Capítulo 75: LUEGO DE LA TORMENTA🌻
Capítulo dedicado a:
____________
Más Jehová me ha sido por refugio,
Y mi Dios por roca de mi confianza.
Salmos 94:22
●°●°●—————— ⭐ ——————●°●°●
30 de Mayo.
La tarde estaba por llegar. El cielo se veía sumamente espectacular pintado de tonos anaranjados, amarillos, púrpura, rosa, todo muy hermoso.
Una obra de arte pintada por el mejor de los artistas: Dios.
Aveces me pregunto ¿cómo hace para hacer todo tan perfecto? Los hermosos amaneceres, los atardeceres tan fascinantes y las noches repletas de brillantes estrellas. Todo es tan maravilloso y todo solo puede ser obra de él.
Realmente él existe y la creación es prueba de ello.
El viento soplaba sobre mi rostro. Podía ver las hojas de los árboles mecerse suavemente.
Eran simplemente una tarde maravillosa. Yo estaba sentada sobre el pasto. Diego me había invitado a salir, fuimos a aquel lugar al que solía ir con Erick.
A las afueras de la ciudad, pasando un pequeño bosque y cerca de un acantilado.
Todo se veía sumamente hermoso. A lo lejos podía ver las olas del mar golpear contra las rocas.
Cerré mis ojos unos momentos y solo pude decir: — Gracias Dios, pues todo lo haces nuevo.
En mi vida había podido experimentar su gracia y su presencia obrar. Cuando yo ya no podía más, él fue quien me sostuvo quien me dijo que aún no era el final, aún debía seguir avanzando sin importar lo difícil que fuera el camino.
Jesús es la luz que brilló en medio de la oscuridad que me rodeaba. Oi Su voz suave y apacible, cuando mi mente se llenó de dudas y temores. Y me ha dado las fuerzas para levantarme una vez más.
Cometí errores, lo sé, y a raíz de eso sufrí demasiado. Pero su misericordia fue más grande que todo eso.
Sonreí al recordar lo bueno que había sido Dios conmigo.
Y sabia que él seguía obrando, aún cuando aveces no lo podía ver, pero él tenía todo bajo control.
— ¡Listo! ¡ya volví! — Diego se acercó a mi, estábamos platicando y luego dijo que iría a buscar algo por ahí.
— ¿a dónde fuiste?— pregunté.
— a caminar por ahí — respondió sonriendo — esto es para ti...
Me extendió un pequeño ramo de flores de colores.
— las corté en el camino...
— Gracias — sonreí.
— No es nada princesa — se sentó a un lado de mi sobre el pasto.
— Todo se ve muy lindo aquí — dijo señalando el cielo, el horizonte, el mar...
— Si, tienes razón.
— ¿Cómo está tu madre? — preguntó.
— Bien, cada día su fe se fortalece más en Dios.
— Eso es bueno — asentí.
Luego de aquella experiencia en mi habitación con Dios, como él había hablado a mi vida, se lo conté a mamá y fue un momento maravilloso pues Dios también se manifestó en ella. Ella reconoció sus faltas y volvió a él.
Entonces comprendió, que aunque mi padre, su esposo, se hubiera ido de casa, Dios no nos había abandonado.
Realmente es sorprendente la forma en la que Dios obra. No solo en nuestras vidas sino en la vida de las personas a nuestro alrededor.
— ¿Emocionado por el día de mañana? — le pregunté.
— Un poco, y también nervioso — contestó.
Mañana era su graduación en la universidad. Luego de ahí solo irían unos días más para terminar los papeleos que se necesitaban.
— Ha sido un largo trayecto — dijo — 4 años de esfuerzo continuo...parecía lejano este día y sinceramente aveces pensaba que no lo lograría pero Gracias a Dios aqui estoy ya...
— Dios es bueno.
— si lo es — sonrió — ¿irás a verme?
Hace unos días me había dicho que le encantaría que estuviera presente en la ceremonia.
— Por supuesto. Solo...— me quedé pensando unos instantes — ¿No crees que Maya se moleste si me ve contigo?
Nunca me imaginé que Maya, la chica que me hizo la vida imposible en la academia de ballet fuera la ex novia de la cual Diego me había hablado. Lo supe un día que él y yo paseabamos por el centro y se acercó a nosotros solo para reclamarle un sin fin de cosas que ni eran verdad.
Ella pensaba que yo estaba saliendo con Diego, incluso lo acusó a él de haberle sido infiel conmigo.
— No tiene por qué — respondió encogiéndose de hombros — ella ya no es nada mío...además tú significas mucho para mí, te has convertido en mi mejor amiga y quiero que estés ahí...
— Okey — sonreí.
Seguimos platicando y bromeando. Realmente era agradable pasar tiempo junto a él.
De Erick no habíamos vuelto a saber. Luego de que golpeara a Diego fue como si hubiera desaparecido, mi amigo decia que tal vez solo estaba esperando el momento adecuado para volver a aparecer. Y solo oraba para que Dios tocara su corazón y transformara su vida.
