Capítulo dedicado a:

HellenMolinares
SheylaMZ

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25 de Octubre.

10:30 a.m

Alin se encontraba de visita en casa de sus padres.

Dan la había pasado a dejar temprano en la mañana antes de irse a la empresa.

Alin no tenia clases, pues como recién llegaban del viaje misionero tenían toda esa semana libre así que decidió ir a ver a su familia.

Su papá no estaba pues debía ir a su trabajo, pero estaría con su madre y en la tarde se reunirían a comer juntos todos en familia.

Camila estaba feliz de tener a su hija en casa por lo cual en la mañana cuando llegó le preparó su desayuno preferido.

Luego estuvieron conversando y juntas se pusieron a hacer el almuerzo.

Cuando acabaron llevaron todo a la mesa del comedor, se sentaron y oraron antes de comenzar a comer.

Alin mordió un bocado de su comida cuando de pronto le supo raro. Miro su plato pero la comida estaba bien. Unas inmensas ganas de vomitar hicieron que se levantara rápido de la mesa y corriera hacia el baño donde vomitó lo poco que había comido.

Camila se levantó y fue tras su hija.

— ¿estás bien, Alin? — le preguntó mientras le pasaba un pedazo de papel para que se limpiara la boca.

— Si, ya estoy bien — respondió la chica — se levantó del piso pero cuando iba a hacerlo perdió el equilibrio y estuvo a punto de caer de no haber sido porque su madre la detuvo.

— ¿te sientes mal?

— No, fue solo un mareo — contestó — estaré bien. Me ha pasado casi a diario los últimos días pero todo esta bien.

— Yo creo que no — le dijo su madre.

— En serio mamá, estoy bien — volvió a decir.

— tal vez deberíamos averiguarlo.

— ¿de qué hablas? — Alin miró a su madre confundida.

— Ya lo verás — le dijo con una sonrisa.

.....

Cerca de las 4 de la tarde, Alejandro volvió a casa luego de un largo día de trabajo.

Entró a su hogar y se encontró con su esposa e hija que lo esperaban con una rica comida que habían preparado.

Los tres se dirigieron al comedor, donde se sentaron a esperar que Dan llegara.

Minutos después el timbre sonó, Alin se levantó para ir a abrir.

— Hola amor — le dijo Dan al verla.

— Hola — respondió ella con una sonrisa — pasa.

Ambos se introdujeron a la casa y fueron hasta donde Camila y Alejandro los esperaban.

Dan saludó a sus suegros y posteriormente tomó asiento junto a su esposa.

Oraron antes de empezar a comer.

Alin casi no había probado ni un bocado, Dan lo notó así que le preguntó:

— ¿estás bien? — ella asintió con la cabeza — ¿por qué no comes? Te ves muy pálida.

— Estoy bien — dijo con una sonrisa tratando de parecer lo más tranquila posible.

Le preocupaba lo que había descubierto hace unas horas y no sabía como decírselo a su esposo. Le había pedido a sus padres quienes ya lo sabían que no le dijeran nada, que ella se encargaría de hablar con él después.

Cuando acabaron de comer y de recoger todo. Alin fue con su madre a la cocina mientras que Dan se quedó con su suegro en la sala platicando acerca de cómo iba la empresa.

— ¿le dirás hoy? — preguntó Camila quien estaba muy emocionada.

— es que no se como vaya a reaccionar y ni siquiera se me ocurre como decirle.

— Puedo ayudarte con eso, tengo unas cosas allá arriba guardadas que tal vez te puedan servir — sonrió — vamos.

— Esta bien — respondió Alin.

.....

Bruna estando en su habitación, recostada sobre su cama, no podía dejar de pensar en lo que Lucas le había dicho el día anterior.

Jamás imaginó que él fuera a decirle aquello, es decir lo conocía desde hace años y para que le dijera eso era porque realmente lo sentía, pues Lucas jamás había hablado de sus sentimientos hacia una chica. En pocas palabras, Lucas jamás había tenido una relación de noviazgo con alguien.

— ¿por qué él? — decía mientras pensaba — No es que no sea lindo, porque si lo es...¿lindo? ¿Pero qué estoy diciendo? ¿Será que si me gusta? Es que desde hace un tiempo cada vez que lo veo no se, siento una extraña emoción que no se explicar...
¿Pero por qué todo es tan difícil?

De pronto la puerta de su habitación se abrió y por ella entró su madre.

— Mamá — se levantó rápidamente de la cama.

— Bruna, ¿estás hablando sola? — preguntó frunciendo el ceño.

— No — contestó — solo practicaba un ensayo.

— okey — dijo su madre no muy convencida — Solo venía a avisarte que saldré a ver a una de mis amigas, volveré en un rato.

— si mamá, esta bien, cuídate — le dijo con una sonrisa.

Cuando Johana salió, Bruna nuevamente comenzó a pensar y a pensar.

