Samina: ¡Sabía que mi Lylia ganaría!

Elio: Je, ha sido bastante justo, pero lo ha conseguido. 

Istvan: Estás muy orgulloso, ¿a qué sí?

Elio: ¡Pues claro! Ella me dijo que se sintió inspirada por mí y el vínculo que comparto con mis pokémon para convertirse  y... No sé, simplemente me alegra ver que le está yendo bien...

Lira: Alguien se está sonrojando~.

Elio: ¡No sé por qué os digo nada!

Lira: Vamos, vamos, solo era una broma.

Eco: Eso, no dejes que te consuma la vergüenza.

Ash: Ha luchado muy bien, pero me preocupa un poco el estado de Cham.

Ayumi: ¿A qué te refieres? En esa sala tiene una máquina de recuperación.

Eco: Ya, pero ha recibido muchos golpes muy seguidos en este último combate y la Liga Pokémon lo ha dejado hecho polvo. No va a rendir tanto como debería. 

Tilo: En lo que llega el siguiente aspirante, tiene suficiente tiempo para recuperarse. No creo que el siguiente logre derrotar a Lance. 

Azul: Pues yo creo que no. Mirad quien es la última entrenadora. 

En mitad del pasillo que conducía a la primera sala del Alto Mando, una entrenadora de 18 años con un sombrero blanco saludaba directamente a la cámara. Verde sería el último desafío al que tendría que enfrentar Lylia. Con los Alto Mando, tenía la ventaja de poder prepararse contra ellos y aprovechar la ventaja de tipos. Contra Trace, ambos eran novatos y sabía como peleaba. Pero ahora, no solo se enfrentaba a un equipo casi completamente desconocido, sino a alguien con bastante más experiencia que ella. Recordó que fue precisamente ella quien le dio la Medalla Arcoíris mientras aprendía de Erika, además de que había estado aprendiendo del resto de líderes de Kanto. Hasta el momento, había estado pensando en Trace como el mayor reto de la liga, pero Verde podría ser quien le diese punto final a su aventura.

Gracias a su gran resistencia al tipo veneno, Gengar fue muy efectivo contra Koga. Su Cleafable pudo resistir los movimientos tipo lucha y contraatacar con gran potencia. Los ataques supereficaces de Ninetales y Kangaskhan superaron a Karen. Los dragones de Lance no tuvieron oportunidad contra la ventisca de Lapras. En un tiempo récord, Verde llegó a la sala de Lylia.  

Verde: ¡Hola, Lylia! ¡¿Cómo estás?!

Lylia: B-bien - le sorprendió mucho la actitud con la que lo dijo, parecía que fuera su amiga desde siempre -. ¿Y tú qué tal?

Verde: ¡De maravilla! ¡Me alegra mucho verte aquí! Lo siento mucho por todos los que no lo han conseguido - por la formo en que lo dijo, Lylia notó una tristeza genuina -, pero solo uno puede ganar. Ahí está la gracia, supongo. En fin, ya sabes para lo que estoy aquí, no hace falta que alarguemos esto, ¿verdad?

Lylia: Y-ya... Vamos a ello.

Verde: Hum... Pareces preocupada. Tranquila, pase lo que pase has llegado muy lejos y has dado tu mejor esfuerzo, puedes estar orgullosa. 

Lylia: No es eso...

Lylia: - Pensando - No sé si debería contarle que Charm está muy cansado. Aunque sea maja, podría utilizarlo a su favor en la batalla. Elio lo haría. 

Verde: ¡Oh, claro! Perdona, no había pensado en que tus pokémon y tú podrías estar cansados. Tenemos tiempo de sobra, podemos esperar hasta que os sintáis listos.

Lylia: ¡¿En serio?!

Verde: ¡Pues claro! ¡Yo nunca te haría combatir en desventaja! 

Lylia se sentó en el suelo para descansar junto a sus pokémon. Verde ya conoció a la mayoría de ellos durante la defensa de Silph S.A. y parecía interesada en su avance como entrenadora, así que seguramente ya se habría enterado del resto. La chica del sombrero blanco sacó algunas bayas de su mochila y se giró mientras hacía algo con ellas que Lylia no pudo ver. Dos minutos después, se giró sosteniendo un cuenco con zumo de bayas.

Verde: ¡Ten! Para ti y para Charm, que parecéis muy cansados.

Lylia: Gracias. ¿Cómo lo has hecho!

Verde: Ji, ji, es un secreto. ¡Venga, salid todos!

Después de sacar a sus pokémon, se sentó con ellos frente a Lylia, observándola con una pequeña sonrisa. 

Lylia: No tenías porqué enseñarme tu equipo.

Verde: Yo lo veo justo. Este es el sexteto con el que afronté la Liga Pokémon por primera vez. A Venusaur ya lo conoces, pero creo que nunca te he presentado al resto. 

Estuvo hablando por un largo rato de todos sus pokémon, incluso se le escapó algunos de los puntos fuertes y débiles de ellos. Lylia no quería aprovecharse de la situación, pero Verde también sabía varias cosas de su equipo, así que seguían en igualdad.

Lylia: Yo creo que ya estamos listos - se puso de pie y sus pokémon hicieron lo mismo.

Verde: ¿Segura?

Lylia: Sí, ¿verdad, equipo?

Todos asintieron al unísono. Charm estaba casi completamente recuperado después de pasar por la máquina de recuperación y tener un rato para descansar. Verde dejó salir un bostezo antes de levantarse. Ambas entrenadoras regresaron a sus pokémon y después guardaron todas sus pokeballs menos una, con la que darían inicio al combate.

Lylia: ¡Pienso darlo todo!

Verde: Yo no haré menos, pero quiero que sepas que si voy a ser dura contigo, es porque veo potencial en ti y quiero que mejores, te vuelvas más fuerte y puedas estar contenta cuando termine el combate. Sea cual sea el resultado, yo estaré orgullosa de ti.

Lylia: ... ¿Gracias? - Estaba un poco confusa, no sabía por qué le hablaba de una manera tan familiar.

Verde: Perdona, pero tenía que decírtelo para poder ganarte sin remordimientos. 

Lylia: Bueno, me alegra que te sientas mejor, pero voy a ganar, hay gente viéndome que confía en mí.

Verde: ¡Esa es la actitud! ¡Vamos, da tu mayor esfuerzo hasta hacerte con la victoria!

Verde empezó con Clefable y Lylia con Bidee. La Beedrill fue directa a la ofensiva con puya nociva, mientras que su rival colocó un reflejo para reducir el daño de los movimientos físicos. Justo después, Verde cambió a Gengar, el cual no recibió casi daño de la puya nociva. Bidee fue golpeado por una bola sombra que lo dejó muy débil, pero se reincorporó y se lanzó al ataque con taldradora. El golpe fue crítico, por lo que consiguió atravesar el reflejo, fulminando a Gengar.

Verde: Ah, que mal. Clefable colocó el reflejo para que Gengar pudiera resistir un golpe y contraatacar, pero se me olvidó que taladradora tiene alta probabilidad de crítico. Lo estás haciendo bien, pero vas a necesitar más que eso para ganar.

El siguiente pokémon de Verde fue Ninetales, que se adelantó a Bidee y la derrotó con un potente llamarada, por lo que Lylia sacó a Dracokarp. Verde entonces cambió a Kangaskhan, el cual pudo resistir muy bien el ataque gracias al reflejo, pero en ese mismo turno se desvaneció. El Gyarados recibió un puño trueno que a duras penas resistió, para después contraatacar con una cascada que también dañó bastante a su oponente, pero otro golpe más consiguió derrotar al falso dragón. El siguiente pokémon de Lylia fue Punchan, el cual recibió un ataque de retribución muy potente, antes de derrotar a su oponente con una demolición.

Lylia: - Pensando - Retribución, un movimiento que utiliza el poder del vínculo entre entrenador y pokémon para golpear; estaba claro que los pokémon de Verde podrían utilizarlo a su máximo poder.

Verde: Je, je, te veo pensativa. Bueno, a las dos todavía nos quedan cuatro pokémon, así que vamos empate. Supongo que tendremos que ir con todo, compañero - sacó a su inicial, Venusaur, y tocó una joya en su sombrero -. ¡Vamos allá! ¡Megaevolución!

Aunque Punchan tuviese puño hielo, Lylia prefirió cambiar a Charm, que quedó infectado por unas drenadoras. La entrenadora de Alola también megaevolucionó a su pokémon para que atacara con un potente lanzallamas, pero Venusaur utilizó protección para bloquearlo. El siguiente ataque de Charm si conectó, causando un daño enorme a su rival, es cual contraatacó con tóxico, envenenándolo gravemente. 

