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—Este no es el verdadero papel, ¿Cierto? —pregunto Namjoon luego de unos minutos de puro silencio.

—Somos profesionales, Dragon, Camaleón transcribió lo que vio

—Entiendo

—Se que tú puedes contra esto, pero sabes como son, son vengativos y psicópatas, si no te pueden matar, te harán sufrir hasta que quieras morir, ni siquiera tengo que decírtelo, tu al igual que yo viviste eso y te la tienen jurada

—No lo culpo, asesiné a su padre y él lo vio, claro que me la tiene jurada, pero los culpables de la muerte de mis padres fue esa maldita organización, violaron a una Omega tan pura como mi madre solo porque querían una descendencia fuerte como lo eran mis hermanos y yo, no les importo saber que los Omegas marcados no soportan ser tocados por alguien que no sea su Alfa, mi madre murió por su culpa y luego colgaron a mi padre por no ser capaz de tener a alguien mas

—Eran obvias tus razones para matarlos

—No creas que mi padre no se merecía eso, él fue el causante de lo que soy y fue demasiado tarde para poder arrepentirse, él quiso que yo siguiera su legado y no le fue suficiente el hacer que entrenara como un animal ni bien dejé de depender de mi madre, y también hizo lo mismo con mis hermanos, cuando vi que estaban dispuestos hacerle lo mismo a Arpía decidí que era momento de acabar con ellos y lo repetiría miles de veces, si tengo que volverlo a hacerlo lo haré, sé que Arpía y Escorpión también pueden hacerlo, no mintieron cuando dijeron que éramos una generación fuerte

—Vendrán por nosotros, por todos los que participaron en el exterminio

—Sabíamos que esto pasaría, si no fuera el hijo de León, seria cualquier otro seguidor, ¿Todos están informados?

—Eran ustedes los que faltaban, cuando supe que estabas aquí te mandé a Reing, ahora tu y tus hermanos deben de pasar desapercibidos y si es posible, salir del país, Hormiga y Elefante ya lo hicieron, pero están atentos, sabemos que pueden llegar a cualquier parte del mundo

—Eso no será posible, yo estoy cuidando del príncipe del Este al igual que Escorpión y no sé si Arpía quiera irse

—Nadie quiere, pero tenemos que—Namjoon lo sabía, pero no podía simplemente llevarse a Jimin con él, seria despojarlo de su herencia o de su estilo de vida huyendo en cada momento sin un lugar de pertenencia y sabía que si le decía al Omega este no dudaría en aceptar.

— ¿Tu familia?

—Están bien

La poca información compartida era el remedio perfecto para mantenerse a salvo, no necesitaba saber dónde estaba su familia y él no necesitaba saber que el príncipe no solo era su misión, sino que también era su pareja, mientras menos sabían de la vida del contrario mejor.

— ¿Como te comunicas con Camaleón?

— ¿Por qué tardaron tanto en mencionarme? Iba a aburrirme por esperar en aparecer—el Alfa volteo a ver al dichoso Camaleón y no se sorprendió, nadie podía detectarlo excepto quien le entreno y este fue asesinado en el exterminio.

—Te extrañe, Nam—Namjoon esquivo el abrazo de aquel Omega quien puchereo al no obtener lo que quería.

—Pero abrazaste a Fénix

—Fénix no quiere que le haga cachorros como tú, no has cambiado en décadas

—Solo tengo 29 no es nada del otro mundo, pero tú, Dragon los 32 te caen más que bien—las provocaciones del Omega no eran alguno nuevo, tuvieron algo siendo adolescentes que fue más diversión que un compromiso, pero mucho antes del exterminio cada quien tomo su camino. — ¿En qué te ayudo? Se que no me llamarías si no fuera para algo importante

—Avisa a Escorpión y a Arpía, eres más rápido que Fénix y mucho más sigiloso que nosotros dos, avísales, pero ten cuidado, si nos advirtieron quieren decir que están buscándonos hasta por debajo de la tierra

—Despreocúpate, con los años mejore mi técnica del disfraz, pero los dejo, si quiero llegar hoy al Norte debo irme—con rapidez el Omega dejo un rápido beso en su mejilla y huyo antes de que Namjoon lo desapareciera del planeta con un solo movimiento.

