✘⚠  ADVERTENCIA  ⚠✘

En los próximos capítulos se tocarán temas delicados tal y como asesinatos, violaciones, palabras obscenas, canibalismo, mutilaciones, suicidio entre otros. Esta bajo su responsabilidad y debidamente advertido.

Yoongi se mantuvo corriendo hasta que confirmo que nadie le estaba siguiendo, su rubio cabello empezaba a estorbar tanto que al quitarlo de su vista apenas se dio cuenta que no había nadie a su alrededor; un pueblo ruidoso, cubierto de personas, con tiendas abiertas y niños revoloteando de pronto estaba en silencio. Su cuerpo se erizo cuando un escalofrío lo recogió por completo, casi al instante volvió a sentir aquel olor y escucho un pequeño clic en su cerebro como si un cobre de sus recuerdos se abría.

Aquel olor tan asqueroso y distintivo, ¿Como pudo haberlo olvidado?

Tongwu, la temible tribu de las bestias, ¿Como llegaron hasta el Este? Al menos debieron pasar por el Norte y antes de llegar serian avisados.

De pronto se sintió desprotegido, sus verdaderas armas estaban en su casa y estaba lejos de allí, el hecho de que no se escuchaban gritos le confirmaba que los demás se estaban escondiendo o todos estaban muertos.

¿Dónde estaba Byeonyi y su madre?

Con el corazón casi dejándolo sordo ató su cabello para evitar estorbos y se armó con las cuchillas que llevaba en su ropa, para su suerte al menos confió un poco en su lobo y trato de salir protegido. Sigiloso y casi en completo silencio camino a una de las tiendas para subirse al techo con cuidado y desde allí vio tal pesadilla.

Pareciera como si solo al verlo la agonía de las personas afectadas empezaran a tener sonido, el lugar estaba cubierto de sangre y las personas trataban de escapar mientras los Gwu's sonreían al patear partes del cuerpo desmembrados que estaban en su camino.

Yoongi llevaba años sin ver algo como eso, su mente quiso olvidar sus años siendo un asesino despiadado, alguien que se veía tal y como los Gwu's con el cuerpo cubierto de sangre y feliz por sus logros, regodeándose en las muertes de sus oponentes, se lo merecieran o no. Años en el que asesinó, quemó hasta hacerlos cenizas, torturó de todas las formas posibles que aprendió e incluso llevo a muchos al suicidio, ¿Tenía derecho de acusar a aquellos monstruos de serlo?

El pálido trato de centrarse y busco algo que le confirmara que Byeonyi estaba viva, en medio de todo aquel bullicio y olor intenso de la sangre sintió el distintivo olor de sus prendas, la chica estaba estática a unos cuantos metros de donde estaban aquellos hombres burlándose de los que en algún momento fueron personas.

Bajo del techo sabiendo que un ataque a distancia no era la mejor opción, no traía sus flechas y si lanzabas sus agujas agotaría sus opciones, eran certeras, pero no debía de confiarse. Solo tenía dos caminos, por los techos —arriesgándose a ser visto— o irse de lleno hasta su encuentro.

En silencio acomodo sus ropas que fuese más fácil poder pelear sin tropezarse y decidió usar de arma aquella hacha de carnicero especial para huesos duros que reposaba junto con trozos de carne que las moscas estaban rodeando, lo tomó con cuidado y con un gran respiro salió hasta su encuentro caminando como si fuera parte de ellos.

Los Gwu's se comunican con su lengua materna, gliwho, una lengua que combinaba demasiados idiomas y dialectos apenas entendible, pero Yoongi tuvo que aprenderlo por años a través de castigos hasta que fuese aún mejor que algún Gwu de nacimiento, aprendió a pensar como ellos —aunque no hubiese mucho que pensar más que en desastres y caos—, vivir como ellos incluso respirar como ellos para poder acabarlos.

—Hinaspa kayqa imatataq? Hayk'aqmantapachan chay hina sut'i chupakuna kan? [¿Y este qué? ¿Desde cuándo hay ratones tan claros?]

