Capítulo dedicado a:

rrox099

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Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.

Mateo 11:28

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La operación de Lucas había sido un éxito, el doctor dijo que ahora solo quedaba esperar a que se recuperara y ver si mejoraba o si necesitaría otra cirugía.

Martha estaba feliz de que su hijo ya estuviera un poco mejor, sabía que Dios haría la obra completa en él.
Su padre aunque no estuvo presente ese día debido a su trabajo, se sentía bien al saber que su hijo estaba en recuperación. Día y noche trabajaba pues necesitaban el dinero para pagar los gastos del hospital.

Tres días después de la cirugía le dieron de alta y pudo irse a su hogar donde sus amigos lo recibieron con una fiesta de bienvenida, Y también celebraron su cumpleaños número 20 que había sido exactamente al siguiente día de la cirugía, todos le llevaron un pequeño obsequio y le hicieron saber que podía contar con ellos y que estaban ahí para apoyarlo.

La casa estaba repleta de globos, serpentinas y confeti, Camila; madre de Alin; había preparado una comida para llevarla y que todos pudieran disfrutar.
También invitaron a unos miembros de la iglesia y algunos profesores y excompañeros de Lucas del instituto biblico.

Lucas no pudo evitar soltar unas lágrimas de felicidad al ver todo lo que habían hecho por él, pensó que todos habían olvidado su cumpleaños pero no era así, y lo estaba comprobando con la fiesta que le organizaron, aún estaba un poco débil por la operación pero feliz de estar reunido con sus amigos, les agradeció y se disculpó con ellos por no haberles dicho nada de lo que le sucedía, ellos se mostraron comprensivos y entendieron el porqué él no quiso que lo supieran, pero ahora que estaban enterados harían lo posible por ayudar a su amigo.

.....

Una semana después de la operación de Lucas y del nacimiento de la pequeña Sofía, todos estaban reunidos en casa de Lucas, habían acordado reunirse para juntos alabar y glorificar el poderoso nombre de nuestro señor Jesucristo.

Reunidos en la sala estaban: Rodrigo y su familia, Dan, Alin y sus padres, Bruna, Mía, Paola, y Lucas y sus padres.

— Santo, Santo, Santo, mi corazón te adora, mi corazón sabe decir santo eres tú.
Solo tú eres Santo, solo tu eres digno, tú eres hermoso y maravilloso, derrama tu espíritu y que tú nos guíes, que tu gloria llene ahora mismo este lugar.

Todos cantaban a una sola voz con todo el corazón, sintiendo como el espíritu santo descendía sobre aquel lugar.

Lucas cerrando los ojos daba gracias a Dios por su vida, porque a pesar de estar en ciertas condiciones su confianza estaba en él y sabía que él obraria en su vida.
Al abrir los ojos miró a Bruna, de verdad que se veía un cambio en ella, era una chica nueva y diferente, adoraba con gran fervor a Dios, eso le hizo sonreír y recordar porque estaba enamorado de ella.

Bruna abrió los ojos un momento y sintió que alguien la miraba, volteó y se encontró con la mirada de Lucas sobre ella, su corazón comenzó a palpitar fuertemente ¿qué le sucedía? Siempre había visto a Lucas y nunca se había sentido así ¿qué había cambiado?.
Le dedicó una sonrisa y volvió a cerrar los ojos y concentrase solamente en adorar.

Cuando el tiempo de alabanza y adoración terminó, Mía se puso en pie y tomó el lugar, ella era quien compartiría un pequeño mensaje que había preparado.

— Dios les bendiga — todos dijeron Amén — es un gran privilegio para mi el estar hoy en este lugar y poder compartirles la palabra de Dios — sonrió.

Aún cuando su familia se encontraba en una situación muy difícil, ella continuaba sirviendo a Dios y mostrando esa sonrisa alegre ante todos.

— busquen en sus biblias en el libro de San Lucas capítulo 8, versículos 22 al 25
Vamos a estar leyendo esta historia.

Todos comenzaron a leer de manera alternada, primero Mía un versículo y luego ellos el siguiente y en el último se unieron.

²² Aconteció un día, que entró en una barca con sus discípulos, y les dijo: Pasemos al otro lado del lago. Y partieron.
²³ Pero mientras navegaban, él se durmió. Y se desencadenó una tempestad de viento en el lago; y se anegaban y peligraban.
²⁴ Y vinieron a él y le despertaron, diciendo: ¡Maestro, Maestro, que perecemos! Despertando él, reprendió al viento y a las olas; y cesaron, y se hizo bonanza.
²⁵ Y les dijo: ¿Dónde está vuestra fe? Y atemorizados, se maravillaban, y se decían unos a otros: ¿Quién es éste, que aun a los vientos y a las aguas manda, y le obedecen?

Después hicieron una oración pidiendo que Dios fuera quien hablara a sus vidas.

