🌷XI🥀
-maldito mocoso.
El quinto hermano fulminó con la mirada al pequeño humano de 3 años que jugaba con lisanna.
Por órdenes de su amado padre tuvieron que llevar a su hermana a una plaza y hacer que conozca a los humanos. Los 6 hermanos estaban ocultos en la oscuridad de la tarde mientras Amy cuidaba de lisanna, la cual estaba a la vista charlando con algunas madres del lugar.
Lisanna ya tenía 3 años, su cabello había crecido y era ondulado, su belleza seguía intacta. Era inteligente y con buenos modales, todo un orgullo para reiji, todos en la mansión estaban de acuerdo en que la princesa era una versión miniatura y femenina del rey de los vampiros. El cual no se había presentado en esos 3 años.
-mira Lisa chan es una margarita!.
El niño rubio y de ojos marrones le entregó una flor a la albina que le sonrió suavemente.
-arigato Ren chan.
Los dos siguieron armando un castillo de arena ante los celos de los vampiros.
-tch, lis chan nunca habla tanto con nosotros -los celos yandere del sonriente tercer hermano salieron a la luz.
-es obvio tontos, ella se siente más cómoda estando con niños de su edad aunque sean humanos.
Subaru se apoyó contra uno de los árboles mirando con suavidad a su hermana. No le importaba que los amigos de ella sean humanos mientras ella sea feliz.
-su hija es hermosa Amy san.
-jamás vi un color de cabello tan único como el de ella y sus ojos parecen joyas.
-cierto!, es muy tranquila para su edad, además parece muy inteligente.
-de seguro cuando sea mayor será muy hermosa y tendrá a miles de chicos tras suyo!.
Ante lo que dijeron las madres los hermanos se quedaron en blanco.
Cierto, el tiempos seguiría pasando y cuando se quieran dar cuenta su hermana seria mayor y conocería más chicos. Uno de ellos sería su novio, le darían su primer beso, sus sonrisas, sus risas, ella se sonrojaria por él, lo amaría y...se entregaría a él.
-"NO!".
Los ojos de los 6 brillaron y los trillizos clavaron sus uñas en el trono de los árboles cercanos. Ayato estaba arrancando la madera con sus garras igual que laito, mientras que kanato mordía a Teddy y con la otra mano clavaba sus uñas en el árbol. Los trillizos estaba hecho furia ante sus pensamientos.
Reiji tenía sus anteojos brillando extrañamente y un aura oscura lo rodeaba, incluso parecía estar lanzando maldiciones por lo bajo y en un idioma demoníaco.
Subaru tenía una extraña mueca en su rostro, parecía un psicópata en serie esperando el momento indicado para acabar con su víctima.
En cuanto a shu, el supuesto hermano más tranquilo de los 6, tenía una seriedad inquietante en su rostro, sus ojos estaban más fríos que de costumbre y estando de brazos cruzados apretaba cada 2×3 sus brazos.
-"qué demonios les sucede a esos?".
Miro de reojo con una gotita el sadismo que corría por los ojos de los hermanos.
El tiempo había pasado volando, ni siquiera se dio cuenta de que habían pasado 3 años que era una princesa, un vampiro, la hermana menor de los sakamaki.
Aunque, ella se centró en divertirse e investigar sobre el nuevo mundo que la rodeaba dejando de lado los sucesos que vendrían a futuro. La muerte de su madre, la llegada de yui, el despertar, los Mukami, los Tsukinami.
Suspiro mirando atenta la arena en sus manos, fue una sorpresa cuando Amy le dijo que irían a una plaza a conocer amigos. Le gustaba volver a tener ante ella un mundo normal, al mundo humano.
Lo único que le molestaba era que las madres de los niños estaban encantadas con ella.
Por ahora el único que se acercó a ella era Ren.
-ne ne, lisa chan -ella miro al niño el cual estaba mirando sus pies pensativo -ka san me dijo que cuando tu corazón late rápido es porque estás feliz o enamorado, eso quiere decir...que ren te ama? -ladeo la cabeza mirando fijamente a la albina.
La cual se quedó en blanco junto a sus hermanos, los cuales tuvieron que sostener a ayato que estaba pataleando para ir a sacar a su hermana de ese lugar.
-maldito enano!, ella es de ore sama, sueltenme!.
Laito tapó su boca sonriendo con una gotita aunque una vena de enojo adornaba su frente.
-calmate ayato kun, es un niño y encima humano, esto es normal entre los niños.
Amy solo sonrió con una gotita escuchando de lejos la pelea de los 6 hermanos por querer asesinar a ese pequeño de 3 años.
