Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

FINAL

POV. JOHN

.

—Te lo digo, está actuando muy extraño.

—¿Extraño, cómo? — Pregunta Kyle del otro lado de la línea.

—Evitándome — Digo con frustración.

—Podría ser que tiene mucho trabajo, ¿No? Se tomó una semana de vacaciones por la luna de miel, es comprensible que tenga trabajo acumulado.

—No lo sé — Suspiro.

—Han estado casados dos semanas, no creo que esté arrepintiéndose de eso... ¿O si?

Pregunta y no me pasa desapercibida la duda en su tono de voz. Mierda, ella no va a dejarme porque estoy esforzándome por ser el esposo que ella merece.

—Espero que no. De todas formas, necesito encontrar el momento oportuno para hablar con ella.

—Tienes razón, pero no la presiones, no olvido que tu esposita golpea duro.

—No va a golpearme, idiota. Pero voy a evitar hacerla enojar.

Termino la llamada y dejo caer el móvil a mi lado, en la cama. Estoy algo cansado del viaje de la semana pasada y todo ese sol ha lastimado mis ojos. Me cubro el rostro con el brazo para dejar que baje el dolor de cabeza, pero en cuestión de minutos me quedo dormido.

No soy consciente de cuánto tiempo ha pasado cuando vuelvo a abrir los ojos, pero ya no me duele la cabeza. Estoy sobre mi costado izquierdo y lo primero que captan mi atención es la alianza dorada en mi mano.

Mi esposa.

¿Por qué está actuando así? ¿Será que ya pasó el encanto y la emoción del matrimonio? Tengo qué pensar en algo rápido, como ella lo hizo cuando casi cometo el error de alejarla.

—Estúpido Kyle, solo causándome problemas.

Me levanto de la cama cuando escucho ruidos desde la cocina porque supongo que dormí hasta la hora de la cena. Esta es mi oportunidad para confrontarla.

—¿Bebé? — La llamo.

—Siento llegar tarde, tuve que pasar al departamento de Amanda... Por unos escritos que dejé ahí — Dice sin mirarme.

¿Escritos? ¿En casa de Amanda?

—¿Los olvidaste ahí...?

—Si... No. Hmm, ella los tomó por accidente de mi oficina.

—¿Cuándo estuvo Amanda en tu oficina? — Rodeo la barra de la cocina para seguir preguntando.

—La última vez... Te lo dije, cuando ella fue a llevar eso que me regaló — Balbucea sacando sartenes del gabinete — Estoy segura que te mostré el regalo.

—No. No recuerdo que mencionaras algo así.

—Esa lencería roja que usé nuestra noche de bodas — Gira para verme con las mejillas rojas de vergüenza.

¿Por qué se avergüenza?

—No lo recuerdo, bebé. ¿Cómo sabría yo que era roja?

—Tienes razón, olvidé decirte el color — Gira de nuevo hacia la estufa — ¿Pasta?

—Claro.

Me recargo en la barra buscando las palabras adecuadas para preguntarle, pero creo que no hay forma sutil. Tendré que usar la carta del esposo ciego para evitar su enojo.

—¿Ese suéter es nuevo? — Señalo su atuendo.

—No — Me mira confundida — ¿Por qué? ¿Esta roto?

Gira sobre su eje como si pudiera ver la totalidad de su prenda haciendo eso, pero lo único que consigue es darme un buen vistazo de su trasero.

—¿Bebé? — Balbuceo mirando sus jeans azules.

Se apoya junto a mí en la encimera y arruga las cejas en una expresión de molestia que ignoro porque estoy viendo sus ojos azules. Lo único que logré ver durante años.

¿Pero qué...?

Ladeo la cabeza cuando ella lo hace, su piel pálida resalta las pecas sobre si nariz y lleva un sutil labial rojo. Sus pestañas no son largas, pero están maquilladas de alguna forma que resalta el azul de sus ojos.

—¿Qué? ¿No quieres pasta?

Cruza los brazos sobre su pecho y mis ojos curiosos siguen el movimiento. Sé de primera mano que sus senos son pequeños, pero lucen geniales con esa apretada blusa blanca y los jeans azules enmarcan la curva de su cintura.

—Liz — Una sonrisa comienza a estirarse en mis labios.

—Rayos... ¿Lo sabes? — Pregunta, pero sigo sonriendo — ¡¿Cómo es que lo sabes?!

—¿Saber, qué?

—¿Amanda te lo dijo?

—¿Decirme, qué? — Pregunto de nuevo, pero ella parece ignorar mis palabras.

—¡Esa traidora! ¡Le dije que guardara el secreto unos días!

—¿Cuál secreto? — Eso si llama mi atención — Bebé, ¿Cuál es el problema?

—¡Quería hacer algo especial! ¡Quería ver tu rostro cuando lo dijera!

Se cubre el rostro con las manos y por un breve minuto estoy realmente confundido. ¿Está feliz o está molesta?

—¿Quieres divorciarte tan pronto?

Ahora es ella la que me mira confundida.

—¡No! — Chilla — ¿Por qué dices eso? ¿Tu quieres divorciarte?

—Claro que no, pero has estado actuando tan extraño que creí que no querías estar cerca de mi.

—¿Actuando extraño? — Sonríe — No es eso, John, quería darte la sorpresa.

—¿Cuál sorpresa? — Sostengo su rostro con mis manos.

—Que estoy embarazada...

—Vaya. Esa si que es una gran sorpresa, bebé.

No le doy tiempo de reaccionar y la abrazo tan fuerte como me es posible, en su delicado estado.

—¿Estás feliz?

—Mucho, nena.

—¿Estás seguro?

—Tan seguro como que puedo ver tu rostro.

—Creí que estarías preocupado porque... Espera un momento, ¿Puedes verme?

Me aparto un poco para mirarla, finalmente puedo mirar a mi esposa a los ojos. No es un sueño, puedo verla a ella y a todo lo que me rodea.

—Si, bebé, puedo verte perfectamente.

—¡John! — Grita y se lanza a mis brazos — ¡Dios mío! ¡Eso es maravilloso!

—Lo sé.

—¿No estás emocionado? — Me pregunta con sus ojos brillantes de amor.

—Si, y muy aliviado también porque si eres guapa.

Pone los ojos en blanco y me dedica esa expresión de fastidio que tanto tiempo imaginé.

—¿Segura que no son lentes de contacto? — Vuelvo a poner atención en sus ojos — ¿Cómo me veo yo? ¿Sigo siendo guapo?

—Si, John... Eres guapo — Intenta no reír.

—¿Sabes lo que significa? — Ella arquea una ceja — Tendremos un bebé muy lindo.

Liz muerde su labio inferior y vuelve a sonreír... Este es sin duda el mejor día de mi vida. ¿Debería estar más contento?

—Olvida la pasta — Tomo su mano — Iremos a cenar fuera, hoy es día de celebrar.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro