-Madre?- apenas salí de los aposentos de Luke, Jacaerys esperaba por mi.- Como esta?

Como siempre leal y amoroso con su familia, especialmente con Lucerys... mis primeros hijos, los primeros hermanos.

-Esta bien, esta durmiendo- acomode sus risos detrás de sus orejas y le sonreí para tranquilizarlo.

-Es verdad? Lo que dice Daemon sobre... él y su pareja destinada.

-Esta noche lo sabremos...

-Aun no entra en celo?

-No, aun no- lo tome del brazo y lo lleve sutilmente conmigo, deberíamos dejar descansar a Luke.- sabes algo de Aemond?

-Que es un idiota...- rodó los ojos enojado.

-No puedes decir eso, suficientes rencores hay en esta familia.

-Lo sabes tan bien como yo madre, él... solo lastimara a Luke- acaricie su brazo para reconfortarlo y deje que mi aroma lo tranquilizara. Sabía que tenía razón, pero por el bien de mi hijo... quería creer en algo más- Aemond es cruel, calculador... y quiere más, he visto como nos mira.

-Te mira?

-A todos... él, observa los entrenamientos con Aegon, acompaña a su hermana también, pero a nosotros es como si nos vigilará e investigara, deberías notarlo, hasta a ti te sigue.

-Es un chico curioso- acepte- pero su mayor tiempo lo pasa en la biblioteca.

-No es cierto, es en el campo de entrenamiento.

-Puede que él te vigile, pero parece que tu a él no...

-Claro que...- hubo una pausa, se dio cuenta de algo- bueno, no lo había pensado.

-Aemond es silencioso, parece no gustarle llamar la atención cuando no es necesario- quería demostrarle que si pongo atención. Por algo los había traído aquí...- pero cuando quiere algo, es arrogante y feroz, tiene hambre de reconocimiento.

-Como lo sabes? Pensé que estabas ocupada como regente de Dragonstone.

-Los he vigilado a todos... estas dos semanas he tratado de ser sutil y ver como se comportan- por fin salimos del castillo a uno de los balcones qué nos dan paso Monte dragón. Me recargue sobre la balaustre, apreciando el mar, hoy había buen clima... un buen augurio- Aegon es el único que debía interferir si quería cuidar a mis chicas del castillo y no darle alcohol lo mantendría bajo control por un tiempo. Heleana disfruta su soledad, pero la he visto más entusiasmada montando su dragón. Aemond es el más difícil, no me evita, a veces parece buscarme... cuando Daemon entrena a los guardias veo el brillo en sus ojos por poder participar, tiende a evitar a Lucerys, pero le gusta divertirse mientras ve como derrotas a Aegon y el mayor problemas es que, es quien más cartas manda a la Fortaleza roja.

-No... no me había dado cuenta- se avergonzó.

-Y no tenias por que, me es más útil que te comportes como siempre y crean que no hay peligro con nosotros.

-Y lo hay?- su mirada se volvió pesada y firme.

-No aun- baje mis manos a mi vientre y sonreí- todavía no hay nada de lo que debas preocupante Jace. Tienes grandes habilidades como guerrero y cuidas bien a tus hermanos, déjanos a Daemon y a mi encargarnos de los demás.

-Puedo hacer más- insistió.

-Ya haces suficiente lidiando con Aegon- reí al verlo tan derrotado ante ese recordatorio.

-Por qué me diste esa responsabilidad? Él es peor que pelear con Aemond... por lo menos él es un desafío.

-No te has dado cuenta?

-De que? De que es un tonto?

-Aegon aunque odie pelear, sé divierte contigo- vi la sorpresa en su mirada- aunque lo derrotas todas las veces que pelean, sigue a tu lado... se está esforzando, no por mi.

-No lo hace por mi tampoco- se defendió.

-Estas seguro?- hubo un largo silencio, donde parecía estar pensando profundamente en mis palabras.

-No me dejaré engañar, ellos... no nos quieren, solo hemos sido bastardos para ellos y yo he sido su juguete muchos años.

-Crees que siga siendo de esa manera?

