~Antes del nacimiento de lisanna~.

Luego de el asesinato de Beatrix, la familia sakamaki hizo un corto funeral para la bella mujer rubia de ojos celeste. La habían enterrado en un mausoleo a decisión de shu.

Esa noche cordelia usó sus encantos y logró que su amado vuelva a tocar su cuerpo. Luego de un mes ella empezó a sentir su cuerpo extraño.

-cordelia sama se encuentra bien? -una de las sirvientas miró preocupada a la vampiresa peli violeta que había dejado de tomar el té.

-cordelia? -richter que estaba allí miro preocupado a su amada.

Estaba tocando su vientre con el ceño fruncido, le dolía.

-llama al doctor, esto no es normal -aún sin saber el motivo de su extraño dolor siguió tomando su adorado té verde. Ante la atenta mirada del peli verde.

-como ordené cordelia...

Se quedó callada al ver a su señora correr al baño de su cuarto. La escucharon vomitar para luego escucharla maldecir por lo bajo.

Richter se paro al verla salir del baño.

-cordelia...tú, no estarás -la miro serio haciendo que ella también se ponga seria.

Hasta que al recordar el mes pasado abrió sus ojos sorprendida para luego tocar su vientre.

-...un nuevo bebé de karl -sonrió con orgullo dejando sorprendida a la sirvienta que se fue rápido para cumplir la orden de la vampiresa.

El vampiro frunció el ceño y se acercó a ella.

-ese bebé también puede ser..

-no, este bebé es de karl, con el único hombre que no me he cuidado es con mi esposo, no soy estúpida querido -sonrió de lado acariciando la mejilla del peli verde el cual solo cerró sus ojos apretando sus puños.

Era verdad, ella podía andar con cualquier hombre pero jamás quedaría embarazada de ellos. Ella no era estúpida, había hecho en su propio cuerpo un hechizo para no quedar embarazada. Solo se dejaba de cuidar cuando karl estaba con ella, que era muy rara vez.

Era zorra pero no idiota.

El mayordomo había avisado de la llegada del doctor al rey de los vampiros, el cual al saber sobre los síntomas y el posible estado de su esposa decidió ir a la mansión.

Eso no podía ser cierto.

-qué haces aqui?.

Los hermanos se reunieron en la sala de entrada al sentir la presencia de su progenitor.

Él solo sonrió con falsedad y miro a los trillizos.

-dónde está su madre? -ellos lo miraron serio, qué estaba pasando.

-esta en su cuarto -contesto kanato abrazando con fuerza a teddy.

El rey sin decir más desapareció dejando con mas dudas a sus hijos.

Era extraño que haya aparecido asi de la nada.

-qué esta sucediendo? -reiji miro al mayordomo que hizo una reverencia ante ellos.

Ante su orden el vampiro los miro sereno.

-cordelia sama se siente mal y llamó al doctor de la familia, reiji sama...parece que hay una posibilidad de que la señora esté embarazada.

Ante eso todos abrieron los ojos en shok y Laito tragó saliva nervioso.

-d-de cuánto podría estar? -susurro con temor haciendo que sus hermanos lo miren con una gotita ante su aura oscura.

-no se preocupe Laito sama, cordelia sama siempre se ha cuidado con un hechizo, solo lo deshace cuando esta con su majestad.

Contó el mayordomo para luego irse de allí dejando aliviado al trillizo mayor.

Todos sabían de la relación de esos dos, incluso el mayordomo lo sabía pero había decidido mantener eso en secreto del rey para que no castigue de nuevo al peli marrón rojizo.
Si bien él era quien comunicaba de todo en la mansión a karl, tenía un poco de cariño por los príncipes ya que los vio crecer.

Sin decir nada más los trillizos desaparecieron de allí seguido de sus hermanos.

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En los pasillos fuera del cuarto de cordelia estaban los hermanos sakamaki, su tío y karl.

