CAPITULO 1:
CAPITULO 1:
YoonGi estaba en su habitación del castillo de Suwon, estaba dando a luz a su primer cachorro. En una de las esquinas de la habitación estaba de pie el Rey de Suwon padre Alfa del cachorro que estaba por nacer, no era un secreto para nadie en ese castillo que la relación entre el Rey Mi-Ho y el Príncipe YoonGi era distante y toxica ya que solo se comprometieron por fortalecer los lazos entre Daegu y Suwon ya que era costumbre usar a los hijos omegas para fortalecer lazos con otros reinos por medio de un acuerdo matrimonial, pero el Rey no tenía planes de casarse con el omega solo estaba con él para conseguir lo que su pueblo tanto le exigía y eso era un heredero el cual estaba a punto de nacer. Luego de unos cuantos minutos más entre mucho dolor por fin nació el tan esperado cachorro que resultó ser una niña.
—Es una hermosa niña —dijo la partera acercándose a su Rey con la cachorra envuelta en una manta
—Aléjala de mi —dijo el Rey Mi-Ho sin siquiera mirar a la pequeña bebé— No es un niño, entonces no la quiero
—Pero es tu hija —comento YoonGi desde su cama
—Cállate omega inútil —dijo el Rey usando su voz de mando— Ni siquiera sirves para darme un heredero varón
YoonGi solo agacho su cabeza sumiso, mientras que el Rey salía de aquella habitación enojado cerrando la puerta con fuerza. El silencio reino en la habitación hasta que la partera se acercó a YoonGi y dijo:
—¿Quieres cargar a tu hija? —pregunto la Beta viendo a él omega quien hacia su mayor esfuerzo por no llorar
—Claro —dijo YoonGi para recibir a su pequeña hija de los brazos de la partera— Esta hermosa —agrego admirando el pequeño rostro de su hija
—Tiene un nombre para ella Príncipe —dijo la partera sonriendo levemente
—Ae-Cha, Min Ae-Cha —dijo YoonGi sonriendo ampliamente arrullando a su cachorra
La noche pasaba en aquel castillo y YoonGi no dejaba de darle cariño y amor a su pequeña cachorra que debido al rechazo de su padre Alfa estaba inquieta. Estaba tratando de calmarla cuando su buen amigo y capitán de la guardia real Woo-Rim entro a la habitación algo exaltado diciendo.
—Príncipe tiene que huir del castillo con su cachorra —dijo el soldado tratando de recuperar el aliento pues literalmente había corrido hasta allí
—Pero, ¿Por qué Woo-Rim? —pregunto YoonGi empezando a preocuparse
—El Rey planea deshacerse de la cachorra, no sé a ciencia cierta qué piensa hacer, pero na va a dejar que usted la crie aquí en el castillo —explico el alfa
—Pero como voy a escapar del castillo, sabes muy bien que me vigilan todo el tiempo —dijo YoonGi comenzando a desesperarse, le asustaba en gran manera que le quitaran a su hija
—Yo mismo lo sacare del castillo, mis subordinados no se atreverán a decir o preguntar algo al respecto, pero debe apurarse porque debemos aprovechar que el Rey está en una reunión para sacarlo del castillo —dijo Woo-Rim
YoonGi no lo pensó más y dejo a su hija en la cama, rápidamente se cambió la túnica que traía puesta por una camisa blanca, un pantalón negro y unas botas luego de estar vestido tomo una capucha negra y se la puso para luego agarrar a su pequeña bebé de la cama y abandonar aquella habitación junto a su amigo. Woo-Rim quien conocía el castillo a la perfección sabia como salir de este sin ser visto, así que guio a YoonGi por lugares del castillo que solo el conocía hasta las afueras de este y estando allí dijo:
—Hasta aquí puedo acompañarlo Príncipe —hablo Woo-Rim viendo a YoonGi— Huya por el bosque será más difícil que lo alcancen si va por allí
—Gracias por todo Woo-Rim —dijo YoonGi viendo fijamente a su amigo
—No agradezca Príncipe, solo hago lo que considero correcto —dijo Woo-Rim sonriendo levemente— Ahora váyase ya antes que sea tarde, por favor cuídese mucho
—Lo hare, adiós —dijo YoonGi para empezar a correr hacia el bosque con su bebe en sus brazos
Cuatro Días Después...
