Entonces Jesús dijo a sus discípulos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame.

Mateo 16:24

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Lunes 15 Mayo.

8:00 a.m.

Iba camino a la Universidad, No tenía clases pero si tenía que ir a un evento que se organizaba por ser el día del Maestro.

En todo México el día 15 de Mayo se celebra a todos los profesores y profesoras, y aún también a los estudiantes aspirantes a dicha profesión. Por ende no hay clases en las escuelas solamente eventos que los mismos alumnos organizan para ellos.

Mi padre iba a ir a dejarme, pero en el último minuto le surgió un compromiso y por dicha razón fui caminando. Pensé en tomar un Taxi o el Bus. Pero decidí caminar y así poder tomar un tiempo para observar todo a mi alrededor y hablar con Dios.

Estaba algo retirado de mi casa, pero como salí temprano esperaba llegar a tiempo.

Me tomó casi media hora llegar a la universidad si no es que más.

Cuando ingresé caminé hasta mi respectivo salón donde estarían todos mis compañeros.

Mientras caminaba por los pasillos, vi a Ariana, Alexa y Jahir quienes conversaban, reían y sonreían entre ellos. Suspiré cuando recordé que en un tiempo fui amiga de ellos y que luego al saber que era Cristiana me hicieron a un lado.

Los primeros días desde que decidí alejarme de ellos, fueron difíciles. A menudo sus palabras hirientes hacia mi me hacían sentir mal, pero con el tiempo dejé de hacerle caso a lo que decían y seguí con mi vida.

Sabia que Seguir a Jesús no era fácil y que a veces seria rechazada por los demás, pero confiaba en que estaba en el camino correcto. Era el precio de llevar su Cruz, a menudo vendrían pruebas, burlas, rechazos, más sin embargo seguirlo a él era lo mejor que podía hacer.

Sonreí mientras seguía caminando. Nada ni nadie podría robarme el gozo que Dios había puesto en mi corazón.

Cuándo llegué al salón vi a mi amiga Dana y corrí a sentarme junto a ella.

— Hola Bruna — me saludó con una sonrisa.

— Hola Danita — le respondí.

Dana era una chica muy linda. Tenía el cabello de color rojizo y ojos azules celestes.

No era Cristiana pero estaba orando por ella, para que un día también conociera al Señor y claro cada que tenía oportunidad le hablaba de la palabra y del gran amor que Dios tenía para con ella.

— ¿Qué tal te la pasaste ayer? — le pregunté.

— Como siempre, estuve de fiesta — respondió — llegué a casa en la madrugada y casi no dormí nada.

Cuándo la conocí no parecía ser una chica de esas que van a fiestas cada fin de semana, pero luego me di cuenta de que si lo era, pero no por eso iba a juzgarla o dejarle de hablar.

Y la razón por la que Ariana y Alexa no querían que le hablara, era porque hace unos años el novio de Alexa terminó con ella para comenzar a salir con Dana.

— Pero la pasé bien — siguió diciendo — conocí a un chico...

— ¿En serio? — le pregunté sintiéndome mal por ella pues Cada fin de semana conocía a alguien distinto que al poco tiempo dejaba de buscarla.

— Si, Dijo que se llamaba Erick — sonrió embobada tal ver recordando al chico aquel — Es Rubio y muy muy guapo.

<¿Rubio que se llama Erick? ¿Por qué me suena familiar?>

— Por cierto me ha invitado a salir y le he dicho que si — rió emocionada.

— Oye Dana, ¿puedo preguntarte algo?

— Si amiga, dime...

— ¿No te cansas de esa vida? Es decir de salir a fiestas cada fin de semana y al día siguente despertar cansada y sin haber dormido bien.

— Te seré sincera — dijo — a veces si, pero es lo único que hace que me olvide de todos mis problemas...y se que me has dicho que Jesús puede ayudarme, pero sinceramente no me siento lista para buscarlo o pedirle que me ayude.
Después Será, pero Gracias por preocuparte por mi...eres la única amiga verdadera que he tenido.

Sonreí un poco triste.

Luego de unos minutos, hicieron el llamado para que todos los alumnos pasaran a la galera de la Universidad donde se llevaría a cabo el evento.

En el caminó hacia allá, Dana me pidió que la acompañara al baño. Ella entró a uno de los cubículos, yo me quedé en la entrada a esperarla.

Unos segundos pasaron cuando oí pasos que iban hacia allá. Me asomé y vi a mis ex amigas. En cuanto me vieron se miraron entre sí y rieron.

Pasaron frente a mi mirándome con desprecio.

Me dolía que eso sucediera.

— Alexa — la llamé. Las dos chicas voltearon.

— ¿Qué? — la rubia volteó a verme con fastidio.

— ¿Puedo hablar con ustedes? — les pregunté.

— ¿Sobre que? — preguntó la otra chica — Que sea rápido porque no tenemos todo tu tiempo.

— Bien, yo quiero agradecerles la amistad que me brindaron, no fue mucho tiempo pero realmente las consideraba mis amigas.

