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✘ 08 ✘

Al día siguiente todos se prepararon para cualquier plan de escape que el príncipe quisiese realizar, no dudaban de que este podía hacerlo, luego de quejarse todo el camino de que no quería casarse y mucho menos con su futuro prometido era más que posible.

Pero ni siquiera Namjoon se imaginó que el príncipe Jimin —el mismo Omega quejica, dramático e infantil— estuviese ya listo para partir con su semblante serio y vestimentas impecables.

Llevaba el cabello suelto con una que otra decoración en su cabello, pendientes y el norigae que había conseguido en el festival de los pueblos pasados.

Era tan hermoso que hasta las sombras lo estaban apreciando.

Namjoon solo se inclinó cómo saludo y lo ayudo a subirse al caballo, sería la primera vez que un novio llegaría al castillo de su prometido sin carruaje ni sirvientes, pero combinaba con el Omega, cosas completamente inusuales y poco tradicionales.

Luego de que todos estuvieran listos emprendieron camino hacia el castillo siendo observados por los curiosos aldeanos, conocían la noticia, pero esperaban una gran fiesta por el compromiso de su príncipe y próximo rey, aquello parecía más un funeral que un compromiso matrimonial.

El camino fue tan corto que el Omega se había perdido tanto en sus pensamientos que no se había dado cuenta que ya estaban en la entrada del castillo, esperando que los dejarán entrar.

Aun cuando se mantenía sereno todos sus sentidos estaban a flor de piel y el olor del Alfa logro que no entrara en pánico de camino hacia el palacio, pero ahora solo parecía que iba a tener un ataque en cualquier momento.

—¡Denle la bienvenida al príncipe Park Jimin, de la dinastía Park del Este!

Las grandes puertas se abrieron y aunque afuera parecía un funeral, dentro había una gran fiesta, con bailes, tambores, listones, danzarines y muchos sirvientes esperando su llegada.

Jimin solo quería salir corriendo y rompiendo su semblante inquebrantable apretó la ropa de Namjoon que su puño podía sostenerse, la apretó con la poca fuerza que tenía para evitar huir de allí.

El Alfa sentía como su pecho dolía, pero como única forma para ayudarlo dejo que su olor calmara sus nervios relajando apenas un poco el agarre en su ropa o eso fue hasta que llegaron dónde estaba el rey esperando junto con el príncipe heredero.

Namjoon observo desde donde estaba al príncipe del Sur y quiso gruñir, sus ojos no dejaban de devorar al Omega y solo había confirmado todo lo que el pequeño ojiazul le dijo antes, aquel Alfa era un pervertido que solo quería tenerlo como proveedor de bebés.

—Es tiempo, Su Alteza—sin usar fuerza soltó el agarre del Omega de su ropa y bajo del caballo para alzar sus brazos esperando que el príncipe lo dejara ayudarlo.

Jimin lo miro asustado solo queriendo tomar las riendas y huir de allí, estuvo así minutos eternos, pero con lentitud se dejó ayudar hasta tener los pies en el suelo.

—Mis cordiales bienvenida, Príncipe Park

El mencionado hizo una pequeña reverencia y evitó mirar a su prometido, su futuro prometido que parecía morir de ganas por estar a solas con él.

—Estamos tan agradecidos de tenerlo con nosotros y pronto unir nuestras familias para siempre—el rey era el único que hablaba, mientras Jimin mantenía su mirada fija hacia la nada justo en el medio de aquellos dos hombres. —Hemos preparado una fiesta de bienvenida para ustedes

—Mis disculpas Su Majestad, he tenido horas de viaje y estoy exhausto, ¿Es posible tener esa fiesta tan especial mañana?

—Claro que sí, Alteza debí imaginarlo, sus doncellas le guiarán hacia su habitación y también guiarán a los guardias responsables de su llegada a sus respectivas habitaciones, lo que necesité pídaselos y ella se lo conseguirán

¿Incluso el fin de ese compromiso?