Habían pasado cuatro días desde que YoonGi había huido del Reino de Suwon, había caminado muchísimo y estaba muy cansado, ya que solo hacia pequeñas pausas para amamantar a su hija quien debido al rechazo de su padre Alfa se había puesto mal. Estaba llegando a un castillo, no tenía idea de que Reino era, pero solo quería acercarse para pedir ayuda para su hija quien tenía mucha fiebre y estaba débil, el también estaba débil pero poco le importaba pues solo tenía en mente salvar a su cachorra, pero estando a escasos metros de aquel gran castillo sintió una fuerte opresión en su pecho que lo llevo a revisar la pequeña bebé en sus brazos llevándose una desagradable sorpresa.
—Ae-Cha —dijo Yoon-Gi sacudiendo a la bebé en sus brazos, pero esta no respondía— No, no, no —dijo negando frenéticamente mientras lagrimas caían de sus ojos— Mi niña despierta —pidió mientras caía al suelo de rodillas sin soltar el cuerpo de su pequeña hija— ¡NOOOOOOOOOO! —un grito desgarrador salió de su garganta al confirmar que su bebé estaba muerta y fue lo último que pudo hacer pues cayo desmayado debido al cansancio y a lo débil que estaba
Mientras Tanto...
Jungkook, el Rey de Seul llegaba a su castillo junto a su hermana menor la Princesa Jia, ambos venían de hacer su visita mensual al orfanato del Reino y cuando estaban a punto de entrar al gran castillo un grito desgarrador llamo la atención de ambos monarcas.
—Lo escuchaste Jia —dijo Jungkook viendo a su hermana
—Si hermano —dijo la omega viendo a su alrededor— Provino de por allá —señalo unos árboles cercanos a la entrada para luego correr hacia allí
—Jia espérate —dijo Jungkook corriendo tras ella
La Princesa quien había salido corriendo primero llego a los arboles encontrándose con una escalofriante escena. Pues tras uno de ellos se encontraba inconsciente un omega de piel paliada y cabellos azabaches, y en sus brazos estaba una pequeña cachorra. Jia se agacho y sin mover mucho a la bebé la reviso dándose cuenta que estaba muerta, para ella fue inevitable retener las lágrimas, estuvo en silencio hasta que su hermano apareció diciendo:
—Jia no puedes salir corriendo de esa forma —regaño Jungkook, para luego quedarse callado al ver la misma escena que su hermana había visto
—La cachorra está muerta, pero el aún vive —dijo Jia secando sus lágrimas— Hermano no podemos dejarlo aquí hay que ayudarlo
Jungkook sabía de sobra que era algo peligros ayudar a alguien desconocido siendo de la realeza, pero algo muy dentro de él le decía a gritos que no podía abandonar a ese omega, que tenía que ayudarlo y cuidarlo, y opto por hacerle caso a ese sentimiento en su interior.
—Agarra a la cachorra —ordeno Jungkook a su hermana y esta obedeció tomando en sus brazos el cuerpecito sin vida de la bebé
—¿Qué hago con ella? —pregunto Jia
—Ya lo averiguaremos —dijo Jungkook acercándose al inconsciente chico y cargándolo en sus brazos de forma nupcial— Vamos al castillo
Dicho esto, ambos hermanos corrieron hacia las puertas del castillo. Al entrar a este Jungkook dio la orden de que llamaran a un doctor rápidamente y sin más corrió hasta una de las habitaciones de invitados en donde dejo al chico de cabellos azabache recostado en la cama y junto el Jia coloco a la bebé fallecida. El doctor llego y ambos hermanos se retiraron para dejarlo hacer su trabajo. Esperaron fuera de la habitación hasta que el doctor salió de esta y dijo:
—El omega esta fuera de peligro, solo necesita descansar y comer —comento— Es evidente que estuvo caminando durante días sin alimentarse bien por eso se desmayó. También pude notar que tiene poco tiempo de haber dado a luz, unos cuatro días más o menos así que puedo confirmar que la bebé fallecida es su hija, pues tiene el mismo tiempo de nacida
—¿Tiene alguna idea de porque murió la bebé? —pregunto Jia viendo al doctor
—Pues la revise y parecía ser una bebé sana, cuando la encontraron notaron algo anormal —dijo el doctor viendo a ambos monarcas
—Cuando la cargue para traerla su cuerpecito estaba muy caliente a pesar de que ya estaba muerta —agrego Jia
—Tenía fiebre —dijo el doctor— Y la única forma de que un cachorro recién nacido sano padezca fiebre es que haya sido rechazado por su padre Alfa y creo que eso fue lo que sucedió aquí, esta cachorra fue rechazada por su padre Alfa al nacer y por eso enfermo hasta morir
—Ósea que la muerte de la bebé era inevitable —dijo Jungkook con seriedad en su rostro
—Lamentablemente ese es el destino de cualquier cachorro rechazado por su padre Alfa —dijo el doctor con evidente tristeza en su rostro
Continuara...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro