Jane una vez más estaba frente a Devon y él la vió mirar a su hermano, horrorizada, pero sonrió complacido por ello>> ¿te gusta lo que ves? <<y separó el brazo izquierdo del cuerpo de Alec, cuando el vampiro ya estaba sin piernas.

Julieta llegó entonces a tiempo cuando una estática Jane pasaba por una crisis, porque sabía que era incapaz de hacer algo con su poder, pero aún en su crisis, Jane sintió a Julieta y enojada arremetió contra ella porque sabía que era su punto débil, así que incrementó todo su odio en ella>> ¡sufre! <<y gritando con gran impotencia, Julieta una vez más terminó con todo su ser ardiendo por su mentalidad débil e incapaz de poder acercarse a Jane.

Pero, acercarse o atacar a Julieta, cerca de Devon, podría resultar realmente peligroso. Porque el chico perdía los estribos cuando se trataba de ella y no era capaz de controlarse cuando se trataba de proteger a Julieta, Devon no demoró en acercarse rápidamente tras de Jane y tomar su cuello para encender sus llamas en su mano y quemarla, de pronto para Julieta, la vista fue de Jane siendo incinerada por completo, convirtiéndose en fuego completo y siendo consumida rápidamente por Devon, los ojos de Devon ardían y parecía realmente agitado, aunque no lo estuviera, pero era el enojo que tenía que lo hizo presentarse de esa forma.

Aún así, cuando Julieta se estabilizó, ya no había una Jane con que pelear, porque la vampira más poderosa de la guardia vulturi, finalmente había muerto a manos de un miembro de la última guardia.

Devon apagó su ser cuando Julieta se acercó y la examinó con meticulosidad, Julieta sintió la mirada de Devon y arqueó una ceja>> ¿sucede algo? <<

>> no lo sé, dímelo tú, es la primera vez después de mucho tiempo que podemos hablar <<

Julieta pasó por el lado de Devon y miró a Alec en el suelo, las puertas del gran lugar de pronto se abrió de par en par y los vampiros volaban por salir del lugar, de pronto pareciendo ahuyentados o quizás escandalizados por cómo perdían poco a poco.

Julieta supo que Chelsea estaba haciendo lo que le había pedido, quedarse en silencio y sin realizar un esfuerzo por proteger a los vulturis, porque poco a poco aquellos que creían que proteger a los tres líderes era prioritario, resultaron ser absueltos de su obsesión y llevados a un golpe de realidad como la batalla que estaba pasando.

Aún así, Julieta prestó su atención en Alec y se acercó al chico descuartizado, quién parecía furioso, pero también destrozado por dentro, porque su hermana había muerto y él había sido inútil para protegerla.

Por momentos, Julieta se sintió compadecida por Alec, porque seguramente ver a tu hermano morir no era un dolor con el que daría para vivir a alguien.

>> ¡lo mataré, lo mataré! <<espetó Alec traumado, sus pupilas permanecían dilatantes y su sed de venganza se mezclaba con el dolor que estaba sintiendo>> ¡lo mataré! <<

Julieta lo veía como un artefacto roto en el suelo y de pies frente a él ladeó su cabeza>> ¿cómo crees que lo harás? <<miraba las partes de Alec destrozadas por todo el lugar>> estás inmóvil <<

>> están huyendo <<y de pronto Nico apareció a un lado de Julieta advirtiendo>> ¿qué hacemos? <<pero para Julieta que la guardia de cobardes huyera no representaba un problema, pero los que estaban sobre el podio, sí lo representaban.

>> ¡cobardes! <<porque Cayo parecía incapaz de creer como todos salían por la salida como si fuera un gallinero y se desisten de seguir contra ellos.

>> déjalos que huyan <<indicó Julieta para Nico>> solo encargate de que los tres principales no salgan <<Renata aún pese a todo, no había desistido se alejarse de los tres líderes vulturis, pero ahora estaban más expuestos que nunca y sería imposible salir.

Aro no podía con la vergüenza, con la desgracia y el deshonor que todos presentaban frente a ellos, como la guardia escapaba y los dejaba a ellos desprotegidos, como Chelsea deshizo los lazos y cómo de pronto dos de sus armas más poderosas de pronto se volvían cenizas y pedazos.

Pero no sabía que el punto en el que ahora se encontraba solo era el principio del fin, porque Marco empezaba a salir de su profunda droga de ensoñación, porque ahora más que nunca a Marco los recuerdos de Didyme lo atormentaban y el dolor de un amor pérdido lo hacía perder el juicio y la situación a al que ahora se estaba sumergiendo.

Marco amaba a Didyme y con Chelsea sin oportunidad a crear un lazo de hermandad y lealtad con él y los demás, su corazón y vida ahora estaban totalmente desprotegidos.

Y paralelamente a esto, Julieta mandó a quemar el cuerpo descuartizado de Alec y Devon no reprochó esto, sino que sumiso a sus órdenes lo aceptó. Julieta se alejó del lugar mientras escuchaba gritar a Alec>> ¡maldita seas tú y quienes te siguen! <<

El suelo de pronto chamuscado por las cenizas de un fuego y destruido por una batalla parecían ser el camino de regreso frente a los tres grandes, la capa de Julieta estaba completamente oscura en sus bordes y uno que otro rasguño tenía, pero en ningún momento ella se atrevió a quitarselo, porque ahora más que nunca sentía que el rojo realmente empezaba a ser su color favorito.

Frente a los tres líderes, Julieta se presentó, el lugar había sido vaciado completamente por todo guardia vulturi y finalmente habían quedado los restos incinerados de muertos en combate, Chelsea y Afton y los líderes vulturi.

Entonces Julieta, miró hacia arriba e hizo contacto con Aro, para luego pararse de manos enlazadas frente a todos ellos, los Cullen se recuperaban de la inminente batalla ganada, pero aún se mantenían alertas por aquellos quienes veían desde arriba.
Y Julieta hablo>> les pedí, que no era necesario una pelea, estaba dispuesta a quedarme <<su voz pacífica de pronto intrigaba el corazón de Aro al sentirse totalmente expuesto>> pero hicieron caso omiso a mis pedidos y por ello, muchos vampiros murieron <<

>> ¿tú nos pides? pero ¿quién te has creído? <<y aún pese a su gran pérdida, Cayo no estaba dispuesto a perder contra Julieta, jamás.

Pero con toda su autoridad y harta de las palabras de Cayo, Julieta expresó>> he sido bastante tolerable contigo, pero si quieres ver ahora quién se cree que, te suplico y te levantes contra mí, porque esta noche, quién caiga al suelo y de quién ruede la cabeza, no seré yo <<