Todo era oscuro a su alrededor hasta que abrió mis ojos y estaba delante de un gran escritorio, encima de todo estaba la silueta de un hombre.

No podía ver quién era.

Pero su cabello era rubio y parece que estaba desnudo.

-q-quién eres?.

El hombre ignoró su curiosidad y agarró unos papeles.

-Hayashi Lucila, sin ningún pecado, muerte...-susurro algo inaudible para la joven -salvaste la vida de una mujer embarazada en un edificio en llamas.

-s-sí -trago saliva nerviosa por todo lo sucedido y bajo la cabeza con pesar al recordar su muerte.

Había dejado atrás todo por salvar dos vidas pero no se arrepentía.

-bien! -se exaltó cuando el hombre dejó caer los papeles en el escritorio y se acomodó en su silla -volverás a la vida con un propósito nuevo, pero tendrás el privilegio de elegir tu destino.

El cuerpo de lucila comenzó a brillar y ella se alertó.

-espere señor yama!, expliqueme...

-yama?, jajajaja no soy yama pequeña! -ella lo miro confusa y él sonrió de lado -soy alguien mucho más poderoso que yama o kami.

Estiró su mano hacia ella y lucila miro sus manos al verlas brillar con más fuerza.

-suerte pequeña lucila.

Fue lo último que escuchó antes de que desapareciera por completo de ese extraño lugar.

-mmm lucila Hayashi...será divertido.

-es una niña!.

Frunció el ceño al escuchar una voz chillona cerca suyo.

-oh señora es en verdad adorable!.

-tiene el mismo color de cabello que su majestad!.

Al apretar sus puños abrió sus ojos en shock al notar que sus manos eran pequeñas.

-"eh....EH?!".

Se quedó sorprendida el ver sus manos. Era una bebé!.

-"espera, su majestad!, no me digan que renaci en un típica historia cliché en donde una chica renace como hija de un emperador y bla bla bla".

Hizo una mueca de fastidio y al ver a las mujeres que la rodeaban las miro curiosa. Las tres mujeres la estaban mirando en shock.

-t-tiene sus ojos.

Susurro la mujer que la estaba cargando.

-qué sucede?.

Se estremeció al escuchar una voz tan fría y que le daba mala espina.

-tiene los ojos de su majestad...cordelia sama.

Detuvo su respirar cuando escuchó ese nombre y rogó a todos los dioses que no fuera el mundo que estaba pensando.

La sirvienta la dejó en otros brazos y cuando miro a su madre quedó en blanco.

Era Cordelia Sakamaki.

-"n...no puede ser!, esta zorra no puede ser mi madre!".

La vampiresa al ver su cabello y sus ojos sonrió con orgullo.

-tienes los ojos de karl -su voz era tan venenosa y seductora como una serpiente.

Las tres mujeres de pronto hicieron una reverencia y cordelia agrando su sonrisa mirando hacia la puerta.

-"ay no, ay no...esta presencia en verdad asusta".

Apreto sus puños al sentir un fuerte poder acercarse a ella. Esa presencia no podía ser otra más que de alguien poderoso y con siglos de edad.

-querida.

Karl Heinz.

-querido...mira es una niña -miro con orgullo a la pequeña niña que evitaba sus ojos a toda costa.

En verdad le repugnaba estar en sus brazos o mirarla.

Se volvió a exaltar cuando otros brazos la agarraron, al levantar la mirada se encontró con un par de ojos color ámbar que brillaban con firmeza.

-...tienes mis ojos -el albino sonrió con superioridad tocando suavemente el poco cabello de su hija.

Ella sonrió nerviosa sintiendo que ese solo era el comienzo de sus encuentros con esos seres despreciables de ese mundo.

-felicidades señor.

Otra voz se hizo presente pero ella no lo pudo ver, al voltear sus ojos el rey miro al recién llegado.

Su primer ministro y mano derecha.

-Eithan, anuncia el nacimiento de la primer princesa del clan sakamaki, la princesa del makai, de la raza murciélago...Lisanna Heinz Sakamaki de Aetherius Nirn.

Volvió a mirar a su padre con curiosidad ante tal nombre, él solo la miraba con una sonrisa y una extraña mirada. Cuando notó el ambiente tenso miro a su alrededor.

Todos miraban en shock al rey. Incluso cordelia lo estaba mirando en shock.

-s-señor...la princesa -Eithan miro sin creerle a Heinz y él solo lo miro de reojo haciendo que el vampiro haga una reverencia -como ordené su majestad, y nuevamente felicidades.

Sin más que decir desapareció de allí, karl tocó la pequeña mano de su hija con su dedo índice y ella hizo un puchero enojada al ver que el vampiro la estaba tratando como un juguete, o eso era lo que pensaba ella, apretó su dedo con "fuerza" y el rey rió volviendo a sorprender a las mujeres.

