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🌷III🥀

Bostezo tiernamente al ser despertada por una de las sirvientas. Era hora de su almuerzo.

No sabía qué hora era, pero la luz del atardecer entraba por el ventanal.

-princesa alimentece bien y crecerá muy fuerte -sonrió amable su nana mientas sostenía junto a lisanna el biberón con leche y un poco de sangre.

La sangre podía ser de cualquier persona pero era preferible que sea del padre o madre para que la alimentación del bebé fuera la adecuada.

Lisanna pensó que iba a ser desagradable pobrar la sangre de su madre pero fue todo lo contrario. Aunque era entendible, ahora es un vampiro.

Cuando terminó de comer, la mujer la baño y cambió de ropa, ahora tenía un adorable vestido azul con medias blancas y una bicha también azul con una rosa roja. Si bien su atuendo era de colores oscuros su cabello albino y ojos claros le daba un toque a su atuendo.

-pequeña princesa es hermosa! -chillaron las sirvientas al ver la neutralidad de la bebé haciendo que la menor las mire con una gotita.

-mientras nosotras seguimos nuestro trabajo usted juegue con esto -fue dejada en un corralito bastante grande.

Tenía varios peluches y juguetes...de oro, el interior estaba rodeado de almohadas.

Una de las mujeres la dejo sentada dentro del corralito apoyando su espalda en una de las grandes almohadas mientras dejaba un sonajero de oro en sus manos.

-princesa dentro de un rato vendremos -sonrieron las vampiresas para luego salir de allí.

Lisanna suspiro y miro a su alrededor. Su habitación era grande de color azul rey con algunos detalles bordo, había dibujos de rosas, otro tipos de flores que no conocia y había algunas decoraciones de oro. Había varios juguetes y osos, libros infantiles, retratos de paisajes, un gran ventanal y un balcón. Una araña de cristal con algunos diamantes y algunos sillones inviduales.

De en serio nacio en cuna de oro.

La mayoría de las cosas que la rodeaba eran de oro o estaban decoradas con diamantes.

-"esta bien que sea una princesa y que al parecer tengo el nombre real pero para tanto!?, estoy rodeada de oro, es bonito pero...no estoy acostumbrada a esto".

Cerró sus ojos suspirando tranquila, desde que nació no había estado sola. Por lo que sabía ya tenía 2 días de nacida, aunque su apariencia era de un bebé de 2 o 3 meses, parece que el desarrollo de los vampiros, si bien era lento, desde que nacen tenían esa apariencia.

Abrió sus ojos mirando al sonajero en sus manos, había algo raro en todo eso.

Lisanna Heinz Sakamaki de Aetherius Nirn.

Tanto en el anime, como en el manga o en los juegos, al menos lo que ella investigó, no había ningún nombre real. Parece que debía de aprender mucho del nuevo mundo que la rodeaba.

Aunque debía de pensar todo muy bien, después de todo no estaba en una familia que podía controlar fácilmente y como era ella; rebelde, contra el sistema, extremadamente sincera y a veces hiriente, de seguro se ganaría varios enemigos estando allí.

Pero ella no quería fingir felicidad y amor como la mayoría de las princesas hicieron en los manhwas que leyó, si bien la trama era interesante a ella le irritaba pensar en que tenía que ser así.

Ella no quería serlo, odiaba fingir amor por alguien que ni siquiera amaba. Aunque ahora era necesario si quería vivir.
Pero pensaría en otros planes para vivir si no le quedaba de otra fingiria pero por el momento sería quien siempre fue.

-"maldita sea, vivía normalmente, si se puede decir, y si bien me metí en una que otra pelea no me esperaba que este fuera mi destino...qué haré con todo?, mi madre es una zorra, mi padre es alguien...peculiar, mis hermanos son unos sádicos que me encantaba shippearlos entre sí...cierto a futuro vendrá yui!, ahgg".