Lylia: Con otro golpe, debería derrotar a Charm. Va a necesitar utilizar protección para defenderse; tengo que aprovechar que no se puede utilizar con seguridad dos veces seguidas.

Charm no atacó, sino que utilizó respiro, pero Verde lo había previsto y mandó a su pokémon utilizar gigadrenado que, junto a las drenadoras, recuperaron un poco a Venusaur.

Verde: ¡Te pillé!

Charm quiso atacar con lanzallamas, pero está vez Venusaur sí se defendió con protección, dejando que el veneno y las drenadoras consuman a su oponente. Verde intentó utilizar otra vez protección, pero falló, por lo que Venusaur recibió un lanzallamas que lo dejó en sus últimas, aunque el daño que recibía cada turno terminó derrotando a Charm primero. Justo después, Crystal pudo entrar y rematar al inicial con rayo hielo, así que Verde sacó de nuevo a su Ninetales.

Verde: Parece que las dos hemos perdido a nuestros iniciales.

Lylia: En realidad, Charm no es mi inicial. Creo que la que más se acerca es Pika.

Lylia: - Pensando - Y ahí está el Ninetales que derrotó a Bidee. Punchan está muy débil después de la retribución de Kangaskhan y Pika es muy frágil; Crystal debe quedarse y aguantar todo lo posible.

Gracias a su gran defensa especial, el Articuno resistió una poderosa llamarada, que terminó quemándolo. Contestó con tajo aéreo, pero Ninetales acertó una llamarada más, derrotando al legendario. Lylia entonces sacó a Pika, el único pokémon que le quedaba por mostrar, y consiguió derrotar a Ninetales con un potente salpikasurf después de recibir un ataque rápido.

Verde: ¡Ala, ¿y ese movimiento tan chulo?! ¡¿Es cómo el pikaturbo ese que utilizaste en Silph S.A.?

Lylia: Sí, nos lo enseñó un amigo experto en los Pikachu. Es como surf, pero puede paralizar al oponente.

Verde: ¿Entonces no hay una MT del movimiento?

Lylia: Pues no. Tampoco creo que alguno de tus pokémon pueda aprenderlo; hasta donde sé es exclusivo de los Pikachu con bola luminosa.

Verde: Me habría gustado tener esa MT, aunque fuera solo por si acaso.

Ash sonreía con orgullo desde la casa de los Oak. Todos estaban muy atentos al combate, observando en casi completo silencio. Las únicas intervenciones eran cuando alguno de los entrenadores que entendía lo que pasaba explicaba las jugadas al resto. 

Verde también sacó al pokémon que le faltaba, Lapras. La batalla estaba a punto de acabar, tanto los espectadores como las combatientes lo sabían. Pika atacó con rayo, un ataque con un efecto devastador en Lapras.

Lylia: ¡Bien!

Verde: Oye, Lylia, tápate las orejas un momentito, por favor - justo después, siguió su propio consejo.

Lylia: ¿Por qué?

En ese momento, Lapras empezó a entonar una siniestra melodía, que hizo a Lylia taparse los oídos instintivamente. Pika intentó hacer lo mismo, pero la expresión de horror demostraba que no funcionó.

Ayumi: ¿Qué le ha pasado?

Elio: Lapras ha utilizado canto mortal. Es un movimiento que derrota a todo aquel que lo oiga al cabo de tres turnos, incluido a su usuario, a no ser que sean cambiados por otro pokémon. Es la primera vez que lo veo en acción.

Istvan: Yo lo he visto alguna vez, pero no afecta a los entrenadores en un combate.

Lira: Aun así, lo mejor es ser precavido con un movimiento así.

Tilo: ¿Pero por qué esa expresión? Pika ha recibido ataques muy potentes.

Eco: Canto mortal es algo completamente distinto. Te deja con una sensación de peligro inminente, de que tu final está cerca. Sientes que el tiempo se te agota y la muerte está llamando a tu puerta. Es terrorífico.

Azul: Verde debe de sentirse acorralada si se ha visto obligada a utilizar un movimiento así. 

Verde: Perdonadme por esto, por favor. No quería recurrir a una técnica tan cruel, pero era la única salida. Luego os invitaré a un helado para compensar. Oh, y por cierto - extendió su mano derecha al frente, con tres dedos extendidos -, yo de ser tú, me daría prisa en atacar o cambiar. Tres turnos restantes.

