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reencuentro con la pesadilla

hola querida gente, perdón por tardar tanto.. sinceramente por una o otra cosa no podía escribir, pero bueno aquí estoy de nuevo, esperando este cap sea de su agrado. 

espero la estén pasando genial :D 

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miraba con una sonrisa en los labios  al hombre que dormía a su lado, mismo hombre que le hacía sentir seguro, en paz, aquel que aleja las pesadillas trayéndole  por fin la tranquilidad que por años había anhelado. 

-te amo kanon… mi alfa

Susurro besando inmediatamente y con delicadeza los carnosos labios de su amado, levantándose en silencio de la cama, pues no deseaba despertarlo.

se colocó su bata y bajó a la cocina, preparando con alegría un exquisito desayuno para llevar a su alfa, recordando de memoria una de las tantas cosas que le habían enseñado en su pasado, aquello que le serviría para complacer el paladar de su alfa.

-bueno, algo bueno saqué en ese maldito lugar. 

intento no borrar su sonrisa al recordar sus antiguas clases, le había prometido a kanon que borraría todos los malos momentos y así que aunque le costaba demasiado lo intentaría. 

-todo estará bien yo lo sé, los días que pandora dijo que vendría por mi ya pasaron, ya dudo que me haya encontrado, el infierno ha terminado, ahora kanon a mi lado,  tengo a mi hermano, una sobrina y pronto veré a Aiacos… no puedo pedir nada más.

quiso darse ánimos, pensando en su sobrina, aquella niña risueña le había resultado hermosa, haciendo que por inercia tocara  su vientre, pensando que desde aquella primera vez en el bosque, no había parado de hacer el amor con su alfa y aunque sabía que no estaba en celo una parte de él  le gustaría que su vientre creciera un pequeño de su amado. 

-que hermoso seria, tener un pequeño, uno engendrado con amor, no como...

su sonrisa fue borrándose lentamente al interrumpir sus propias palabras, dejando aún la mano de su vientre, suspirando con fuerza, quedándose así algunos segundos.

-buenos días. 

aquel saludo le sorprendió, aún más al sentir un par de brazos rodeando su cintura como unos suaves labios besando su mejilla. 

-¿que haces fuera de la cama? no me gusta despertar sin ti alado.

intento quitar la mano de su vientre mas no pudo al kanon la entrelazarla con la suya, besando inmediatamente su cuello, sintiendo como su alfa lograba estremecerlo  con aquella simple acción. 

-quería... mmm… hacerte el desayuno y llevarlo a la cama. 

le respondió con un poco de dificultad  colocando su mano libre en la nuca del mayor, revolviendo su cabello al sentir el aumento en la intensidad del beso, como el sexo de su amante pegándose más y más a él. 

-me gustaría más desayunarte a ti sinceramente. 

rio al escuchar aquellas palabras, aunque más al sentir el cosquilleo que los besos de kanon le causaban, en especial al sentir una ligera mordida en su oreja. 

-espera un momento. 

se apartó de él, para apagar lo que comenzaba a quemarse en la estufa, regresando la mirada a kanon, viendo aquella sonrisa que tanto le enamoraba. 

- la comida esta lista, ¿seguro que no quieres desayunar lo  que te he preparado para desayunarme a mi? 

esta vez fue kanon quien rio, negando con la cabeza sentándose frente  la barra de la cocina.

-¿cómo podría desperdiciar algo que has hecho para mi?

suspiró con alegría al escuchar eso.

-¿quieres que te ayude en algo? 

negó aquellas palabras, diciendo que todo aquello quería hacerlo por su alfa,   comenzando a servirle la comida para ambos en la mesa principal, viendo como el gemelo menor en silencio y sin borrar su sonrisa miraba cada una de sus acciones. 

-hace un momento, tocabas tu vientre, ¿te sientes mal? ¿quieres que llame a algún medico? 

le pregunto al tenerlo sentado a su lado,  recibiendo una negación con la cabeza. 

-estoy bien, solo pensaba.

-¿en que?

se encogió de hombros evitando mirar a kanon a los ojos, como también evitando que su mirada reflejara la tristeza por haberse dado cuenta que deseaba el hijo de su alfa, aun cuando había perdido de manera tan violenta a  su primer pequeño, le dolía recordarlo, pues al hacerlo recordaba el amor que sintió algún día por Valentine, como creyó en él y en lo que todo termino. 

-no te creo. 

kanon tocó su mano, logrando que le viera a los ojos. 

-¿seguro estas bien? 

nuevamente asintió, sintiendo ligera culpa al ver  el rostro preocupado de su alfa. 

-claro que si, la cuestión es que me  da vergüenza decirlo, ya que imaginaba el  -bajo seriamente el tono de su voz- como seria nuestro bebé… -detuvo sus palabras sintiendo como su rostro comenzaba a sentirse caliente-  cuando tenga mi próximo celo. 

bajo la mirada por completo, avergonzado por completo, sabía por las clases que le dieron en la mansión que no tenía que hablar de descendencia hasta que su alfa la pidiera, que esto podía hacerlo sentir estresados y molestos, pero prefería decirle eso a kanon a hacer que este se preocupara. 

-wooo… 

escucho decir del hombre que estaba su lado, quien tomo su mano para besarla, pidiéndole que le viera a los ojos, notando que intentaba decir algo, más las palabras no salían de sus labios. 

-woooo 

repitió sonriendo con más intensidad. 

