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— ¿Tienes todo lo que necesitas? ¿Seguro que podrás con eso?
Yoongi no pudo evitar sonreír, siempre que estaba por ir a una misión solo recibía una clara amenaza de muerte si no la cumplía con éxito, que alguien se preocupara por el —además de sus hermanos— le calentaba el corazón.
—Siempre me alegre de saber de qué tenía a quien visitar y ese alguien tenía cosas en común conmigo, gracias por ser ese alguien Kyomi
—Ay tonto Omega, ¿Seguro que no eres un Alfa? Gustosa me quedo contigo—Kyomi rodeo su cuerpo en un abrazo evitando que viera su constante preocupación dibujada en su rostro. —Nos vemos antes del atardecer, Yoongi
—Sobrevivan mientras—cuando estuvo lejos de sus brazos acomodo la ropa que llevaba, era oscura y ligera para que pudiese escapar y pelear sin problemas, cortesía de la Alfa, también traía "sus armas" que pronto cambiaria por las que tenía en casa.
Antes de salir por la puerta trasera sujeto mejor su cabello llamativo y miro a Byeonyi quien tenía claro cansancio por la falta de sueño y tristeza marcada en su rostro. —Obedece a Kyomi, pronto estarás con tu madre
No espero respuesta, la menor tenía suficiente con lo que vivió así que no espero nada de su parte, ni siquiera palabras de aliento y con cuidado salto hacia el muro estando nuevamente en peligro notando que no se escuchaban ni los animales mañaneros, como si los Gwu hubiesen acabado con todo.
Camino rumbo hacia su casa entre los callejones de aquel pueblo, con los años viviendo allí descubrió que ciertos callejones estaban conectados haciendo la ruta mucho más corta y sigilosa, era estrecho, a veces encontraba personas que usaban los callejones como refugio, basura o hasta animales muertos, claro que al Omega no le importaba, llego a ver cosas peores.
Pero nada le preparo para ver la tétrica escena en el centro de mercado. Sus ojos se llenaron de lágrimas como si no hubiese visto cosas de esa magnitud con frecuencia, solo imaginaba como todas aquellas personas sufrieron hasta la muerte, en su mente se reproducía los gritos agonizantes por las barbaridades que vivieron hasta su último aliento.
Personas empaladas, cabezas por doquier, órganos colgando cual decoración y hedor en todas partes. Justo en el centro estaba una hoguera cubierta de cuerpos calcinados e incluso pudo ver que uno de los cuerpos daba vueltas como si de un cerdo se trataba, justo en frente de aquella horrible escena vio un grupo de Gwu riendo, bebiendo y burlándose de su decoración.
Yoongi deseo tener a sus hermanos consigo y acabar con todos ellos en ese momento, pero, aunque era claramente capaz de hacerlo sin ayuda solo agotaría sus fuerzas, necesitaba todas para ir, buscar a la madre de Byeonyi y regresar, después tendría que volver para esconderse hasta que sus hermanos regresaran.
Siguió su camino mientras secaba sus lágrimas y apresuro el paso, lo más difícil de su misión seria encontrar el paradero de la madre de la menor.
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El lugar también tenía cuerpos y sangre por doquier, pero no estaba el olor nauseabundo de los Gwu así que estaba seguro de que acabaron o se aburrieron con todos los que estaban allí, evito sentirse como la mierda al ver pequeños niños que reconocía muertos en el suelo junto con sus padres y corrió hasta su casa donde vio sus telas destruidas, ensangrentadas y regadas.
Respiro hondo para darse fuerzas notando por fin el olor de uno de ellos, estaba dentro de su casa así que tomo sus armas provisionales y entro por su negocio sabiendo que estos no se detendrían a elegir que tela les quedaban bien.
Escucho suplicas desde donde estaba y se apresuró a buscar sus verdaderas armas, tenía la mayoría en su habitación, pero siempre guardo algunas en su negocio, con el miedo de que no pudiese llegar a tiempo.
Se agacho para quitar con cuidado una tabla del suelo sacando de allí una caja polvorienta y con una que otra telarañas, volvió la tabla a su lugar y saco un par de abanicos de color rojo, tal como el ginseng, chequeo que estuviesen en perfecto estado y no espero más para llegar donde se escuchaban las suplicas viendo rastros de sangre y huellas hasta el jardín donde pudo ver quizás 4 o 5 mujeres vivas siendo evaluadas por los Gwu quienes parecían asegurarse de que eran perfectas para su tarea, embarazarse y tener a sus crías.