Todos estaban en silencio y evitaban mirarse, el ambiente se notaba realmente tenso.

El doctor de la familia estaba tocando levemente el vientre de la vampiresa la cual esperaba ansiosa la noticia, cuando vio un brillo rojo salir de la mano del vampiro supo que había llegado el momento de saber la verdad.

Con sorpresa vio que ese brillo se hizo más fuerte y el doctor saco su mano de su vientre.

-y bien? -miro seria al hombre que solo la miro de reojo y abrió la puerta del cuarto dejando entrar al rey.

Ella lo miro irritada aunque satisfecha por tener la atención de todos los sakamaki en ella.

El doctor hizo una reverencia ante el albino.

-felicidades su majestad, su esposa esta embarazada, tiene un mes de embarazo.

Los hombres se sorprendieron y cordelia sonrío a más no poder.

-querido vamos a ser padres -sin más que esperar apoyo su rostro en el torso del rey que al salir de su sorpresa apoyo su mano en su cabello.

-si...felicidades -susurro sonriendo con falsedad aunque aún desconcertado.

Al separarse ella le sonrió orgullosa y feliz mientras él le sonrió levemente y miro su vientre.

Quién lo imaginaria?, a él, el rey de los vampiros y parte del makai le había pasado algo que no tenia planeado.

Los trillizos miraron desde lejos a su madre, habían pasado 5 meses desde que se enteraron de la noticia. Aún no creían lo que estaba pasando, tendrían un hermano o hermana.

Cordelia ya tenía su vientre abultado y su olor se había hecho más dulce gracias a su bebé. Ella parecía molesta con tener que cagar un bebé pero se le olvidaba cuando recordaba que gracias a eso tenia nuevamente la atención de su amado.

-...espero que no sea como ella.

Los oji verdes miraron el peli violeta.

Ellos esperaban lo mismo.

-no lo creo, miranos, salimos de esa mujer pero no somos como ella -sonrió levemente el mayor mirando a su hermano que asintió y siguió mirando a su madre.

Ellos querían sentir a su hermano pero antes de acercarse a esa mujer y dejar ver alguna emoción buena en sus ojos se golpearian a si mismos.

Aunque laito sabía figir muy bien sus emociones delante de su madre.

Ante la mirada de los menores se acerco a su madre, que estaba tratando de tomar el té en el jardín.

-nfu~ madre estás tan hermosa en esta tarde.

Besó el dorso de su mano ante la sonrisa coqueta de cordelia.

-laito~ cada día estas más apuesto, aunque eso es obvio eres mi hijo y de karl -sonrió seductora acariciando su mejilla mientras el vampiro le sonreía con suavidad.

Luego poso su vista en su vientre y ella sonrió divertida.

-no te preocupes luego de que tenga a este niño podremos seguir jugando -sonrió lujuriosa haciendo reír al menor.

-sigues igual que siempre, me alegró -sonrió coqueto haciendo sonreir aún más a cordelia.

Se arrodilló ante ella y se atrevió a tocar su vientre con su mano. Ella soltó una risa divertida y ladeó su cabeza.

-espero que sea un niño tan apuesto como su padre y su hermano -la perversión desprendia de sus ojos.

Laito se puso serio por unos segundos pero supo esconder su desagrado.

-teddy quiere saber si madre se siente bien -parece que ellos decidieron ocultar su desagrado solo por el bebé.

-claro que sí kanato, aunque su hermano no deja que tome mi preciado té -comento mirando con lástima su té verde.

Desde que quedó embarazada el tan solo oler el té verde tenía ganas de vomitar, parece que el bebé odiaba ese té.

-....madre, podemos tocar tu vientre? -ayato trago su orgulloso y miro con seriedad a la vampiresa.

Ella miro a los trillizos y sonrió de lado, parece que ellos se tragaron su desagrado solo para sentir a su hermano.

-...bien, pero solo un rato -aparto sus manos de su vientre y dejo que los tres posaran sus manos en su vientre.

