Capítulo dedicado a:

Anguie77

_____________________________

Éxodo 15:2

[2]El Señor es mi fuerza y mi canción;
    él me ha dado la victoria.
Él es mi Dios, y lo alabaré;
    es el Dios de mi padre, ¡y lo exaltaré!

●°●°●—————— ⭐ ——————●°●°●

20 Julio.

8:00 a.m

Bruna suspiró antes de ingresar a la habitación de hospital donde se encontraba Lucas.

Abrió la puerta lentamente con sumo cuidado para no hacer ruido.

Lucas dormía. Su brazo estaba conectado al suero que le habían aplicado.

Había pasado cerca de 1 día y medio desde que había recaído. Los médicos estaban haciendo estudios así que lo mantendrían ahí hasta que ellos decidieran que podía volver a casa.

El día anterior, Bruna quería entrar a verlo pero al final no se sentía lista para verlo luego de haberlo dejado en el parque y salir corriendo cuando le dijo lo que sucedía.

Así que dejo pasar el día y hasta ese momento se había animado a entrar. Martha había ido a su hogar a descansar un poco y su esposo se encontraba trabajando.

Bruna se acercó y se sentó en la silla, a lado de la camilla. Unas cuantas lagrimas brotaron de sus ojos al verlo en esa condición.

— Me duele verte en esta situación — dijo — y me da miedo perderte...

Lloró en silencio para no despertar a Lucas.

Como media hora después, el chico despertó. Sonrió levemente al ver a su novia ahí a su lado.

— Hola — Dijo ella.

— Hola — le respondió — Pensé que no vendrías...

— Lo siento — Bruna agachó la cabeza — Solo estaba tratando de asimilar todo esto...

— No te preocupes — Lucas sonrió — Yo estaré bien...

— ¿Cómo puedo saber que así va a ser?

— No lo se, solo se que así será...— respondió él — Pero hay algo que quiero hablar contigo...

— ¿qué cosa? — preguntó Bruna limpiando una lágrima que había escapado y rodado por sus mejillas.

— Yo...— comenzó a decir — No quiero verte sufrir...Te amo...Pero seria cruel de mi parte pedirte que te quedes a mi lado en esta situación en la que me encuentro...Así que...

Soltó un suspiro. Sus ojos comenzaron a cristalizarse.

— Bruna, mereces a alguien que pueda hacerte feliz...

— Tú me haces feliz...

— Pero alguien que pueda estar a tu lado por siempre...yo...no se cuanto tiempo me quede...

— No digas eso — Bruna lo miró fijamente con lágrimas en sus ojos — Te vas a curar...Dios te va a sanar...Te prometo que Saldrás de aquí...

Lucas sonrió entre lágrimas.

— Bruna, no prometas algo que no te corresponde a ti...Si Dios quiere sanarme lo hará, pero si no...Estoy en sus manos...

— Pero no me pidas que me aleje de ti — dijo ella.

— Bruna...

— Por favor Lucas — Suplicó — No me iré de tu lado, estaré contigo en todo tiempo...Haremos todas las cosas de tu Lista...

Lucas no pudo responder nada más. La quería a su lado pero al mismo tiempo no quería que sufriera.

Bruna se acercó y lo abrazó. Él correspondió al abrazo mientras ambos lloraban.

Cuando se separaron del abrazo, Bruna lo miró fijamente a los ojos, tomó su rostro entre sus manos y le dijo.

— Elijo quedarme a tu lado — Sonrió — Se que será difícil pero Te amo y no voy a ir a ningún lado, me quedaré aquí contigo...

— ¿Estas segura de que es lo que quieres?

— Lo que quiero es a ti.

.....

Por la tarde, Los chicos y chicas fueron a ver a Lucas cuando el servicio en la iglesia culminó. Planeaban hacer un devocional para animar a Lucas y a su familia.

Paola llevó su guitarra para cantar algunos cantos.

Y Dan compartiria un pequeño mensaje.

Cuando todos estuvieron reunidos iniciaron.

— Dios los bendiga a todos — dijo Rodrigo poniéndose de pie — Estamos aquí reunidos con el fin de estar un momento con nuestro amigo Lucas y juntos adorar a Dios...pero antes vamos a estar haciendo una oración...

Todos se pusieron de pie y oraron dirigidos por Rodrigo. Luego se le dio lugar a Paola para que dirigiera con unos cantos de adoración.

La rubia se puso de pie y tomando su guitarra comenzó a cantar.

