—Discúlpeme, Su Alteza—Jungkook se arrodillo ante el príncipe quien le miraba confundido ni bien llegaron a la habitación y se aseguraron de que estaban solos. —Dije que era mi esposo y que estaba embarazado para que pudiéramos estar en esta posada, dormir fuera no es una buena idea y dormir en un hotel concurrido podría exponernos, perdóneme por tomar un tema tan delicado e importante para usted para poder conseguir un lugar para dormir

—Levántate, Jungkook y creo que deberías empezar a tutearme, hemos pasado tantas cosas que parecemos más amigos que un príncipe y su guardia—Seokjin miro la habitación, aunque el lugar por fuera parecía un hostal pequeño y abandonado la habitación tenía todo lo necesario, una cama, una silla, un pequeño mueble e incluso tenía un baño. —Entiendo que lo hiciste por algo bueno, no estoy enojado contigo, puedo fingir por un día

—Pronto estaremos en el Este, lo llevaré allí sano y salvo

—Lo sé—el mayor lo ayudo a levantarse y lo observo aprovechando lo cerca que estaban, Jungkook era un Alfa llamativo, a veces parecía un niño y a veces se comportaba como el hombre valiente que era, diestro con la espada y era bueno conversando. También daba abrazos cálidos que calmaron su corazón, le miraba como si su opinión realmente le importara y aunque no le preguntaría, estaba seguro de que él lo cuidaría incluso si no fuera guardia del palacio. —Tomaré un baño, cuando termine te llamaré para que también te bañes

—Está bien, Su Al- Seokjin

—Puedes decirme Jin—Jungkook sonrió un poco e hizo una pequeña reverencia para salir de la habitación dejando a un Seokjin pensativo.

¿Estaría bien dejar que su corazón se sintiera de esa manera por él? Tal vez solo acaba de salir de un matrimonio destructible y que alguien le tratara tan bien le hacía confundirse.

Con mucha agua en su cabeza lograría acomodar sus pensamientos.

Tomo el tiempo necesario para sacar cada rastro de suciedad en su cuerpo o sangre allí, lavo su cabello sin saber cuándo sería la última vez que lo haría y cuando fue suficiente salió, justo en la cama le esperaba un cambio de ropa limpio, suponía que Alfa lo consiguió para él. Siempre vistió telas caras con colores claros o en caso de alguna fiesta tenía la ropa más encantadora del costurero famoso del Este, el costurero Kim.

Ahora vestía algo que le haría pasar como si fuera un aldeano del lugar, seco su cabello como pudo y lo dejo para que secara el resto con el viento, salió de la habitación viendo a Jungkook esperando justo al lado de la puerta.

—Puedes bañarte

—Gracias... Jin, la dueña del hostal dijo que puedes esperar la comida en la mesa o ir a la cocina, he revisado el lugar es seguro, puedes caminar por el lugar sin problemas, en pocos minutos estaré contigo

—Tú lo dijiste, es seguro así que tomate tu tiempo para bañarte

—Te hare caso—como de costumbre hizo una pequeña reverencia y entro a la habitación dejando al Omega pensativo.

¿Fue buena idea hacerse más cercanos?

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Hablar con la dueña del hostal —la cual se presentó como Moonhee— fue como volver a hablar con su madre; una charla cálida llenas de risas, anécdotas y toques cariñosos justo como cuando su madre estaba viva, la misma que sacaba tiempo para pasarlo con él aun cuando estaba enferma, triste o tenía que cuidar de un pequeño Jimin demandante.

Incluso le ayudo a preparar parte de lo que comerían, le costó convencerla, pero logro al menos cocinar algo antes de ser enviado a por su "esposo" ya que faltaba poco para que comieran.

Al llegar a la habitación toco para poder entrar, pero al no recibir respuesta tras tocar varias veces decidió abrir la puerta esperando que todo estuviera bien, pero solo encontró la ropa de Jungkook estaba en el suelo justo al lado de la cama.

Aquella acción le hizo reír bajito, le recordaba a su pequeño hermano. Siempre dejaba la ropa tirada en el piso antes de irse a bañar y aunque con los años sus costumbres cambiaron siempre que estaban juntos dejaba la ropa en el suelo, tal vez ninguno de los dos quería dejar ir esos tipos de recueros.

La recogió para dejarla en la cama cuando la puerta del baño se abrió y Seokjin se quedó estático al ver a Jungkook.