-...no estoy segura -la atención la obtuvo la princesa que limpió la arena en sus manos y miro al rubio -creo que estás impresionado por algo en mí, como lo están ellas -los dos miraron a las madres que estaban sonrojadas mirando fijamente los rasgos de la menor.
-entonces, por qué el corazón de ren late rápido cuando sonríes? -hizo un puchero haciendo suspirar en derrota a la albina.
-no lo sé ren chan, yo...no sé qué es el amor -el viento peino su cabello dejando en silencio a los vampiros.
-...oto san me dijo que él ama mucho a ka san y a ren, ren no entiende mucho del amor pero...si yo siento mi corazón latir con fuerza quiere decir que yo amo a Lisa chan como to san nos ama a ren y ka san! -sonrió con los ojos cerrados haciendo reír a la princesa.
-"es un niño, es obvio que no entenderá los diferentes tipos de amor, aunque...para un vampiro el amor se representa de otra manera".
Tuvo un pequeño escalofrío pero decidió ignorarlo y agarro la margarita que el rubio le regaló.
-ren chan tiene que amar siempre, siempre a su oto sama y oka sama -le entregó la flor y le sonrió con un leve sonrojo dejando cautivado al humano.
-...Hai!, ren lo promete -tomo la flor y caminó hacia su madre pero antes se detuvo y miro con una brillante sonrisa a la princesa -te amo lisa chan!.
Ella se sorprendió pero le sonrió levemente y él corrió hacia su madre que lo recibió con los brazos abiertos.
Miro con serenidad al niño decirle a su madre que la amaba y entregarle la flor, ella se sorprendió pero lo abrazó de golpe feliz y besó sus mejillas.
-princesa -su nana llegó a su lado y la miro con suavidad al ver que miraba a esos dos con atención.
-...nana, tú..algunas vez amaste a alguien? -la mujer se sorprendió pero se quedó en silencio y acarició la mejilla de la menor que cerró sus ojos ante sus mimos.
Era cierto, esos vampiros no sabían amar y ella tampoco.
Nuevamente la duda surgía en ella.
Los vampiros tenían una manera diferente de amar y ella no estaba dispuesta a descubrirlo, ella quería vivir, ella quería tener la vida que nunca tuvo y no sabía si esa vida estaba al lado de sus hermanos.
Esos hermanos que serían parte de los planes de su padre, que alguno de ellos sería el Adán de yui, esos vampiros solo la veían como un juguete.
O al menos así pensaba ella.
Y ella nos quería tenerles cariño para que luego al crecer ellos demuestren que no tienen amor por ella y así terminar con el corazón roto.
Ella tenía miedo y sus hermanos por muy apuestos o vampiros que sean, no le daba la seguridad necesaria para que ella les dé una oportunidad.
Al ver que Amy y lisanna se iban devuelta a la mansión los vampiros sin decir nada desaparecieron.
Todo lo que su hermana estaba pasando ellos ya lo habían pasado, a pesar de que no les gustaba que ella pase esas cosas debía de hacerlo para comprender el mundo que la rodeaba.
Aunque en el caso del amor, ellos no podían hacer mucho ya que jamás los amaron y ninguno sabía cómo amar.
Pero sin darse cuenta cada uno de ellos amaba a su hermana, poco a poco su amor iba aumentando.
Su amor no era como el de su madre, no era como el amor que los vampiros aprenden, su amor era como el de los humanos.
Pero este sería leal y único.
La noche había llegado y lisanna estaba en el jardín mirando las rosas, luego de cenar se había ido con Amy mientras sus hermanos seguían con sus "deberes".
-...princesa -ella miro curiosa a su nana que lucia preocupada -a pesar de que su madre no esté cerca, siempre sepa que me tiene a mi y a sus hermanos.
Acarició el cabello de la menor con suavidad y ella le sonrió.
-lo sé nana.
Abrazó a la vampiresa y la mayor le acarició el cabello con alegría.
Su nana pensaba que estaba pensativa por haber visto a ren con su madre, si bien ella siempre sintió un vacío por no tener a su madre jamás le dio importancia.
Amy era la única figura materna que tuvo desde bebé, esa mujer tenía un lugar importante en su corazón.
.
.
.
-yato, reiji dijo que no debo comer tantos dulces.
Ella bajaba por las escaleras de la mano con el pelirrojo que había aprendido, a la fuerza, a tener paciencia y esperar a su hermana cuando caminara o bajara las escaleras. Ya que aún era joven para usar sus poderes.
-ja!, el megane no le ordena a ore sama -ella lo miro neutral mientras él seguía alabandose.