—Mana allin kaqta chaninchankichu, wiksanqa hawamanta ancha allinta qhawarikunqa chay yuraq qarawan, mamaqa anchata munanman [No aprecias lo bueno, con esa piel tan blanca sus tripas se verán grandiosas fuera, a mamá le encantara]

—Mamayqa achka tripayuqña hinaspa brazoyuqña adornopaq, imataq kanman umantapas apamuptinchik? [Mamá ya tiene muchas tripas y brazos de decoración, ¿Y si le llevamos la cabeza?]

—Chukchan, chiqaq kani mama imatapas ruwasqanmanta. [El cabello, seguro mamá hace algo con ello]

—Asikunapaqmi entiendeyta munawaptinku, qamkuna sonso aycha bolsakuna. [Es divertido cuando tratan de entendernos, tontas bolsas de carne]

—Rimayta tukunkichischu, uywakuna? Allintachu kusirikurqanki? Qankunawan kusirikusaq [¿Terminaron de hablar, animales? ¿Se divirtieron lo suficiente? Porque me divertiré con ustedes]—el pálido disfruto desde donde estaba la clara sorpresa de aquellos fornidos hombres de piel tostada y tatuada. —Ima? Admirachisunkichu rimayninkuta rimay hina facil kaq? Kusikuy, qhipa ruwasqayki kanqa. [¿Que? ¿Algo tan sencillo como hablar en su lengua les sorprende? Disfrútenlo, será lo último que harán]

No espero respuesta, prefirió ser el primero en atacar y tan rápido como una flecha lanzo una de sus cuchillas directo al ojo del más cercano haciéndolo gritar de dolor, el pálido sujeto mejor el hacha que antes tomo acercándose hasta su víctima y cortó la mano que no estaba tratando de quitar la cuchilla de su ojo.

Sus gritos eran fuertes y desgarradores, eran la motivación necesaria para dar su último golpe trepándose en su cuerpo y dejando un profundo corte en su cuello siendo salpicado por la sangre que salía a montones tiñendo su pálido rostro y su cabello.

Salto lejos del agonizante hombre no sin antes tomar su aguja de aquel destrozado ojo mientras su oponente moría desangrado frente a sus "hermanos" quienes apenas salieron del trance se lanzaron a atacar sin éxito, Yoongi se movía como el mismo viento entre ellos dejando heridas abiertas en cada paso, cortando extremidades como si fueran títeres, esparciendo sangre en el lugar y sonriendo, maravillado con lo que estaba creando.

Cuando acabo con ellos vio su reflejo en un vidrio apenas salpicado en el suelo dejando ver aquella tenebrosa sonrisa a la que nunca quiso volver a ver, no volver a sentir pasión por asesinar, quiso lanzar lejos el hacha, pero sabía que la necesitaría.

El sonido de unas pisadas temerosas le hizo voltearse encontrándose con Byeonyi quien trataba de escapar en silencio sin éxito, sus ojos dejaban en claro la sorpresa y el miedo que estaba sintiendo mientras veía la fachada de lo que para ella siempre fue un ángel, su sonrisa que reflejaba el más hermoso paraíso se convirtió en una sonrisa tenebrosa.

¿Estaba feliz de matar? ¿La mataría también?

La cara de la menor parecía un libro abierto estática en su lugar y Yoongi quiso poder tomarse el tiempo de ganarse su confianza lentamente, más el tiempo era crucial.

—Se que tienes miedo, Byeonyi, me encantaría poder explicarte, pero los Gwu's tienen una extraña conexión entre su tribu, saben incluso en donde están desde una cierta distancia, pero si uno de ellos muere es como si la conexión se cortara de pronto, ellos ya saben que están muertos y deben de estar de camino, déjame llevarte a un lugar seguro y buscar a tu mamá, ¿Sí?

Al escuchar sobre su mamá los ojos de la menor se inundaron de lágrimas, la invasión las agarro mientras huían del puerto y entre tanta gente tratando de correr por sus vidas sus manos se soltaron y no estaba segura si su madre estaba viva o no. Yoongi aprovecho el momento y trato de secarse las manos mientras se acercaba a la menor tomando una de las suyas.

