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Salmos 103:2

Que todo lo que soy alabe al Señor;
    que nunca olvide todas las cosas buenas que hace por mí.

NTV

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20 de Mayo.

Abrió los ojos lentamente mientras miraba todo su alrededor y sonrió.

Los rayos del sol entraban por la ventana. Afuera los pájaros cantaban alegremente. Era un día hermoso, un día perfecto.

Miró a un lado de él y volvió a sonreír cuando miró a la chica que dormía en su cama, aquella chica que conoció hace años, y que hoy era su esposa.

Le gustaba observarla mientras ella dormía plácidamente, miró su vientre y con su mano lo acarició, ya faltaba poco para la llegada de su primer hijo o hija, pues aún no sabía que iba a ser. Se sentía afortunado y solo podía darle gracias a Dios por todo. Porque todo lo que tenía era gracias a Él.

Quizás muchas veces pensamos que las cosas que tenemos o lo que logramos es por nuestras propias fuerzas, pero no es así. Todo es por la gracia de Dios.

Estando ahí sentado en la cama, agradeció a Dios porque le permitía a su esposa cumplir un año más de vida. Dios había sido bueno con ellos y estaba tan agradecidos por todo lo que había hecho, lo que hacía y lo que seguiría haciendo en sus vidas.

Se acercó a ella y depósito un beso en su frente. Luego dejó besos en todo su rostro y susurró en su oído.

— Amor, despierta...

Alin se removió en la cama con sueño todavía.

— Dan, déjame dormir...— le dijo sin abrir los ojos.

— Es hora que despiertes — volvió a decirle mientras le daba besos en la frente y en las mejillas.

— Solo 5 minutos...— le dijo ella mientras se acomodaba para dormir.

Dan rió un poco al ver que Alin no quería despertar. Él se levantó de la cama y fue al baño. Se lavó la cara y cepillo sus dientes.

Luego recordó que una vez Alin le había dicho que el día de su cumpleaños quería que la despertaran como una princesa, como en la película que habían visto juntos de Barbie y las 12 princesas bailarinas.

Salió del baño y bajó a la cocina. Quería sorprender a su esposa así que le prepararía el desayuno y lo llevaría hasta la cama para cuando ella despertara.

Le tomó casi 1 hora preparar todo, pues quería que fuera especial. Cuando acabó tomó una bandeja, colocó todos los recipientes y se dirigió a su habitación nuevamente.

Entró y dejó la bandeja en la mesa. Luego se acercó a la cama donde ella dormía, suspiró y comenzó a cantar lo suficientemente fuerte para que ella despertara:

— Hoy es tu cumpleaños y ya debes tu saber que eres mi Reina y lo que digas se ha de hacer...

Lo repitió dos veces hasta que lentamente Alin abrió los ojos y sonrió.

— ¡¡Feliz cumpleaños mi linda esposa y futura madre de mi bebé!! — exclamó alegremente mientras se acercaba y le daba un fuerte abrazo.

— Gracias Dan, eres tan lindo...— le dijo mientras Él la abrazaba.

— Te amo, Aly...

— Y yo a ti, Dan.

Dan le pasó el desayuno y ella comenzó a comer, luego de que acabó se levantó y fue a arreglarse un poco.

Por la tarde habían invitado a sus amigos cercanos y a los padres de ella a comer, y juntos celebrar ese día tan especial.

Como era sábado en la tarde noche irían a la iglesia. Dan le había dicho que podían quedarse en casa y estar solo ellos dos tal vez viendo películas o haciendo otras cosas, pero Alin dijo que quería ir a la iglesia y adorar a Dios dándole gracias por un año más.

Mientras esperaban que llegara la hora en la que sus amigos irían, buscaron algo para hacer. A Alin le encantaban las películas de Barbie, las había visto todas y aveces una y otra vez las repetía, así que le sugirió a Dan ver alguna.

— Las hemos visto muchas veces — protestó Dan.

— Por favor Dan — le suplicó Alin — Solo esta vez...

— Esta bien — suspiró mientras reía — solo porque es tu cumpleaños.

— ¡¡SI! — gritó de emoción.

Ambos se acomodaron en el sofá mientras Alin prendía la televisión y seleccionaba la película que iban a ver, eligió la de "Barbie La princesa de la isla".

Como una niña pequeña, Alin se emocionó cuando empezó la música de introducción. Dan sonreía al verla tan feliz.

Cuando la película acabó, comenzaron a conversar como lo hacían cada que terminaba de ver una película o serie, acerca de lo que les había interesado más o lo que no.

