Habran pasado meses sin contarlos, pero la cuestion del tiempo ya lo habian perdido, quedaron ellos viendo como el tiempo pasaba entre los dos, mientras eso pasaba, al oscuro no le quedaba como a veces se podian mover las cosas sin tener la aura de Psiquico, y eran mas cuando la Sylveon estaba cerca y desconcentrada, como si trataran de llamarle la atencion.

     Paso mas a fondo, a su cuarto, nunca vio un cuarto mas brillante que ese, era algo similar al cielo, un cuarto de Chicas, mucho rosado y muy estilista, agradable a sus ojos, y empezo a buscar por sus cajones cuidadosamente, tratando de no mover nada, aprovechando su ausencia, busco hasta por su ropero aunque en este ultimo se termino enredando en sus "ropas" si se podria decir asi, rodo por toda la habitacion tratando de desenredarse.

     Hasta que ella llego, sin dejar rechinar la puerta, subio a su habitacion escuchando unos sonidos de curiosidad, abrio su puerta y lo encontro a el, suspiro y cruzo los brazos como madre enojada, chirrando los dientes, en esos momentos, el umbreon le hubiese gustado no enredarse.

     Lo siguiente a decir es que el empezo a correr por la casa con ella persiguiendolo, de ella salia una especie de aura azul que la hacia mas rapida, hasta el punto en el que lo alcanzo, entonces el giro a la izquierda, ella dio un pequeño salto para redirigirse y volver a correr veloz, hasta acorrararlo contra un muro, ahi fue cuando el Umbreon se pregunto:

"¿Este sera el fin del hombre araña?"