—Te prometo que voy a cuidarte de ellos, ahora vamos necesito que seas tan callada como sea posible, incluso si ves algo que te haga vomitar, debes ser una de las esculturas del palacio de callada, ¿Puedes hacerlo por mí? —Byeonyi tardo en asentir aun perdida. —Bien, no sueltes mi mano al menos que yo lo haga

Tenía que llegar a su casa por sus armas, si lograba conseguirlas podría esconder a Byeonyi en la casa, tomaría un caballo del vecino Lim si aún estaban vivo e iría en busca de la familia de Byeonyi esperando que no fuese demasiado tarde. Estaban lo suficientemente lejos cuando el grito de aviso de los Gwu's se dejó escuchar.

Muertos.

Si antes eran agresivos, ahora lo serian aún más, pero eso no detuvo al pálido, como si conociera el pueblo como la palma de su mano paso por los callejones pocos concurridos tratando de salir de aproximarse a su casa, cada tantos encontraban cuerpos descuartizados, golpeados, mordidos, quemados, hechos pure, como si la vida y el cuerpo humano fuese menos que nada.

Quería evitar más trauma para la menor, pero un paso en falso y podría caer en la boca del lobo.

—Espera, espera—susurro Byeonyi deteniéndose y apoyándose de la pared más cercana que tenía. —Ya no puedo mas todos están... —detuvo su hablar para inclinarse vomitar, su cuerpo y su mente eran un desastre en aquel momento, solo quería hacerse pequeña y llorar hasta secarse, quería a su mamá.

—Byeonyi, tenemos que irnos estamos en un lugar vulnerable—trato de tomar su mano, pero esta se alejó. —Byeonyi

—Mataste a esas personas

—No son personas, son animales criados para matar

— ¿Y tú? ¿Eres una persona?

Yoongi no pudo fingir que aquello le dolió, estuvo luchando por años con la bestia sanguinaria que tenía por dentro, aun así, respiro hondo y tomo el brazo de la menor haciéndola levantarse asustada.

—Puedo ser lo que quieras, pero elijo ser la persona que necesitas para salir viva de aquí, si quieres juzgarme, dejar de hablarme o acusarme tienes que vivir para hacerlo, ahora mantén lo que tengas en el estómago y no sueltes mi mano

La menor no tuvo nada más que decir y fue la respuesta que necesitaba Yoongi para seguir su camino evitando el centro del mercado, con tantas personas allí los Gwu deben de estar dándose un banquete que no deseaba presenciar, tomo otro atajo hasta llegar por la parte trasera de la tienda de Kyomi.

—Vamos—se agacho un poco poniendo sus manos juntas para crear un soporte para Byeonyi. —Pon tu pie aquí y cuando te alce impúlsate con tu fuerza y ve al otro lado.

— ¿Y si hay de esas personas ahí?

—Estaré del otro lado contigo desde que pases, así que confía en mí y cuidado al caer—la vio dudar un momento sintiendo sus sentidos alterados, cada segundo que perdían podía ser un riesgo, pero antes de que pudiera recordarle esta se apoyó de sus hombros y puso su pie en su mano. —Bien, sostente—la impulso hasta que sus manos alcanzaron el muro y con ambas fuerzas vio como esta logro llegar al otro lado.

Cuando llego su turno salto hasta que sus manos llegaron al muro y con su propia fuerza se alzó hasta el otro lado encontrándose con Kyomi amenazando a la menor con un cuchillo.

—Kyomi, baja eso viene conmigo

—Demonios, al menos avisa

— ¿Como quieres que lo hiciera? ¿Toco la puerta principal hasta que los Gwu nos encuentre? —tomo la mano de Byeonyi alejándola de ella. — ¿Estas bien?

—Logre encerrarme a tiempo, mis trabajadoras están aquí así que estamos a salvo, ¿A ti que te paso? ¿Te lograron agarrar?

Vio a Byeonyi alejarse de su tacto al recordarle lo que hizo y pensó que esta la acusaría, pero solo evito su mirada.

—Primero entremos, te contare todo

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— ¿Entonces acabaste con 3 de esos locos? Sabía que eras igual de bueno en las peleas que tus hermanos

— ¿No me juzgaras?