—Gracias, Su Majestad

Este iba a hacer una reverencia de pura educación cuando el príncipe se acercó rápidamente y rodeo su cuerpo con uno de sus brazos evitando de que se inclinara.

—No debes de inclinarte, eres ya como de la familia

El Omega quería patearlo lejos, pero solo se alejó tratando de no ser tan brusco y este sonrió encantado, siempre le había llamado la atención aquella actitud de príncipe caprichoso que hacia lo que quería, estaba ansioso por doblegarlo y dejarlo bajo su poder.

Estaba entusiasmado de consumir aquel matrimonio y tocar aquella piel tersa que la ropa dejaba ver, ya se estaba saboreando los labios de solo pensar.

Y era tan evidente que Namjoon sentía que su cabeza iba a explotar. Se preparó mentalmente desde que pasaron aquella peligrosa línea de que esté se comprometería y se casaría, pero nada lo preparo para las feromonas de miedo del Omega y su posición de defensa, como si estuviese en una guerra.

El Alfa se forzó a hacerse de ojos ciegos y oídos sordos, no debía de meterse allí, se lo dijo a Jungkook y tenía que hacerle entender a su corazón también.

Perdió de vista al Omega al tener las habitaciones en diferentes direcciones y desde allí se prometió no preocuparse más por aquel príncipe. No podía.


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Jimin se refugió en su habitación y mando lejos aquellas doncellas que no tenían la culpa de su rechazo, pero no quería relacionarse con nadie del Sur, solo quería huir, llorar y correr a los brazos cálidos de aquel tonto Alfa.

Quería culparlo por no ser valiente y aceptar lo que ambos sentían, pero no podía hacerlo, sabía que, aunque hubiesen nacido para estar juntos todo se oponía a lo que pudiesen tener.

Con un largo suspiro se acercó a lo que sería su cama por la semana que estuviera allí y observo con tristeza los colores tan apagados que tenían las vestimentas del Sur, ¿Ni siquiera podría usar lo que quería?

Las pequeñas manos de Jimin estaban a punto de quitar el listón que sostenía su vestimenta ajustada cuando la puerta de aquella habitación se abrió, se detuvo casi al instante y espero que solo fueran las doncellas que sin pedir permiso previo entraron a su habitación.

Realmente hubiese deseado que fueran ellas.

— ¿Qué haces aquí? —Jimin casi le enseñaba sus colmillos al príncipe del Sur quien le miraba con clara diversión en su rostro.

— ¿Acaso no puedo visitar la habitación de mi futuro esposo?

—Aun no soy tu futuro esposo y espero morir antes de serlo, así que sal de mi habitación si no quieres que te saque yo

—Por eso le insistí a mi padre por tenerte—comento ignorando por completo lo que el Omega dijo. —Eres tan testarudo y aun cuando eres igual de pequeño que una pulga no dejas de mirar los demás como si estuviesen por debajo de ti

—Como una pulga tienes lo que te cuelga, no te lo diré más lárgate de aquí

El Alfa rio bajo sintiendo como su orgullo era pisoteado y sin pestañear le pego una bofetada al Omega haciendo que cayera sentado en aquella cama asombrado por aquel golpe.

— ¿Piensas que puedes hablarle así a cualquier Alfa y más a tu futuro esposo? —este volvió a reír y se inclinó para tomar la barbilla del Omega aun en su trance. —Voy a demostrarte quien es el que manda aquí, tu solo sirves para traer hijos al mundo y nada mas

Jimin quería tomar la horquilla de su cabello y clavársela en el ojo, repetidas veces hasta que dejara de moverse, importándole poco si nunca hubiese peleado con alguien de esa manera o de siquiera tomar una vida con sus propias manos.

¿Creía que se quedaría quieto después de golpearlo? Realmente no lo conocía.

— ¿Ahora ya no eres tan valiente?

El Omega espero que este se acercara más para tomar sus testículos con una sola mano y apretarlos con fuerza hasta tenerlo arrodillado y aullando de dolor.