— Asllatapas llamiy, yachankiñam animalkunapa parten kasqankuta, necesitanchikmi básicos nisqallata, manam munanchikchu punta kutipi wañunankuta, pisi kallpa cuerponkuqa manam imatapas aguantayta atinchu. [Tócala menos, sabes que es parte del ganado solo necesitamos las mejores, no queremos que mueran a la primera vez, sus cuerpos débiles no aguantan nada]
— ¿Atiymanchu makiykita pakiyman? Niyta munani, chaki chawpipi kaqllatam necesitanku. [¿Puedo romperle un brazo? Digo, solo necesitan lo que están entre sus piernas] —sonrió mostrando sus dientes amarillentos y casi podridos mientras sostenía el delgado brazo de la chica que apenas respiraba del terror.
— ¿Ima partetaq mana chaylla wañuymanta manachu entienderqanki? ¿Payllachu kanku? [¿Que parte de no queremos que muera tan rápido no entendiste? ¿Esas son las únicas?]
—Mayna aburrido kanki hinaspa arí, chay sonso Gyujun wakinkunata wañuchirqa. [Que aburrido eres y si, el imbécil de Gyujun mato a las otras] —el tal Gyujun se encogió de hombros agachado mirando de a una de las chicas quien temblaba como una hoja mirando el suelo. —Kay mawk'a kaqtapas kapuwanchik, ¿segurochu kanki ñuqaykupaq llamk'ananmanta? [También tenemos a esta vieja, ¿Seguro que nos servirá?]
Para Yoongi fue más que suficiente para dejarse ver, ahí estaba la madre de Byeonyi, temblando de miedo, con lágrimas y salpicaduras de sangre en su rostro, al verlo la esperanza que perdió de pronto volvió a sus ojos.
— ¿Ima diablostaq? ¿Kawsachkaqtachu saqirqaku yuraq siwita? [¿Que mierda? ¿Dejaron vivo un ratón blanco?] —desde donde estaba lo vio olfatearlo y sonrió. —Ichaqa payqa Omega, payqa anchatan yanapawasun. [Pero es un Omega, nos servirá]
— ¿Imaynataq wasiyman yaykuspanku ima munasqankuta ruwanankupaq atrevikunku? [¿Como se atreven a entrar a mi casa y hacer lo que se les da la gana?] —señalo al que parecía tener un poco más de cordura de todos con uno de los abanicos. —Mana allin dueñoq wasinman haykurqanku [Se metieron a la casa y con el dueño equivocado]
—Chhaynaqa qanmi wawqenchiskunata wañuchirqanki [Así que fuiste tú el que mato a nuestros hermanos] —le lanzo el arma a uno de ellos. —Kusikusaqmi qaparisqaykita uyarispay [Disfrutaré escuchando tus gritos]
— ¿Imatataq chaywan ruwachkanki? ¿Q'uñichu kanki? [¿Que harás con esos abanicos? ¿Refrescarnos?] —volvió a sonreír balanceando aquella gran arma.
—Hablas demasiado—abrió los abanicos dejando ver las dagas que sobresalían en cada uno de los espacios del abanico tomado una elegante pero amenazante posición. —Pesapakunin wasiyta millakuypaq yawarniykiwan qhellichanaymanta. [Lamento tener que ensuciar mi casa con tu asquerosa sangre]—no espero invitación para lanzarse hacia el haciendo que las mujeres asustadas corrieran hacia una esquina no queriendo ser parte de aquella pelea, moviendo sus abanicos cortos todo a su paso, se movía majestuoso como si bailara derramando su sangre y manchando las flores que allí estaban hasta detener lo que parecía ser un baile de la muerte dejando a su enemigo a sus pies desangrándose por los profundos cortes mortales en su cuerpo.
—Rhungta wañuchini, wawqi, siwita wañuchini [Mato a Rhung, hermano este ratón lo mato] —este iba a acercarse, pero Yoongi piso al cabeza casi inerte de su enemigo con una sonrisa burlona deteniendo su acción.