Ellas se miraron entre sí y comenzaron a carcajearse.

— Si, claro — dijo Ariana — Pues tú nunca fuiste nuestra amiga, solo te hablamos por lástima al ver que nadie te hacía caso...

— así es — dijo Alexa — Y ahora esfumate no quiero verte ni un segundo más.

Se dieron la vuelta y siguieron caminando.

— ¡Dios las ama! — alcancé a decirles antes de que entraran al sanitario.

Luego que Dana salió del baño, nos dirigimos a la galera donde se estaba llevando a cabo el evento.

Primero dieron la bienvenida luego comenzaron con varias participaciones de alumnos.

Los de la licenciatura de Danza, presentaron un bailable. Luego los de la licenciatura de Música opción: composición presentaron varios números cantando letras compuestas por ellos mismos.

Los de mi carrera decidieron que era opcional los que quisieran participar, varios chicos y chicas se anotaron para cantar uno o dos cantos.

Yo iba a anotarme, pero luego sentía nervios, ya había cantado en varias presentaciones anteriormente pero esta vez me sentí diferente y no se porque. Por lo que decidí que sería en otra ocasión que participaría.

El evento acabó cerca del medio día.

Luego de que nos autorizaron irnos, salí junto a Dana. Cuando llegamos a la puerta de entrada un auto se detuvo y de él se bajó un chico rubio.

Dana chilló de la emoción cuando lo vio, supuse que ese era el chico que había conocido y ahora que lo veía, era el mismo chico que una vez fue con Mía a la boda de Dan y Alin. Su hermano dijo ella.

— ¡¡Erick!! — exclamó alegre mi amiga.

— Hola Preciosa — se acercó a Dana, le dio un beso en la mejilla y le entregó un ramo de flores. Ella los recibió muy feliz — ¿y quién es ella? — le preguntó viéndome.

— ah, es mi amiga, se llama Bruna...

— Hola — dije.

— Hola — me miró fijamente — ¿nos conocemos?

— ¿Eres el hermano de Mía?

Erick me miró serio y luego volteó a ver a Dana.

— Oye preciosa — le dijo — ¿puedes subir al auto y esperarme? No tardaré mucho, solo tengo que hablar un momentito con tu amiga.

— Claro, solo no te tardes — le respondió sin dejar de sonreír — Luego nos vemos, Bruna...

— Adiós Dana.

Cuando Dana se fue al auto, Erick me miró nuevamente.

— No soy hermano de Mía — comenzó a decir — solo fue algo que nosotros acordamos decir cuando nos conocimos porque ella no tiene hermanos ni yo tampoco y nos pareció buena idea aparentar ser hermanos aunque no de verdad.

— Aja...

— Luego de eso nos hicimos buenos amigos y ahora es mi Novia...

— ¿Tu novia? — pregunté sorprendida.

— Si es lo que dije.

— ¿y vas a salir con Dana? ¡no puedes hacerle esto a Mía!

— Ella no tiene porque enterarse — dijo — además Dana es solo una amiga nada más, no va a pasar nada entre nosotros.

— Claro, como si fuera a creerte...¡Estas engañando a mi amiga y eso lo sabrá! — rodé los ojos.

— ¡Tú no vas a decirle nada! — exclamó en tono molesto — además, ¿No eres cristiana también?

Asentí con la cabeza.

— entonces no puedes decir nada, de lo contrario solo eres una hipócrita que va corriendo a contarle a todos lo que oye.

Se dio la vuelta, subió al auto y se marchó.

Me quedé parada unos momentos ahí preguntándome si sería bueno decirle a Mía lo que estaba ocurriendo.

Ella no se merecía esto, era una chica tan dulce y tierna, no merecía que la estuvieran engañando. Mía era demasiado para un chico como Erick.

¿Qué podía hacer? ¿Si le digo me creerá?

<Dios, por favor ayúdame y dime que hacer>

Por la tarde que vi a mi amado novio Lucas, le platiqué la situación y dijo que por mi bien solo podíamos orar por Mía para que Dios abriera sus ojos y se diera cuenta de lo que ocurría ya que si yo le decía algo luego podría llegar a tener problemas con Erick, pues no lo conocíamos bien.

Juntos oramos por nuestra amiga pidiendo que Dios obrara en su vida.

Una de las cosas que amaba de mi relación con Lucas es que desde un principio decidimos poner a Jesús como nuestro centro y era él quien nos había ayudado hasta ese momento.

Llevábamos juntos 7 meses y todo había sido perfecto, Lucas me hacía sentir la chica más afortunada de todo el mundo. Él era un chico extraordinario y maravilloso. Y lo amaba con todo mi corazón.

Nunca imaginé que llegaría a conocer a alguien como él, y Dios me sorprendió con la llegada de Lucas a mi vida.

Lamentablemente no podía decir que era mi primer novio, pues anteriormente estuve de novia con Fabián pero, Lucas era el primer chico de quien me había enamorado profundamente y con quien quería vivir el resto de mi vida.