— ¿Apoco te duelen? Pensé que no tenías—lo soltó y aprovechando su nueva posición le dio una bofetada con la misma fuerza que como la sintió. —Por lo menos yo sirvo para algo, por que tu sin tu estúpido título de príncipe heredero que es lo único que tienes bueno, no eres nada

Por último, lo empujo hasta hacerlo caer y disfruto por unos rápidos segundos como este se retorcía de dolor.

— ¡Guardias! ¡Ayuden el príncipe!

Los guardias que parecían haberle seguido entraron rápidamente y ayudaron al príncipe que aún estaba encogido en el piso.

— ¿Qué fue lo que paso, Su Alteza?

—No lo sé, estábamos hablando y luego dijo que le dolía y cayó al suelo del dolor, se golpeó la mejilla al caer, llama al doctor y que lo revise no quiero que le pase nada al príncipe—ambos guardias hicieron una reverencia y se lo llevaron consigo.

Jimin volvió a caer en la cama cuando estuvo solo de nuevo sintiendo sus lágrimas acumularse en sus ojos, ¿Realmente tendría que vivir en una guerra toda su vida?

Entre pequeños sollozos y lágrimas se encogió en la cama esperando que por lo menos en sus sueños pudiese escapar de aquel lugar. Lastimosamente en la mañana fue despertado por aquellas doncellas quienes le recordaron que aún estaba en aquel infierno y que debía seguir luchando.

Fue bañado, vestido y alistado por ellas las cuales no dijeron nada sobre su mejilla hinchada y con tonos violetas, no podían decir nada, aunque quisiera. La cubrieron con maquillaje lo mejor que pudieron.

Tan pronto estuvo listo lo guiaron hacia un gran salón donde estaba el rey, algunas mujeres y el príncipe esperándolo para desayunar.

—Príncipe Jimin, que felicidad poder verle de nuevo, he hecho que preparen un banquete para usted para que pueda recuperarse, mi hijo me conto que ayer se golpeó con una de las mesas, si así lo desea el doctor puede revisarle y chequear que este en perfecto estado

Jimin miro fugazmente a aquel tonto Alfa quien le sonreía como si ayer no lo hubiese hecho chillar con un niño pequeño.

—Agradezco su preocupación, Su Majestad, pero ayer estaba muy cansado y me tropecé, preferiría poder degustar lo que hayan preparado

El rey más que de acuerdo le indico que se sentara y luego de un asentimiento todos empezaron a comer.

— ¿Puedo saber dónde están mis guardias? —pregunto Jimin luego de unos minutos.

—No debe de preocuparse, ahora mismo deberían de estar también desayunando junto con los demás guardias, pero príncipe junto con mi hijo pensamos que lo mejor sería enviarlos hacia el Este y luego del compromiso, mis fuertes y confiables guardias lo llevaran sano y salvo hacia el Este

¿Quedarse allí solo con esas personas? ¿Sin tener a nadie de quien confiar? ¿Sin aquel Alfa? Sobre su cadáver.

—Su Majestad, siento mucho que pareciera que solo estoy rechazando sus buenas intenciones desde ayer, pero me gustaría que mis guardias se quedaran aquí—el rey frunció el ceño, pero Jimin continuo. —Déjeme me explico mejor, cuando venía hacia acá junto con mi hermano, el príncipe Seokjin unos usureros nos atacaron, estos murieron ante de saber quiénes lo mandaron y realmente me siento asustado sin ellos a mi lado, también he de agregar que el rey, mi padre, les ordeno traerme, cuidarme aquí y llevarme ellos mismos hasta el Este, aunque quisiese no puedo pasar por la palabra de mi padre

A su padre tendría que estar picándoles las orejas mientras que aquel pequeño Omega le estaba creciendo la nariz como su madre le conto de pequeño que pasaba con los niños mentirosos, ¿Que no podía qué? Si se la pasaba haciendo lo que quería y desobedeciendo a todos, pero era un persona inteligente y sabia mover sus cartas a su favor en el momento adecuado.