La prohibición de malas palabras en la mansión duró poco ya que reiji se apresuró a enseñarle a su hermana que todo lo que dijeran los trillizos no lo debía decir y ella como buena hermana aprendió bien.
Aunque solo obedeció al azabache ya que cada vez que hacía algo bien éste en secreto le regalaba una tarta de manzana y muchos dulces caseros para ella sola.
-mi querida princesa~.
Los dos se quedaron quietos y ayato se puso serio al ver a cordelia a unos pasos de ellos, soltó la mano de su hermana y la empujó levemente poniéndola tras suyo.
-ayato no tienes que ponerte así, soy oka sama~.
La sonrisa divertida ponía los pelos de punta del pelirrojo.
-....no tienes cosas que hacer?, madre.
Parecía destilar veneno cada vez que decía esa palabra.
Cordelia solo sonrió de brazos cruzados y miro hacia abajo encantada, admiró con anhelo los grandes ojos ámbar de la menor.
-mi pequeña cada día te pareces a karl~, serás una gran reina, ven con tu madre -estiro su mano hacia la menor.
Ayato gruño con enojo mientras lisanna apreto su pantalón y se puso a su lado mirando fijamente a la vampiresa. Luego frunció el ceño levemente y ladeo la cabeza curiosa.
-quién eres?.
Los dos se quedaron en shock y cordelia abrió la boca impactada.
-p-princesa soy tu madre!, soy quien te dio a luz -no lo entendía pero esa mirada fría y neutral le causaban nerviosismo, esas palabras sin sentimientos le daba temor.
Se supone que ella jamás sintió interés por ninguno de sus hijos pero ahora que lisanna la miraba como a una desconocida, una persona que ella no le tenía el más mero interés a su existencia, le causaba un extraño sentimiento en su interior.
La menor apretó con sus dos manos el pantalón de su hermano y se abrazó a su pierna mirando con desconfianza a la mujer.
-..lisanna no debe acercarse a los extraños -uso su voz aniñada engañando completamente a los presentes -reiji dijo que no debo acercarme a los extraños y lisanna...no tiene padres, solo tiene a sus hermanos y a nana.
El silencio inundó la sala y el pelirrojo solo alzó a su hermana que ocultó su rostro en su cuello abrazandolo.
Cuando miro a su hijo se quedó tiesa, sus ojos brillaban con fuerza y la mirada con frialdad.
-no te acerques a lisanna.
Sin decir más desapareció de allí dejando en silencio a la mujer.
No lo entendía, cuando estuvo embarazada todos tenían sus ojos puestos en ella.
Hasta que lisanna nació y ahora la que capturaba la atención era ella.
Siempre educó a los trillizos para que la respetaran y temieran, ninguno jamás se atrevió a alzarle la voz, mirarla con frialdad, desprecio, ella lideraba todo en la mansión y nadie le faltaba el respeto. Ni siquiera shu, reiji o Subaru le faltaban el respeto.
Cuándo cambió todo eso?.
Cuándo fue que los trillizos comenzaron a mirarla de reojo con frialdad y desprecio, cuándo fue que laito ignoraba su seducción, que kanato ni siquiera le dirgia la mirada cuando le hablaba, que ayato la desafiaba, incluso los otros tres la miraban con desprecio y desagrado.
-"cierto...fue cuando ella iba creciendo, yo seguía teniendo a richter en mis manos pero ellos...ellos están a los pies de lisanna, incluso karl!".
Apretó sus puños con fuerza y bajo la cabeza mordiendo su lengua.
Ella sabía por medio de sus sirvientas que había sirvientes del rey por los alrededores desde que la princesa nació, cuando dejó de usar su cuna envió a los mejores decoradores del makai para hacerle una nueva y elegante habitación, le dio el nombre Real desde que nació y tenía todo lo que una princesa debía tener. Incluso tenía sus propias sirvientas que eran lideradas por reiji hasta que lisanna cumpla la suficiente edad para liderarlas.
En el makai ya habían avisado que el palacio de las princesas era de ella, todas las joyas, vestidos y regalos de la antigua reina y princesa de los vampiros había pasado a manos de lisanna.
Esa niña recibió todo por parte de karl desde que nació y ella jamás tuvo nada de él, ni siquiera le regaló alguna joya cuando tuvo a los trillizos. Todo lo que tenía eran de sus amantes.
-..maldita niña.
Sus ojos se llenaron de odio sin saber que su muerte se aproximará si no piensa bien los pasos que dará con lisanna.
Un solo paso en falso con la princesa y los príncipes acabarían con su existencia.
See you...
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