Capítulo dedicado a:

Lisanet0315

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Proverbios 12:25 [NTV]

La preocupación agobia a la persona;
    una palabra de aliento la anima.

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— Te veré mañana Bru...

— Ya te dije que no me llames así — rió.

Lucas rió también.

— Te amo — le dijo.

— y yo a ti — se acercó a él y lo abrazó.

Luego se separaron porque Lucas tenía que volver a su casa. Era cerca de las 9, ambos habían vuelto de casa de Rodrigo pero se habían demorado un poco porque volvieron caminando.

— Bueno...voy a entrar — Bruna sonrió señalando la puerta de su casa.

— Okey, que descanses y que tengas lindos sueños.

— tú también.

Bruna se dio la vuelta dispuesta a entrar pero Lucas la detuvo.

— Oye, oye, espera...

— ¿Qué pasa?

— Mañana...te gustaría salir conmigo a caminar, podemos ir al parque...yo...tengo algo que contarte...

— Amm si, me parece bien.

— Genial, hasta mañana.

Lucas se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia su hogar que estaba a unas cuadras de ahí.

Mientras caminaba pensaba. Mañana le diría a Bruna lo que estaba ocurriendo nuevamente en él, tenía miedo pues no sabía la reacción que ella tendría pero esperaba que todo saliera bien.

.....

En la oscuridad de la noche, un chico caminaba a pasos lentos luego de haber seguido a Mía en todo el camino.

Cuando llegó al hotel donde se estaba hospedando junto a su líder, o como el lo veía, su único y mejor amigo, le dio el reporte de la misión que le había otorgado.

— Ha llegado a casa ya — dijo.

— ¿Andaba sola por las calles? — preguntó el otro chico.

— Si, salió de casa de uno de sus amigos, después pasó por una tienda y de ahí volvió a su casa.

— Muy bien — dijo mirando hacia la ventana que daba hacia la ciudad.

— Erick — comenzó a decir — ¿por qué haces esto?

— ¿Hacer que? — el chico rubio se dio la vuelta y se hizo el desentendido.

— Esto...Estarla vigilando en todo momento, ella no quiere saber ya nada de ti, después de lo que le hiciste.

— Lo se — Erick soltó un suspiro — Pero en serio me preocupa...y no quiero que nada malo le pase...

— ¿Entonces por qué la engañaste?

— Fui un tonto al hacerlo, pero...estaba cansado de no poder avanzar más allá con ella...por su religión...le había pedido que viniera vivir conmigo pero se negó...

— ¿Cómo le pediste eso si ni siquiera tienes un hogar fijo? — Rió.

Erick tenía dinero, si, pero jamás había creído necesario construir una casa propia pues luego viviría solo. Y algo que detestaba era la Soledad, aunque no lo dijera o no lo demostrara.

— Lo se, fue una locura pero ya no importa — dijo — además ella quería que nos casaramos primero para vivir juntos, ya sabes como son esas bodas en la iglesia...

Santiago soltó una carcajada.

— ¿Tú, casandote por la iglesia? No lo creo.

— Ni yo. Obvio no iba a hacer eso...

— ¿y la amabas?

— Si — contestó Erick soltando un suspiro — pero muy tarde me di cuenta...

— Aver si estoy entendiendo — dijo Santiago — La amabas pero no querías casarte con ella, solo que vivieran juntos...

— Si, justo así. Pienso que el casarse no es importante, es solo un papel. Yo solo quería estar con ella así y ya...

— Pero por lo que has dicho para ella eso no está bien.

— Si, es Cristiana. Para ellos esta mal vivir juntos y acostarte con alguien sin antes casarse...

— Un momento — Habló Santiago — ¿Estas diciendo que querías acostarte con ella?

Erick comenzó a reír.

— ¿por qué crees que estaba con ella?

— ¿No era por que la amabas?

— Por eso, pero también por lo anterior. Es decir yo la amo, ella me gusta y la deseo, pero no quiero una relación que tenga como fin el matrimonio...

— Realmente eres difícil de comprender Erick.

Erick comenzó a reír.

— pero bueno... — siguió diciendo Santiago — ¿hasta cuando seguiré vigilandola?

— Hasta siempre...

— Pero Erick...

— pero nada, Santiago...ese fue el trato que hicimos, además te estoy pagando por eso...

— Bien — Rodó los ojos.

Santiago era un chico de 20 años, hace unos meses había conocido a Erick cuando se unió a la red de El Jefe, un poderoso narcotraficante que traficaba en toda aquella ciudad.

El jefe había puesto a Santiago bajo el mando de Erick para que le enseñara todo lo que necesitaba saber acerca de los trabajos ilegales que realizaban.

Al principio Erick no quería pero con el tiempo se fue acostumbrado y hasta podría decirse que los dos se habían convertido en grandes amigos.

— ¿Investigaste al chico que te dije? — preguntó Erick mientras se recostaba en la cama.

— Si.