De tan solo pensar que estaría en medio de toda esa estúpida trama de romance y posesividad la estresaba. Debía de idear un plan para salir de esa mansión antes de que la rubia llegué y vivir tranquilamente, si se puede.

Parecía que estaba huyendo del futuro que ella conocia y sí, lo era, pero prefería eso y poder elegir su forma de vida antes que estar involucrada en planes que no la dejarían vivir tranquila.

Si planeaba no llamar la atención era estupido, la atención ya la llamó, con esos tres como hermanos era imposible no llamar la atención, desde que nació capturo la atención de todos. Eso le jugo en contra.

-"por el momento...disfrutare del hermoso momento de ser bebé, dormir, comer y dormir, luego me arrepentiré pero ahora aprovecharé la oportunidad de dormir cuanto quiera".

Sonrió levemente y cerró sus ojos bostezando. Clavo su vista en el cielo próximamente nocturno y con curiosidad notó que había un murciélago en la ventana. Frunció el ceño pero antes de pensar en algo cayó en los brazos de morfeo.

Una risa masculina sonó por la oficina inundada de oscuridad, el rey de los vampiros había estado vigilando a su hija todo ese tiempo.

Era interesante, de todos sus hijos varones ella fue la única que salio parecida a él. Aunque eso se lo esperaba, dicen que los hijos salen a la madres y las hijas a sus padres.

Lisanna era una bebé muy interesante, no solo porque desde que nació no lloró. Sino por su extraña neutralidad y tranquilidad, mostraba desinterés por todo, por su madre, por su padre, por lo que la rodeaba. A veces mostraba interés pero la mayoría de las veces se mostraba aburrida y neutral.

El rey vio algo especial en sus ojos, no le dio el nombre real solo porque se parecía a él sino porque había algo que le llamó la atención en sus ojos.
Ella lo miro atenta y sin temor como si conociera todo sobre él.

Esos pequeños ojitos ámbar, iguales a los suyos, parecía como si estuvieran mirando su alma llena de pecados.

-qué sorpresas traerás a futuro Lisanna.

Agarró uno de sus mechones y cerró sus ojos recordandose a sí mismo en su infancia.

Si su hija era igual que él, sería alguien grande e interesante. Alguien que no se dejaría pisar por nadie, que enfrentaría a todo y a todos, alguien que sabría de grandes estrategias. Eso sería interesante.

Aunque Karl Heinz, desde lo más profundo de su ser, rogaba para que su hija no salga igual que él. Que ella conociera el amor y que su alma tenga salvación.

No lo diría en voz alta pero si Lisanna se destinaba a su mismo destino se encargaría de volver al tiempo y hacer que por lo menos uno de sus hijos sea feliz.

Después de todo ella jamás fue parte de sus planes.

Lisanna llegó de improvisto y karl no sabía qué hacer con ella en sus planes, no pudo pensar en nada desde que ella estuvo en el vientre de su madre y cuando nacio pensó que iba a tener una idea pero cuando vio esos ojos iguales a los suyos.
Algo dentro suyo se detuvo y decidió que el destino de su hija se decida por su propia decisión.

Él no planearia su destino.

La dejaría ser libre.

Que extraño, él jamás sintió amor, jamás lo recibió, jamás supo lo que era, pero cuando vio los ojos de su hija sintió interés por alguien. Sintió que algo por primera vez en sus largos años de vida, sería diferente.

Los hermanos estaban cenando, cordelia aún estaba "descansando" en su cuarto. Aunque en ese descanso estaba "hablando" con su cuñado.

Cabe decir que los vampiros estaban sorprendidos por la tranquilidad en la mansión. Se esperaban que la bebé llorará a cada minuto, pero no fue así.

-oe! -ayato miro con el ceño fruncido a la sirvienta que se encogió de miedo -qué está haciendo la hermana de ore sama? -pregunto serio ante la curiosidad de los demas.

Parece que el quinto hermano en verdad sentía curiosidad por su hermana, y no era el único.

-l-la princesa está durmiendo, ayato sama.