-si.. si se parece a ti -pudo pronunciar por fin-  será perfecto… 

sonrió al escuchar las palabras de su alfa.

-te juro -continuó emocionado- que cuando ese día llegue seré el hombre más feliz, por fin tendré esa hermosa familia que siempre he soñado,  seré tan feliz, pero perdón ¿por que en tu próximo celo? 

aquella pregunta le resultó extraña, así que no supo qué responder. 

-por que soy un omega. 

respondió sin pensar, viendo a kanon suspirar con pesadez desviando un instante la mirada, más regresando a él, intentando comprender sus palabras.

-Radamanthys, se que sabes leer, escribir con una caligrafía más que perfecta, hablar muy bien y tienes temas interesantes y de cultura general pero ¿alguna vez fuiste a clases normales?

esta vez sí pensó un poco sus palabras,  recordando que a pesar que tenia clases que supuestamente eran “normales” estas eran mínimas, solo le enseñaban lo suficiente para que su alfa no pensara que era un analfabeto, más la mayoría de aquellas lecciones solo eran de cómo ser un omega perfecto. 

-no

respondió sin entender a qué iba la pregunta de kanon. 

-¿has tocado la nieve alguna vez? ¿sentido las olas del mar golpeando tu cuerpo? 

nuevamente negó, pues aunque nevara nunca le permitían salir de la mansión cuidando su salud, pues solían decirle que por ser omega era demasiado débil para  soportar el frío

-entonces no hay por que apurarse, no me malentiendas claro que quiero un bebé una hermosa niña, una rubia, tal vez con mis ojos… o un niño.. me da igual.. pero ahora no. 

guardó silencio un instante,  levantándose de su lugar arrodillándose frente Radamanthys, besando su mano para colocarla en su mejilla.

-ahora solo quiero que mi amado omega  sea feliz, que conozca cosas nuevas, más gente, que estudie si así lo desea, que haga lo que quiera, sin responsabilidades y en un futuro, cuando él crea que ya conoce bastante ya llegará el bebé y ¿sabes que es mejor?

negó con la cabeza comenzando a acariciar la mejilla de su alfa, colocándose a su altura para besar sus labios.

-¿que?

cuestiono después de aquel beso. 

-que después vendrán cosas mil veces mejor con nuestro pequeño o pequeña, cosas nuevas como para ti como para mi. 

beso nuevamente los labios de su alfa, recostándolo en el piso  para colocarse encima suyo. 

-¿sabes? tienes mucha razón y estoy feliz que te preocupes tanto por mi,  así que -sonrió de manera picara- no me molestaría que la comida se enfríe, con tal y solo me des un adelanto de como seria que harías a ese pequeño bebé en el futuro. 

lentamente recorrió con su la yema de sus dedos el cuello de su alfa,  estremeciendo este al instante, el cual solo relamió sus labios, deseando besar a su amado rubio, devorarlo en ese instante, más el timbre  tocado con desespero le hiso detenerse. 

-¿en serio? Demonios; de seguro es afrodita  “avisando” su llegada, ya sabes para no encontrarnos haciendo algo ¡ja!

dijo kanon con un poco de gracia y molesta al mismo tiempo, escuchando el timbre que sonaba sin parar. 

-yo iré. 

se levanto de su alfa ayudándole a este ha hacer lo mismo  dispuesto a atender el sonido del timbre que sonaba sin descanso., más detuvo sus pasos al el sonido del timbre parar y la puerta abrase con rapidez, llegando con un sonido nuevo, un par de pasos que se acercaban a donde ellos estaban. 

-¿que demonios? 

inmediatamente coloco a su omega tras suyo, dispuesto a protegerlo con su vida de ser necesario.

-con un demonio, enserio no hay nadie en esta casa. 

aquella voz fue sorpresa para kanon, quien aun en su posición vio a su omega más relajado, colocándose incluso frente suyo. 

-por qué no me sorprende.

dijo para sí mismo el rubio, suspirando con fuerza. 

-estamos aquí. 

grito, dando la vuelta para mirar a kanon, quien aun sorprendido, no sabía como actuar.

-perdona, en verdad perdona kanon.

-sobre ¿que? 

Radamanthys bajo la mirada, escuchando los pasos  aun más cerca de ellos. 

-es un idiota, pero no es mala persona, lo juro, solo no piensa antes de actuar.

-espero no te estés refiriendo a mi.

regreso su mirada al pasillo, viendo  a aquella cabellera negra y aquellos ojos alegres con mirada ansiosa que había extrañado por mucho tiempo. 

- ¡Radamanthys!

continuó con euforia,  acercándose al rubio, abrazándolo fuertemente en sus brazos. 

-te extrañe imbécil.

su voz se escucho entre cortada al decir esas palabras, usando toda su fuerza para abrazar a su hermano tan fuerte que pareciera que tuviera miedo que este volviera a desaparecer. 

-en verdad te extrañe, mucho. 

una lagrima rodo por su mejilla, cuando por fin se aparto de su hermano, desviando la mirada para limpiar esta.

-antes de que digas algo, no estoy llorando se me metió basura al ojo. 

rio ante aquellas palabras, abrazando de nuevo a su hermano, mirando por fin a kanon, quien en silencio solo sonrió un poco, retrocediendo algunos pasos para darles sus espacio. 

-Minos dijo  que vendría contigo, supongo que no pudiste esperarlo. 

se separo nuevamente del rubio, mirando a los ojos con una sonrisa, golpeando ligeramente su brazo. 