-Mamá...- hablo muy serio- admito que era mi tío favorito, pero has escuchado lo mismo que yo. Un violador, alcohólico, apostador... tiene niños peleando. Por qué debo yo darle una oportunidad a una basura como él?

-No tienes porque...- acepte- y tampoco te pedi eso.

-Entonces?

-Aegon esta desesperado- sonreí -pensé que realmente estaba arruinado, pero él no ha intentado nada de sus malos gustos desde que llego, anhela algo de este lugar o de nosotros... y eso es suficiente.

-Un beneficio para nuestra causa- entendió.

-No sé que haya pasado con él todos estos años, pero si lo dejo de lado y es tan cooperativo, es porque hay algo más, no crees?

-Mmmh... tiene sentido, pero...

-No confías...- le di razón en eso, no debía bajar la guardia. Siguen siendo hijos de Alicent y eso tampoco me permitía aceptarlos del todo.

-No... no es eso- se encogió de hombros- él me pidió ir al pueblo.

-Por que lo haría? No hay nada interesante.

-Hay tabernas...

-Te dijo que quería ir a tomar?

-No... solo supongo.

-Bueno, entonces dejaré la decisión en tus manos.

-Me dejaras sacarlo?- se sorprendió.

-Solo si lo vez prudente, pero avísame cuando lo hagas.

-Si madre...- acepto más feliz de lo que esperaba.

-Teniendo eso cerrado... hay otro tema del que quiero hablarte.

-Sucede algo?

-Aun no pongo fecha, pero Daemon y yo saldremos por un tiempo.

-Solo ustedes? Y el embarazo?- como siempre, preocupándose por su madre.

-Es algo importante y viajaré antes de que el bebé me lo haga imposible.

-Tan importante es?

-Quiero hablar de esto junto a tus hermanos, pero quiero que estés enterado porque como mi heredero... te quedaras a cargo.

-Que?- eso lo dejo sorprendido.

Jacaerys ha sido consciente de su herencia desde que tiene conciencia, se le trata como tal y lo eduque de esa manera, pero siempre ha sido mi hijo. Nunca hemos tenido la necesidad de que él se ocupe de política, porque yo misma no he podido hacerlo, ser renegada en mi propia casa no me daba opciones para ello.

Vergonzosamente nunca se aprobaron mis ideas en el pequeño consejo y no era bien recibida, por lo que los puestos naturales que debieron surgir no lo hicieron. Si hubiera sido hombre, desde que cumplí los 16, mi puesto estaría en la mesa y no sirviendo vino, probaría mi valía y me convertiría en la mano de mi padre... Jace en ese momento debería ser el coopero y estaría aprendiendo.

No sucedió... pero no puedo culpar de todo a ese consejo, a mi padre o a Alicent. Pude tener a Jace a mi lado cuando ocupe Dragonstone, pero tuve que arreglar muchos descuidos de este lugar y Daemon fue mi soporte esta vez. Ambos levantamos al pueblo y la fortaleza... Jace se fue a la guerra y... bueno, no hubo tiempo para mucho más.

Ahora tiene habilidades que yo no tengo, pero ser un rey no es solo saber tener una espada y lo sabe, lo he visto en el pueblo ayudando a las construcciones de casas, tiendas, negocios. El pueblo lo quiere porque lo conocen y aunque le falta experiencia en el trono, confío en que sus decisiones son las correctas.

-Una guerra se acerca- eso nos puso tensos a ambos- no estamos preparados y necesitamos aliados.

-Podemos ser nosotros, mándanos...

-No. Tengo que ser yo- lo detuve- soy la futura Reina y me he hecho pequeña a través de los años, no deben verme como alguien débil, así que yo debo hacer esto.

-Pero ellos te lo deben, ellos deberían venir, no al revés.

-Sería lo mejor, pero eso levantaría sospechas en el reino y estamos vulnerables a un ataque.

-Tenemos barcos propios y a Lord Corlys, Daemon y nosotros... dragones.

-Jace... no podemos contar con dragones.

-Por qué no?