Contestó con temor haciendo una reverencia, el nombrado bufo y se levanto.

-ayato es mala educación levantarse a mitad de la cena -el oji fucsia lo miro serio haciendo que éste chasqueara la lengua.

-ma ma~ yo también quiero ir a ver a Lisanna chan -el tercero se levantó seguido del peli violeta.

Los trillizos desaparecieron de allí y los otros tres solo siguieron su acto.

Algo en esa bebé les llamaba la atención.

Cuando llegaron al cuarto de la menor, no se sorprendieron por la decoración del cuarto. Si ese hombre le dio el nombre real era obvio que iba a demostrar su interés por ella.

-mira teddy, Lisanna chan parece un ángel durmiendo -susurro kanato al lado de la cuna de la albina.

Los demas se asomaron a ella y vieron que la menor dormía tranquilamente con su vestido azul. Era adorable, por leves momentos apretaba sus puñitos frunciento el ceño para luego relajar su expresión.

-fu fu~ sí que es tierna.

El tercero tocó suavemente la mano de la menor la cual apretó su dedo índice haciéndolo chillar por lo bajo como una fangirl.

Los demas lo miraron con una gotita al ver que estaba encantado con el acto de su hermana.

El oji verde lo oculto muy bien, pero todos ellos sabían que en el fondo era una persona sensible que amaba las cosas tiernas.
Las amaba para corromperlas pero con su hermana era distinto.

Era extraño, jamás sintieron interés por nada ni por nadie. Pero de pronto llegaba esa bebé y capturaba su atención.

Tal vez era porque jamás estuvieron cerca de un bebé y era una experiencia nueva, o tal vez porque no tenían una hermana. Lo único que sabían es que sus vidas cambiarían con esa pequeña.

-a teddy le gusta el olor a bebé que tiene Lisanna chan -el cuarto sonrió cerrando sus ojos y oliendo el aroma de su hermana.

Era un aroma suave y dulce, como todos los bebés, pero el de ella era especial.

-hn, por lo menos no es una ruidosa...aunque es extraño que sea tan callada -el rubio se apoyó levemente en la cuna animandose a tocar la mejilla de la bebé.

Los trillizos lo miraron de reojo con recelo pero decidieron dejarlo pasar.

-es cierto, ella es muy tranquila como para ser una bebé, si bien tiene 2 días de nacida se nota la diferencia con los otros bebés.

Reiji miro atento a su hermana examinandola. Sabía por las sirvientas que la pequeña jamás lloró, que se quedaba quieta cuando la cambiaban o bañaban.

-debería de examinarla un médico? -susurro subaru tocando el pie de la menor.

Rasco la planta del pie con suavidad y observo divertido que la menor tenía cosquillas.

-oe no toquen tanto a la hermana de ore sama -susurro con enfado el quinto siendo ignorado por los demás.

Shu estaba tocando su mejilla, divertido por lo gordita que era, reiji estaba pinchado con suavidad su vientre y costados examinandola si tenía algo anormal ante su ojo médico. Laito observaba encantado la pequeña mano de su hermana apretar su dedo índice, kanato estaba acariciando el poco pelo albino de la menor y subaru le estaba haciendo cosquillas en el pie.

La pequeña princesa parecía una muñeca en exhibición.

Y eso solo era el comienzo.

.

.

.

Estaba en un lugar muy hermoso, parecía un gran jardin lleno de flores.

Parecía que era verdad cuando los adultos decían que cuando un bebé sonríe en sueños es porque está soñando cosas hermosas.

Un bebé tenia una conexión única con las cosas sagradas y hermosas. Cosas que un adulto jamás podrá ver.

Todo era hermoso, había pequeños animales y árboles que dejaban caer sus hojas de colores.

-"que extraño lugar, jamás pensé que un vampiro podría llegar a este lugar, aunque sigo siendo un ser inocente pero...es todo muy raro aunque es hermoso".

Miro embelesada el lugar, estaba sentada bajo un árbol rodeada de algunos pajaritos.

