...de Nieve ❄
—¡Minnie! ¡No corras así que te puedes caer! —chilló Jin enojado con su pequeño hijo Jimin.
—Está bien, papi. ¡Lo siento! —El niño trotó hasta el de cabellos castaños y depositó un sonoro beso en su mejilla, luego se volteó y gritó—: TaeTae, ¡hagamos ángeles de nieve!
Muy pronto, ambos pequeños se acostaron en la espesa nieve y comenzaron a mover sus piecitos y manitos para crear luego la figura de un ángel.
Jin sonrió enternecido y se sentó en un banco de madera del gran parque. Aunque odiara la nieve porque le traía malos recuerdos, no podía privar a su hijo de disfrutar de ella. Un escalofrío le recorrió el cuerpo y se acomodó mejor la vieja bufanda tejida que había usado por años; las iniciales NJ&SJ bordadas en la punta.
—¡Hyung! —una conocida voz le hizo mirar en su dirección—. Perdón por llegar tarde. ¿Cómo se ha portado TaeTae?
—Ah, no te preocupes, Jungkook-ah. Estos niños son traviesos pero puedo controlarlos —rio el mayor.
—Jin Hyung… Yo… quería pedirte algo…
—Claro, dime.
Un sonrojo cubrió las mejillas del menor y cuando estaba a punto de hablar, una voz grave lo interrumpió:
—Yah, Jungkookie, siempre te veo rondando a mi esposo. ¿Qué te traes?
—Namjoon, ¡no seas grosero con Jungkook! Mira, le has sacado más colores del rostro —regañó Jin.
El moreno, ahora con sus cabellos de un gris matizado, se acercó al par que conversaba y se sentó junto a Jin, colocando un brazo protector sobre sus hombros.
—Es broma, amor. Sé que Jungkookie no tiene intenciones de robarte.
Jin bufó pero se acomodó más en el cálido abrazo del peligris.
—Bueno, Jungkook-ah, ahora que el maleducado de mi esposo guardará silencio, puedes decirme lo que querías.
Jungkook tragó en seco y miró a Namjoon de soslayo. Luego suspiró:
—Hace unos meses conocí a una chica —confesó—. Todavía no es tan serio como para presentársela a Tae, no quiero que se emocione pensando que tendrá una nueva mami. En fin, que no hemos podido pasar mucho tiempo juntos y… —se rascó la nuca lleno de vergüenza—, quería pedirte que te quedaras con Tae el fin de semana.
La pareja se sorprendió ante lo dicho por el joven pelinegro. Desde que su esposa había fallecido al dar a luz, él nunca había salido con nadie más. Ahora su hijo Taehyung tenía cinco años igual que Jimin. Era completamente normal que quisiera conocer a alguien.
El mayor se alegró de que Namjoon se mantuviera en silencio y entonces dijo:
—Por supuesto, Jungkook-ah. No te preocupes, cuidaremos de Tae este fin de semana.
—Gracias, Hyung, de verdad. Yo…
—¡Papi, papi! —Taehyung llegó corriendo y se agarró de una pierna de su padre.
Jimin no tardó en aparecer y lanzarse encima de Namjoon de igual manera.
—¡Vengan a ver nuestros ángeles de nieve! —pidió.
Los niños volvieron a la nieve y rieron divertidos al obligar a sus papás a hacerles ángeles más grandes. Y sí, Jin odiaba la nieve, pero en ese momento, era feliz.
Tuve cargo de conciencia 😓
Arreglé el final 💖
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