-Porque una guerra entre dragones es la más sangrienta de todas, no habrá forma de recuperarnos de eso... debemos ser cuidadosos, pensar nuestras ventajas, entrenan con dragones porque la posiblidad, pero será la última opción. De nuevo... debemos pensar más allá...

-En que más? Si no son dragones.

-El Norte.

-Disculpa? Ellos... ellos son, el norte?- me reí al escuchar su confusión.

-La relación con el Norte ha sido mala desde que no apoyaron a mi padre, él simplemente dejó de darles importancia, pero son fuertes y leales, grandes aliados para lo que viene- explique tranquilamente, aun no podía darle el otro motivo de nuestra visita- había proyectos que quedaron abandonados desde que mi padre fue coronado y usaré eso para unir el vinculo de nuevo

-El Norte es grande... será un buen aliado.

-Lo será y por lo tanto, necesito estar segura de que dejo Dragonstone en buenas manos.

-Lo haré! -se paro con orgullo dándole fe a sus palabras- cuidare a mis hermanos también.

-Estoy segura que si cariño- bese su mejilla orgullosa de él.

-Haré una parada en Marcaderiva antes de irnos.

-Con el abuelo? Joffrey ha estado visitándolo, por que no le preguntas como van las cosas haya?

-Cuando llegue- suspire al recordar que era mi hijo más parecido a Daemon, rebelde e impulsivo- mando una carta hace unos días, avisando su regreso.

Era consiente de quien es el padre de Joffrey, pero su figura paterna siempre ha sido Daemon y he visto como se vuelve en la reencarnación de las malas decisiones de nuestra juventud, lo amo y me ama, pero su vida está en los viajes y la libertad.

Lucerys a venido a mi y me ha dicho sobre como Joffrey amaría más ser un marinero de lo que él lo sería. No ha querido admitir ante nadie más que desearía que Joffrey ocupara su lugar como heredero de los Velaryon, pero no me corresponde a mi dar el mensaje, respetaré la decisión que tome, aunque si creo que Joffrey ama los barcos como ama los dragones.

-Se fue apenas unos días después de regresar de King's Landing...

-Me dijo, "no pienso soportar a esas serpientes", prefiero limpiar barcos llenos de sangre y cuidar a mi abuelo moribundo y se fue...- definitivamente escuche a Daemon en la voz de mi hijo.

-Baela esta haya, estará bien- trato de tranquilizarme mientras ocultaba su risa- dijo que Lord Corlys había despertado.

-Rhaenys nos esta haciendo un gran favor en King's Landing, debo hablar con él por cualquier problema.

-Quieres hablar de nuestros posibles compromisos.

Dioses, otro problema más. Rhaenys nos ayudo por el simple hecho de que mi padre la puso en una buena posición en el juicio, pero aun no hay lealtad detrás de ello. Ella sugirió un compromiso con nuestros hijos, pero tanto Baela como Rhaena no se habían presentado. Sabía la importancia de las alianzas y lo fuerte que eran con una boda, pero no podía hacerlo y que sufrieran mi mismo destino. Debíamos esperar y ver, pero no podía prometer a ciegas.

-No... quiero avisarle que esta invitado a mi consejo.

-Cambiaras al consejo de la fortaleza?

-No, no tengo ese poder y menos con los Hightower ahí, pero haré el mío... aquí.

-Mamá... -su mirada se ensombrecio, él sabía lo que significaba- él me ayudara cuando se vayan?

-No, aun no podemos, solo pasará si ellos atacan primero.

-Pero podemos atacar ahora y...

-No podemos hacer un golpe de estado Jace, Viserys esta vivo... no olvides eso.

-No lo hará por siempre.

-Cuando llegue el momento.

-Bien... y que? Que hará el abuelo aquí?

-Deja que se recupere primero. Por ahora solo tengo tres puestos en mente.

-Y esos son?

-Rhaenys como mi mano, Daemon como mi líder de guerra y Corlys, líder de las flotas.

-Y si ellos no están, que debo hacer?

-Ocúpate de proteger la fortaleza, esa es la prioridad, vigilar a tus hermanos y claro... a mis medios hermanos.