Frunció el ceño cuando sintió algo hacer cosquillas en su pie, allí no había nada.

-"por qué demonios siento que están pinchado mi cuerpo?".

Volvió a fruncir el ceño sintiendo sus ojos pesados parece que era hora de despertar.

.

.

.

*hnn~*

Los hermanos se quedaron quietos cuando escucharon el quejido de la menor.

Retuvieron su respiración al pensar que ella lloraría pero se tranquilizaron al ver que volvió a relajar su expresión.

Poco a poco fue abriendo sus ojos y los miro adormilada.

Bostezo sin poder evitarlo y ellos sonrieron de lado.

Era adorable.

-ohayo Lisanna chan~ -canturreo laito sonriendo haciendo que la menor lo mirará sorprendida.

-"desde hace cuánto están aquí?, ni siquiera pasaron días y ya están aquí?, soy una bebé y es algo nuevo pero esto es raro...y más si la atención proviene de ellos aunque es normal ahora soy su hermana".

Ella lo miro neutral haciendo que su hermano hiciera un puchero.

-mohh~ ni siquiera sonríe -se lamentó.

-ja!, ella solo va a sonreír con ore sama! -habló arrogante el menor haciendo que la albina lo mire con una gotita.

-claro que no, teddy dice...

Y allí iba una pelea de trillizos.

-hn, ella va a sonreír conmigo, seré el primero en ver su sonrisa -y el rubio mayor se sumo a la pelea.

-ya callense la harán llorar! -los regañó subaru metiéndose también a la pelea al ser ignorado por sus hermanos.

Mientras ellos peleaban un tanto alejados de la cuna, reiji miro atento a la bebé y ella se puso nerviosa.

No todos los días eras vista por un vampiro sádico y sexy con unos ojos de dios griego que parecía el hijo del sensual Sebastián Michaelis.

Ella tragó nerviosa al ver esos ojos llenos de frialdad y seriedad examinarla con atención. Estaba en peligro, debía de tener sumo cuidado con ese vampiro.

Cerró sus ojos sonrojada por lo que estaba por hacer.

-"esto es turbio pero si no quiero morir...encima no tengo ningún plan, al diablo la poca dignidad que me queda".

*da*

Todos quedaron en silencio cuando escucharon el balbuceo. Reiji parpadeo sorprendido viendo los bracitos de la menor estirarse a él.

Con sorpresa y nerviosismo la agarró con cuidado y miró atento sus ojos.

Ella lo miro neutral controlando su locura interna por tener a tal vampiro a centímetros suyo.

-...que curioso -susurro el azabache al ver que ella apretó su ropa mirándolo fijamente.

-no es justo! -no se hizo esperar los celos del quinto hermano.

El segundo lo miró aburrido igual que la albina.

-ore sama debería de llamar la atención de la enana!.

-reiji kun nos está ganando -se quejó el tercero con un puchero.

-no es justo, yo tambien quiero que "hable" conmigo -se quejó kanato celoso por ser reiji quien recibiera el primer balbuceo de su hermana.

Subaru solo se cruzo se brazos mirando para otro lado, no estaba celoso solo...tenía un poquito de envidia.

Shu solo miró a su hermano y luego cerró sus ojos, no recibió su primer balbuceo pero él sería el primero en hacerla sonreír.

El segundo sonrió de lado al ver que él llamo la atención de su hermana. La volvió a mirar y notó con curiosidad que los estaba mirando a los demás con serenidad.

-"eres alguien extraña, lisanna".

Ignoró sus pensamiento y con orgullo le sonrió a sus hermanos menores que lo miraron con furia.

Lisanna los miró a todos y cerró sus ojos.

Ellos eran sádicos, seres oscuros sin compasión, seres que sufrieron y hacían sufrir. Pero seguían siendo personas que rogaban por recibir amor.

Seguían siendo niños heridos que buscaban ser sanados.

Y ella, no lo sabía pero, sería su sanación.

See you...

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