Colosenses 3:13

[NTV]

Sean comprensivos con las faltas de los demás y perdonen a todo el que los ofenda. Recuerden que el Señor los perdonó a ustedes, así que ustedes deben perdonar a otros.

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Dios es bueno y eso lo he podido comprobar a lo largo de mi vida y también en la vida de las personas cercanas a mi.

Acudí a la fiesta de Rodrigo. Fue una pequeña celebración pero estuvo genial. La comida estaba deliciosa.

Y la pequeña Sofía, cada día estaba más grande, ya estaba por cumplir un año. Esa pequeñita me causaba mucha ternura y siempre que la veía quería cargarla y tocar sus cachetitos.

Paola al verme cargar a Sofi, dijo que sería una excelente madre. Y tal vez si, me encanta cuidar de los niños, pero la verdad es que no se si quiero tener hijos, me da miedo no saber educarlos bien o no ser una buena mamá para ellos...

La verdad es que con todo lo que ha pasado en mi familia, con mis padres, me da miedo casarme y que suceda lo mismo.

También es por lo que pasó con Erick, no se si quiero volver a sentir algo por alguien...

¿cómo saber si alguien te es sincero?

Es decir, Erick cada vez que me decía que me quería parecía sincero, parecía que lo decía en serio pero no fue así. Todo el tiempo él estuvo mintiendo.

Al igual mi padre, todos los años que pasó conmigo y con mi madre parecía que Todo estaba bien pero era una farsa, él tenía otra familia.

Entonces...

¿Cómo saber que alguien de verdad va a amarme solo a mi?

Se que Dios tiene la persona indicada para cada ser humano.

¿Pero cómo saber quien es?

¿Cómo encuentras a la persona indicada sin equivocarte?

Ya me equivoqué una vez con Erick y no quiero que vuelva a suceder. No quiero que me vuelvan a romper el corazón.

Porque es horrible sentir eso.

Desde aquella vez que Erick me escribió no lo volvió a hacer y yo decidí borrar su número. No quería tener nada que ver con Él.

No lo odiaba. Pero lo que me había hecho me dolió mucho, causó una herida muy grande en mi corazón que aún estaba en proceso de sanar.

Ya lo había perdonado, lo hice la noche que llegué a casa luego de la feria a la que fui. Entendí que había sufrido aquel ataque de pánico porque aún había algo en mi corazón, algo que me impedía perdonarlo pues aunque no lo dije en esos momentos al verlo solo quería ir y reclamarle por haberme mentido.

Así que esa noche le dije a Dios que quería sacar ese dolor que me estaba consumiendo y que no quería volver a sentirme mal si quizás lo llegara a encontrar en algún momento.

Porque el mundo es pequeño y aveces aunque uno no quiera termina encontrándose con esa persona que tal vez no quería ver.

No tenía nada en contra de Él y oraba para que Él pudiera conocer a Dios.

Le conté a Diego lo que había ocurrido. Había descubierto que era un buen amigo y que podía confiar en él. De hecho se lo conté cuando vino a verme y a contarme que había tenido una recaída en el alcohol porque el mencionó que se había encontrado con su ex novia y le había dicho algunas cosas y que debido a eso fue que ocurrió.

Le pregunté si ya la había perdonado y su respuesta fue que Nunca podría perdonarle lo que le había hecho, así que en ese momento fue cuando sentí que debía contarle para hacerle ver que era importante que hubiera Perdón en nuestras vidas, así como Dios nos perdonó de todo.

— Estoy orando para que Él pueda conocer a Dios — le dije al final.

— ¿Por qué? Es decir, para mi sería difícil hacer algo así con mi Ex novia — dijo mientras se agachaba y pasaba sus manos por su cabello.

— Orar por la persona que te hirió, eso cambia, te hace diferente...

Quizás no tenía sentido. Por qué...

¿Quién oraria por la persona que le hizo daño?

Por uno mismo es imposible hacer algo así pero con la ayuda de Dios era posible.

Porque así como Jesús estando en la cruz dijo: Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen. Nosotros debemos perdonar y orar por quienes nos han lastimado.

Él pudo haber pedido que los castigarán pero no lo hizo, en cambio, Él oró para que Dios los perdonara.

Jesús es nuestro mayor ejemplo en Perdón.

Cuando la celebración del cumpleaños de Rodrigo terminó, eran cerca de las 8 de la noche. Salí a la calle y caminé por la banqueta.

Dan iba a llevarme pero no quería causar molestias. Así que Decidí que iría caminando a casa, lo bueno era que aún había muchas personas transitando por las calles. Así que aún no estaba muy solitario.