Su cabello estaba mojado cayendo por su cuerpo igual de mojado, estaba desnudo y en su pecho se podían ver algunas cicatrices de viejas peleas y dos tatuajes que pudo ver, pero eso no era la relevante, el Alfa estaba desnudo y estaba bien dotado. Al por fin verse a los ojos Seokjin pudo ver las orejas rojas de Jungkook de la pura vergüenza y este trataba de cubrirse como podía.

El Omega al fin se volteo también sintiendo su rostro acalorado, tenía tiempo que no veía el cuerpo desnudo de alguien y más de un Alfa con un buen cuerpo, quería poder decir que no le causo nada, pero estaría mintiendo.

— ¡Lo siento mucho, Jungkook! Llame a la puerta, pero no contestaste

—Entiendo, perdóname por salir de esta forma deje todo afuera y luego de que me bañé me di cuenta

—Moonhee dijo que la comida esta casi lista

— ¿Moonhee?

—La dueña del hostal

El Omega miro la ropa que estaba en sus manos, debía de devolvérsela para que este se cambiara, pero decidió hacerle caso al menos una vez a su lobo travieso y no al príncipe responsable que era.

— ¿Seokjin? Necesito mi ropa—le recordó Jungkook y olvidándose de la vergüenza respiro hondo caminado un poco lejos del Alfa para voltearse. — ¿Me la das?

—Quítamela

— ¿Que te qué? —pregunto dudoso.

—Quítame la ropa

Jungkook era un Alfa relativamente joven y muy liberal, si deseaba meterse con alguien lo hacía y no era tan vergonzoso como lo estaba siendo en aquel momento, sus orejas casi parecían estallar de la vergüenza y de haber imaginado que en vez de quitarle la ropa que tenía en sus manos tenía que quitarle la que traía puesta las orejas de su lobo se dispararon.

—Seokjin, creo que viste que estoy desnudo, dame mi ropa—deseaba razonar con él, porque, aunque este fue quien le dijo que empezaran a tratarse como conocidos no estaba seguro si mostrarle como era en realidad.

—Ya te dije, quítamela—Seokjin se subió a la silla que estaba en la habitación para parecer más grande y Jungkook supo que razonar no era una opción en este momento, tomo la sabana que reposaba en la cama y cubrió su desnudez con ella.

—Como quieras—como si fueran los amigos más íntimos o la pareja con más tiempo tomo de la cintura del mayor y lo cargo lejos de allí apresándolo a su cuerpo. —Te atrapé, dame mi ropa

—No quiero, oblígame

—Eres como un niño, el que tiene que actuar así soy yo

—No me importa—le saco la lengua y Jungkook no pudo evitar sonreír, ignorando la situación en la que estaban se alegró de que Seokjin pudiese actuar libremente como quería, que jugara, que se comportara como un niño sin miedo de que alguien le dijera algo.

—Muy bien, bebé Jin basta de juegos—camino hasta la cama y lo dejo caer allí apresándolo contra ella. —Dame mi ropa, esto de andar desnudo no es mi pasatiempo

—Podría serlo, yo te apoyo

—Que graciosito—aprovechando su fuerza le quito al fin la ropa antes de que el Omega pudiese pensar en que más hacer para retener su ropa. —Así que también tienes un lado travieso

— ¿Pensabas que por ser viejo seria aburrido?

— ¿Crees que por tener 32 eres viejo? Si todos los viejos se vieran de la forma en que te ves con 32, el mundo fuera diferente

Jungkook sabía que se estaba lanzando al abismo con ello, pero nada era tan bueno como apreciar las mejillas de Seokjin calentarse desde donde estaba.

Ambos se sumieron en un cómodo silencio mientras se miraban, admirando la belleza del contrario y queriendo olvidarse de los demás, pero los suaves golpes en la puerta los devolvió a ambos a su realidad. Jungkook se alejó del mayor y le extendió la mano para ayudarlo, cuando el mayor estuvo de pie no quiso soltar la mano del Alfa, esperando que el tiempo se detuviera para siempre en ese momento.

—La comida se enfría, bajen a comer

—Ya bajamos—respondió Jungkook mirando fijamente a aquellos ojos que parecían decirle algo, pero que decidió quedárselo ya que soltó su mano, susurro una disculpa y salió de la habitación mientras se cuestionaba porque actuó de esa manera, como si aquel Alfa fuera más que su guardia y protector.