— ¡Nos vemos!

El Alfa tan solo suspiro, ahora debía de evitar que Jimin se casara y de huir de Lycoris.

—Debo irme, pero antes, ¿Sabes si un sacerdote encargado en bendecir uniones está aquí?

— ¿Vas a casarte? Bueno no importa—el Alfa a su lado hizo un ademan para restarle importancia. —Escuche que esta en el hotel a 5 cuadras del mercado

—Perfecto, mantente con vida Fénix y gracias por el aviso

—Para eso estamos y quiero que recuerdes algo, Namjoon—el Alfa miro a su amigo esperando todo menos aquellas palabras. —Todos, incluso Colibrí, estamos agradecidos de que empezaras el exterminio porque todos queríamos paz, pero no sabíamos cómo hacerlo, nada de lo que pase ahora es tu culpa y todos decidimos por cuenta propia ser parte, gracias y mantente a salvo, nos desharemos de esos maniáticos como lo hicimos hace décadas

Namjoon salió de allí con el rostro cubierto y volvió a mezclarse con el tumulto de personas sintiendo su corazón más liviano. Lo último que recordaba de Colibrí antes de separarse fue su constante deseo de ser libre y conocer un Alfa que le diera los hijos que tanto quería, lo pudo conseguir, pero todos olvidaron que la sed de venganza es aún peor que cualquier otra adicción. Gracias a Fénix pudo recordar que, aunque el exterminio empezó por sus propias razones, todos los que participaron no fueron obligados y deseaban ser igual libres.

Tal como Fénix dijo y según las personas que hablaban lo suficientemente alto para que todos lo supieran, el sacerdote a cargo de la unión del príncipe del Este y del Sur estaba hospedándose en aquel hotel a cuadras de distancia del mercado. Lo cual no terminaba de entender, si su trabajo era bendecir la unión real debía de alojarse en el Palacio.

Necesitaba confirmar sus sospechas, porque creía saber que estaba pasando.

Con cautela se metió en el callejón sin salida a dos tiendas del hotel y se trepo con ayuda de algunas grietas en las paredes hasta el techo donde sería más fácil saber dónde estaba el sacerdote. Paso de techo en techo hasta llegar al del hotel y sintió un olor característico que puso sus instintos en alerta.

Con su presencia y olor casi nulos se mantuvo cerca, justo donde sus oídos desarrollados podían escuchar con claridad lo que estaban hablando en la habitación a 3 ventanas de distancia de donde estaba.

— ¿No crees que es demasiado evidente estar en un hotel cuando mi destino es el palacio?

—Yo no puedo entrar en el palacio, no sabemos quién está ahí, aun necesitamos estar en las tinieblas

—No fue muy oculto el masacrar a la familia de ese traidor

— ¿Cuestionas las decisiones de León?

—Lo que no entiendo es el afán de ir detrás de Dragon, incluso pudo asesinar al antiguo rey de la Selva, ¿Cuál es la diferencia ahora?

—Este nuevo Rey de la selva es aún más fuerte que antes, hizo cada una de las misiones que Dragon hizo en menos tiempo y entrena cada día, no hay ninguno de los maestros que pueda vencerle

—Espero que no choquen con una pared de concreto cuando vean la realidad

— ¿De qué hablas?

—No me hagas caso—susurro como si se hubiese cansado de hacerles ver la realidad. — ¿Tan necesario es esta unión entre el Este y el Sur?

—León le prometió tanto al rey del Sur como a esos guardias que lo transportan que serían exentos de lo que viene y sin los príncipes en el Este será más fácil invadir el palacio y conseguir la reliquia que posee el rey, solo tienes que unirlos y podrás irte lejos de aquí

—Eso espero, ¿Eso es todo?

Namjoon bajo del techo segundos después y espero en las sombras del hotel hasta que ambos salieron de allí, cada quien tomo un camino. El Alfa de piel bronceada se desvió por otra calle como si conociera el lugar para poder emboscar al supuesto sacerdote.

La tela que cubría su cara le daba un aspecto oscuro y tenebroso, el que necesitaba para poder intimidar a su víctima la cual no fue necesario, aquella persona lo estaba esperando como si ya supiera que iría tras él.

—Asi que eras tu el que estaba escuchando—preguntó manteniendo su distancia.

— ¿Fui tan evidente?

—Entrene junto a ti, tuve que esforzarme para poder notarte, eres aún más fuerte que antes

— ¿A eso te referías con la pared de concreto?

—A ellos se les olvida que tu sabias que esto podría pasar, te creen tan estúpido como para vivir la vida de granjero dejando de lado lo que aprendiste, pero esa será una ventaja

—Pareces estar del lado de los traidores—estaba tratando de tentar el terreno, tener un aliado de bando enemigo nunca estaba de más.

—Estoy del lado de lo que para mí es correcto, antes fue correcto ser un asesino y entrenar hasta ser el mejor, ahora que no tengo nada por el que pelear solo quiero descansar

— ¿Unirás a los príncipes?

— ¿Encontraste algo más por el que seguir, Dragon?

Namjoon no tenía por qué confirmarlo, el simple hecho de que se interesara en los príncipes lo confirmaba, aunque podría esconderse detrás de su posición de jefe de la guardia imperial, ya negó en su interior al Omega tanto como pudo, era más que suficiente.

—Te hare el favor, pero tú tienes que devolvérmelo

— ¿Que hago por ti?

Al salir de allí se encamino hacia el palacio con discreción mientras pensaba en lo rápido que su vida cambiaría desde que salieran del Sur, el miedo de perder a quienes amaba seria parte de si ahora y dar su vida por ellos también.

Haría lo que tuviera que hacer para cuidar a quienes quería.


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Jimin suspiro por quinta vez al verse al espejo, estaba deslumbrante, pero solo quería echarse a llorar. La noche cayó con rapidez y aun no sabía del paradero del Alfa, confiaba en él, pero si llegaba tarde no habría vuelta atrás.

Las doncellas terminaron por fin con los adornos de su cabello y sin decir nada se retiraron, era claro el desánimo del Omega y no había nada que ellas pudiesen hacer para que fuera feliz en su gran día.

Deseaba casarse, pero no con ese Alfa.

La puerta se abrió de pronto y su lobo esperaba que fuera Namjoon, pero para su desgracia era aquel príncipe de aquella región, le miraba triunfante como si ya hubiese logrado lo que tanto quería.

—Tanto peleaste para nada, en pocos minutos vamos a unirnos y, aunque regreses al Este, adelantaré la boda para tenerte conmigo, disfrutaré tenerte en mi poder y aún más hacer tantos cachorros como podamos

— ¿Terminaste?

— ¿Dónde está el Alfa que usas para protegerte? ¿Se canso de ti? —tenía una sonrisa ganadora, como si burlarse del Omega fuese lo más interesante en ese lugar. — No lo he visto en todo el día, pero no lo culpo, eres alguien reemplazable y sé que cuando te use tendré que recurrir a alguien más, pero no te preocupes, tendrás un ala del palacio para ti solo donde cuidaras de mis hijos y te quedaras allí hasta que yo lo diga

Jimin no pudo evitar sentir sus ojos llenarse de lágrimas al imaginarse aquella tortura.

—Te ves tan patético—Kyungja se acercó lo suficiente para tomar su barbilla y levantar su mirada, viendo sus ojos rojos, lágrimas en sus mejillas y odio puro en su mirada. —Tan patético como el Omega que eres, tan rápido como te lo imagines vendrás a arrastrándote a mi

—Prefiero morir antes de hacerlo, suéltame imbécil

—Si quieres yo te hago el favor, pero antes te hare mío tantas veces que te olvidaras hasta de quién eres

—Moriré antes de que eso pasé, ya te dije que me soltaras

— ¿Que harás si no lo hago?

—Yo-

—El príncipe Jimin le ha dicho que lo suelte, creo que fue claro en ello

Kyungja vio claramente como los ojos del Omega se iluminaban tan solo pro escuchar la voz de aquel guardia y su interior se llenó de furia apretando la mandíbula de Jimin quien chillo bajo por la sorpresa.

— ¿Como te atreves a decirme que hacer?

—Príncipe Lee Kyungja, no crea que por ser un príncipe está exento de pagar por sus pecados, así que como le dijo el príncipe Park, quien tiene el mismo o aún más poder que usted, suéltelo

— ¿Si no qué?