— Dios está aquí. Dios está aquí.
Tan cierto como el aire que respiro, tan cierto como en las mañanas se levanta el sol, tan cierto que cuando le alabo Él me puede oír...

La atmósfera del lugar comenzó a cambiar. La presencia de Dios comenzó a sentirse en cada corazón.

Aquel canto era una declaración de que Dios estaba en ese lugar.

Lucas estando recostado en la camilla, cerró los ojos y comenzó a cantar.

Luego de aquel canto, Paola siguió con otro.

— Levanto mis manos, aunque no tenga fuerzas.

Lucas al oír aquel canto, levanto sus manos hacia el cielo. Se sentía débil pero aún así lo hizo.

— Levanto mis manos, aunque tenga mil problemas.

Mía, levanto sus manos y lagrimas comenzaron a brotar de sus ojos a medida que cantaba. Es cierto que tenía mil problemas, pero sabía que Dios estaba ahí a su lado.

— Cuando levanto mis manos comienzo a sentir, una unción que me hace cantar.
Cuando levanto mis manos comienzo a sentir el fuego...oh, oh, oh...

Todos podían sentir el fuego del espíritu santo en sus vidas. Era algo tan hermoso lo que estaban experimentando.

— Cuando levanto mis manos mis cargas se van, nuevas fuerzas Tú Me das.
Todo esto es posible, todo esto es posible, cuando levanto mis manos...

Cuando acabaron de cantar, Dan tomo la palabra.

— Dios los bendiga — dijo.

— ¡Amén! — contestaron todos.

— Es hermoso cuando la presencia de Dios desciende en nuestras vidas — comenzó a decir — Y hay algo que quiero compartir con ustedes esta tarde noche, seré breve...

Y voy a estar leyendo un versículo de la palabra que se encuentra en 1 corintios 12: 9, dice de la siguiente manera:

Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mi el poder de Cristo.

Dan hizo una pequeña oración antes de continuar hablando.

— Mientras yo leía este versículo, hay algo que Dios me hacía entender y comprender. Cuando nos encontramos atravesando una situación, un momento difícil, es cuando más podemos experimentar la gracia y el poder de Dios.
Y quizás te preguntes ¿por qué? Y es porque en esos momentos difíciles nuestro esfuerzo humano no sirve de nada.

Hizo una pausa y siguió diciendo:

— es decir, quizás tienes miles de problemas o ha llegado la enfermedad a tu vida, y por ti mismo, tú no puedes hacer nada para resolverlo, solo Dios es quien puede obrar.

Porque en las dificultades es cuando reconocemos que Solos no podemos, que necesitamos a Dios para salir de eso y es cuando nos rendimos a Él. Y cuando tú te rindes a Dios es cuando su poder actúa en tú vida.

Por eso, gloriate, alégrate, cuando Lleguen pruebas y luchas a tu vida porque es donde más tú puedes experimentar la gracia y el poder de Dios.

Y quizás esto te suene ilógico, y digas ¿cómo que alegrarme cuando Lleguen las dificultades? Quizás parece imposible pero cuando entendemos que su poder obra en la debilidad es cuando podemos hacerlo.

Tenemos que rendir nuestras vidas a Él, porque solo así podremos experimentar su gracia en nuestras vidas.

Dan invitó a todos los presentes a ponerse de pie.

— Hace un momento cantábamos ese canto que dice, cuando levanto mis manos...y hoy voy a pedirte que tu levantes tus manos...

Todos levantaron sus manos.

— cuando tu levantas tus manos es señal de que te estás rindiendo a Dios y dejando que su presencia venga sobre ti. Es señal de que estas en Victoria y sin importar lo que estés pasando, tu puedes confiar en que Dios está contigo. Así con tus manos levantadas, cierra tus ojos y vamos a estar orando...

Todos comenzaron a orar dejando que el espíritu santo obrara en sus vidas. Trayendo paz al corazón afligido, descanso al cansado, libertad al oprimido, nuevas fuerzas a quien sentía que ya no podía más.

Un momento hermoso. Un momento en la presencia de Dios.

N/A

Holi❤.

Dios los bendiga a todos!

Recién me di cuenta que ya hace un año que comencé a escribir esta historia🥰. El 02-12-22. Y agradezco a todos por estar leyendo esta historia que significa mucho para mí.

Mil gracias!💛

Les envió un fuerte abrazo virtual🤭

Y también comentarles que esta historia está llegando al final🥺y los siguientes capítulos serán...bueno sin spoilers😅.

Nos leemos pronto✌

Bye.

Atte: PAOLA❤