— ¿Manachu? Kunan pacha chunka chunka runakunata wañuchirqanki, wawqikunata, taytakunata, mamakunata, churikunata, qusakunata, hatun tayta mamakunatapas, ¿Chay basurapa kawsaynin? Manan ima ruwayniyoqpaschu ima ruwasqankuwanqa. [¿Acaso no puedo? Ustedes mataron a decenas de personas hoy; hermanos, padres, madres, hijos, esposos e incluso abuelos, ¿La vida de esa basura? No es nada con lo que hicieron] —volvió a abrir sus abanicos manchados de sangre. —Kayman hamuy, wawqiykiman pusasqayki. [Ven aquí, te llevare con tu hermano]
Se agacho a tiempo para esquivar el arma que le lanzo y desgarro su piel mientras subía manteniendo su sonrisa encantada en su rostro sintiendo la sangre teñir su cuerpo nuevamente, esta vez fue más rápido y acabo a su enemigo con un profundo corte en el cuello casi quitando su cabeza.
Estaba tan distraído con ello que olvido que faltaba alguien más y este aún con su fornido cuerpo supo ser sigiloso hasta estar detrás suyo, donde lo inmovilizo con sus brazos manteniendo los suyos y los abanicos hacia abajo evitando así que lo usara en contra suyo.
Yoongi sabía que estaba en desventaja así que se resistió como pudo y con la fuerza que ejercía aquel fornido Gwu fingió desmayarse dejando caer sus abanicos.
—Qamqa manam imapaschu kanki, manataqmi ñuqapas wañuchisqaykichu, llaqtachamanmi pusasqayki hinaspa allquchanchikkunata wacharusqayki qipatam ñuqa kikiymi encargado kasaq hukmanta hukmanta kuchusunaykipaq. [No eres más que un ratón, aún no te matare, te llevare conmigo a la aldea y luego de que des a luz a nuestras crías yo mismo me encargare de cortarte pedazo por pedazo] —el pálido espero hasta que este creyera que pudo lograr detenerlo y cuando el agarre se aflojó saco las agujas que trajo consigo y las clavo en su brazo moviéndolas ambas en sentido contrario desgarrando su piel y haciendo que lo soltara por completo.
Se volteo antes de que este lograra alejarse y clavo ambas agujas en su cuello, le dedico una sonrisa divertida antes de hacer lo mismo que con su brazo y se alejó viendo como este trataba de parar la sangre a montones que salía de su cuello sin éxito, lo vio caer de rodillas y desplomarse cerca de uno de sus "hermanos" mientras moría desangrado.
Escupió la sangre que llego hasta sus labios y sonrió encantado, ninguno de los Gwu —quienes vivían como cavernícolas— creerían que un Omega de metro 60 lograría acabar con hombres fornidos y de casi dos metros la mayoría como si fueran moscas.
— ¿Y-Yoongi?
El pálido parpadeo volviendo en sí, de pronto la vergüenza lo inundo y quiso deshacerse de la sangre que tenía encima, no queriendo que vieran aquella terrorífica parte de él. Volteo a ver a quien lo llamaba y logro por fin mirar mejor a la madre de Byeonyi, tenía un corte en su brazo con sangre seca, pero para su alivio, no era profundo.
Se acerco a ella olvidando sus fachadas y la abrazo, su cuerpo rígido se movió segundos después susurrándole lo aliviada que estaba de verle con vida.
— ¿Y Byeonyi? ¿Viste a mi niña? Todo fue muy rápido, le dije que no me soltara, pero todas las personas empezaron a correr desesperadas que nos soltamos y no la volví a ver, ¡Mi pobre niña! —esta quiso desplomarse a llorar la muerte de su hija, pero logro sostenerla para darle la buena noticia.
—Byeonyi está bien—se apresuró a decir recibiendo una mirada esperanzadora en la mujer. —Cuando me libré de aquel hombre del puerto corrí a alcanzarlas, cuando llegue el lugar estaba desierto y supe que algo andaba mal, me propuse a encontrarlas y vi a Byeonyi escondiéndose de dos de ellos, acabe con esos locos y la lleve conmigo con Kyomi, ella la está cuidando
—Yoongi no sabes cómo te debo la vida, estas manos—tomo sus manos pálidas manchadas de sangres. —Son una bendición, no solo crean hermosas prendas, sino que son capaces de proteger a quienes ama y aprecia, me alegro de que mi pequeña cayera en tus manos, mi esposo el... cuando llegue ya estaba casi muerto y mi padre también, mi llanto hizo que me encontraran y me mantuvieron viva hasta ahora
—Me alegra saber que logro sobrevivir, pero debemos irnos, las llevare con Kyomi y allí sabrán que harán, aún estamos a tiempo y está oscureciendo así que usaremos la noche a nuestra ventaja, solo necesito quitarme eso y tomar algunas cosas, lo hare tan rápido como pueda, mientras tomen la comida que puedan llevar y beban agua—miro a las demás que aun asustadas asintieron, pero sin moverse desde donde estaban.
