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CAPITULO 2:

CAPITULO 2:

—Lamentablemente ese es el destino de cualquier cachorro rechazado por su padre Alfa —dijo el doctor con evidente tristeza en su rostro— Si el Rey me lo permite me encargare de darle una sepultura digna a la pequeña cachorra

—La sepultaremos en el cementerio de la familia real, por favor prepárela —dijo Jungkook viendo al doctor

—Me encargare de eso mi Rey, cuando esté lista le avisare para que pueda sepultar a la bebé —dijo el doctor

El doctor volvió a entrar a la habitación y de esta salió con la pequeña bebé en brazos, se marchó de allí dejando a ambos hermanos sumido en un silencio profundo, que fue roto gracias a la chica que dijo:

—¿Por qué decidiste sepultarla en el cementerio de la Familia? —pregunto viendo a su hermano

—Cuando el despierte querrá ir a despedirse de su hija y creo el cementerio de la familia es el más adecuado para que lo haga —respondió Jungkook colocando su mirada en su hermana

—Coincido —dijo Jia— Me gustaría ser yo quien le dé la noticia del fallecimiento de su hija

—Puedes hacerlo hermana, creo que eres la más indicada para darle esa noticia —agrego Jungkook

Tres Días Después...

Han pasado tres días desde que Jungkook y Jia rescataron a aquel omega que habían encontrado fuera del castillo. Algo muy difícil para ambos monarcas fue sepultar a la pequeña bebé, pues para ambos era muy triste que esa pequeñita haya muerto por ser rechazada por su padre alfa. El muchacho aun no despertaba y eso era algo que aumentaba la preocupación del Rey, Jungkook realmente no comprendía porque le preocupaba tanto ese chico de cabellos azabaches, pero lo único que quería era que el despertara y saber que estaba bien. Ahorita el Rey y la Princesa se encontraban almorzando cuando uno de los sirvientes llego trayéndole noticia de aquel omega que habían recatado hace tres días.

—Disculpen majestades —hablo el sirviente luego de haber entrado a la cocina— El omega que rescataron hace tres días ya despertó

—¿Le llevaron algo de comer? —pregunto Jungkook mirando fijamente al sirviente

—Lo hicimos, pero se niega a comer —respondió el sirviente— Solo pide por su hija insistentemente

—Iré a hablar con él —dijo Jia dejando de lado su plato de comida y colocándose de pie— Cuanto antes sepa la mala noticia mejor

—Tienes razón hermana —dijo Jungkook— ¿Quieres que te acompañe? —pregunto

—Sera mejor que vaya sola, si necesito tu ayuda te mandare a llamar —dijo Jia a lo que Jungkook solo asintió

Luego de esas palabras Jia dejo él comedor y junto al sirviente, para ir a la habitación de aquel chico desconocido para todos en el palacio. Al llegar a la habitación le pidió al sirviente que se quedara afuera y luego entro para encontrarse con el chico de cabellos azabaches y piel pálida, con su mirada perdida en la nada.

—Hola —saludo la Princesa mientras se acercaba a la cama— ¿Cuál es tu nombre? —pregunto una vez la mirada del chico estuvo en ella

—¿Tu sabes dónde está mi hija? —respondió el chico con otra pregunta

—Lo sé, pero me gustaría saber cómo te llamas —dijo Jia regalándole una leve sonrisa— Yo soy Jia, Princesa de Seúl

—Soy YoonGi, Príncipe de Daegu —respondió el azabache— Ahora dime dónde está mi hija —pidió casi suplicando

—Con respecto a ella, no te tengo una buena noticia —dijo Jia sentándose junto el en la cama

—Yo sé que ella murió, solo quiero saber dónde la sepultaron —dijo YoonGi a lo que Jia lo miro sorprendo, no se imaginaba que él ya sabía de la muerte de su hija

—La sepultamos en el cementerio real, para que puedas despedirte de ella —dijo Jia con tristeza

—Quiero ir ya —dijo YoonGi tratando de levantarse, pero Jia se lo impidió

—Aun estas débil porque no has comido nada —dijo Jia viéndolo— Come algo primero y prometo que luego de eso te llevare a despedirte de tu hija

—Segura que me llevaras con ella —dijo YoonGi con algo de desconfianza

—Te doy mi palabra de que lo hare —dijo Jia con firmeza en su voz— Ahora me ire y le pediré al sirviente que te traiga la comida y también algo de ropa, en lo que termines vendré por ti para llevarte con tu niña y puedas despedirte

La princesa se retiró de la habitación dejando al chico solo y luego darle las indicaciones al sirviente fue a reunirse con su hermano quien aún estaba en el comedor. Al llegar al comedor se sentó en la mesa junto a su hermano y dijo:

—Él ya sabía que su niña había muerto —comento viendo a su hermano

—Que lamentable —dijo Jungkook con tristeza— Tienes algo de información sobre quien es

—Se llama YoonGi y es el Príncipe de Daegu, así que es hijo de Rey Min —dijo Jia— Por ahora esa es la única información que tengo, pienso sacarle más cuando lo lleve al cementerio a despedirse de su hija

—No crees que es muy pronto para que deje la cama, aún está débil —dijo Jungkook con cierta preocupación

—Quiere ir a despedirse de su niña y yo no voy a negárselo, pero no te preocupes antes de movernos de la habitación verificare que pueda andar por su cuenta —dijo Jia regalándole una leve sonrisa a su hermano

—Confió en ti Jia —dijo Jungkook con cierta preocupación— Me pregunto porque el Príncipe de Daegu habrá huido de su Reino

—Eso es algo que tratare de averiguar dentro de poco —dijo Jia con firmeza

Momentos Más Tarde...

Jia iba de camino al cementerio Real con YoonGi, iban en un carruaje pues, aunque quedara algo cerca del castillo y podían ir caminando, prefirió evitar que el omega azabache se esforzara demás pues aún se estaba recuperando. El camino fue silencioso ya que YoonGi no tenía intención alguna de hablar y Jia no supo cómo romper el hielo. Llegaron al cementerio y Jia guio a YoonGi hacia donde estaba la tumba de la pequeña la cual ella misma había arreglado y decorado.

—¿Cómo supieron el nombre de mi hija? —pregunto YoonGi al notar que en la lápida de la tumba estaba escrito el nombre que él le había dado a su pequeña cachorra

—En los días que estuviste inconsciente yo personalmente cuide de ti y en un momento balbuceaste ese nombre y algo me dijo que así se llamaba la bebé —dijo Jia con su mirada en la tumba— Podemos sentarnos y quedarnos el tiempo que necesites

YoonGi solo asintió y se sentó junto a la Princesa sobre el pasto que rodeaba la tumba de su hija. Sus lágrimas no tardaron en salir pues a pesar de que quería ser fuerte, le dolía haber perdido a su cachorra. El silencio reinaba en aquel lugar pues YoonGi no hacía nada más que llorar y Jia no estaba dispuesta a interrumpir el llanto del azabache, pero grande fue su sorpresa cuando el mismo rompió aquel silencio diciendo:

—Supongo que te debes estar preguntando porque llegue a Seul en tan malas condiciones —dijo para colocar su mirada en la chica a su lado

—Me gustaría saber porque motivo huiste de Daegu —dijo Jia con mucha curiosidad

—No hui de Daegu —dijo YoonGi— Hui del Reino de Suwon, soy o bueno era, el prometido del Rey Lee Me-Ho, mi padre el Rey de Daegu me comprometió con él para fortalecer los lazos entre Daegu y Suwon

—Debías estar pasándola muy mal para haber huido —dijo Jia viéndolo fijamente

—El Rey no tenía planes de casarse conmigo, el solo quería que le diera un heredero varón —dijo YoonGi con evidente tristeza

—Ósea que el Rey de Suwon te embarazo sin casarse —dijo Jia y YoonGi solo asintió

—Cuando el pueblo de Suwon empezó a exigirle herederos, el aprovecho la llegada de mi celo para acostarse conmigo y conseguir el objetivo de embarazarme —confeso YoonGi, quien extrañamente se sentía confiado de contarle a ella lo que había vivido en Suwon

—¿Tu querías eso? —pregunto la chica con cierto temor pues no quería confirmar aquello que sospechaba

—No quería tener relaciones con alguien que no me amaba y mucho menos darle un hijo, yo intente tomar mi supresor, pero él no me dejo cuando el celo me domino totalmente y sabía que no podría resistirme tuvo sexo conmigo y luego se fue dejándome solo en esa fría habitación —conto YoonGi con lágrimas en sus ojos

—Que Rey tan malvado —dijo Jia con lágrimas en los ojos también

—Semanas después confirmaron que estaba encinta y a pesar de lo que sucedió estaba muy feliz, pues un hijo es una bendición de la forma que vengan —dijo YoonGi— Pero cuando nació resulto ser niña y el Rey de Suwon la rechazo, yo hui de Suwon porque el Rey quería quitarme a mi niña y separarme de ella, no le importaba que fuera su hija, él no la quería —dijo con mucha tristeza

—No puedo ni imaginarme cuanto has sufrido —dijo Jia acercándose y abrazándolo

—He sufrido demasiado, y yo no quiero regresar a Suwon —dijo YoonGi con sinceridad en medio del abrazo— Si regreso allá será lo mismo, el Rey solo me quiere para que le dé un heredero y yo no estoy dispuesto a que me utilice como una máquina de hacer bebes y si voy a Daegu mi padre me regresara a Suwon, por eso allá tampoco quiero ir

—Y no volverás a Suwon, ni a Daegu —dijo Jia rompiendo el abrazo para verlo— Hablare con el Rey para que te permitan quedarte aquí en Seúl —dijo con firmeza

Continuara...    

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