—Entiendo príncipe, que así sea, sus guardias se quedaran y no se preocupe quien sea que quería atacarlos no podrá entrar aquí

Jimin dudaba de eso, tenía un Alfa con el cual iba comprometerse que era aún peor que quienes querían matarlo, aun así, empezó a comer sabiendo que necesitaría fuerzas para después, si eso paso el mismo día que llego no se imaginaba que sería de él hoy.

Después del desayuno el rey se dedicó en presentarle a su reina y a las concubinas que ahí estaban, se la paso hablando todo el tiempo sin darle oportunidad a su hijo a pedir un momento a solas y Jimin lo aprovechó, le saco tanta conversación como pudo y cada que este le invitaba a ir a tal lugar para conocerlo lo aceptaba, todas las invitaciones que le hizo.

Estaban en uno de esos recorridos cuando pasaron hasta llegar a lo que parecía ser un mirador, estaba un gran asiento que era para el rey y había una arena de combate lista para ser usada. Allí estaban los guardias de aquel reino quienes parecían estar entrenando.

—Parece que llegamos en buen momento—dijo el rey y se sentó en aquel gran asiento e invito a Jimin a sentarse en lo que parecía ser cojines al lado suyo. —Tú también hijo, siéntate

El Alfa estaba hastiado, quería tener su momento a solas con aquel Omega, pero debía ser paciente y esperar la noche, esta vez le enseñaría quien mandaba en aquel lugar. Se sentó justo al lado de Jimin y espero que aquel duelo terminara lo más rápido posible.

El que parecía ser el jefe de la guardia imperial de aquel lugar hizo una reverencia hacia el Rey y empezó a explicar lo que estarían haciendo. Al parecer querían probar que tan fuertes y capaces eran los guardias del Este, uno por uno pelearía con el total de 6 Alfas y Betas incluyendo al jefe, podían pelear tanto con armas como con los puños si el otro oponente estaba de acuerdo, si uno de los dos se rendia o caía sin poder levantarse ganaba el que estuviese de pie.

Jimin nunca los vio pelear, al menos no a la mayoría, se vivía escapando de su habitación y de sus clases para poder ver un poco del mundo exterior, de vez en cuando se quedaba viendo como aquellos hombres practicaban como pelear y también quiso hacerlo, pero aparte de ser el príncipe era un Omega, tenía limitaciones por todos lados así que con los años dejo de ir.

Ahora vería que tan buenos eran, cuando ocurrió aquella emboscada estaba lo suficientemente asustado como para mirar desde el carruaje lo que estuviese pasando.

Esperaron pacientemente a que el rey diera la orden para empezar y uno por uno empezaron a luchar, Jimin realmente quería prestar atención, pero sus ojos solo miraban hacia uno en específico, ese mismo de porte intocable, rostro serio, cabello amarrado hacia arriba sostenido por una horquilla metálica para que pudiese pelear bien, los colores vibrantes del reino del Este destacaban haciendo contraste con su piel tostada y el sello del reino estaba en su espalda y pecho. Sus tupidas cejas estaban fruncidas ligeramente mientras observaba cada movimiento, pareciese como si se los estuviera grabando en su mente.

De alguna manera todos terminaban lo suficientemente heridos y cansados hasta llegar con el jefe quien los hacia rendirse rápidamente, incluso Hyunjin quien dio más pelea tuvo que rendirse cuando la espada del oponente estuvo a centímetros de su cuello listo para ser rebanado.

Cuando fue el tiempo de Namjoon este, a diferencia de los demás, decidió usar solo sus puños para pelear y sus contrincantes no tuvieron problemas con ellos, no tenían ni la mínima idea de que les estaba dando más ventaja de pelea ya que con un arma no durarían ni un minuto.

El Alfa ágilmente esquivo los golpes y evitando golpearlos excesivamente prefirió someterlos a llaves asfixiantes logrando la victoria al ellos rendirse hasta que le tocara estar con el jefe.

—Ese guardia parece ser muy bueno—elogio el rey sin quitarle la mirada de encima mientras este se movía como si fuera una pluma al pelear con su ultimo contrincante.