—Me vendré obligado a intervenir y nadie quiere eso

Eso no era más que una vil mentira, quería tener la oportunidad de partirle la cara en ese momento, pero siguió fingiendo tranquilidad.

Kyungja estaba molesto, su mano en la mandíbula del Omega no aflojaba el agarre y sus ojos tenían destellos dorados, algo característico en los Alfas cuando estaban molestos, quería poder atravesar a ese guardia con su propia espada.

—Creo que somos personas civilizadas y usted es un educado príncipe, suelte al príncipe Park y retírese, las normas en los compromisos es que las parejas no pueden verse hasta llegar a la unión, si no su matrimonio estará destinado a la desgracia, no quiere eso ¿Verdad?

Al príncipe del Sur no le importaba si su matrimonio se terminaba, solo quería tener al Omega en su poder, pero luego de unos segundos soltó al ojiazul con brusquedad.

—Me desquitare de esto, más rápido de lo que te imaginas—Kyungja paso por su lado queriendo retarlo con la mirada, pero, aunque Namjoon parecía pacifico, sus ojos estaban del rojo más intensos que había visto en su vida y su lobo tembló en su interior huyendo de allí más rápido de lo que esperaba.

Namjoon se controló como pudo de no lanzarse y golpearlo hasta que no pudiese volver a intimidar a un Omega nuevamente, cuando este salió se acercó hasta donde estaba Jimin y tomo su rostro con suavidad aun sintiendo la furia carcomiendo su interior, ¿Como se atrevía a tocar a su Omega?

—Perdón por tardar—susurro raramente avergonzado y triste por no evitarle aquello, pero el menor estaba observando curioso los ojos del Alfa quienes seguían rojos. — ¿Qué pasa? ¿Estás bien?

—Tus ojos... aún siguen rojos—Namjoon frunció el ceño y volteo justo donde recordaba que había un espejo notando que sus ojos lentamente bajaban la intensidad. — ¿Es por qué estabas enojado?

—Puedo estar enojado sin que mis ojos se cambien de color, estaba lleno de furia, el enojo se puede ir fácilmente, pero la furia es aún más fuerte, ¿Seguro que estás bien? ¿No te hizo nada más?

—Me hace feliz que te preocupes por mí, pero estoy bien, el imbécil de Kyungja no hizo nada más que eso—Jimin aprovecho su cercanía y unió sus narices en un beso esquimal que hizo a sus lobos aullar de felicidad, al separarse los ojos del Alfa estaban en su color habitual. —Desearía que fueras tu quien me espere en el altar

—Estaré ahí, ¿Aun confías en mí?

—Con los ojos cerrados

—Todo saldrá bien, en la noche estaremos camino al Este—Jimin asintió confiando en que aquella promesa se haría realidad y aunque quisieran quedarse así tuvo que alejarse antes de que las doncellas entraran por los retoques finales y dejarle saber que ya era hora.

Jimin nunca fue a la guerra, pero mientras caminaba hacia donde seria su unión sentía que estaba de camino a una, una a ciegas por que claramente confiaba en aquel Alfa que por fin aceptaba lo que pasaba entre en ellos, pero su mente necesitaba saber que debía hacer para escapar de allí.

Su lobo estaba inquieto por ello, pero la compañía de su guardia hacía que se mantuviera en su lugar. El pelinegro lo miro de reojo, mantenía su mirada seria hacia el frente como si siempre estuviese listo para lo que fuera. Quiso imaginarse que iba a unirse con él, quiso hacerlo, pero la fría realidad le golpeo en la cara cuando vio al príncipe del Sur esperando por su llegada.

Llevaba el mismo color de sus vestimentas y su sonrisa triunfante le daban ganas de vomitar más no lo hizo, camino con la seguridad que no tenía y fingió que no le afecto cuando Namjoon se fue de su lado y fue con los demás guardias. Al llegar a su lado tomo distancia recibiendo una pequeña risa burlona de Kyungja.

—No te alejes tanto, esposo

—Cállate—gruño bajo y le sonrió al Rey quien se acercaba a ellos para dar un sermón antes de que quien iba unirlos hiciera acto de presencia, según pudo escuchar tenía pocas horas en el palacio.