Debido a las prisas, Pika fue directamente con rayo, pero Lapras lo bloqueó con protección. 

Verde: - Bajó uno de los dedos - Dos turnos restantes. 

Lylia, muy nerviosa, mandó a su pokémon repetir una vez más el rayo, pero Verde retiró a Lapras para sacar de nuevo a Clefable. Debido a la puya nociva de Bidee que recibió al principio del combate, estaba demasiado débil como para aguantar el ataque. A Verde ya solo le quedaba un pokémon, Lapras, que volvió a entrar al combate con la posibilidad de utilizar protección una vez más.

Verde: - Bajó un dedo más, solo quedaba el último - Un turno restante. 

Lylia: - Pensando - No pasa nada. Va a utilizar protección, así que puedo cambiar a Punchan aunque esté muy débil. Aunque decida atacar, el efecto de canto mortal debería desaparecer, así que todavía tendría a Pika. ¡Exacto, cambiar me aseguraría la victoria! Eso es lo que haría él... ¿no? Espera, algo aquí no cuadra...

El tiempo se le echaba encima, no podía pensar con claridad, pero, en el último momento, una luz despejó toda la niebla en su mente, y supo cual era la respuesta correcta.

Lylia: - Chasqueó los dedos y esbozó una enorme sonrisa - ¡Lo tengo!

Verde abrió los ojos como un Jigglypuff cuando vio a Pika atacar con rayo a una desprotegida Lapras, empujándola al otro lado de la sala. Después, la entrenadora bajó el último dedo, y la Pikachu se desplomó de golpe en el suelo. Giró la cabeza con una expresión neutra, pero tranquila, observando a su pokémon. Este no se movía lo más mínimo, había perdido el combate.

Lylia: Uff, ha sido muy difícil. Casi caigo al final en... ¡Woah!

Su oponente la había levantado del suelo con un fuerte abrazo mientras se reía a carcajadas. Su risa era muy contagiosa, así que Lylia también empezó a reírse sin saber muy bien por qué.

Verde: ¡Estoy muy orgullosa de ti!

Lylia: G-gracias.

Verde: ¿Cómo supiste lo que planeaba?

Lylia: Bueno, me extrañaba que hubieras mandado a Lapras utilizar canto mortal en vez de algún movimiento ofensivo con el que derrotar a Pika. Como eres una entrenadora increíble, es difícil que simplemente te equivocaras de una manera tan tonta, tenía que haber algo detrás. La verdadera amenaza no era Pika, sino Punchan, ¿verdad?

Verde: ¡Bingo! Si Lapras hubiera derrotado a Pika con ventisca, Punchan había entrado y derrotado fácilmente tanto a Lapras como a Clefable, así que me tocó probar algo distinto. Sabía que intentarías derrotar a Lapras antes de que el canto mortal hiciera efecto, solo tenía que asegurarme de poder aguantarlos para guiarte a donde quería. Al final, cambiar de pokémon parecía la opción más viable; Lapras estaba a punto de utilizar protección y aunque atacara Pika se libraría del canto mortal, ganando la batalla con un rayo...

Lylia: Ya, estuve a punto de caer, pero recordé a un amigo mío que a veces le da muchas vueltas a las cosas... Pensé en él y, como algo en tu estrategia no me cuadraba, decidí hacer todo lo contrario a lo que esperarías.

En la casa de los Oak, todo el mundo estaba mirando a Elio, que solo apartaba la mirada del televisor avergonzado.

Elio: Yo habría dicho analizar la situación, no darle muchas vueltas a las cosas, pero bueno. Me alegro de haberla podido ayudar.

Verde: Pues ya puedes darle las gracias a ese amigo tuyo. Como Punchan es más rápido que Lapras y podría haberla derrotado de un golpe, necesitaba una ventana para atacarle sin que pudiese contrarrestarlo. Si hubieras cambiado, Lapras habría derrotado a Punchan con ventisca y después a Pika con canto helado.

Elio: Canto helado, ¿eh? Un movimiento de prioridad puede cambiar por completo las tornas del combate.

Ayumi: ¿Tú ya sabías de esto?

Elio: Sí... Bueno, no lo sabía exactamente, pero más o menos entendía por dónde iba la cosa, y parece que Lylia también. Nunca pensé que se volvería una entrenadora tan buena. 

Istvan: ¿No has escuchado que ella estaba pensando en ti?