— ¿Y bien...? — alzó las cejas esperando su respuesta.

— Diego Valdez, 21 años a punto de cumplir 22. Estudiante de último año en la carrera de Administración de Empresas...Hace poco se volvió cristiano y creo que es la razón por la que esta viendo a Mía.

— ¿Crees?

— Si, bueno por lo que supe, En la fiesta en la que ustedes dos fueron, cuando te encontró con aquella chica...Mía conoció a Diego ahí y estuvieron hablando...luego de ahí el dejó de ir a fiestas y empezó a ir a la iglesia.

— Interesante...Bueno y ¿supiste si ellos eran más que solo amigos?

— No — respondió Santiago.

— No puedo creer que esto esté pasando...— Erick llevó sus manos a su cabeza frustrado.

— ¿Qué cosa?

— ¿No lo entiendes? Si Mía llega a enamorarse de ese tal Diego, ya no podré recuperarla...tengo que pensar en cómo deshacerme de Él...

— ¿Qué?

Toda la noche Erick no logró dormir bie  por pensar en que quizás Diego podría conquistar a Mía y no quería que eso pasara.

.....

Día siguiente.

Toda la mañana Lucas estaba pensando en cómo le diría a Bruna que el cáncer había vuelto. No quería soltarlo de golpe pero no se le ocurría otra forma.

Fue a su trabajo, pero por más que trataba no podía concentrarse. Penso en pedirle a Dan que le diera el día libre pero al final no lo hizo porque necesitaba el dinero.

Cerca de las 3 salió y se dirigió a casa de Bruna para salir a caminar un poco. Luego de ahí la invitaría a comer.

Cuando llegó a la casa de su novia, tocó el timbre y espero que abrieran. Los nervios inundaron todo su ser,

— Hola Lucas — Johana abrió la puerta y le sonrió cálidamente.

— Hola Señora — respondió — Vine a ver a Bruna.

— Claro, Pasa...

— Si no le molesta, La esperaré aquí afuera — sonrió levemente.

— ¿Estas seguro? — Johana lo miró extrañado — ¿No quieres pasar? Héctor está adentro...

— No, creo que no...

— ¿Estas bien? Te noto raro. ¿Pasa algo?

— Todo está bien — respondió Lucas mientras sentía un nudo formarse en su garganta.

<todo esta bien> <ojalá realmente fuera asi> pensó.

— Bueno, iré a hablarle a Bruna — sonrió.

— Claro.

Unos segundos después, por la puerta salió la chica con una enorme sonrisa en su rostro. Sus ojos tenían un brillo especial.

— Hola — Saludó al chico el cual respondió a su saludo.

— Hola. ¿Quieres ir al parque?

— ¡Claro!

Ambos comenzaron a caminar hacia el parque el cual no estaba muy retirado, solo a unas cuadras.

En todo el trayecto hacia allá permanecieron en silencio, aveces volteaban a verse y sonreían.

Bruna se sentía feliz por tener a un chico como Lucas a su lado. Y Él de igual manera, se sentía feliz por tener a una chica como ella.

Cuando llegaron al parque, se sentaron en una de las bancas. Lucas pensaba una y otra vez en como decirle lo que tenía que decirle.

Bruna notó que algo no estaba bien. Lucas siempre solía sonreír sin parar pero en ese momento parecía preocupado, como si algo lo estuviera agobiando.

— ¿Estas bien? — le preguntó.

Lucas trató de decirle que si pero las palabras no salían de su boca así simplemente se limitó a negar con la cabeza.

— ¿qué ocurre?

— Yo...— tomó aire porque sentía que no podía hablar, un nudo se había formado en su garganta — Yo...

— Lucas me estas asustando. Dime que es lo que pasa.

Lucas tardó varios segundos en responder, tomó aire y soltó de golpe:

— El cáncer ha vuelto.

A Bruna aquella noticia le cayó como balde de agua fría. No podía creerlo, no quería aceptarlo, quería creer que no era cierto.

— ¿Qué? — logró decir — Dime que es mentira.

— No lo es — respondió — Y El medico que ha dicho que ya esta muy avanzado.

— ¡No, no, no! — Bruna comenzó a llorar — ¡No puede estar pasando, no otra vez, no!

Verla llorar fue como una apuñalada directo al corazón de Lucas. Verla sufrir y saber que era por él, por su condición.

— ¡No puede estar sucediendo! ¡Dios hizo el milagro...¿por qué ahora...? ¿Por qué?

Y sin decir más se puso de pie y salió corriendo de ahí.

— ¡Bruna! — Lucas la llamó pero ella ya se había ido.

Sentado ahí en la banca, cerró los ojos y sintiendo como las lágrimas brotaban dijo:

— Dios mío, No puedo con esto...

N/A

Holi❤

Solo quería dejarles esta nota para comentar que el final de la historia está cerca🥺...

Y aún faltan algunas cositas por suceder...

Dios los bendiga!🌻

Atte: PAOLA😘