—Que honor y felicidad me da el poder ver a mi heredero junto con el hijo de mi gran amigo el Rey del Este —Jimin nunca escuchó tantas mentiras juntas como en ese momento. —Hoy presenciaremos la unión de esta gran pareja, una unión que preservara ambas regiones y guiará a este pueblo con amor y justicia cuando sea el tiempo del reinado de mi hijo, ahora el sacerdote hará los honores

El dichoso sacerdote hizo su entrada, esperaba que fuese un viejo con cara molesta o un hombre adulto serio, pero parecía de la edad de su hermano o hasta más joven, algo en sus ojos que no pudo identificar le llamo la atención por pocos segundos.

—Hoy no se unirán dos personas, dos almas que anhelaron este momento desde el día en que fueron creadas, están mirándose a los ojos y saben que es cierto—Jimin quiso llorar por que no estaba mirando a Kyungja si no a Namjoon quien estaba detrás suyo, junto con los demás guardias asegurándose de que todo saliera bien. —La Diosa Luna ha aprobado este momento, esta sagrada unión, beban de esta copa, contiene el vino que ella ha bendecido para su eterno amor

El Omega observo como primero el príncipe Kyungja bebía de ella con gusto y luego se la extendió para que también lo hiciera, el pelinegro la tomo con las manos temblorosas haciendo que el líquido hiciera pequeñas hondas, sus ojos se llenaron de lágrimas mientras acercaba la copa a sus labios y cerró los ojos para darle un trago, pero ese momento nunca llego.

La copa cayó a sus pies por un fuerte golpe y Jimin apenas parpadeo cuando Namjoon llegó a su lado y el príncipe del Sur estaba siendo sostenido por su padre en el suelo con sangre brotando por su boca. En un instante el lugar cubierto de gozo se convirtió en una pesadilla llena de gritos, pero sus oídos parecían tapados, sus ojos estaban desorientados y apenas podía ver algo a la vez, escuchaba a lo lejos al Rey gritando por ayuda y para que reaccionara, pero parecía que estuviese al otro extremo del lugar.

Jimin no reacciono incluso cuando el charco de sangre rodo hasta sus pies, pero esta vez no era del príncipe, en su estado ido logró ver en frente suyo al sacerdote inerte con una clara y gran herida en su pecho hecha por una espada. Supo que se estaba alejando de allí cuando sintió las pesadas y húmedas manos del Alfa en el que confiaba.

¿Húmedas?

En medio de su retirada a quien sabe dónde Jimin bajo la mirada hacia las manos del fuerte guardia notando la sangre manchando sus manos y telas de sus brazos, al estar pendiente a ello tropezó casi cayendo de rodillas, pero los fuertes brazos del Alfa lo sostuvieron hasta donde estaban los demás guardias.

Les grito una orden e iba irse por donde vino, pero las manos temblorosas del príncipe tomaron la tela manchada de su brazo y Namjoon se detuvo a ver los ojos cubiertos de lágrimas de su Omega.

—Regresa

El Alfa asintió asegurándole que lo haría y tomó su mano para que soltara su ropa, pero su agarre era firme, volvió a mirarlo y sus ojos ya no eran solo tristes, había clara firmeza en ellos como si le estuviera ordenando que debía de regresar con vida.

—Tienes que

Namjoon se lo prometió con la mirada y quiso besar su frente para calmarlo, pero solo pudo dejar una corta caricia en su mano antes de alejarla de su cuerpo y ordeno a un tercio de ellos que fueran con él a acabar con la amenaza.

—Su Alteza por aquí—el ojiazul estaba actuando en automático, en su vida nunca vivió cosas como esa y la primera vez que corrió peligro su hermano estaba al lado suyo y con su atrayente olor lo pudo calmar, ahora estaba ahí con su lobo alerta y asustado aullando bajo esperando que su Alfa regresara como le ordenó.

Su camino fue obstruido por unos enmascarados quienes estaban listos para pelear, al igual que sus guardias lo estaban y lograron ser la distracción necesaria mientras Wonho, Seunhun y el príncipe seguían su camino hasta los aposentos de este para protegerlo desde allí, pero fueron detenidos nuevamente.