—Lo es—simplemente dijo sin despegar su mirada de la arena.

Namjoon tomo una posición más seria al estar con alguien diestro en la pelea, pero su semblante seguía siendo relajado alterando un poco la posición de su contrincante, ¿Estaba tan confiado en ganar que no lo estaba tomando en serio?

—Pareces tener mucha confianza

El Alfa no respondió solo se ocupó en esquivar los golpes que iban dirigidos hacia sus costillas y cuello queriendo noquearlo o aturdirlo. Eso solo hacía que su oponente se indignara aún más y se lanzara a atacar, golpes fuertes y rápidos hacia sus puntos vitales deseando tanto ganar siendo completamente evitado por un relajado Namjoon.

— ¿Te crees tan capaz como para no atacar? Los del Este solo saben jugar a pelear, por eso son los que más tienen bajas en guerra

Namjoon siempre fue una persona pacifica a su manera, no peleaba si no era necesario y no era partidario de hacer sufrir a los demás al menos de que se lo mereciera, nunca le gusto escuchar el sufrimiento ajeno, aunque fuese demasiado común en su vida. Pero hay algo que mantuvo de sus viejas costumbres, dejarle ver cuál era su lugar a su oponente, aun mas cuando parecían egocéntricos por sus habilidades y ese Alfa era uno de ellos.

— Parece que he tocado una fibra sensible

—En las peleas no se hablan, se demuestran—cansado de evadir los golpes empezó a lanzar golpes rápidos tanto como sus costillas descubiertas como a su rostro cuando este se descuidaba haciéndolo retroceder. —Demuéstrame que sabes usar más los puños que el veneno que expulsas al hablar

El Alfa oponente molesto por sus palabras también se lanzó atacar sin saber que Namjoon ya no estaba en modo defensa y estaba dispuesto a ganar, sus puños eran fuertes y precisos haciéndolo retroceder y desenfocarse. Tratando de tomar el control lanzo varios golpes hacia la cara de Namjoon pero fueron evitados y devueltos tan rápido que no pudo evitar cuando el Alfa de piel tostada barrio sus pies en una rápida vuelta haciéndolo caer y lanzo un golpe a su cuello que detuvo justo a centímetros del impacto.

—Ríndete

La respiración de su oponente era erradica y estaba más que enojado, pero accedió sabiendo que la persona frente suyo era claramente más fuerte, al ganar le ofreció la mano para ayudarlo, pero este solo rodo lejos de allí y se levantó por sus propias fuerzas. A Namjoon no le importaba lo más mínimo ni quería hacer lazos con esa gente, pero nunca estaba mal ser amistoso, al levantarse se sacudió el polvo y miro hacia donde estaba el rey notando los ojos encantados de cierto Omega que parecían brillar como dos estrellas, sin poder disimular un poco lo feliz que estaba por su victoria. Su lobo inflo el pecho más que contento de su reacción.

— ¿Quién es ese Alfa?

Jimin aparto la mirada de la arena para mirar al rey ignorando por completo al imbécil al otro lado.

—Se llama Kim Namjoon, es el jefe imperial del ejercito del Este

— ¿Kim? —dudoso miro hacia Namjoon quien estaba hablando con sus subordinados y con la mirada aviso a uno de sus guardias que lo trajeran con ellos. —Si a usted no le molesta, invitare a ese Alfa a comer con nosotros

—Como usted desee, Su Majestad

Claro que no tendría problema, su lobo estaba ansioso de tenerlo cerca de nuevo, sentir su aroma, ver sus ojos y seguir soñando que aun podía ser libre.

Aunque el desayuno fue hecho hace unas horas, los sirvientes y cocineros se apresuraron en hacer la comida y traer un banquete igual de grande que el anterior, como si tuviesen tanta comida para derrochar. Esta vez estaban en una habitación abierta y con vista a la naturaleza, era un gran lugar para pasar un buen momento, lástima que cierto Alfa estaba justo a su lado amargando lo que podría ser una buena comida.