— ¿Y si es mi voluntad? — escuchó una voz que hizo callar todos sus demás pensamientos.

Bruna entonces se quedó en silencio e inmediatamente una paz inundó su corazón, como si fuera una señal de que estaba bien si le gustaba Lucas y ella a él.

Cerró los ojos unos instantes y comenzó a imaginar todo lo que quería hacer un día cuando llegara la persona indicada a su vida, lo curioso era que esta vez imaginó a Lucas siendo esa persona.

Sonrió y abrió los ojos. Sabia lo que debía hacer.

Tomó un pequeño bolso donde guardó su celular y algo de dinero y salió de su habitación y de su casa.

Caminó apresuradamente en dirección a la casa de a Lucas que no estaba tan lejos de donde ella vivía. Era tanto el deseo de verlo que comenzó a correr.

Cuándo llegó a la casa del chico, se detuvo un rato a descansar y tomar aire. Luego se dirigió a la puerta de la casa y tocó el timbre.

Posteriormente la puerta se abrió dejando ver a Lucas.

— ¿Bruna? ¿Qué haces aquí? — le preguntó al verla.

— Ayer me dijiste algo — comenzó a decir ella — y vengo a responderte.

Antes que Lucas pudiera decir algo, ella continuó hablando:

— Me tomó por sorpresa lo que me dijiste, pero me hizo darme cuenta de algo...y es que realmente yo también siento algo por ti...

— ¿En serio? — Lucas no podía creer lo que estaba escuchando, pensaba que era solo un sueño pero no, era real. Ella era real y le acababa de decir que correspondía a sus sentimientos.

— Si, en serio — dijo ella sonriendo.

— Esto es...— No pudo decir más porque comenzó a llorar de la inmensa felicidad que estaba sintiendo.

Bruna se acercó a él y lo abrazó. Y por primera vez ambos sintieron como si en verdad encajaran con alguien, como si hubieran encontrado esa persona especial.

.....

8:00 P.m

Dan y Alin ya habían regresado a su hogar, luego de haber pasado toda la tarde en casa de los papás de ella.

Alin estaba nerviosa pues no sabia cuando era el momento adecuado para hablar con él. Dan la notaba algo rara y quería saber que era lo que le pasaba.

— ¿Qué tienes, Aly? De hace rato has actuado algo extraña...

— ¿Quién? ¿Yo? No, no, todo bien — sonrió nerviosa.

Dan la miró no muy convencido, ella suspiro y supo que debía hablar con él. Tomó su bolso de la mesa y sacó la pequeña caja que su madre le había ayudado a hacer.

— Dan, tengo que decirte algo...

Dan la miraba atento.

— Si, dime...

— Esto es para ti — le extendió la caja.

Dan frunció el ceño, no entendía porque Alin le estaba dando lo que parecía un regalo. Era un pequeña cajita forrada de color blanco con un moño.

— ¿qué es esto? — le preguntó sonriendo.

— Abrelo — dijo ella seria.

Dan Quitó el moño y luego rompió el papel que cubría la caja para poder abrirla.

Abrió los ojos sorprendido cuando vio lo que había dentro. Eran unos pequeños zapatitos blancos tejidos, realmente hermosos y una prueba de embarazo.

— No puede ser, ¿Estas...— fue lo único que dijo. No podía creer lo que estaba viendo.

— Vamos a tener un bebé — dijo Alin.

Dan no decia nada, era como si de un momento a otro las palabras se hubiesen esfumado de su boca.

— Dan lo siento — siguió diciendo su esposa — se que es muy pronto...y la verdad es que estoy asustada por esto...

— Voy a ser papá — dijo al fin Dan luego de casi un minuto.

— ¿Estas feliz? — le preguntó Alin.

— No esperaba esto — respondió — y si es muy pronto, pero estoy Feliz — sonrió — Muy feliz...Es una excelente noticia...— se levantó del sillón y abrazó a su esposa — Te amo.

— Y yo a ti.

— Seremos 3 — dijo cuando se separaron del abrazo quedando de frente — me gustaría una niña, una mini Tú...

— yo quería un niño — dijo ella sonriendo.

— Veremos quien gana — ambos rieron.

Dan estaba asustado, iba a ser papá y sentía que quizás no estaba listo pero confiaba en que Dios lo ayudaría y junto a su esposa lograrían salir adelante.

Alin también estaba asustada, y le preocupaba lo que los demás pudiesen pensar pues apenas llevaban un mes de casados. Quizás algunos dirían que por eso tuvieron tanta prisa en casarse aún cuando no había sido así.

Estando los dos en la sala, decidieron orar para que Dios quitara toda esa preocupación y temores de sus vidas y les dejará sentir su perfecta paz, esa paz que supera todo entendimiento.

N/A

Un bebé!!!!🥳

¿Niña o niño?🤭

Y Bruna le respondió🥺❤...¿qué prosigue?😌

Dios os bendiga!!💟

Atte: Paola R⭐