Wonho y Jimin quedaron quietos en su lugar, podían mentir diciendo que no se lo esperaban, llegaron a dudar varias veces, pero ver la realidad era peor. El Alfa saco su espada listo para pelear y dejo al príncipe detrás suyo sintiendo su corazón latir con fuerza contra su pecho mientras empuñaba su espada contra Hyunjin, el mismo con el que peleó hombro con hombro en la guerra y diferentes misiones, el mismo que le insistió para entrar a la guardia imperial, su buen amigo Hyunjin estaba allí mirándolo como si fuera su enemigo y quiso preguntar, quería preguntarle el por qué, pero ahora lo estaba mirando como su rival y no como el amigo que tal vez fingió ser.

—No hagas esto más difícil, Wonho entrégame al príncipe—Hyunjin confiado dio un paso pensando que su amigo bajaría la guardia, más su posición de pelea no se inmuto.

— ¿Por qué lo hiciste? Estaba rezando para que no fuera verdad, te dejaste envenenar tan fácil

—Suenas como un niño, no quiero matarte le prometí a tu madre en su lecho que te cuidaría

—Ya no debes de tener esa promesa en tus hombros, desde aquí solo somos desconocidos porque preferiste darle la espalda a tu familia que dejar lo que sea que te ofrecieron—Wonho le hizo señas al príncipe sin que Hyunjin viera para que retrocediera un poco. —Pelea, traidor

—Como quieras, lo haré rápido para que no lo sientas, me saludas a tu madre —el sonido chirriante de las espaldas de aquellos Alfas asustó aún más al Omega, pero no era momento de hacerse bolita y llorar, retrocedió cuando Hyunjin golpeo la espada de Wonho haciéndolo también retroceder y quejarse. No debía ser adivino para saber que estaban en desventaja, Wonho no era débil ni malo en combate, pero su enemigo era despiadado y no le importaba matarlo mientras que su contrincante, aunque lo declaro como el traidor que era, su corazón seguía viéndolo como su hermano.

Jimin estaba buscando que tomar para ayudar al Alfa cuando unos brazos lo rodearon alzándolo lejos del suelo y causando un chillido de puro miedo, quien sea que fuese no era amigo ni conocido, aquel chillido desconcentro a ambos Alfas, pero Hyunjin aprovecho aquel momento y dio un rápido corte en el abdomen de quien antes era su gran amigo, antes de que reaccionará dejo varios cortes en sus brazos y piernas dejándolo de rodillas mientras sus heridas sangraban a montones.

El príncipe se retorció en los brazos de quien sea que lo estaba apresando y uso uñas y dientes para herirlo, nada parecía inmutarlo más bien apretaba aún más sus brazos, en su desespero tomo una de las horquillas que llevaba puesta y la clavo repetidas veces en su brazo hasta que logro soltarse de su agarre. La adrenalina que cubría sus sentidos no lo dejo detenerse a pensar en lo que hizo, solo corrió lejos de allí, sabía que si se quedaba con Wonho ambos iban a morir y el Alfa tenía más posibilidades de sobrevivir si no se preocupaba por su enemigo y por cuidarlo a la vez.

No sabía hacia donde correr, su habitación era una clara trampa, tanto los guardias del príncipe como los suyos podían encontrarlo allí así que dejo que su lobo le guiara, su nariz estaba inundada de miedo, dolor y sangre, pero debía mantenerse con vida y su lobo lo sabía. Corrió por el jardín tropezando y lastimando sus pies, incluso cayó en el barro y se convirtió en todo menos en el príncipe pulcro que era, más no dejo de correr.

Como pudo se arrastró hasta una casucha donde estaban los animales y se escondió allí cubriendo su olor con el de los animales y el lugar donde habitaban, afuera se escuchaban gritos y disturbios, un caos que nunca vivió. Jimin se sintió superado y lloro en silencio siendo consolado por los cerdos que se recostaron cerca suyo y los patos que dejaron de graznar como si quisieran calmarlo y el Omega solo pudo gimotear bajo sin consuelo pidieron a gritos en su mente por que tanto su Alfa como Wonho salieran vivos de allí. 










¡Nuevo capitulo para ustedes! Amo leer sus comentarios ❤️

—Kim ♪

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