La heroína se encontraba hecha un manojo de nervios, algo ilógico para su compañero ya que según él lo peor ya había pasado.

Se encontraba sentada en la mesa con su postre a medio comer, sus manos estaban tensas sujetando esa servilleta de tela que seguramente valía mas que muchas de las telas que tenía en casa, aún estaba abrumada por lo que había pasado en las ultimas horas y no lograba procesar porque ella, como heroína de Paris, estaba en algún tipo de fiesta junto con las personas mas importantes de la ciudad.

Oh claro, había sido culpa de Chat noir.

El alcalde había estado muy insistente con ellos dos por varias semanas, quería que fueran a una especie de junta, los políticos, comandantes y prácticamente todas las personas que veían por Paris estarían ahí, al parecer era un evento anual en el que discutían sobre estrategias de seguridad y cosas de ese tipo, una reunión a la que ellos ya habían rechazado la invitación dos años.

Supuso que este año sería igual, sin embargo, se llevó una gran sorpresa cuando unos dias antes del evento su compañero acepto por ambos, convenciéndola de ir con la excusa de que la policía siempre les llevaba la contra en los planes de evacuación y esa sería una gran oportunidad para hacer un mejor trabajo.

Así que ambos pasaron por varios días de concentración para lograr cambiar su transformación a el atuendo mas formal y adecuado que pudieron conseguir, llegando al punto de cambiar sus peinados un tanto infantiles y casuales por algo mucho más serio y maduro.

Después se encerraron por tres horas con los lideres políticos y militares de Paris y algunos otros del resto de Francia, debatieron de un montón de asuntos agobiantes, resaltando al chica en estrategia militar y su compañero en política y relaciones sociales lo cual sorprendió a su compañera pues el parecía realmente informado del tema.

La junta había salido de lo mas bien, el teniente Roger estaba ahí y lograron formar una estrategia entre los tres para evacuaciones por akumas de diferentes tipos al igual que otro tipo de ataques, los héroes incluso se llevaron bastante bien con algunos sujetos a pesar de la diferencia de edad que por fortuna nadie menciono en la junta.

Posiblemente no quieres tratar de jóvenes o niños a alguien que fácilmente puede romperte una mano.

Ambos salieron contentos de lo que habían logrado cuando el alcalde abrió unas puertas que no eran por donde había entrado, revelando una reunión que se veía estaba por convertirse en fiesta donde estaban las familias de los asistentes a la junta.

Antes de que los héroes pudieran decir nada el alcalde los arrastro a una mesa y los sentó junto con su hija, su hijastra y varios chicos que parecían de su edad que ellos no conocían.

La junta no había sido nada para la azabache, sabia la importancia que su papel tenia en el lugar así que presto atención y hablo claramente sobre sus opiniones al igual que su compañero, sin embargo, la fiesta fue otra cosa, paso la peor hora de su vida intentando comer con por lo menos la mitad de los modales que el resto de los chicos en la mesa.

Mientras su compañero mostraba una sonrisa reluciente en su recreación perfecta de un Brioni completamente negro con corbata verde y unos modales en la mesa impecables, ella lucia su recreación de un Gabriel con su toque personal e intentaba imitar el comportamiento del resto lo mejor que podía.

¡¿Por qué había tantos tenedores en la mesa?!

Había soportado los murmullos y miradas indiscretas de todos esos chicos ricos mientras su compañero disimuladamente le daba alguna seña cuando ella tenía duda de que cuchillo era para cada cosa en su plato.

¿Cómo es que él que no sabia como comer una hamburguesa conocía la diferencia entre un tenedor de carne y de pescado y ella no?

Su apetito se acabo al comprobar que el rubio llamaba la atención de toda la mesa cuando ella cometía un error fatal con los cubiertos para que el resto de los jóvenes no le prestara atención y dijera algo sobre su forma de comer o tomar un tenedor.

No fue hasta que la mayoría de los chicos se fueron a bailar y su compañero termino de hablar con Zoé que dejo de sentirse tan sola e inferior.

—Jamás te vuelo a hacer caso— dijo al heroína cansada viendo a la rubia de mechas rosas marcharse a bailar dejándolos solos en la mesa.