-¿me creerías aquel maldito perro impuntual me  dijo que pasaría por mi a las 10:00 am y no llego? y como no llegaba  me estrese y vine aquí, ya que por suerte y después de molestar mucho a lune logre que perdiera la paciencia y me diera la dirección, aun que ¿sabes? creo que el y Minos tiene algo siempre están juntos, mucho para solo ser su secretario y para lune ser un alfa, son muy unidos… creo que están saliendo ¡ja!, sabia que había algo raro entre ellos.

el rubio miro el reloj alado suyo viendo la hora, escuchando la rapidez en la palabras de su hermano, suspirando profundo al por fin escucharlo terminar, 

-Aiacos, calma tus palabras, respira y  mira el reloj son las 8:30 am. 

el peli negro volteo a ver el reloj, sonriendo con diversión, asintiendo ligeramente la cabeza. 

-ha! debe de ser eso. 

ambos rieron  creando paulatinamente un apacible silencio. 

-perdón, -retomo la palabra el peli negro más tranquilo- pero quería verte, necesitaba saber que esto no era un sueño, que en verdad estabas bien, que de verdad podía ver a mi hermano y como dijo Minos, verlo feliz, quería ver a ese al que tu has llamado tu alfa, lo necesitaba, te juro que ayer no pude dormir de tan siquiera pensar que te volvería a ver y no dentro de un ataúd… 

bajo ligeramente la mirada al decir aquello último,  tomando la mano del rubio. 

-sabía que todo estaría bien, que podrías hacerlo, lo sabía, siempre confié en ti hermano, sabia que no te habías convertido en esa mierda que quisieron formar…

soltó la mano de su hermano para dedicar su atención por completo a kanon, quien cruzado de brazos también lo miro. 

-pero bueno y tu… antes de que nos presenten, sabes que si llegas a lastimar a mi hermano de algún forma voy a matarte, ¿estamos de acuerdo en eso?  

hiso un pequeño ademan con las  manos abiertas, moviéndolas frene suyo de atrás para adelante, en acción de comprender si estaban  de acuerdo a sus palabras. 

-muy de acuerdo. 

apenas termino de decir aquellas palabras, cuando Aiacos le abrazo con fuerza, lastimándolo un poco. 

-en verdad, el ha sufrido mucho y  si le haces algo te juro que te la cortare   y te obligare a que te la tragues. 

le susurro, alejándose  del gemelo menor, sonriéndole con entusiasmo y amenaza.

-confió en ti cuñado. 

esta vez golpeo el hombro de kanon, encontrando de su agrado como este en vez de molestarse  solo rio ante la acción. 

-bueno, lo mejor es que les deje un rato a solas, supongo que tendrán mucho que decirse.

tomo su plato de la mesa, giñando su ojo a su omega al ver que este quería ir tras suyo.

-kanon. 

estiro su mano intentando llegar a su alfa,  

-tranquilo, se que necesitas hablar con tu hermano a solas, yo haría lo mismo si tuviera mucho que no veo a saga,  así que no importa, tu quédate con el, ya después, te tendré solamente para mi. 

sonrió con alegría mientras veía a su alfa, marcharse del lugar, saliendo por el cancel de la sala, sentándose en una silla de madera en el patio, bajo el árbol.

-cuanta presunción.. m… me agrada, supongo,  has elegido bien, Minos dice que no confía en el, pero parece buena persona, además se me hace familiar pero no recuerdo donde, da igual,  de mi parte si tendrá una genuina confianza. 

tomo el plato de comida que correspondía a su hermano comenzando a caminar hasta la sala, sentándose en el sofá. 

-rayos, vaya que extrañaba tu comida.

comenzó a comer con felicidad, haciéndole una y mil preguntas a Radamanthys sobre todo lo que le había pasado una vez al salir de aquella iglesia. 

-woo, rayos esta jodido rada, pero te juro que yo no sabia nada, sabes que Minos no me dice nada de esto,  en si últimamente ni siquiera va a dormir ala mansión, se encierra en su departamento incluso me entere que nuestro padre los primeros días que tu escapaste contrato a que lo siguieran, tal vez a mi también,  todo por esperar encontrar algo, pero su enojo fue mayor al no obtener lo que buscaba, desde ese día, aunque sé que ha dejado de seguirlo, le ha hecho la vida imposible, le carga trabajo más de lo que debería, incluso los he escuchado innumerables veces discutir, una de esas golpeo a Minos hasta que tuve que quitárselo, el no pudo defenderse o mas bien no quiso,  según el por no querer que su coraje lo reflejara a mi, pero aun que no le he dicho nada para no preocuparlo, se que el me odia mucho más a mi, no me ha agredido, sabe que no soy un niño y muy contrario de Minos yo si me le revelare, pero tampoco me la ha dejado fácil, supongo que a su vez se controla solo para tener un heredero al cual dejar todo… pues de no ser así, 

termino aquellos alimentos, dejando el plato en la mesa de centro. 

-nunca pensé que mis acciones trajeran tantas desgracias a ustedes, en verdad lo siento. 

Aiacos suspiro con fuerza, masajeando su hombro. 

-no importa, nada de eso importa ya, lo único que de verdad importa es que este bien… que estas vivo y muy pronto estarás aún más lejos de las manos de Valentine. 

los ojos del rubio perdieron un poco su brillo al escuchar aquel nombre, haciéndole bajar la mirada, advirtiéndole al peli negro que algo sucedía. 