-Lo haré, lo prometo.

-Lo sé, confío en ti...

-Algo más que deba saber?

-Nada, esperaremos a que Joffrey regrese y Lucerys se recupere, debo decirles algo cuando estemos todos juntos.

-Rhaenyra!- Un grito desde la playa nos llamó la atención y me asome para ver que sucedía.

-Syrax puso una nidada!- era Daemon con dos cuidadores de dragón, me mostraba una bolsa y se veía orgulloso de su descubrimiento- 3 huevos!

Reí al ver lo emocionado que estaba, parecía un niño. Me despedí de Jace y baje a la playa para ver a mi esposo, llegue a su lado cuando ya había entregado los huevos, menos uno.

-Es el de Viserys?- pregunte después de robarle un beso.

-Lo es... quieres escoger el último?- pregunto tocando mi vientre.

-Cuando regresemos de nuestro viaje, lo escogeré.

-De acuerdo... llevenlos a incubar entonces- les pidió a los guardianes. Apenas recibieron instrucciones se fueron- como están Luke y Jace?

Me tomo de la mano y regresamos a la fortaleza. Sonreí, sabiendo que decía el nombre de Luke primero de manera inconsciente... pero Lucerys era su mayor preocupación. Había escuchado a mi hijo llamarlo Kepa, fue natural, pensé que todos lo harían, pero Jacaerys no. Él lo acepto como mi esposo y tío... lo admiraba como guerrero y caballero, pero no era su padre, para él era solo Daemon, sus padres eran Harwin y Laenor.

Joffrey solo lo conocía a él, era su padre... no habia otro, pero Lucerys conocía a otros y lo eligió a él. No recuerdo en que momento sucedió, pero sabía que Daemon si, seguro lo recordaba fielmente y por eso era tan cercano a él. Además comparten otro hecho, ser segundos hijos, talvez no lo vivieron igual, pero entendían ese vínculo... se escogieron inconsistemente.

-Rhaenyra?- me volvió a llamar, había olvidado responder.

-Lo siento están bien. Luke esta dormido esta más tranquilo después de escuchar de nuestros antepasados...

-Que ha dicho del mocoso Hightower?

-Nada, aun no decide.

-Y el Hightower?- insistió.

-No lo he visto...- no había pensado en él.

-Que se mantenga alejado, lo observaremos.

-De acuerdo- no quería pensar en eso- Jace esta bien, ya le dije que se quedara a cargo durante nuestro viaje.

-Estará bien- me recordó y me dio una sutil acaricia en la mano- ambos se apoyaran.

-Confío en ello.

-Tengo noticias de las cuevas.

-Bajaste a buscarlas?

-Si, las encontré- sonrió orgulloso- vayamos después, estos días habrá tormenta y será peligroso, bajemos cuando pasen.

-De acuerdo- acepte fácilmente,  no teníamos prisa, las cartas apenas serian enviadas y esperaríamos una respuesta antes de partir- por eso estabas con los huevos?

-No, cuando salí los cuidadores me informaron que Syrax y Caraxes habían salido de su nido, pensé en probar suerte.

-Y fuimos bendecidos por los dioses.

-Un dragón más...- me abrazo antes de entrar a la guardería, donde estaban nuestros hijos menores durmiendo.

Avanzo con rapidez a la cuna de Viserys y dejo su huevo a su lado. Borrasca alzo la cabeza curioso por el movimiento, pero aun protegiendo a su futuro jinete, que dormía tranquilamente a su lado.

Pase a ver a Baelon, bese su pequeña cabeza y lo deje seguir durmiendo. Daemon seguía viendo a nuestro segundo hijo, emocionado por otro logro más. Hay muchos rumores del carácter de mi esposo, pero ninguno le haría justicia y probablemente ninguno diría nada sobre lo gran padre que es, pero estaba bien... podría guardar ese gran secreto.

-Ahora tendrás a tu propio dragón... Viserys...- lo oí susurrar antes de besarlo e ir a mi lado.

Una última... pensé al tocar mi vientre.