Cuando Namjoon llego pudo ver la incomodidad pintada en el rostro de Jimin e hizo lo posible para que su lobo no hiciera de la suyas, un paso en falso y podía empeorar todo.

—Siéntate, felicidades por tu triunfo—Namjoon solo hizo una reverencia en agradecimiento y se sentó donde este le indico, dándole una buena vista del panorama y de aquella futura pareja tan disfuncional. —Tu nombre se me hace conocido, ¿Tus padres son del Este?

—Así es, Su Majestad soy nacido y educado en el Este

—Tus habilidades son fuertes y eres bastante diestro, nadie le había ganado a Gyeongsuk en un duelo ¿Ya has ido a la guerra?

—Todas las veces que me necesitaron, ahí estuve

—El jefe imperial del ejército, ¿No? ¿Qué paso con el antiguo? —esta vez la pregunta venia del príncipe quien se sentía hastiado de escuchar aquella conversación, como si su padre estuviese tan interesado en conocerlo.

—Lo que pasa con las sucesiones, fallece o se retira

—También pueden ser asesinados para que alguien más tenga el poder

— ¿Alguna experiencia que le recuerde, Su Alteza?

El príncipe Kyungja era alguien explosivo y Jimin ya conocía esa parte de él, también pudo conocer que Namjoon le encantaba encender la mecha cuando trataban de provocarlo solo si aquello lo ameritaba, parecía que solo la presencia del príncipe era suficiente para encenderla.

— ¿No hay ninguna otra pregunta que tenga sobre el jefe Kim, Su Majestad? —Jimin se interpuso conociendo lo vengativo que Kyungja puede ser.

—Cierto, ¿Tienes alguien que te espera en casa? —cierto lobo curioso levanto las orejas queriendo saber que diría.

—Mis hermanos, Su Majestad

— ¿Hermano mayor entonces?

—Así es, 2 hermanos menores

—Es bueno saber que se preocupa por su familia, pero también es bueno que empiece a crear su propia familia, es por eso que quiero ofrecerle una de mis hijas en matrimonio, con su fuerza y valentía sé que la cuidara

Jimin se quedó estático, ¿Acaso los reyes tenían como costumbre ofrecer los hijos en matrimonio como si fuera carne? Ese Alfa era suyo y no dejaría que una princesa desconocida se lo quitara.

—Aprecio que me tomara en cuenta, pero lamento decir que rechazo la oferta

— ¿Osas rechazar la propuesta del rey? ¿Acaso hay algo que mi hermana, la princesa de este reino, no tenga que rechazas nuestra familia? —las preguntas mordaces de Kyungja no se hicieron esperar.

—He rechazado la oferta no por la princesa, no la conozco, pero ha de ser hermosa y capaz, mas no es mi deseo relacionarme con la sangre real, he tenido suficiente desde mi punto de vista siendo el jefe imperial del rey y no quiero arrastrar a mis hijos o a mi pareja a una guerra de poder, preferiría mil veces ser un simple granjero viviendo con lo poco que tengo que tenerlo todo y temer morir algún día por la avaricia de alguien mas

El lugar se quedó en silencio, los sirvientes allí presentes nunca se imaginaron escuchar alguien despreciar de manera tan educada tener algo que ver con la realeza y ni siquiera el príncipe Kyungja pudo decir algo antes de que su padre, el rey, empezara a reír.

—Nunca, en mi larga vida, he conocido a alguien que se atreviera a decir lo que yo pensaba antes de tomar el trono, espero que tu si puedas cumplir el no relacionarte con la realeza ya que yo no pude

Namjoon hizo una pequeña reverencia y en silencio terminaron la comida, al menos ellos, por que Jimin se le fue el apetito hace tiempo, ¿Por eso le rechazo? ¿Detestaba tanto la realeza como para no luchar por lo que sentía? ¿Realmente sentía algo por él? Nunca en su vida deseo no ser un príncipe como ahora.










Holaaa, espero que esten bien, disfruten ❤️

—Kim ♪

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