-¿aun tienes miedo de el? 

el rubio afirmo,  mirando tras el vidrio del cancel de la sala hacia  el patio, viendo a su alfa aun sentando en aquella silla de madera, fumando un cigarrillo expulsando el humo rumbo al cielo. 

-miedo si, pero no por mi, me da igual lo que me pase, pero.. si el se acercara a kanon, si llegara a lastimarlo, yo no podría perdonármelo. 

no pudo contestarle aquellas palabras, si bien había dicho que le ayudaría en todo, que esta vez no le dejaría solo, aun conocía a Valentine sabía que la misma pandora buscaba venganza por el y que de obtenerla quien peor sufriría será aquel alfa que tal vez desconocía toda la historia de su hermano.

-sabes Aiacos, te contare algo, a veces,  muy a menudo suelo quedarme despierto, solo viéndolo dormir, pensando que mi vida terminaría si algo le pasara por mi culpa, he pensado muchas veces dejar esta mentira, irme de vuelta alas manos de Valentine,  proteger del peligro a kanon, a su familia, pero no puedo me es imposible dejarlo.. así que no se que hacer hermano… simplemente no se que hacer.

-tal vez solo necesites intentar olvidar. 

respondió el peli negro sin pensar, sin saber que decir en momentos así. 


-no es fácil olvidar hermano,  como dije aún tengo miedo, miedo porque algo le pase a kanon,  miedo a Valentine, miedo igualmente a que todo sea solo un sueño que me he inventado al desmayarme en las manos de algún alfa y que al despertar este cubierto de sangre como muchas veces y tener a Valentine encima mío, entrando y saliendo de mi sin algún cuidado… no puedo estar tranquilo si kanon no está a mi lado… 

Guardo silencio nuevamente  a aquellas palabras, esperando que su hermano menor continuara hablando, más eso no paso hasta algunos segundos después. 

-Aiacos, te quiero preguntar algo, algo que sé que no le podría preguntar a Minos, por vergüenza supongo ¿puedo?

El pelinegro asintió con la cabeza, notando cierto nerviosismo en el rubio

-¿qué paso con el bebé que Valentine mato de mi vientre?

-¿por qué quieres saber eso?

El rubio se encogió de hombros, desviando la mirada, avergonzado de sus palabras. 

-no lo sé, solo que… hoy imagine tener un pequeño con kanon, una familia, pero el vino a mi mente y no pude dejar de pensar que soy un monstruo aún más grande que Valentine, pues una parte de mi deseaba su muerte, así que si alguna vez pensé así, ¿qué me asegura que podre ser un buen omega para engendrar a los hijos de kanon?

Aiacos suspiro con fuerza, casi con ganas de golpear fuertemente a su hermano más no lo hiso, únicamente se expresó negando la cabeza, girando los ojos con gran molestia. 

-no digas estupideces, deja de pensarte un buen omega, sé que es la mierda que siempre te enseñaron pero ya, la vida es otra, en aquel momento era normal tu sentir, por dios Radamanthys el malnacido te violo, te torturo y aún más te humillo lo más que pudo al pedir tu mano,  ninguna persona, alfa, beta u omega, podría soportar eso, nadie, así que es normal tus pensamientos sobre aquel hijo tuyo… pero

Guardo silencio un momento, señalando a kanon. 

-sin embargo con él, te puedo jurar que será distinto, Minos me dijo que lucia perdidamente enamorado de ti, que el mismo se autoproclamo tu alfa destinado, que sintió que sus palabras eran reales, así que te juro que será muy distinto, si tu llegaras a tener a sus pequeños, será muy distinto, porque sé que él te ama y tú a él. 

Sonrió al escuchar aquellas palabras salir de la boca de su hermano, pues nunca en la vida se hubiera imaginado hablando a este con tanta seriedad. 



-además, yo estaré a tu lado, lo juro, esta vez, será distinto, así que no te rindas por el miedo o te quedaras solo y  amargado como Minos. ¿Quieres eso?

rio al escuchar aquello último, imaginando como sería el rostro de Aiacos saber que Minos no solo no está solo, sino que tiene un omega e incluso a una pequeña hermosa, más sin decir nada dejo que su hermano le abrazara de  manera sobreprotectora sintiendo como este parecía no querer soltarlo.

-lo juro, no te volveré a dejar solo, así que deja de pensar tonterías...

Se separó asintiendo con la cabeza, sintiendo un gran alivio al poder decir su malestar, como al escuchar la promesa de su hermano.

-rada, ya nos pusimos muy sentimentales, cambiemos de tema ¿recuerdas que alguna vez te prometí que te llevaría al mejor antro de la ciudad? 

El rubio asintió lentamente y con desconfianza. 

-¿qué te parecería si convenzo a tu alfa que vayamos? sirve que  llamo a Viólate y salimos juntos, aunque eso sería hasta la noche, tendremos el resto del día para que yo conozca a tu alfa y tú a mi omega, créeme te vas a enamorar de ella... pero ¡he! es solo mía, tiene mi mordida. 

Rio ante sus propias palabras, aunque tal vez más al ver la mirada llena de duda de su hermano menor.

-Minos dijo que no era bueno que saliera y menos que llamara mucho la atención.

El peli negro solo aumento su risa burlona  levantándose rápidamente de su asiento, comenzando a caminar rumbo a kanon. 

-que se joda Minos, es nuestro día, además tenemos que irnos antes de que el venga aquí, posiblemente estará molesto por no esperarlo y no quiero oír sus reclamos.