Ash: Exacto, es un poco raro que estando a punto de perder un combate se ponga a pensar en un amigo, ¿no?

Elio: Pues claro que estaba pensando en mí. Soy el mejor entrenador que conoce y sabe que yo analizo mucho los combates. 

Lira: Ya, ya, seguro que ha sido eso - Elio solo la ignoró antes de volver a ver el televisor, con ambas entrenadoras abandonando la sala hablando alegremente.

Istvan: ¿Crees que podría ganarte?

Elio: Lo siento, pero la conozco demasiado. Vería venir sus jugadas.

Tilo: ¿No teníamos otro campeón aquí?

Eco: Presente.

Tilo: ¿Tú qué opinas? ¿A ti podría ganarte?

Eco: La megaevolución esa parece bastante potente, así que, por poder, podría. Depende más que nada de como se desarrolle el combate. Si se enfrentara al mismo Rojo contra el que yo luche hace un año, la megaevolución le daría una buena oportunidad. Eso suponiendo que no haya mejorado mucho...

Tilo: Bueno, habrá que ir a celebrarlo, ¿no?

Azul: Lylia debería descansar si quiere tener una oportunidad.

Ash: Tampoco es tan tarde.

Lira: Y le vendría bien relajarse un poco después de tantos combates.

Azul: Haced lo que queráis.

Después del combate, Lylia y Verde salieron de la Liga Pokémon. Trace las estaba esperando junto con un taxi volador llevado por un Pidgeot. Los tres se subieron y poco después llegaron a Ciudad Verde, donde sus amigos les estaban esperando. El grupo fue a cenar a un restaurante de la ciudad invitados por Samina.

Elio: ¡Has estado increíble! - Justo después le dio un trago a su bebida.

Lylia: Muchas gracias... Pero deja ya la cerveza.

Samina: ¿Quién le ha dado alcohol al crío?

Elio: ¿El crío? Señora, he enfrentado a seres de otras dimensiones, creo que puedo con un poco de bebida.

Tilo: Lo mismo dijiste la última vez y menudo resacón tuviste.

Lylia: Exacto. Y la cosa se suele poner incómoda cuando bebes...

Istvan: Incómoda para ti, ¡yo me la paso genial!

Lylia: ¡Claro, porque contigo no coquetea!

Elio: ¡¿Espera qué?!

Tilo: En el festival que hicimos cuando te coronaron campeón te pusiste muy muy borracho y...

Istvan: Te pusiste un poco coqueto con ella. ¿No te lo contamos?

Elio: - Se sonrojó completamente de la vergüenza, pero no le impidió darle otro trago a la cerveza - Por eso la RotomDex no quería enseñarme los vídeos... Lo siento mucho, Lylia.

Lylia: No te preocupes, estabas muy mal. Pero, por favor, no vuelvas a beber tanto.

Elio: Tranquila, no volverá a pasar.

Lira: Tampoco pasa nada por ponerse un poco coqueto de vez en cuando.

Eco: Pero si a mí siempre me echas la bronca.

Lira: ¡He dicho de vez en cuando, no tirarle los tejos a la primera mujer, y a veces ni eso, que se te pase por delante!

Trace: ¿Cómo que a veces ni eso?

Eco: L-larga historia...

Istvan: Oye, Elio, ¿quieres que te contemos las cosas que dijiste borracho perdido?

Lylia: ¡No por favor!

Elio: ¿No podemos hablar se otra cosa?

Ash: Yo estoy interesado.

Por suerte para Lylia, la comida empezó a llegar y se olvidaron del tema. Poco después apareció Verde con los hermanos Oak, que se unieron a la cena. Fue bastante tranquilo y acabaron bastante pronto para que Lylia pudiera descansar bien.

Mientras salían del restaurante charlando tranquilamente, un chico, vestido con una chaqueta roja abierta que dejaba ver una camiseta los observaba desde lejos.

Escuchó un aleteo detrás de él y al girarse vio a su amiga, que había conseguido escabullirse sin que la vieran.

Verde: ¿Qué te pasa, tienes miedo?

Rojo: - Niega con la cabeza.

Verde: Yo tendría cuidado. La ha entrenado el Campeón de Alola.

Rojo: - Se sorprende.

Verde: Ya, yo tampoco sabía que tenían un campeón. En fin, no te confíes - despidiéndose.

Rojo: - Sonríe y se despide con la mano.