Pasé por una tienda para comprar Pan Bimbo, pues en casa se había terminado.

Cuando estaba por ir a la caja registradora para pagar, me detuve en uno de los pasillos para ver si compraba alguna otra cosa.

Me detuve al escuchar risas y una voz conocida justo en el otro pasillo. Me asomé un poco cuidando que no me vieran y lo que vi, rompió aún más mi corazón.

Mi padre estaba ahí...junto a sus dos hijos...

Una niña de 10 años con el cabello castaño como el de mi padre y el mío, solo que ella no tenía rizos, pues los rizos los había heredado de mi madre.

Y el chico de 17 años si mal no recuerdo. Alto, Delgado, de cabello igual castaño y el mismo color de ojos de mi padre.

Se notaba mucho el parecido.

Parecían muy felices los tres juntos. Reían y sonreían. No sé que le dijo la niña pero papá sonrió y la abrazó.

Los trataba de una manera muy tierna, se notaba que los quería. A diferencia de a mi que nunca me prestó atención, nunca estuvo al pendiente de mi. No recuerdo la última vez que habló conmigo, o me dijo que me quería o me dio un abrazo. Nunca lo hizo conmigo.

Hubo un tiempo en mi niñez que si estuvo ahí, pero luego de la nada todo cambió, y ahora sabía la verdera razón, no era solo el alcoholismo, él había encontrado una nueva familia.

Y eso me llevó a cuestionarme ¿qué hay de malo en mi?

¿Por qué nunca me prestó atención?

¿Por qué nunca fue feliz con mamá y conmigo?

¿Será que fui una hija no deseada?

Hice un esfuerzo muy grande por no romper a llorar en ese instante.

Y por unos momentos el enojo se hizo presente. Quería correr, quería ir a donde estaba y reclamarle, preguntarle por qué nos había abandonado.

Y cuando estaba por hacerlo, algo me detuvo.

Y pude sentir como el espíritu santo me decía: Perdona.

Era cierto que no lo odiaba pero lo que había hecho me rompía el corazón y sabía que debía perdonarlo por eso.

Suspiré. Y mientras observaba a mi padre abrazar a su hija dije en un susurro: Papá, te perdono por nunca haber estado para mi...

Sabia que no era fácil y que debía repetirlo varias veces hasta que al fin pudiera estar en paz.

Me di vuelta y Cruze por otro pasillo, pagué lo que había comprado y salí inmediatamente antes de que él me viera.

Cuando llegué a casa iban a dar las 9 de la noche. Me sorprendí al ver a mamá ahí sentada en el sofá, pues normalmente ella llegaba hasta las 10 u 11 de la noche.

— Hola mamá — saludé.

— Hola, ¿Cómo te fue? — le había dicho que iría a casa de Rodrigo.

— Bien — sonreí — Oye...por cierto...vi a papá.

Su semblante decayó y pensé que había sido mala idea mencionar eso.

— ¿En serio? ¿Y qué?

— Pues nada, solo lo vi cuando entré a la tienda a comprar, estaba con...sus hijos...

— Vaya, al parecer él es feliz...

— Eso parece — dije soltando un suspiro.

— Justo ahora me arrepiento de haberme casado con él, tal vez así tú y yo hubiéramos estado mucho mejor...

— ¿De qué hablas?

— Me casé con tu padre solo porque mis padres nos obligaron a hacerlo pues yo estaba embarazada de ti...ambos aun estábamos estudiando en la universidad...yo tuve que dejar mis estudios...solo él pudo terminar...pero nunca fue feliz conmigo...

— ¿Por qué no sabia eso?

— Porque no queríamos que pensaras que fuiste la causante de que nos casaramos y terminaramos en un mal matrimonio.

— Pero lo fui — dije sintiendo un nudo en mi garganta.

— No, fuiste una sorpresa que no esperábamos pero créeme cuando te digo que desde el momento que supe que estabas en mi vientre te amé con todo mi corazón...y pensé que con el tiempo el llegaría a amarnos a las dos...pero no sucedió y aún cuando al principio parecía que así era nunca fue real...

No dije nada. Solo me quede pensando en eso. Mamá nunca me contó nada de eso, siempre había pensado que mis padres se habían casado porque se amaban pero...No era así...únicamente se casaron porque yo venía en camino...

Y dolía enterarme de eso...y pensar que durante todo este tiempo fui la causante de todo...

Porque así era...¿no?

Dios...¿hasta cuando tendre que seguir aguantando todo esto que esta sucediendo?

Ya no puedo más...