Sonrió pícaramente, apresurando su paso con el gemelo menor, sintiendo como el rubio le seguía con prisa. 

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-hey tú, cuñado mi hermano quiere salir, así que nos iremos un rato. ¿Vienes?

escucho aquel grito desde la calle, mientras una tétrica sonrisa se dibuja en sus labios, mirando a lo lejos entre  la reja de madera y los arbustos a quien sabía muy bien era la cabellera rubia del omega que tanto deseaba tener de vuelta temblando en su manos. 

-por  favor, solo déjalo ya, termina con esto. 

Su cabeza parecía dolerle más logro mantener la compostura. 

-claro que no, así que deja de luchar y duerme, que tendré lo que ambos deseamos, Radamanthys volverá ha ser nuestro.

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Fue el sonido de un somnílocuo combinado de algunos sollozos lo  que le hiso despertar, viendo a afrodita dar vueltas por la cama, diciendo palabras que no lograba entender del todo, más su rostro asustado y las lágrimas en sus ojos le hicieron caer en cuenta que aquella  horrible pesadilla, había vuelto.

-tranquilo, tranquilo. Todo estará bien, calma. 

Se acomodó mejor  a su lado, logrando acurrucarlo en sus brazos, logrando que su calor lo tranquilizara.

-tranquilo, ya paso, estoy aquí. 

sintió su corazón latir con fuerza, al sentir como el menor se acomodaba mejor  su cuerpo, pegándosele como nunca antes lo había hecho, dejándole sentir la suavidad de su piel, pero sobretodo sintiéndose estremecer al notar que el aroma del menor, aunque fuese un alfa, le era sumamente agradable.

-a--afro… 

intento llamarlo para despertarlo, más las palabras no salían de su boca, aquella extraña pero agradable sensación le tenía perplejo, así que le dejo dormir un poco más, acariciando ligeramente su caballerear celeste, sin saber si aquel latido de corazón que podía sentir era suyo de del menor. 

había pasado una hora ya, no logro volver a dormir, no podía dejar de mirar al menor en sus brazos, durmiendo plácidamente, acercándose al más de vez en vez, invadiendo cada parte intima de su persona. 

trago saliva al por fin sentirlo moverse, acomodándose de lado, usando su brazo como almohada, obligándolo así a abrazarle por la espalda por su comodidad, sintiendo su piel erizarse aún más al afrodita entrelazar sus piernas con las suyas, sentándose prácticamente sobre su sexo. 

-rayos. 

Fue lo único que pudo decir en voz baja, teniendo la intención de separarse, más inconscientemente no pudo moverse, sintiéndose ligeramente excitado por aquella acción. 

El aroma del cabello de afrodita le estaba enloqueciendo, aún más con aquella postura, haciéndole rezar e intentando controlarse para que su sexo no despertara. 

Más fue el timbre de la puerta lo que le salvo de todo aquello, despertando a afrodita, quien adormilado simplemente se sentó en la cama,  un poco mareado aun por todo lo que había ingerido el día anterior. 

-¿quién demonios es tan temprano?

Dijo levantándose y dirigiéndose a la puerta,  sin percatarse que saga se había quedado dormido a su lado, como también sin notar la mirada aliviada de este, como su gran temor a que afrodita le descubriera. 

- hola dita, oye hoy haremos una fiesta en casa de un amigo, vengo por ti para que vayamos, hace mucho tiempo que no salimos. 

escucho una voz desconocida desde lejos, acción que le hiso levantarse e ir tras afrodita,  viendo a su lado a quien reconoció como otro alfa, uno rubio de ojos azules, apuesto para cualquiera más para él, le causó una gran molestia inexplicable. 

-no, largo, hoy no quiero salir, regresa otro día 

Contesto con descortesía intentando cerrar la puerta, más aquel desconocido lo impidió, entrando a la fuerza al departamento. 

-no acepto un no como respuesta lo sabes, además te garantizo una gran diversión, por favor, ya asta extraño tu calor. 

Aquello ultimo lo dijo en un tono que hiso que saga se acercara mas caminando hasta aquellos dos, viendo como afrodita, masajeaba su cuello, intentando controlar su disgusto. 

-¿todo bien? 

llamo la atención de ambos con aquella pregunta, más aún más la atención de aquel desconocido, un chico rubio de ojos azules, un poco andrógino pero el cual imaginaba que al igual que afrodita se trataba de un alfa. 

-ok, ya entiendo  por qué te niegas a ir, mmm… supongo que está bien entonces... aunque también podrías llevarlo con nosotros. 

Dijo esas palabras mientras miraba de pies a cabeza a saga, sonriendo al encontrarlo demasiado atractivo. 

-solo vete, por favor, no recuerdo ni siquiera con exactitud que hice anoche, así que no tengo humor de nada. 

El rubio sonrió nuevamente regresando su mirada a Afrodita, diciéndole con esta que no aceptaría un no como respuesta, asiendo suspirar con fuerza al peli celeste, quien solo le vio sentarse en el sofá, mirándolo de manera retadora. 

-necesito un café y lavarme la cara antes de tratar con tus estupideces tan temprano. 

Fue su única respuesta dirigiéndose a su cuarto de baño, evitando mirar a saga a los ojos, sintiendo un poco de vergüenza al saber que estaba ahí. 

-oye si gustas, podemos dejar a afrodita aquí e irnos solo tú y yo, ya sabes a divertimos. 

