🩸CHAPTER 54 - Desalojo
PERSONA OMNISCIENTE
Seth era un metamorfo, no un hombre lobo, pero se había acostumbrado tanto a su apariencia lobuna, que era considerado un hijo de la luna tanto como los demás del clan Quileute.
Seth nació y creció en La Push junto con su familia. Desde niño, él siempre ha sido alguien feliz, optimista y de clase pura. Sus padres siempre habían sabido que tenía genes de hombre lobo de las líneas de la familia Black, Ateara y Uley, y algún día se convertiría en un cambia-formas para proteger a su tribu de vampiros.
Pero durante su crecimiento y empezando el pico de la adolescencia, Seth empezó a dejar de ver tanto a Jacob como un ejemplo y pasó a ser como Jacob y no dejarlo tan solo como un ejemplo.
Seth era leal, amable, juguetón, despreocupado y cuidaba a las personas que lo rodeaban, casi tanto como Jacob lo era, pero últimamente Seth sentía que no era el mismo.
Y Jacob se lo había confirmado. Pues Seth se había imprimado, su impronta había sido con Julieta Whitlock, una vampiro. Seguramente el consejo estallaría y ni pensar en su hermana, pero a Seth no le importa eso en este momento, cuando se dispuso a dar marcha por la calle húmeda a la cabaña que Julieta había alquilado.
No midió el tiempo a pasar, hasta que llegó a lugar de hospedaje, por un momento se sacó el casco y miró el lugar pensando en que realmente tendría que hacer, no podía decirle que había sido su impronta así nada más, ni mucho menos acercarse de manera prometedores, Seth sentía que debía tratar de acoplarse a lo que Julieta quisiera con él, aún si eso lo hacía ver tan inferior a un vampiro.
Seth entonces caminó a paso inseguro para cruzar la recepción y ver a la mujer que hasta el momento atendía el día, ella estaba incrustada en objetos de valor que siempre se guardaban cuando un huésped salía del hotel y no se llevaba sus pertenencias, si el huésped después de treinta días no regresaban a por sus cosas, las cosas podrían darse a donaciones o tal vez los empleados podían gozar de ellas.
>> disculpe, buenas tardes <<la voz de Seth despertó a la chica del ensueño que cargaba con un collar precioso y que seguramente valdría mucho más que todo lo que traía puesto.
La chica parpadeó repetidas veces y levantó su mirada a la persona que le llamaba de detrás del mostrador>> buenas tardes, bienvenido a... <<la mirada de la chica se apropió del cuerpo frente a ella, miró todo lo que pudo de arriba a abajo detalladamente y pensó que quizás este sería su día de suerte, era un chico apuesto, fuerte, caliente y salvaje.
Pues a menudo los metamorfos al igual que los vampiros siempre tendrán su encanto salvaje y despiadado que atraparía a quién fuera.
Seth lo sabía, así que pasó un mechón de su cabello tras su oreja y rió>> hola, disculpa, he venido a ver a una amiga ¿podrías ayudarme? <<pero no se desconcentró de su objetivo.
>> como sea <<masculló añorante la chica de recepción, aunque su mirada no estaba en los ojos de Seth más que en los pechos del mismo y los brazos fuertes y formados que tenían, pues en Forks no se veía mucho eso más que en la Reserva donde la tribu Quileute vivía como sociedad civilizada.
>> busco a una chica, se llama Julieta <<la chica reconoció el nombre y también súbitamente su mente imaginó a la chica de mirada profunda que siempre parecía apreciarla en silencio, se fue a su computador y buscó en los registros.
Pero su interés por Seth cada instante crecía, cuando éste se apoyó en el mostrador con su mirada al fondo esperando una respuesta como cachorro y la chica tuvo curiosidad>> ¿es tu amiga o algo más? <<
Seth se incorporó y lo pensó por un instante, recordó lo que había hablado con Jacob, sobre el imprimarse y que notoriamente parecía ser la misma sensación y estaba seguro que lo era y de alguna forma eso lo hacía sentir orgulloso, recordó también lo que el padre de Jacob, el viejo Billy Black decía sobre la impronta: la imprimación está diseñada para fortalecer al metamorfo.
Y con Julieta como su impronta, estaba seguro que sería un equipo tan imparable como lo era Jacob y Renesmee y eso lo hizo sentir orgulloso.
>> es mi amiga <<respondió a menas Seth>> pero tal vez pronto sea algo más <<tocaba constantemente el mostrador nervioso como si en cualquier momento Julieta apareciera, pero en cambio la recepcionista le dio las malas noticias.
>> Julieta Whitlock, cabaña 236 <<era la primera vez que Seth escuchaba el apellido de Julieta>> desalojo cerca de las cinco de la mañana <<la chica entonces fue a la caja cercana de cosas olvidadas y la subió al mostrador de forma abrupta y sin interés>> estás son las cosas que dejó en su cuarto <<Seth trataba de analizar todo, miraba las cosas y luego a la chica, recordaba el ayer y el beso bajo la lluvia, la había dejado en el lugar prometiendo que mañana se volverían a ver, pero ¿por qué no estaba? ¿por qué mintió? A Seth se le vino todo encima y pronto el lugar le pareció grisáceo y apagado, sus emociones se desactivaron en automático y sintió sus pies tan pesados y su pecho tan golpeado, miró la caja frente a él y vio su interior, las prendas ahí dentro estaban impregnadas con su olor, había un suéter, un cepillo, dos pares de media, un cuaderno y un collar.
Pero Seth reconoció al instante el collar, era un collar muy específico, le recordó el clan al que pertenecía Julieta, al clan vulturi, pero no pareció importarle porque lo acarició viendo sus facciones, era dorado, de oro puro, con una "V" como forma y en su interior el escudo de los vulturi, con dos perlas rojas, una en la parte de arriba y otra en la parte baja.
>> ¿Desalojo? <<Masculló apenas Seth dejando el collar y tomando el libro viejo que había en la caja de cosas olvidadas y le abrió apenas en la primera página y leyó:
"7 de Abril de 1865
Estoy fervientemente sedienta de toda sustancia roja que corre por el cuerpo humano.
Jamás pensé tener una sed tan grande, esto es más de lo que puedo soportar.
Tengo dos de siete días a la semana que me sirven el néctar rojo en copas de oro.
Mi corazón, ya no lo siento latir y si escucho algo dentro mío es demasiado raro, casi como si fuese magia, pero escucho el corazón de los demás, palpitar una y otro vez, aquellos que pasan cerca de mi ventana, puedo ver su cuello vivo pedirme a gritos que inserte mis dientes. No puedo dejar de sentir tanta adrenalina en mi interior, casi como si pudiera destrozar una enorme pared, casi como si pudiera arrancar de los cimientos un castillo, casi como si pudiera destrozar a alguien con tanta ferocidad que aún inclusive en su agonía, no creía que fuera posible detenerme.
El señor Cullen me pidió que escribiera sobre lo que más anhelaba tener, pensé en Jasper, mi hermano, pero de inmediato mi memoria borró eso y tan solo escuche las voces energéticas de los jóvenes vivos que pasaron cerca de la ventana, mi mente se llenó por completo de solo una palabra.
SANGRE.
SANGRE.
SANGRE.
SANGRE"
Primera nota del diario de Julieta Whitlock
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