—Vamos mi lady no fue tan malo— dijo el chico tomando agua de su copa, tenia edad suficiente para tomar alcohol, pero si Nathalie se daba cuenta probablemente lo colgaría de la ventana.

—Lo dices porque no hablaron de ti cuando sorbiste un poco de la cuchara al comer tu sopa— dijo la heroína roja de la vergüenza.

Ese momento de su vida ahora estaba dentro de las peores diez humillaciones que ella sola se había provocado, y siendo Marinette eso era toda una proeza.

El chico rio, aflojo un poco su corbata y con la cuchara tomo un poco del postre de la chica para llevárselo a la boca, el mundo lo odiaba y a él le había tocado un postre bajo en azúcar asi que tenía que aprovechar,

A la heroína ni siquiera le importo, solo pudo mirar a la pista de baile, esos chicos incluso parecían bailar diferente a todo lo que ella conocía, seria mejor que ni lo intentara.

—Vamos no pongas esa cara bogaboo— dijo el chico acercándose un poco mas a su compañera —Cuando estemos juntos tendrás que acostumbrarte a este tipo de cosas, pero no te preocupes, te enseñare todo lo que necesites— dijo el rubio acercándole un vaso con refresco a la heroína.

Juntos, de alguna manera eso no sonaba tan mal.

Las mejillas de la chica se tiñeron de rojo por sus pensamientos., él era tan... descarado.

Aunque ella no ayudaba mucho, solo pudo voltear a otro lado intentando que no se notara lo avergonzada que estaba por esas palabras, llevaba un tiempo en que su cerebro se apagaba cuando él se ponía coqueto.

—¿Así que el gatito es de clase alta?— pregunto la heroína con un deje de burla en su voz.

—No precisamente así— dijo el rubio señalando todos los políticos presentes —Pero puedo adaptarme, solo es conocer lo básico— dijo como si no fuera la gran cosa.

—Chat noir, había como 10 cubiertos diferentes en la mesa, ¿de que forma eso es básico?— pregunto la chica sintiéndose un poco ofendida, ahora no sonaban tan mal las clases de modales que Chloe les propuso hace unos meses después de verlos comer comida mexicana.

Aunque pensó que solo era una exageración de la chica al ver comer a Kim tacos de una forma entre sorprendente y catastrofica.

—Mi mamá siempre quiso que yo aprendiera todos estos modales, dijo que me serian útiles alguna vez, supongo que tenia razón— dijo elevando los hombros.

Tampoco podía decirle que desde niño tuvo clases de modales en la mesa en la que lo hicieron memorizar el uso y nombre de cada cubierto además de atarlo a la silla para que adoptar la posición correcta en la mesa, aún tenía traumas con eso.

—Supongo que cuando estemos juntos tu podrás enseñarles modales a nuestros hijos— dijo la chica sin pensarlo mucho.

Aunque fue muy tarde para cuando se dio cuenta, dejo caer su ya vacío vaso sobre la mesa y por suerte nada se rompió, bueno posiblemente ella misma.

Sintió como su cara perdía color y el alma le baja hasta los pies para luego sentir el color rojo inundar cada centímetro de su piel arriba del cuello, y al mirar a su compañero el estaba en el mismo estado, sonreía un poco pero el color rojo resaltaba bastante entre su cabello rubio y su traje negro.

—¿Ladybug acaso tu...?— pregunto el chico avergonzado pero no pudo continuar su pregunta.

—Sabes que, creo que es hora de que me enseñes algo de clase alta, vamos a bailar— dijo la heroína nerviosamente, tomando la mano de su compañero y llevándoselo con ella lo mas cerca de las bocinas para que el ruido no los dejara escucharse.

Aunque al parecer no pensó que estar pegados uno contra el otro empeoraría las cosas, les iba a dar fiebre si sus caras no dejaban de estar rojas.

Llegaron a su lugar de baile justo cuando cambiaban de canción y empezaba a sonar ensemble de Zaz.

La heroína ya no tenia dudas, a la vida le encantaba jugar y reírse de ella.

Para este día tenia planeado algo totalmente diferente, el tema de la junta y la fiesta apenas se iban a mencionar peor me emociones y metí el concepto un poquito a la fuerza, talvez recicle la idea para otro día.