Debía conocer su lugar y su destino, aunque ahora era libre de su abusivo exesposo eso no significaba que ya podía libremente soñar de que sus responsabilidades reales desaparecieron al divorciarse.

Seguía siendo el hijo del Rey del Este y no podía soñar con algo diferente a eso.

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La comida fue deliciosa y el té después de eso también lo fue, la señora del lugar se dedicó en sacarle buena conversación hasta que el señor decidió también hablar.

— ¿Se dirigen hacia el Este?

—Así es, ambos nacimos allá y queremos que nuestro hijo nazca en el mismo lugar—Jungkook se adelantó en responder. — ¿Hay alguna buena ruta que conozca? Quiero llevar a mi esposo e hijo por donde haya menos peligro

—El mejor camino es desde este pueblo, no hay forasteros peligrosos ni usureros, pero... —ambos señores se miraron, uno más preocupado que el otro. —Hemos escuchado que Tongwu está devuelta

— ¿Tongwu? —pregunto Seokjin notando un semblante diferente en Jungkook, ¿Era algo malo?

—Tongwu es la desgracia más abominable de estas tierras—respondió la señora claramente preocupada. —Cada cierto tiempo invadían uno de los reinos para tomar todo lo que querían sin importar si fuera comida, animales o personas, masacraban a todo un pueblo con las peores muertes posibles, violaban mujeres y hombres, a las personas que no mataban las llevaban a su tribu y se dice que se alimentan de ellos, nadie que haya topado esas tierras logro regresar con vida o con cordura, dicen que se ven cosas horrorosas

Casi por impulso Seokjin toco su vientre como si hubiese vida allí, preocupado por el futuro cosa que a la señora le pareció triste.

—No te preocupes, tú y tu bebé estarán bien, los reyes hicieron un tratado con su jefe de que no volvería a topar estas tierras, solo que luego de los años y el cambio de mentalidad de los reyes el tratado dejo de tener importancia

—He escuchado que el característico olor nauseabundo de los Gwu fue percibido a las orillas del río que nos divide con ellos, aun no se ha visto a ninguno y ese río ya fue reforzado por el ejército, antes de que lleguen serán detenidos por ellos

Jungkook lo dudaba, la razón por la que los Gwu dejaron de atacar fue por el tratado que hicieron con el clan que perteneció con sus hermanos, supo que al acabar con ellos el tratado también acabaría, pero raramente estos prefirieron quedarse en su lugar, suponía que ya era momento para que estos al fin salieran de sus escondites.

Debía de llevar al príncipe al palacio cuanto antes y avisarle a su hermano lo que estaba pasando.

—Si quieren pueden ir al jardín, estos temas no son buenos para el embarazo así que vayan y disfruten, hemos mantenido el lugar en muy buen estado así que vayan

El Alfa fue el primero en levantarse y ayudo al mayor para luego irse juntos hacia el jardín el cual estaba lleno de flores tan vivas que le hubiese encantado poder apreciarlas, pero ahora con lo que sabía de los Gwu no podía estar tranquilo, presentía que ni siquiera en la protección del palacio estarían bien si aquello no se controlaba a tiempo.

— ¿Que te tiene así, Seokjin? Dudo que las flores sean tan feas como para que las mires de esa forma—las mejillas del Omega se calentaron de la vergüenza, últimamente era un libro abierto para el Alfa.

—Solo tengo miedo, me acabo de liberar de mi tormento, pero siento que aún no acaba, tengo mucho miedo de salir de aquí y volver al Este

—Te prometo que no importa lo que pase, te llevare allá sano y salvo y si no es seguro, te sacare de allí, aunque mi vida dependa de ello, sea o no mi misión, voy a cuidarte

Ambos quedaron en silencio prometiéndose hasta la vida a través de sus ojos suplicantes.

Esperaba equivocarse.

Aquella noche descansaron cuanto pudieron y al despertar decidieron ignorar lo cómodo que se sintió dormir uno al lado del otro al igual que como sus cuerpos se buscaron en medio de la noche. Se despidieron de aquellos viejos dueños de la cálida posada y partieron sin saber que les esperaría de regreso.  

Espero que estén bien y que disfruten el capítulo, pronto sabremos que ha sido del menor de los Kim.

—Kim ♪