Cuando casi oscurecía decidimos volver a casa.
.....
Día siguiente.
12:00 p.m
— Diego Valdez — enunciaron a través del micrófono.
El mencionado se puso de pie y caminó hacia el frente, saludó a los de la mesa de honor y se le entregó una carpeta.
Aplaudí junto a los demas mientras una enorme sonrisa se formaba en mi rostro. Estaba muy feliz y orgullosa por él, porque hubiera culminado una etapa más en su vida.
Luego de que todos los alumnos pasaran, lanzaron sus birretes hacia arriba mientras risas y gritos de júbilo inundaban todo el lugar. Oficialmente estaban graduados.
Todos comenzaron a ponerse de pie y a felicitar a los graduados.
Me levanté de mi asiento y caminé hasta donde estaba Diego junto a sus padres y su hermano mayor junto a su esposa. Ellos no vivían en la ciudad pero habían acudido a la graduación.
Cuando Diego me vio sonrió.
— Hola señora — saludé a su madre — y señor...
— ¡Mía, que gusto verte aquí! — su mamá se acercó a abrazarme mientras me susurraba algo — que bueno que hayas podido venir...y Gracias por estar con mi hijo, por ser una gran amiga para él...
Luego que dejó de abrazarme, su esposo se acercó y me tendió la mano.
— Es un gusto verte Jovencita.
— igualmente — dije.
Me acerqué a Diego y lo abracé: — estoy muy feliz por ti...
— Gracias por haber venido — dijo. Nos separamos, le extendí la bolsa con el regalo que le había llevado — Mira, te presento a mi hermano mayor Alán y su esposa Valeria.
Señaló al chico que tenía gran parecido con él y a la chica pelinegra junto a él. Ambos se veían muy jóvenes, como de unos 24 o 25 años.
— Mucho gusto en conocerlos — les dije con una sonrisa — mi nombre es Mía.
Ambos me estrecharon la mano diciendo que era todo un gusto conocerme.
— ¡Bueno, vayamos a comer! — exclamó el padre de Diego.
Salimos del auditorio de la universidad hacia el estacionamiento. Diego y sus padres fueron en un auto y yo me fui con su hermano y su esposa.
— ¿Vives cerca de aquí, Mía? — preguntó Valeria quien iba sentada en el asiento del copiloto mientras su esposo conducía y yo iba atrás.
— Si — respondí — a unos 20 minutos o menos de aquí.
— ¿y llevas mucho tiempo conociendo a Diego?
— Ya va ser 1 año...
— ¡Genial! ¡Ustedes dos hacen una linda pareja!
¿Pareja?
— Eh, no — dije nerviosa — Diego y yo no somos pareja, solo somos amigos...
— ¿cómo? — Esta vez fue Alán quien hablo mientras miraba por el espejo retrovisor — Crei que tu eras la novia de mi hermanito.
— No, solo soy su amiga.
— ¡Vaya, disculpa! — dijo Valeria sonriendo — realmente pensamos que lo eras, Diego nos ha hablado mucho acerca de ti y la verdad es que nunca lo habíamos visto tan feliz con alguien...
— Así es, Cuando andaba con esa tal Maya no lo veía así de feliz, todo lo contrario siempre andaba enojado y amargado...
— Bueno...— comencé a decir — tal vez es porque ahora conoce a Dios y él ha transformado su vida.
— Si, yo se que si, Dios ha obrado en él — dijo el chico — Pero cuando te ve, es como si le brillaran los ojos, nunca lo había visto así...
No dije nada más porque ya habíamos llegado al restaurante.
Me bajé del auto mientras no dejaba de pensar en lo que Alán y Valeria habían dicho.
¿Será posible?
¡No! Seguro ellos están equivocados. Diego es solo mi amigo, mi mejor amigo luego de Jesús. Él me ve solo como su amiga y así será siempre.
Caminamos hacia la entrada del restaurante.
Sus padres y hermano entraron primero.
Diego se detuvo.
— ¿esta todo bien? — le pregunté.
— Si — sonrió — es solo que estaba recordando lo bueno que ha sido Dios conmigo.
— Dios es bueno todo el tiempo.
Asintió. Le propuse que se parara a la entrada y le tomaría una foto. Se veía tan lindo con su traje formal.
Luego de eso entramos para comer.
Realmente sí. Dios es bueno, muy bueno, su bondad va más allá de lo que nuestra mente humana puede comprender.
N/A
¡Ultimo capítulo!😭❤
Pero aún falta el epílogo🤭...
Y luego de eso les tengo una sorpresa!🥰😳así que muy atentos en el epílogo porque hay habrá una pista.
FELIZ NAVIDAD A TODOS!❤✨Y SI DIOS LO PERMITE UN PROSPERO AÑO NUEVO 2024...
Dios los bendiga!
Atte: Paola.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro