Capítulo dedicado a:
rrox099

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Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo;
Porque fuerte es como la muerte el amor;
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Cantar de los Cantares 8:6

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— ¿estás molesta? — preguntó Dan al ver que su esposa sólo lo miraba pero no decía nada.

Hace unos instantes le había confesado lo que había ocurrido con Hannia en la empresa y que él se sentía terrible y arrepentido por haber fallado.

— No se que decir Dan — comenzó a decir Alin — No puedo creer que hayas hecho algo así y más aún con alguien que en un tiempo fue tu novia.

— Lo se — Dan suspiró y bajó la cabeza — Por favor perdóname, no se que paso pero te aseguro que no volverá a pasar.

— ¿Lo dices en serio? — preguntó la chica.

— Si — respondió Dan — A quien amo es a ti Alin, y te prometo que no haré nada que pueda lastimarte o dañar nuestra relación...por favor, tienes que creerme.

Alin tardó varios segundos en responder, pero al final dijo — Te creo, Te perdono Dan. Se como es Hannia y no quiero que estemos molestos...solo...Cumple con tu palabra y no lo hagas de nuevo...

— Lo prometo — Dan se puso de pie y abrazó a su esposa, cerró los ojos y agradeció a Dios por que todo se había resuelto sin problemas — Te amo Alin.

— Y yo a ti, Dan — le dijo mientras intentaba en no pensar más en lo que Dan le había confesado.

— ¿Te parece si salimos a algún lado? Solo tú y yo — le dijo él luego de que se hubieron separado del abrazo.

— Si, me encantaría — Sonrió Alin.

Dan de dirigió al segundo piso para tomar una ducha antes de salir mientras Alin se cambiaba de ropa.

Media hora después cuando ambos estuvieron listos salieron de la casa, se subieron al auto y Dan condujo hasta un pequeño restaurante.

Luego de que comieron algo y pagaron la cuenta, Dan la tomó de la mano y ambos salieron del restaurante.

Empezaba a oscurecer. Las luces en los postes comenzaron a encenderse iluminando todo a su alrededor.

El cielo estaba algo nublado pero aún así podía percibirse alguna que otra estrella.

— ¿Puedo llevarte a un lugar? — le preguntó Dan cuando ambos llegaron hasta donde había estacionado el auto.

— Si — respondió ella sonriendo — ¿a donde?

— Es un hermoso lugar del que muchos hablan y me ha llamado la atención entonces quiero ir contigo.

— esta bien, vamos.

Ambos subieron al coche y Dan comenzó a conducir.

— ¿Tu abuelo aún no vuelve? — le preguntó.

— No, aún no — contestó Alin — le gusta viajar y conocer nuevos lugares.

Tomas, el abuelo de Alin y padre de Camila había emprendido un viaje poco después de que Alin se graduó de la preparatoria. Había varios lugares que quería visitar y así lo estaba haciendo, viajando de un lugar a otro.

— Quería que estuviera presente en nuestra boda — comentó ella — pero como fue algo apresurado no le fue posible venir desde donde estaba.

— ¿Le has contado ya? — le preguntó refiriéndose al embarazo.

— Si, hace unos días llamó y estuvimos hablando.

Poco después el auto se detuvo y aparcó en la orilla de la carretera. Estaba oscuro asi que Dan encendió la linterna de su celular y se bajó para ir a abrirle la puerta a su esposa.

— ¿en dónde estamos? — preguntó ella un poco asustada por la oscuridad a su alrededor.

— Tranquila, no pasará nada — le dijo sonriendo para tranquilizarla — Ahora solo caminaremos a través de un bosque y llegaremos.

— Dan, esta oscuro ya, ¿y si volvemos mañana?

— Será un momento solamente, vamos — Dan tomó de la mano a su esposa y con el celular en la otra mano alumbrando el camino, ambos comenzaron a caminar.

El silencio reinaba en aquel sitio, no se oía nada más que los grillos cantando y el sonido de sus pisadas sobre las hojas que habían en el suelo.

Alin miraba todo a su alrededor intentando reconocer aquel lugar, pero le era imposible debido a que no había mucha luz. Sin embargo sentía dentro de si que ya antes había estado ahí.

Cuando salieron del sendero a través del bosque llegaron a un lugar totalmente despejado donde se podía apreciar el cielo y el horizonte que separaba el mar de el.

Era una noche hermosa a pesar de que las nubes cubrían la luna y solo había unas pocas estrellas.

Alin soltó la mano de su esposo y caminó por aquel lugar, mirando todo a su alrededor.

— Ya he estado aquí antes — dijo sin dejar de mirar hacia el acantilado, como recordando momentos pasados en su vida.

— ¿En serio?

— Si — dirigió su vista hacia Dan — Aquí fue donde intenté suicidarme lanzándome al mar.

Dan no dijo nada. Recordó ese momento cuando se enteró que Alin había sido llevada al hospital y al verla en aquella camilla sintió su corazón romperse, le dolió que ella hubiera intentado acabar con su vida. Mas ahora daba gracias a Dios porque él le había dado una nueva oportunidad y un nuevo comienzo.

— Es bueno volver — dijo ella — Pero ahora sabiendo que mi vida tiene un propósito y un destino que ya fue escrito desde antes de la fundación del mundo.

Dan se acercó a su amada y la abrazó, ella correspondió a su abrazo y cerrando los ojos dio gracias a Dios por haberle dado sentido a su vida luego de que ella estuviera cansada de vivir.

Minutos después, ambos estaban sentados sobre el suelo platicando.

— Hay algo que quiero que escuches — le dijo Dan.

— ¿qué cosa?

— Recuerdas que una vez cuando estabas en el hospital te dije que había escrito una canción para Dios — Alin asintió recordando aquel día cuando tenía poco que lo había conocido — Y me dijiste que debía intentar componer más...

— Si — le dijo — creo que eres bueno en eso...

— He escrito algo para ti...— Suspiró — No traje mi guitarra pero te lo cantaré así, solo la primer parte...

Alin sonrió emocionada. Dan miró el cielo y luego a su esposa antes de empezar a cantar.

— No puedo imaginar estar donde no estás
No puedo imaginar una vida sin ti
Eres más de lo que a Dios pedí
Eres más de lo un día soñé.

Eres mi tesoro y una bendición
Estas en lo profundo de mi corazón
No hay momento que no piense en ti
Porque eres todo lo que un día pedí.

Dan sonrió mirándola con mucho amor y cariño, mientras continuaba cantando:

— Eres tú, con quien quiero vivir mi vida
Eres tú, con quien quiero pasar los años.
Te amo a ti, y te amare por siempre
Y Nuestro amor no tendrá final.

Eres tú, mi futuro, y mi amada.
Eres tú, lo que tanto había esperado
Tenerte a ti, es todo un privilegio
Gracias doy, a aquel que nos creo.

Cuando Dan terminó de cantar, Alin se acercó a él y lo abrazó. Se sentía tan agradecida con Dios por el esposo que le había dado.

Nunca antes había imaginado que alguien la amaría tanto como Dan la amaba y se lo demostraba. Para ella era un sueño hecho realidad. Una oración contestada.

— Te amo, Dan — le susurró al oído.

— Y yo a ti — le respondió.

Una noche mágica que ambos estaban viviendo. Una noche bajo el cielo, solo ellos dos compartiendo de su amor.

Sus miradas se conectaron y por un instante todo a su alrededor desapareció, era como si tan solo con sus miradas se dijeran muchas cosas sin necesidad de hablar.

Dan amaba la conexión que tuvo con ella desde un principio y por eso es que supo que era la persona que quería siempre a su lado y ahí estaban ahora. Disfrutando de un momento mágico, de los muchos que aún les faltaba por vivir.

Lentamente fueron acercando sus rostros y fundieron sus labios en un beso lleno de amor y cariño.

Dan recordó el beso con Hannia en la mañana y pensó en que con ella no había sentido nada y que Nada podría compararse a lo que sentía por Alin.