— al leer este pasaje — comenzó a decir Mía — comencé a preguntarme ¿por qué Jesús podía dormir mientras en el mar había una tempestad? ¿Acaso no lo sentía? Y llegué a la conclusión de que fue porque Jesús sabía que su padre estaba con él y él no iba a permitir que nada malo le pasara pues tenía un propósito que cumplir.
De la misma forma, Dios jamás nos dejará, siempre estará a nuestro lado pero depende de nosotros si verdaderamente confiamos en él y elegimos descansar en su presencia o angustiarnos al ver la tormenta a nuestro alrededor.
Los discípulos perdieron la fe en Dios, al ver la tormenta creyeron que todo estaba perdido y olvidaron lo que Jesús les había dicho al principio — pasemos al otro lado del lago — no les dijo "pasen" sino "pasemos" eso indicaba que él iría con ellos.
Hoy Dios también nos dice eso: ¡yo voy contigo, no estas solo o sola, estaré a tu lado en todo momento, no te angusties!
En medio de la tormenta podemos confiar en que él va con nosotros, si hacemos eso podremos descansar en la tempestad, aunque todo a nuestro alrededor parezca un caos si confiamos nosotros estaremos tranquilos pase lo que pase.
Jesús está con nosotros y él puede traer paz si elegimos confiar y mirarlo a él cuando todo va mal.

¿Con quién te identificas, con Jesús o con los discípulos?
¿Descansaras en la tormenta o te angustiaras?

Cuando Mía terminó de hablar invitó a todos a ponerse de pie para juntos orar y dejarse ministrar por el espíritu santo, todos oraban fervientemente y de todo corazón sintiendo la presencia de Dios manifestarse en sus vidas, era algo maravilloso lo que estaba sucediendo, quienes iban con alguna carga o preocupación al instante se sentían livianos, estaban experimentando el descanso que Dios les otorgaba.

Mía lloraba al sentir como Dios le decía que siguiera confiando y que todo estaría bien.

Al término del pequeño servicio se quedaron un rato más a convivir, la madre de Lucas había preparado café y un riquísimo pastel de chocolate.

— ¿cuándo vuelven a clases? — preguntó Lucas a Mía y Alin, quienes se habían sentado a un lado de él mientras los demás conversaban entre ellos.

— a principios de Septiembre — contestó la chica de pelo rizado.

— Es genial, disfruten de este ultimo año — les dijo con una sonrisa en su rostro mientras recordaba lo agradable que habia sido su estancia en el instituto biblico.

— ¡Lo haremos! — exclamó alegre Alin

— por cierto, ¿cómo van las cosas con Dan? — cuestionó

— De maravilla — respondió ella — han sido 7 meses extraordinarios que hemos pasado juntos y los que faltan.

— que rápido pasa el tiempo — agregó Mía — pareciera que fue ayer cuando te conoció y no paraba de hablar de ti...pasaron unos años y ahora al fin eres su novia.

— si, es increíble — Alin sonrió al recordar todo lo que había pasado con Dan desde que lo conoció, volteó a verlo y se sintió afortunada de tenerlo en su vida.

— ¿y tú Mía? — preguntó Lucas sin quitar de su rostro la sonrisa — ¿algún pretendiente? ¿O alguien por ahí?

— No, no hay nadie — rió y en ese instante el nombre de Erick surco su mente, sacudió la cabeza negando, Alin y Lucas la miraron confundidos ante su acción pero no preguntaron más.

Luego Alin le preguntó al chico:

— ¿Tú, Lucas, hay alguien?

El chico no respondió, solo soltó un suspiro mientras volteaba a mirar a Bruna quien estaba conversando a lo lejos con Paola y Dan, al verla no pudo evitar sonreír.

Mía y Alin siguieron con su vista hacia donde Lucas estaba mirando y entonces entendieron, Lucas estaba enamorado de Bruna.

— ¡Oh wow, que hermoso! — dijo alegre Mía llevando sus manos a su boca sin poder creerlo — ¡ella te gusta!

— Sht — hizo ademán de que hicieran silencio — baja la voz, te puede oír.

— lo siento, es que no me lo esperaba, esto es genial, ella y tú son la pareja perfecta — Mía estaba emocionada

— harian una linda pareja — añadió Alin sonriendo

— Bruna — comenzó a decir el chico — la verdad no se desde cuando surgió todo, pero realmente la amo y es la chica que yo quiero en mi vida.

— ¿por qué no se lo dices? — preguntó Alin

Eso mismo se preguntaba el chico, muchas veces había pensado en decirle pero le daba miedo que ella lo rechazara o que se molestara con él, además que él ahora estaba en recuperación y faltaba ver como evolucionada, Lucas no quería que Bruna se viera involucrada en su vida estando él enfermo, quizás más después se lo diría y vería que pasaba.

Al término del día todos recordaban la palabra que Dios les había hablado: Descansar en la tormenta, quizás era difícil pero era lo mejor que podían hacer, confiar en que Jesús tenía el control de toda situación que estuvieran atravesando o que atravesarían en un futuro.