Lylia e Istvan salieron de la calle victoria y Lylia quedó asombrada al ver la Liga Pokémon, no por que fuera imponente o bella, sino porque ese era el final de su viaje, allí se determinará cual es el entrenador más fuerte de Kanto.

Lylia e Istvan hablaron con un guardia y este acompañó al joven de vuelta a Ciudad Verde, pues allí solo podían estar aquellos que hayan conseguido las ocho medallas de Kanto.

Lylia fue al edificio de la Liga Pokémon y se registró para participar.
Después de eso, se puso a pensar en lo duro que sería la última prueba. Tenía varios días para entrenar pero aún así, no se veía preparada. Tendría que derrotar al alto mando en el que estaba Lance, que por un tiempo considerable fue el campeón de la Meseta Añil pero después de ser derrotado por Rojo y más tarde Eco, volvió a su puesto como alto mando. A parte, tendría que enfrentarse al resto de entrenadores que quieran retar al campeón. Y, por supuesto, tendría que derrotar al legendario Rojo.

Mientras Lylia pensaba en que hacer, llegó Trace y se registró. Después se acercó al PC de la liga y pensó en que pokémon meter a su equipo ya que no quería afrontar la Liga Pokémon con un equipo de solo 4 pokémon. Después de decidir que pokémon comformarían su equipo, se dio cuenta de la presencia de Lylia y se acercó a saludar. Estuvieron un rato charlando y acordaron entrenar por separado, para no ver los ases bajo la manga del otro.

Trace partió hacia Pueblo Paleta y Lylia a Ciudad Verde, donde volvió a encontrarse con Istvan y con Tilo.

Lylia: ¡Alola!

Tilo e Istvan: Alola.

Lylia: ¿Por qué solo estáis vosotros 2 aquí?

Tilo: Como nadie respondía a las llamadas que le mandamos a Istvan, Elio se fue a buscarlo por los alrededores de las Islas Espuma. Le he mandado un mensaje a la RotomDex para que venga, así que no tardará mucho.

Lylia: Ah. Por cierto Tilo...

Tilo: ¿Qué pasa?

Lylia: ¿Te importaría entrenarme? No me veo preparada para afrontar la Liga Pokémon.

Tilo: ¡Pues claro que puedo entrenarte!

Istvan: Yo me quedaré aquí, no vaya a ser que aparezca y se vaya pensando que se a equivocado de lugar.

Tilo: Eso suena como algo que le pasaría a Lylia.

Lylia: ¡Oye! No me he perdido ninguna vez en mi viaje por Kanto.

Tilo: Ya, pero un Pikipek me ha contado que estuvo todo el Cañón de Poni preocupado de que no te perdieras.

Lylia y Tilo se fueron a un descampado a entrenar. Aunque Lylia creía que estaba mejorando, le desmotivaba un poco al ver como, aunque tenían batallas muy reñidas, había una pequeña pero clara diferencia de poder entre ella y Tilo.

Se fueron a dormir y al día siguiente apareció el campeón de Alola. Tenía ojeras y una cara de pocos amigos.

Lylia: ¡Alola!

Elio: Alola, Lylia - en un tono seco.

Tilo e Istvan también le saludaron, pero a ellos ni siquiera les respondió. El entrenador se tiró en una de las camas del centro pokemon (se que igual es un poco tarde para explicarlo pero en los centros pokémon hay habitaciones para los entrenadores) y quedó dormido al instante.

Lylia y Tilo siguieron con su entrenamiento y, ya en la tarde, apareció el campeón de Alola para ayudar a su amiga. Si Tilo desmotivaba un poco a Lylia, su otro amigo lo hizo más. El Campeón de Alola no contaba con su equipo completo. Wyvee (un Aerodactyl) y Tapu Koko están en Alola, usaba a Leonidas (el Nidoking que los atacó en Ciudad Azafrán) con el cual no había librado ningún combate hasta el momento y llevaba a Karen (un Persian Alola), un pokémon bueno pero que estaba en su equipo como sustituta. De hecho, sólo combatió con 5 pokémon, de los cuales sólo 3 son de su equipo "definitivo" y aún así, combatió de igual a igual contra Lylia.

Aún con todo eso, Lylia no se rindió y siguió entrenando hasta el día en el que se celebraría la Liga Pokémon. Sus amigos estarían viéndola en la casa de los Oak, en Pueblo Paleta. Azul le había pedido a su hermana, Dalia, que se quedaran allí en vez de ir hasta la casa de Bill y ella accedió de buena gana, aunque después de que le prometieran no romper nada. Samina no tardó en llegar hasta allí para ver los combates con el resto.