!!!

Abrieron sus ojos sorprendidos cuando escucharon un fuerte pero pequeño latido, era fuerte y seguido, los tres tragaron saliva nerviosos.

-tch -se exaltaron cuando su madre fruncio el ceño molesta y ellos se volvieron a sorprender cuando sintieron una pequeñas patadas.

Su hermano estaba contestando ante su presencia.

-por lo menos no son tres -susurro cordelia parándose y caminando hacia su cuarto dejando en silencio a los trillizos.

Se habían quedado mudos desde que escucharon los latidos del bebé y cuando sintieron su pequeño pie patear se quedaron estáticos.

Un extraño sentimiento surgió en su interior y se miraron para luego mirar por donde se fue cordelia.

A caso estaban emocionados por el nacimiento de su hermano?.

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El rey miro con serenidad el vientre de 8 meses de su esposa. Ella estaba durmiendo tranquila en su cama.

La vigilo por medio de sus familiares todos esos meses, ningún doctor pudo saber el sexo del bebé ya que estaba de espaldas. Habría que esperar hasta el día del parto.

-"no esperaba que esto pase...no fuiste planeado" -con lentitud apoyó su mano en el vientre de cordelia y lo acarició.

Sentía por completo el cuerpo del bebé acurrucado en el interior de su madre.

-hn....serás alguien imprevisto.

Sonrió levemente al sentirlo moverse ante su toque.

Faltaba poco para conocer a su otro hijo.

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El líder del clan sakamaki estaba mirando el cielo nocturno con serenidad, dentro de algunas semanas naceria su séptimo hijo.

Era una noche extraña, el viento estaba calmado para estar cerca del invierno, no hacia frio ni calor, estaba templado, las estrellas brillaban con fuerza y las nubes estaban amontonadas tapando la luna.

-señor -eithan apareció tras suyo haciendo una reverencia -los guardias regresaron con noticias del makai.

Karl solo asintió y se estremeció cuando una fuerte ventisca azotó su enorme jardín haciendo volar los petalos de las rosas. Los dos miraron al cielo al sentir una fuerte luz iluminar el lugar.

La luna era hermosa, era luna llena y brillaba con fuerza, ellos sintieron su poder mágico elevarse gracias a la fuerza que tenia la luna.

Qué estaba pasando?.

-majestad -el mayordomo de la mansión apareció a unos metros -su hijo ya nació.

El albino sonrió de lado y miro nuevamente la luna, brillaba con fuerza dandole un aire elegante y llenó de gracia al bailar de los petalos de las rosas.

Ante él paso un pétalo blanco con dulce olor y lo agarro curioso.

-un lirio? -susurro confuso.

Parece que los petalos de los lirios del lago llegaron hasta su palacio. Sin decir más se fue de allí.

Cuando llego a la mansión entró al cuarto de cordelia siendo recibido por las sirvientas, sin esperar más se acercó a la vampiresa.

-Querida -saludo con amabilidad fingida a su esposa la cual le sonrió.

-querido...mira es una niña -miro con orgullo a la pequeña niña albina en sus brazos.

Cuando la tomó en brazos se sorprendió, tenía sus mismos ojos, incluso su cabello.

-...tienes mis ojos -sonrió con superioridad tocando suavemente el poco cabello de su hija.

Ella lo miraba fijamente con sus grandes ojos ámbar los cuales brillaban con fuerza, era una pequeña fuerte y llena de poder.

Parecía ilógico pero sentía que su nacimiento fue lo que hizo a la luna brillar con tanta fuerza, desprendiendo todo ese poder.

Sonrió divertido y al oler su suave aroma lo decidió.

Lisanna.

Lirio lleno de gracia.

Lisanna Heinz Sakamaki de Aetherius Nirn.

Su primer y única hija, la pequeña Heinz que llego de improvisto a su vida.

Y quien cambiaría por completo su vida y la de sus hijos.

See you...

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