— No entiendo como El Rey quería casar al príncipe Antonio con la princesa Luciana si apenas y se conocían y solo por querer tener más poder y unir los reinos — dijo Alin.

— Lo se, aunque me cae mal esa elefanta, quería que Ro fuera solo de ella y no le entregó la nota que el príncipe le había dejado — Alin rió cuando Dan dijo aquello — pero ¿Te imaginas si realmente Antonio y Luciana se hubieran casado? Le rompería el corazón a Rosella.

— Lo bueno es que no llegaron a casarse y el príncipe al final pudo casarse con la chica que él amaba y fueron felices para siempre...

— Sabes que mi papá quería hacer conmigo algo similar — comenzó a decir Dan.

— ¿De qué hablas? — le preguntó confundida Alin.

— Hace años — explicó Dan — eso fue antes de que mis padres se acercaran a Dios, yo tenía como 8 o 9 años, y mi padre ya estaba pensando en mi futuro, decía que cuando terminara la universidad me casaría con la hija de un gran empresario amigo suyo y así uniríamos las dos empresas.

— ¡Wow!

— Es una locura, y la verdad yo no imaginaba estar en un matrimonio arreglado por mis padres, yo quería casarme con quien yo amara y no con quien mi padre eligiera...— rió — y unos años después cuando mis papas aceptaron a Jesús en sus corazones se dieron cuenta de que no tendría que ser así, pues Dios tenía a alguien destinada para mi desde un principio...y ahí fue que él habló conmigo y me dijo que Él no decidiría por mi que yo eligiera a quien amara,  porque la verdad es que ya era un hecho que me casaría con aquella chica que ni conocía...

— ¡Vaya! No lo sabia...

— A nadie se lo he dicho, pero agradezco a Dios que me permitió conocerte y hoy poder estar contigo...me has hecho el hombre más feliz de todo el mundo.

— Te amo tanto — le dijo ella sonriendo y dándole un beso en la mejilla — ¿qué hora es?

— las...mmm...11:40 — le respondió el chico al mirar su teléfono.

— deberíamos alistarnos ya, nuestros amigos y mis padres vendrán a la 1 si no es que antes...

— tienes razón, ve tu primero y luego yo...

— Bien — dijo ella mientras se levantaba del sillón y caminaba hacia las escaleras.

.....

Media hora después ambos estaban listos, Alin estando frente al espejo sonrió mientras re tocaba su cabello.

— Estas muy hermosa — dijo una voz detrás de ella.

Volteó y se encontró con esos hipnotizantes y hermosos ojos azules que la miraban. Dan estaba parado justo ahí.

— Gracias, tu también te ves muy bien — le dijo. Dan sonrió al recordar que eso mismo había dicho hace cuatro años atrás en su cumpleaños número 16.

— creo que te verías mejor si usaras mi regalo.

— ¿qué regalo? — le preguntó ella confundida.

— él que te di hace cuatro años, ¿lo recuerdas?

Alin se quedó pensando unos instantes y entonces sonrió al recordar el collar con el dije de una estrella color plateado que Dan le había obsequiado. Y que casualmente combinaba con su atuendo que consistía en un vestido corto hasta las rodillas color azul pastel con detalles en color plateado en la cintura y en los tirantes.

Abrió uno de los cajones y sacó la pequeña caja donde lo guardaba.

Iba a ponerselo pero rememorando aquel día hace cuatro años, le dijo:

— ¿me lo pones?

— claro Aly — Dan tomó el collar y lo puso en su cuello — listo

— gracias Dan

— Siempre serás mi estrella favorita de todo el universo.

Alin sonrió antes de abrazarlo.

.....

Unos minutos antes de la una sus amigos llegaron.

Rodrigo, cecilia, y la bebé Sofía.

Lucas y Bruna.

Mía, Paola, y José.

Y por último los padres de Alin.

Felicitaron a Alin por su cumpleaños y le entregaron los obsequios que le habían traído.

Luego pasaron al comedor a comer, Dan había encargado a su suegra si podía hacerse cargo de la comida ya que no quería que Alin cocinará ese día.

Oraron antes de empezar a comer. Cuando acabaron partieron el pastel y le cantaron unos cantos de felicitaciones.

— ¡¡Sopla la vela y pide un deseo!! — exclamó Mía.

Alin sopló y apagó las velas de su pastel mientras todos aplaudían.

— ¿qué pediste? — le preguntó Dan.

— Es un secreto — respondió ella sonriendo.

Todos estaban felices junto a Alin, celebrando que Dios le permitía cumplir un año más de vida.