-tienes un carácter fuerte pequeña.

Siguió mirando a su hija que lo fulminaba con la mirada sin temor alguno.

Cordelia reaccionó y miro satisfecha la imagen ante ella.

Por fin uno de sus hijos llamó la atencion de su amado.

Solo el heredero al trono puede tener el nombre real del clan. Que otro niño lo tenga quería decir que había llamado la atención del rey.

Su hija llamó la atención de su amado karl.

La pequeña lisanna había quedado dormida luego de unos minutos en brazos de su padre.

Cuando sintió varias miradas en su cuerpo, poco a poco empezó a abrir sus ojos y adormilada notó que estaba en una elegante cuna con un pijama blanco que tapaba sus manos y estaba tapada con una fina sábana rosa de seda.

Miro con una gotita el cunero de oro encima de ella. Diablos, había nacido en cuna de oro.

-teddy dice que es adorable.

Abrió sus ojos en shock al escuchar ese nombre y miro rápidamente los ojos que la estaban mirando desde hace rato.

Los trillizos sakamaki.

Sus hermanos.

-"fuck!...son más apuestos en persona" -cerró sus ojos ante la belleza brillante de esos tres vampiros de "17 años" -"aunque sí que dan miedo, más el pelo de menstruación...Oye oye violador no me mires así y el loli que deje de mirarme como si fuera una muñeca".

Ayato la estaba mirando fijamente, Laito tenía una sonrisa al estilo cheshire y una extraña mirada, mientras que kanato tenía un brillo aterrador en sus ojos. Como cuando mujeres locas entran a una tienda de ropa y ven una prenda que les gusta por igual.

Los tres estaban rodeando la cuna y la miraban atentos.

Debían de admitir que era adorable.

El poco cabello que tenía era blanco con puntas rosas casi rojas, su piel era blanca como la nieve, sus grandes ojos eran ámbar, parecían gemas. Sus mejillas sonrojadas y gorditas.

Era en verdad adorable.

-"Ojalá no se convierta como ella".

Ante ese pensamiento los tres se pusieron serios a confusión de la menor.

-no es hermosa?.

Los cuatros miraron a la vampiresa que entro al cuarto de su hija sonriendo arrogante como siempre, con su elegante vestido, su largo cabello violeta y sus ojos verdes brillantes de maldad. Era una mujer hermosa lástima que toda esa belleza era solo maldad.

-"bueno lo positivo de esto es que tendré unas buenas bubis, en mi otra vida era plana plana, encima de plana frentona y patona, la vida me odiaba" -cerró sus ojos con depresión al recordar su cuerpo del pasado.

-es tan hermosa como tu, madre -el mayor sonrió coqueto haciendo sonreir a la mujer.

Ayato solo se mantuvo serio y kanato oculto la mitad de su rostro tras su oso.

-saben, su padre le dio el nombre real a lisanna -miro con una sonrisa a la adorable bebé que la miraba neutral.

Los trillizos abrieron sus ojos en shock y miraron a su hermana para luego mirarse entre ellos.

-deben de cuidarla y siempre ponerla antes que todo, incluso que ustedes mismos, ella será una reina.

Apoyó sus pálidas manos al borde de la cuna y miro embelesada los ojos ámbar de su hija.

-"r-reina?, se refiere...".

-madre, de qué hablas? -ayato en verdad demostraba odio al llamarla así.

La mujer lo miro de reojo sonriendo con superioridad.

-ella es la preferida de karl, ayato, por eso mi pequeña lisanna debe de ser la futura reina de los vampiros, tú debes de ser el heredero al trono y luego tomar como tu esposa a mi princesa...será un verdadero orgullo -mostró sus colmillos con sadismo haciendo estremecer a la menor mientras los mayores miraron con seriedad a la mujer.

Estaba loca, su hija tan solo tenía horas de nacida y ya le estaba decidiendo su destino.

Ayato frunció el ceño mirando la espalda de esa mujer que volvió a mirar a la bebé.

No iba a casarse con su propia hermana, aunque él quisiera ser rey no iba a desposar a su hermana.
Eran hermanos, tenían la misma sangre.
Si bien el incesto estaba permitido entre seres nocturnos él no se casaría con lisanna.

Los otros dos solo miraron a su hermana y por momentos sintieron pena por ella. Tal como cuando se enteraron que su madre estaba embarazada.

Esa mujer solo sabía arruinar la vida de los demás. Y esa bebé no sería la excepción.

Ellos no querían que su pequeña hermana sufra lo mismo que ellos. Pero qué podían hacer, ellos no tenían tanto poder como cordelia.

O al menos por el momento no.

Pero lisanna se dejará controlar por cordelia?.

Dejará que decida su destino?.

See you...

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