Yoongi le dio una última mirada a la madre de Byeonyi para soltarla y tomar los abanicos que dejo tirado cerca de los cuerpos inertes, se apresuró a llegar a su habitación en donde saco una gran manta donde puso una muda de ropa que sabría que necesitaría si seguía peleando con los Gwu, fue hasta su cama y debajo de ella saco unas cuantas tablas dejando ver armas cubiertas por mantas y polvo, las saco deprisa colándolas en la manta y volvió a tapar el lugar.
Se apresuro a sacarse la ropa manchada de sangre para remplazarla con otra limpia, mientras menos sangre de ellos tuviese encima sería mejor. Amarro la manta cubriendo todo lo que llevaría y debajo de su almohada saco un norigae el cual escondió en el cinturón de su ropa.
Cuando estuvo listo fue hacia la habitación de sus hermanos y saco las armas que estos escondían, podía dejarlas en su lugar, pero sus planes de quedarse en su casa cuando llevara a las demás a salvo al puerto se esfumo con aquellos Gwu muertos en el jardín, ellos vendrían por sus muertos y no quería pasar el tiempo que esperaría a sus hermanos luchando con ellos.
Fue hacia la última habitación, no se usaba, pero se mantenía limpia y con todo lo necesario, como si alguien más viviera con ellos, quito las telas que decoraban el piso dejando ver un piso liso que conocía, con un poco de esfuerzo logro sacar la gran tabla dejado ver una puerta que daba hacia un cuarto subterráneo, que todos estuvieron de construir para cuando fuera necesario.
Abrió la puerta y regreso para tomar las armas de sus hermanos bajando con ellas, encendió las velas para no tropezarse bajando las escaleras y dejo las armas escondidas donde sabría que sus hermanos podrían encontrarlas, como ultimo dejo una hoja doblada junto con las armas indicando lo que paso.
Al terminar corrió escaleras arriba por su manta con todo lo que necesitaba y por las mujeres que estaban en su casa a quienes encontró aun asustadas por lo que paso hace unos minutos.
—Siento tardar, debemos irnos—se terminó de amarrar la manta cruzada en el pecho para que le fuera mejor al caminar e hizo señas para que le siguieran. —Los Gwu se están acercando, tienen un vínculo con el que se comunican, al morir el vínculo se rompe y ya deben estar muy cerca
— ¿Como vamos a escapar? Nosotras no sabemos pelear y tu solo eres uno, sé que acabaste con 3 pero ¿Y si son más de 3?
—No voy a pelear con ellos porque las podría a ustedes en peligro, nos iremos sin que se den cuenta—abrió el cuarto y espero hasta que la última entrara para cerrar la puerta. —Esto es un atajo de emergencia, bajen con cuidado, pero sean rápidas cada segundo cuenta
Cuando la última mujer bajo acomodo la tela encima de la tabla y cerró la puerta al entrar dejando todo como si nunca la hubiese abierto, cuando estuvo abajo camino hasta donde estaban lo que parecían ser jarrones y cosas que ya no usaban, movió algunas cosas dejando ver un pasillo sin iluminaciones, pero se ayudó de una vela de aceite para alumbrar el camino.
—Vamos, sean rápidas—volvió las cosas a su lugar cuando estuvieron dentro del camino y se apuró para llegar adelante y guiarlas por lo que parecía ser un pasadizo que no acababa.
—Tu y tus hermanos sabían que esto podría pasar, ¿No? —pregunto la madre de Byeonyi mientras caminaban.