— ¿Que me importa a mi si los mataste? Ellos acaban con todo, una probada de su propio juego no está nada mal, por lo menos tenemos a alguien capaz de acabar con ellos

—Estás loca—sonrió agradecido por su reacción mientras se limpiaba la sangre con el agua y la tela que le dio Kyomi.

—Así me quieres

Yoongi realmente agradecía no ser juzgado por ella, le bastaba con Byeonyi como para también tener a la que consideraba como su amiga acusándolo por lo que hizo.

—Lastimosamente no podemos estar aquí para siempre, sabes que los Gwu no paran hasta conseguir lo que desean, esta vez parece que solo quieren destruir todo, no tengo mucha comida y somos demasiados como para durar, aunque sea dos semanas con suficiente comida y agua

—Yo necesito llegar a mi casa

—He de suponer que no estas preocupado por tus telas, ¿Verdad? —el rubio la miro obvia mientras trataba de disimular la sangre en su cabello, no podía desperdiciar el agua que tenían.

—Hay algo muy importante que debo de buscar

—Entiendo, bueno como te dije no podemos estar aquí para siempre así que—saco de una de sus mangas un papel viejo que abrió presentándoselo. —He aquí nuestra salida

— ¿Qué es eso?

—Es el mapa de Mubduk

— ¿Como tienes eso?

—Una señora me lo dio en uno de mis viajes, sé que es completamente seguro porque es nativa de allá

Mubduk, el pueblo casi secreto de los sobrevivientes de los Tongwu. Se tiene bien claro que los Gwu solo saben hacer dos cosas bien, matar de todas las maneras posibles y reproducirse, cuando invaden una región secuestran mujeres al azar para hacerlas parir hasta la muerte, se turnan para dejarlas embarazarlas y cuando ya son muy mayores para dar a luz o tienen complicaciones, las matan.

Algunas mujeres lo bastantes decididas y fuertes lograron salir vivas de allí de alguna u otra forma, lastimosamente los aldeanos tienen una asquerosa costumbre, en vez de apoyarse por las pérdidas y desgracias que sufrieron, desprecian a las mujeres sobrevivientes hasta llevarlas al suicidio o destierro.

Una de ellas habiendo vivido aquello cuando le paso a su hermana y la vio acabar con su vida, decidió huir hasta donde sus pies le dejaran ir, encontró un lugar rico para cultivar, las mujeres que lograron sobrevivir al viaje con ella crearon lo que Mubduk es ahora, reciben a todo aquel que no es recibido en su región y desea sobrevivir, es un lugar lleno de Omegas mujeres y hombres, algunos dicen que habitan uno que otro Alfas y Betas, pero es un pueblo en el que los Gwu no tienen la menor idea de su existencia.

— ¿Quieres venir?

—No puedo, si los Gwu llegaron acá sé que mis hermanos estarán aquí cuanto antes

— ¿Estás seguro?

—Lo estoy, ¿Como llegaran?

—Debemos ir al puerto, tomar un bote y tener suerte

—Puedo ayudarte con eso, pero necesito ir a mi casa, lo que tengo allá nos puede facilitar las cosas

— ¿Podrás llegar y volver? —le entrego una toalla y lo miro un tanto preocupada, claro que confiaba en que si acabó con tres Gwu podría con lo que sea, pero no era invencible y esos animales podrían aprovecharse de su debilidad.

—Soy capaz de hacerlo, conozco este pueblo Kyomi así que no te preocupes solo necesito que no se desesperen, me tomara unas horas, pero llegare mucho antes del atardecer

—No sé quién está más loco, si tú que vas a enfrentarte solo a esos lunáticos o yo, que creo ciegamente de que vas a lograrlo, ¿Algo más que necesites?

—Nada más—la mujer palmeo su hombro como respuesta y salió de la habitación en la que estaban dejando a Yoongi solo con sus abundantes pensamientos.

Tenía que prepararse para dejar salir la bestia que oculto por años para poder vivir una vida normal.

Les traigo otro capitulo, espero lo disfruten.

Datazo que nadie pidió: El dichoso dialetco gliwho en realidad es quechua.

—Kim ♪