Saga se había sentado en otro sofá, esperando a afrodita en silencio, intentando ser cortes con aquel desconocido. 

-no, gracias.

Respondió a secas, viendo como aquel desconocido se le acercaba aún más, sonriéndole de manera provocativa. 

-está bien, no hay problema,  pero oye, eres muy guapo, dita es un maldito envidioso por no habernos presentado antes, pero no importa, lo perdono, y dime ¿vienes a verlo a menudo? 

Rodo los ojos con molestica, aparándose discretamente de aquel sujeto, sin cambiar su manera de responder.

-si.

comenzaba a molestarse aun más entendiendo a donde iría aquella conversación. 

-mmm.. Ya veo. 

Detuvo sus palabras un momento sin dejar de ver un solo instante el comportamiento de saga.

-afrodita es un dios en la cama, ¿concuerdas conmigo? no hay nada más exquisito que escucharlo gemir, de verle retorcerse del placer, o que sea el quien te brinde ese placer, no importa el rol que tome, siempre es el mejor en eso, ¿no crees? 

Sonrió con hipocresía al terminar esas palabras, mirando a saga como un gran felino mira y busca las debilidades de su presa, sonriendo aún más al no obtener respuesta de quien simplemente suspiro con fuerza, mirando hacia donde había ido afrodita.

-y dime -continuó el rubio- ¿cuál es tu rol favorito con él? no pareces ser del tipo pasivo, pero uno nunca sabe.

Comenzaba a tensarse más y más a medida que escuchaba una sola palabra de los labios de aquel alfa.

-¿tú has estado muchas veces con él?

Respondió con otra pregunta, mostrándose lo más tranquilo posible, más su mirada decía sumamente lo contrario.

-algunas, si, las suficientes para  decirte que es el mejor con el que me he acostado, de hecho he venido por él, para recomendárselos a algunos amigos, sé que a afrodita le encantara. 

Sintió su sangre arder al escuchar aquello,  acción que le hiso levantarse sofá con una sonrisa nerviosa, masajeando su cuello intentando controlar su enojo. 

-ok, amm... am...

Seguía masajeando su hombro intentando controlarse, perdiendo cada vez más la batalla

- te pido por favor que te marches y que no vuelvas a acercarte a afrodita, de otra forma te juro que no me hare responsable de como responda al verte cerca de él. 

Aquel alfa se levantó igual, divertido por aquellas palabras. 

-por favor hombre, tranquilo,  ¿no me digas que te has enamorado de el?, solo es un calienta camas, créeme nunca corresponderá tu amor, el solo sabe coger y créeme a mí no me molesta,  así que tranquilo, porque no mejor hacemos esto, vamos a la habitación y entre los tres lo hacemos, así dejaras de ser tan egoísta, y te darás cuenta que Afrodita es el mejor juguete  el que podrías compartir... el… 

No pudo continuar sus palabras, pues un fuerte puñetazo le hiso caer al piso,  recibiendo muchos otros más, perdió la cuenta al sentir como la sangre comenzaba a correr por su ceja.

-saga, ¿qué demonios? déjalo, suéltalo ya

Aquella fue la voz de afrodita que con gran dificultad logro hacer que lo soltara colocándose entre ellos, levantándolo del piso, incluso usando la manga de su camisa para limpiar la sangre del rubio

-suéltame. 

Le grito aquel alfa, aventándole la mano. 

-no te lo dije mil veces, no juegues al estúpido enamorado,  puedes provocar esto, tu y yo no servimos para el amor afrodita, somos alfas sin omegas,  solo queremos diversión, y tú vas y enamoras a este pobre idiota, que lastima me da. 

Saga nuevamente intento golpearlo, más fue detenido por el peli celeste,

-y tu estúpido, ten dignidad y no pelees por un maldito juguete. 

 Estuvo a punto de ser nuevamente golpeado por saga, más aprovecho que afrodita lo detenía para irse, azotando la puerta con gran fuerza.

-maldito imbécil...

Pronuncio saga antes de crear un silencio demasiado incomodo en su entorno, notando que  el menor no se atrevía a verlo a los ojos. 

-no deberías involucrarte con ese tipo de personas, podrían lastimarte y yo no quisiera eso, no quiero verte triste.

-y tu -finalmente respondió, tomando coraje para por fin ver los ojos de saga-no deberías involucrarte en mi vida, entiendo que me cuides, sí,  pero esta es mi vida, es mi decisión, nadie me está forzando a nada, no soy la víctima en esto, muchas veces soy yo quien los busca… así que por favor no te metas, no necesito tus lastima, así que deja de tratarme como una víctima.

aquellas palabras las sintió como si le hubieran tirado encima un balde de agua helada,  creándole un fuerte dolor en el pecho, haciéndole bajar la mirada, tanto como su tono de voz que rápidamente se escuchó con desgano.

-no eres un juguete, no lo eres, así que él no tenía derecho a llamarte así, no entiendo cómo puedes defender a un imbécil así. 


-no lo estoy defendiendo, pero perdón, pero serias la primera persona que creería eso, bueno -guardo silencio un par de segundos y continuó- serias la segunda, pero no importa cuántos lo crean la realidad es otra así que ya da igual. 

-¿segunda? 

Pregunto sorprendido, esperando una respuesta que no llego

-saga, gracias por cuidarme anoche, siento haberte molestado, no volverá a pasar, lo siento, pero ahora angeló te espera. 

Intento regresar a su habitación, dormir un poco más, pero las palabras  de saga le obligaron a detenerse.

-él puede esperar, lo que hoy importa eres tú. 

Estaba harto de escuchar aquellas palabras que únicamente le provocaban un terrible sufrimiento ya que solo le daban  a entender que el amor que obtenía de saga no era el que quería.

-él es tu omega y yo tu amigo, ¿cómo es que yo estoy primero?

Cuestiono cruzándose de brazos, sin importarle la respuesta.

-tu a diferencia suya…

Cancelo sus palabras, pues no sabía con exactitud  qué era lo que quería decir. 

-supongo que tienes razón, él es mi pareja, lo mejor es que vaya con él, tú eres un adulto y sobre todo tú lo has dicho, no eres la víctima, perdón si te he tratado así.

Suspiro con fuerza, sintiéndose perder la batalla,  sin saber por qué más sus pies no se movían, no quería estar con angeló, quería estar con afrodita. 

-es lo mejor.

Miro una vez más a afrodita, comenzando a negar con la cabeza, sin moverse un solo milímetro hacia la puerta 

-no, perdóname, sé que es tu hermano, pero prefiero estar contigo, ¿puedo quedarme contigo un poco más?

No hubo una contestación inmediata, solo un suspiro pesado y un suave masajeo con su propia mano, mirando al gemelo mayor. 

-te comprare pizza y tal vez “fume” un poco contigo, veremos tu película favorita, pero por favor, en verdad quiero estar contigo… 

-no lo entiendo por fin puedes estar con angeló, ¿por qué me prefieres a mí? 

Se encogió de hombros al escuchar aquella pregunta que no sabía la respuesta.

-estoy muy a gusto contigo a mi lado… perdón si soy egoísta, pero en verdad soy muy feliz contigo, me gusta cada momento en el que estoy a tu lado, me siento.. Bien… 

Suspiro con fuerza, intentando ocultar aquella sonrisa que inconscientemente se creaba en sus labios.

-yo igual.

Fue su única respuesta, antes de hacer una seña con la cabeza, indicándole que le siguiera hasta su habitación,  tumbándose en su cama, prendiendo el televisor que había en esta para así comenzar a escuchar un poco de ruido al acercarse a su cajón, sacando una especie de cigarrillos un tanto “extraños” el cual prendió y al hacerlo una fuerte tos le invadió más aun sonreía estirándole dicho “cigarrillo” a saga.

-ten dijiste que fumarias conmigo, si dejaba que te quedaras… ahora cumple.

El mayor dudo un momento más término accediendo, acostándose a su lado, tosiendo con más fuerza al fumar unas cuantas caladas. 

-nunca le digas esto a kanon. 

le advirtió sintiendo lentamente una gran euforia , comenzado a sonreír de par en par.

-rayos, lo siento, muy tarde ya hasta lo he publicado en internet 

Ambos rieron sin razón a  aquellas palabras, llegando por fin a un placentero silencio que duro algunos segundos.

¿y si? 

aquello no fueron palabras, más bien pensamiento inconsciente que provenía de su cabeza, uno que llego al sentir su piel erizarse lentamente, aumentando sus sentidos, lográndole hacer sentir cada fibra de las sábanas blancas donde se encontraba, aquella sensación era por más agradable, más lo que verdaderamente llamo su atención fue el peli celeste, el sol de la mañana rosando su cara, iluminando sus ojos azules y su piel nívea le provoco ligeros choques eléctricos, haciéndole tragar saliva, pues aunque quisiera no podía dejar de mirarlo. 

-dita ¿quién fue el primero? 

Escupió aquella pregunta sin pensar, haciendo referencia a las palabras que había dicho minutos atrás, notando como una pequeña mueca de tristeza se creó en los labios del menor, silenciando su respuesta algunos segundos.

- si te refieres por lo que dije hace rato; bueno, su nombre es Thanatos, un alfa como ningún otro que haya conocido, lo conocí en el burdel pero aun así , pero él nunca me toco bueno no sin que yo quisiera, solo solía verme de lejos, dejarme algunos regalos “anónimos”, aún recuerdo que; la primera vez que hablamos fue cuando estuvieron a punto de  rentarme con un beta adinerado más sumamente asqueroso, un sádico total, pero el movió influencias y pago aún más por mí, logrando que yo me quedara casi todo el día a su lado.

Fumo un poco más  cerrando sus ojos, dejando que el humo trajera consigo los recuerdos de quien fue su primer amor. 

-pensé que me obligaría a tener sexo con él, más no fue así, las casi 15 horas que pase a su lado, siempre me dio mi espacio, ordeno para mi comidas que nunca en vida había soñado con probar, fue  un caballero totalmente, y aunque ya se había dado cuenta que yo era un alfa, no cambio conmigo… y fue algo verdaderamente hermoso. 

Guardo silencio, sacando un poco de más humo, dedicando simplemente a ver por la ventana. 

-¿y que paso con él? 

Nuevamente esa mueca de tristeza y aquel trago de saliva que llega solo en dos momentos y son  cuando la boca esta seca o cuando los recuerdos se anudan en la garganta queriendo iniciar el llanto. 

