El piso seguía mojado desde la mañana, Seungcheol era un experto en dejar los pasillos mojados.

Los pasillos relucientes que alguna vez vio ahora eran pasillos inundados y encharcados. Dejo que el agua siguiera remojando sus zapatos, camino desde la entrada hasta el almacén para avisar su llegada, pero en vez de ello fue arrastrado por una chica. Ella solo lo tomo como objeto y lo acomodo de su lado pasándole artículos y una que otra franela para pulirlos.

— Jih, necesito tu ayuda. —pidió un poco más tarde después de ponerlo a trabajar.

Fei, era su compañera de trabajo, la conoció cuando recién entro y dejo de verla al cabo de unos meses puesto que Fei era la encargada de administrar algunas paqueterías, no solo en el lugar donde Jihoon estaba si no en otras tiendas que formaban parte del señor Wen. Era una dulce chica, los ojos que algunas veces cargaban ojeras ahora lucían mucho más redondos y bonitos, las cejas alborotadas ahora estaban acomodadas y pintadas por el maquillaje, Fei anteriormente no era fan del maquillaje, el cabello recogido era lo único que no cambio, parecía enredado y alborotado en un solo lado. Tan gracioso.

— Tienes el rostro pintado pero el cabello es lo único en ese estado. —comento.

Ella sonrió. — Hay cosas que nunca podre cambiar.

Hubo otros comentarios desinteresantes después, pero Jihoon decidió seguir ayudando a Fei.

En cuestión de segundos las primeras cajas fueron desapareciendo y los anaqueles se decoraron de nuevos productos, miro a sus demás compañeros desempacando la última caja.

— Buen trabajo, Fei. —alago Jihoon con pena, decir "buen trabajo" o "lo hicimos bien" era bastante extraño, nunca utilizaba los términos que determinaban la amabilidad de la ayuda.

Fei le sonrió.

— Asegúrate de comer bien Jih, te ves pálido.

Jihoon hizo una mueca, se sentía aburrido.

— Y tú asegúrate de arreglar ese peinado. —devolvió.

Bromear esta fuera de su alcance, no se siente igual, ahora es adulto, pero Fei soltó una gran carcajada y Jihoon se asustó.

— Veré si un día puedo tomar ese consejo. Nos vemos Jih, me saludas a tu pequeño. Por favor déjame verlo una vez al menos.

Negó, Fei era una amante de los niños y no se esperaría a que Mìnghào se vuelva cercano a ella y quiera ser consentido con dulces que puedan dañarle los dientes.

Se despidió de los demás y siguió a adentrarse al pasillo principal donde todos los productos estaban. Escucho varios murmullos, a estas horas del día los clientes suelen venir, entra al vestidor para cambiarse y al salir se encuentra al señor Wen quien parece estarlo esperando con la puerta abierta de la oficina.

Por muy grande el miedo lo acorralara, se armó de valor y entro. Al ser llamado o el mismo jefe espere por un trabajador solo podían significar dos cosas: regaño o despido. Y Jihoon solo esperaba que su caso fuera regaño, podía soportarlo y encontraría una solución; pero si en dado caso sucediera el despido no sabría qué hacer, tenía el segundo trabajo pero ese trabajo solo le daba un sueldo mucho más bajo que este.

La oficina era de un espacio mediado, donde la capacidad de personas era alrededor de siete o diez. Un escritorio quitaba un medio de espacio, la ventana era un buen ángulo hacia las calles de Beijing, había un pequeño espacio de papeles y libros amontados, una planta de hojas amarillentas; tal vez el señor Wen olvido de regarla, pensó. El señor Wen le pidió que tomara asiento, Jihoon con la inquietud logro sentarse. Centro sus manos en el regazo y miro con valentía a lo que fuera que le esperara.

— Has vuelto cinco minutos antes de la hora acordada. No hace falta que avises, las cámaras de seguridad siempre registran.

Por un momento suspiro de alivio. Se sintió libre y quiso agradecer.

— Lo llame por un asunto que incluye a los nuevos empleados.

¿Asunto?

— Seokmin y Seungcheol son los nuevos integrantes, no los únicos, hay otros que también entraron a trabajar en mis otras tiendas. El caso está en que ellos son extranjeros por lo cual su mayor dificultad es comprender y obedecer mis órdenes, es difícil comunicarme. Seokmin entabla oraciones extrañas y es un poco difícil comprenderlo en su totalidad. —explico. — Estoy ocupado encargándome de otras sucursales, algunos de tus colegas no saben tanto del idioma inglés, ¿Sabes hablar inglés?

— Sí. —respondió rápido.

— Fei me había consultado, eres de los pocos que podrían ayudarme con uno de ellos. Fei se hará cargo de Seokmin enseñándole a conducir para las entregas a domicilio. El problema es su compañero: Seungcheol, no comprende nada y no puedo dejarlo estar pegado a Seokmin, tengo que separarlos. Por lo poco que se es que Seungcheol si habla inglés. Jihoon, ¿Podrías orientarlo?, por favor.

¿Podía hacerlo? Solo constaba de ordenarle y enseñarle unas cuantas cosas como diferenciar caracteres.

— En caso de aceptar, subiré tu sueldo el doble y dejare que tengas los descansos necesarios para que puedas cuidar de tu hijo. Por lo que calculo debe estar cursando el jardín de infantes.

Parecía chantaje pero Jihoon solo se limitó a decir que si, el señor Wen sabia la existencia de Mìnghào, él y otros pocos, muy pocos. No hacía falta pensarlo, la ventaja era mucho más buena, tendría el dinero suficiente para poder pagar lo que debe y podrá tomar los descansos para dormir o cuidar a Mìnghào el tiempo completo.

— Acepto.

El señor Wen sonrió.

— Trabajaras con Seungcheol de lunes a viernes, los fines descansos. En dado caso de que ocurra algo podrás faltar siempre y cuando haya o se presenten problemas. Muchas gracias y puedes retirarte.

Suspiro. Era buena oportunidad que debía aprovechar, si su sueldo aumentaba entonces podría comprar el uniforme completo (para deportes) y el libro de inglés que tanto pedían. Sabía que el señor Wen era buena persona.

La alarma para la hora de la cena estaba sonando, todos los trabajadores se reunían en un pequeño salón donde compartían la comida. Jihoon siguió el lado contrario, debía buscar a Seungcheol para acordar con él.

Seungcheol era alto, de cuerpo robusto y torpe. Podría hallarlo con facilidad, o al menos eso cree.

Pero al verlo todo mojado solo se apena.

— Hola, perdón por molestar, pero podrías ayudarme a encontrar otro trapeador.

Jihoon solo movió la cabeza.

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Soy Jihoon cuando tengo que trabajar, ah, lo soy siempre: con rapidez olvido los nombres de mis compañeros y por ello siempre me pierdo Xd.

Seungcheol es un bebé.

Gracias por leer <3