así que sólo me acerqué a paso un poco más rápido, quería dormir y Jung también, aunque él ya lo estaba haciendo.
¡Y como pesaba!
—¿Hija, eres tú? —En mi madre pude notar un gran brillo en sus ojos y al no decir nada, ella sabía que era yo; sin pensarlo corrió hacia mí y me abrazó— ¡Nam, nuestra hija volvió! —Gritó con alegría.
Sólo me quedaré una noche, no sé porque se alegran tanto.
—Hola, mamá —La miré con expresiones neutras, no estaba contenta de verlos, pero tampoco estaba enojada.
—Hija, me alegro que estés de vuelta en casa, aún es tu casa... —La interrumpí tajante.
—Esta ya no es mi casa, sólo crecí aquí y borré los momentos felices que viví en ella. —Hice una pausa— Mi casa queda a una hora de aquí —Aquel brillo comenzaba a desvanecerse.
—Lo siento tanto, hija —Se separó de mí y caminamos hasta donde estaba mi padre.
—Olvídalo, ya han pasado cinco años, creo que ya pasó el tiempo para sentirlo, mamá —Sonreí y mi padre negó con la cabeza.
—Fue por tu bien —Se justificó mi padre.
—¿Mi bien? —Reí con burla— Claro, como no.
Él me miraba neutro también. Así siempre fue Kim Namjoon.
—Te escogí un esposo que pudiera darte los lujos que merecías —Comentó de la nada luego de aquella batalla de miradas.
—Claro, tan bien lo escogiste que ahora está en banca rota. Gracias por nada, papá —Pasé de sus caras e ingresé a la casa, total, la puerta ya estaba abierta.
—Nahyun, por favor, escúchame —Pedía mi madre con desesperación y posiblemente con lágrimas en los ojos, pero por la oscuridad, no la veía.
—No sé si lo notaste, pero mi hijo está dormido, hablaremos después —Pasé de la sala a la cocina, trayendome tantos recuerdos y momentos que había pasado con...
Jung Kook.
Subí las escaleras y al llegar al final, suspiré caminando hacia la puerta que daba a mi habitación, tomé la perilla y cerré mis ojos, ¿Estará cómo la recordaba? No lo sabía, sólo debía girar la perilla para descubrirlo y eso hice, al ingresar encendí la luz, estaba impecable y tal cual como la había dejado.
Caminé hasta la cama y acosté a Jung en el medio poniendo las almohadas a su alrededor, no quería que se cayera de la cama. Le dí su besito de buenas noches y salí de la habitación, tan rápido como ingresé en ella.
—Nahyun... —Alargó mi nombre— Debemos hablar. Somos una familia y hay que permanecer unidos —Rodé los ojos.
—¿Familia? —Reí— Ustedes me perdieron hace tiempo, papá, lo peor fue que intenté perdonarte, pero ¿Para qué? —Alcé los hombros y quería salir de su vista o que él saliera de la mía, pero me tomó del brazo, ahora todos acostumbraban a hacerlo.
—Debo decirte algo, pero bajemos, no quiero que mi nieto escuche, hija. —Rodé los ojos y me solté de su agarre— Por favor, debes escuchar —Asentí y lo seguí hasta la primera planta.
¡Hazte la dura!, Luego recordé: "Perdona, eso alivia y libera el alma". Hoy mi cerebro no me hacía un gran favor.
Mamá estaba en la cocina haciendo café, eso me alegraba, quería una buena taza. Mi padre caminó hacia la sala y lo seguí, se sentó en uno de los grandes sofás y yo imité su acción, justo el que estaba más lejos de él.
—Toma, hija —Apareció mamá con una gran charola con las tazas de café, con agradecimiento la tomé y me acomodé en mi lugar nuevamente.
—Lo siento, hija. No sabía que hacer cuando me enteré que te estabas acostando con Jung Kook y que ya no eras mi pequeña —Su lo siento parecía sincero, provenía de corazón, pero ¿A qué viene eso ahora?
—No entiendo, papá, ¿Qué me quieres decir con eso? —Tomé un sorbo de café, estaba como a mi gustaba, azucarado.
—Pues... Yo... Realmente no sé cómo decirlo... —Tenía miedo de contarme, era lógico. Si antes no quería verlo, imagínense que sepa algo más fuerte de lo que me habían hecho...
Los entierro.
Silencio. El silencio inundó la gran sala.
—Estoy esperando una respuesta —¡Joder, que rico estaba este café!
—Sun Hee no salió embarazada de Jung Kook por accidente —Soltó mi madre mirando con terror a mi padre.
Atónita la miré.
—Explícate, mamá, no puedo creer lo que me estás diciendo...
—Le pagué una fortuna a Sun Hee para que lograra que Jung Kook se acostara con ella y le pagaría aún más si quedaba embarazada —Confesó mi padre con temor.
Me levanté de golpe. Negaba con mi cabeza.
Eso no puede ser cierto. No quiero que sea cierto.
—Hija... —Mamá me suplicaba con la mirada y sus casi audibles palabras.
—¿Qué fue lo que hiciste? —Lo miré confundida— ¿A qué costo?
—Te perdimos, Nahyun —Respondió mi padre.
Giré los ojos.
Lo sabía, ¡LO SABÍA!, No podía ser casualidad.
—No quería que algo malo te pasara en manos de Jung Kook —Giré a verlo con el ceño fruncido. Mi padre creía tener razón, pero sus actos sólo me trajeron consecuencias.
—¡ERAN AMIGOS! —Alcé la voz.
—¡FUE POR TU BIEN! —Gritó mi padre al igual que yo— Eres una mal agradecida —No me contuve y me reí en la cara de mi padre por sus incoherentes palabras.
—Pueden olvidarse de mí y sobre todo de Jung. —Sonreí dejando la taza en la mesita que había en medio y justo delante de mí— Mi hijo jamás sabrá quienes son ustedes, para él ustedes están muertos. —Y finalicé— Buenas noches.
¿Qué había hecho mal? Enamorarse no era un delito y menos un suicidio, no sabía porque me habían hecho esto, siempre fui lo que ellos querían que fuera y fue mi mayor error.
Debí buscar mi felicidad, insistirle a Jung Kook, ser feliz a su lado y puede que el hijo que tenga sea de él, con el que tenía pensado pasar el resto de mi vida.
Te odio, Jeon Jung Kook...
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Se avecinan los problemas😔
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Actualización o maratón💕
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