-cuando paso lo angeló, Thanatos y yo ya teníamos 1 año de relación, era feliz, feliz como nunca lo había sido, incluso el infierno en el que vivía parecía el paraíso, solo contaba los minutos para poder verlo de nuevo; pero  por lo sucedido el termino volviéndose enemigo de la familia de Aioria solamente para poder ayudarme a escapar a mí y a mi hermano, su propia familia le dio la espalda para no ayudarlo, sin importar que su misma familia es más  poderosa que la de Aioria , no querían una guerra y menos por un alfa como yo, el cual veían con demasiado asco, y me culpaban por corromper a Thanatos, así que por su bien nos separamos, bueno pude ir a su lado pero eso implicaría dejar a angeló solo y yo no podía hacer eso… así que no lo volví a ver.

No supo cómo contestarle, más sentía alegría al tener su confianza y un poco de celos al saber que afrodita ya había conocido el amor. 

- ya veo. 

No pudo decir más,  comenzando a mirar al techo, intentando pensar  como podría ser aquel alfa que había hecho tan feliz al menor. 

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Habían pasado toda la tarde juntos,  Minos no dejaba de llamarles tanto a kanon como a Aiacos, quien confiscando el celular del primero  respondía las llamadas molestando lo más que podía a su hermano mayor. 

-bueno, es hora de divertirnos aún más. 

Les decía el peli negro con euforia, mientras caminaba de la mano de su hermosa omega, quien parecía aún más feliz, por finalmente conocer al hermano de su alfa. 

-Radamanthys ¿estás bien? 

Cuestiono el gemelo menor al ver como su omega por momentos dejaba de fingir su sonrisa cohibiéndose de la nada.

-sí, solo que, no sé cómo explicarlo, pero siento como si algunas personas me observaran bastante y comienza a ser incómodo. 

Suspiro con fuerza mirando a su alfa, quien aún que lo había notado no había hecho nada, pensando que posiblemente solo era paranoia suya. 

-¿quieres irte? 

El rubio pensó un poco su respuesta, mirando a lo lejos, como Aiacos hablaba junto con viólate con el guardia de la entrada, logrando así que evitaran la larga fila. 

-no, Aiacos está feliz y a pesar de todo, creo que yo también, siempre quise pasar tiempo con él, hacer aquellas cosas que me contaba que hacía... supongo que solo tengo que respirar, debe de ser paranoia mia. 

sonrió comenzado a caminar rumbo al peli negro, quien los llevo a una estancia privada, en un principio el estruendo de la música le molesto un poco, más fue el ritmo de esta, la que comenzaba a hacerle mover ligeramente la cabeza, disfrutando el momento, viendo a la gente bailar y tomar. 

-deberías ir a bailar, disfrutar un poco 

Le dijo viólate al ver rubio mover la cabeza al ritmo de la música, siendo ella quien tomando la mano de Aiacos, le indicaban que fueran a la pista.

-parece difícil, pero no lo es, solo déjate guiar, y todo estará bien. 

Sentencio la joven guiñándole el ojo a Radamanthys, quien nervioso solo guardo silencio, sin notar que su alfa le sonreía con ternura. 

- ella tiene razón,  ven conmigo, aun que tengo mis dudas de estar aquí, ya importa, hay que divertirnos.

Le dijo tomándolo de mano, llevándolo hasta la pista de baile, pidiéndole cerrar los ojos,  y solo enfocarse en la música y su voz.

-solo relájate, de lo demás me encargo yo.

le tomo de la cintura con delicadeza, ayudándole a moverse a dejarse envolver con la música, notando como poco a poco su omega estaba más relajado, moviéndose a ritmo de la música, dejándose guiar por su manos.

-tendrás que bailarme así algún día en futuro, pero solo cuando estemos los dos en el cuarto.

Le susurro, mordiendo su oreja con ternura.

-por supuesto, lo hare para ti y solo para ti.

Le contesto buscando sus labios, besándolos lentamente y sin dejar de bailar.

rieron, bailaron y poco bebieron en aquella noche, cuando sin más notaron que  el sol muy pronto saldría de nuevo, que aquel lugar ya estaba con sus últimos clientes, ebrios que habían quedado dormidos en alguna mesa  y unos cuantos que aun consientes, se disponían de terminar de sus bebidas antes de marcharse. 

-tengo que ir al sanitario, adelántense, yo los veo en el auto.

dijo el rubio antes de marcharse, yendo  solo hasta dicho lugar, sintiendo nuevamente las miradas que ya habían sido varias en el transcurso de la noche. 

-tu eres el de los videos ¿verdad?

le dijo un desconocido acercándosele  con una sonrisa. 

-¿perdón? 

-si, eres tu, tienes que serlo,  eres un sensación en internet, oye, ¿me dejarías invitarte algo? ¿podemos ir a mi casa si gustas? 

aquello le comenzó a molestar, así que simplemente quiso pasar de largo, regresar junto con su alfa. 

-disculpe, no se de que hablas. 

intento ,marcharse de aquel lugar, más aquel desconocido le tomo del brazo, impidiéndoselo, sin embargo  fue con un hábil movimiento que logro zafarse, lastimando a aquel hombre caminando con paso rápido hasta su alfa, saliendo por otra puerta, una diferente a por donde había entrado,  sintiéndose perdido un momento al instante.

-Radamanthys. 

aquella voz le erizo la voz por completo, congelando sus acciones como sus pensamientos, haciéndole tragar saliva, antes de voltear a ver a  la persona que lo había llamado. 

-mi amado Radamanthys, por fin, después de tanto tiempo, puedo volverte a ver. 

un sudor frio recorrió su cuerpo, sintiendo como  comenzaba a temblar por la impresión. 

-Va… Valentine.

 




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