—Fuimos a la guerra y vimos muchas cosas, aprendimos que siempre necesitamos un plan extra en caso de que las cosas se pongan peor
—Si tan solo todos pensáramos de esa manera
Yoongi prefirió no decir nada más y siguió el camino tal vez unos dos minutos más hasta llegar a la puerta que daba a la salida, la abrió con cuidado de no hacer ruido, verifico que nadie estaba cerca para salir y ayudo a las demás a salir cuando confirmo que todo estaba bien.
—Necesito que todas sean tan calladas como puedan, controlen hasta sus latidos, los Gwu son seres muy sensibles al sonido, escuchan más que los animales así que miren bien donde caminan—tomo la mano de la madre de Byeonyi para empezar a caminar a paso seguro pero silencioso hasta la entrada del camino de callejones que uso para llegar. —Usted ira adelante
—Pero-
— ¿Quiere ver a Byeonyi? —apenas termino de preguntar ella asintió decidida. —Entonces confié en mí y solo camine todo derecho entre los callejones, cuando sea el momento de pasar de uno al otro no mire a los lados incluso si siente un olor fuerte, necesito que todas sean como caballos y solo miren hacia el frente, yo estaré atrás para cuidar de ustedes—dejo una suave y reconfortante caricia en sus manos para animarla. —Pronto estará con ella
Esta asintió y cuando estuvieron listas empezaron el trayecto, en los callejones se aseguraban de no pisar nada que fuese ruidoso y no mirar, incluso cuando el cuerpo clamaba por ver que era lo que pasaba todas decidieron hacer como les indicaron con el deseo de llegar pronto fuera del peligro.
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Sin ningún contratiempo llegaron hasta el último callejón donde se detuvieron, Yoongi sabía que era demasiado bueno para ser real, les susurro que se mantuvieran en completo silencio mientras se adelantaba hasta donde estaba la madre de Byeonyi quien miraba fijamente hacia el frente, allí estaba una robusta mujer parte de aquella tribu Gwu, con el cabello largo trenzado y desordenado balanceándose por el viento mientras movía su arma.
En la oscuridad del callejón indico a todas para que se pegaran lo más que pudieran a la pared y espero que estas se convirtieran en parte de esta si fuese posible, un paso en falso y estarían jodidos. Por ese camino llegaban más rápido hacia donde Kyomi, retroceder e ir por otro camino no era una opción.
La mujer empezó a olfatear el lugar como si de un perro se tratara y Yoongi no dudo en tomar sus abanicos, en su cabello aun había restos de la sangre de sus hermanos, aunque su mejor sentido era el oído, también tenían su lobo muy desarrollado ya que vivían como bestias, la vio acercarse al callejón lentamente y se preparó a acabar con ella para que las demás lograban escapar.
De pronto un sonido, como si se tratara de una trompeta extraña se escuchó. Era el llamado de los Gwu, aquella mujer se detuvo casi al instante mirando hacia donde venia el sonido y bufo, sentía un olor conocido que venía del callejón, pero sabía que si los estaban llamando era por algo importante. Con un gruñido se alejó de allí y Yoongi junto con las mujeres que le acompañaban suspiraron de alivio.
Esperaron unos minutos hasta que ningún Gwu cercano pasara por allá para seguir su camino apresurado, gracias al llamado no se encontraron con nada más que rastros de sangre en el suelo e incluso se aventuraron a entrar por la puerta principal ya que el lugar estaba libre de asesinos.
El corazón de todos los que estaban allí, incluso de la dura Alfa se ablando al ver a Byeonyi y a su madre llorar en su encuentro, felices de que ambas estuviesen bien y que, aunque fueran las uncias sobrevivientes de su familia, no estaban completamente solas.
—Estás loco, pero me alegra que tú y las que vinieron contigo estén bien—rodeo sus hombros con uno de sus brazos. —Ahora descansemos, tendremos que dejar la escapada a Mubduk para mañana
—Deberíamos de aprovechar que los Gwu están reunidos e irnos ahora
—No es bueno remar de noche, hay muchas criaturas y el camino es muy difícil, no debemos tomar mar abierto, pero puede que haya olas y nos desviemos, mejor descansemos y salgamos con el alba
Yoongi no pudo decir nada mas, no conocia sobre las cosas que venia con el mar, nunca subio a un barco o remo para escapar, para eso estaban sus hermanos asi que solo asintio poco convencido y espero a que mañana fuese más fácil.
Volvi por aqui, espero que lo disfruten.
—Kim ♪
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