11. Un coup de foudre
El golpe de un rayo.
"Un coup de foudre" era la frase que se usaba en parís para hacer referencia al amor a primera vista, el momento en que con solo ver a un completo desconocido sabes que será el amor de tu vida, que podrías pasar el resto de tu vida al lado de esa persona, y era algo por lo que ella ya había pasado.
Ese sentimiento que recorrió todo su cuerpo aquella tarde lluviosa de septiembre jamás lo olvidaría, escucharlo disculparse de una forma tan sincera, abriendo por completo su corazón a una chica que por error lo había tratado de una mala manera derribo todas sus murallas, quedo enamorada de esos bellos ojos verdes en cuanto el hizo un ultimo acto de bondad al ofrecerle su paraguas.
Desde ese preciso instante, y por casi un año su mundo giro exclusivamente alrededor que ese chico que no tenia idea de lo loca que lo traía, averiguo todo lo que pudo de él, indago en cada detalle, averiguo a toda costa cada pequeño detalle, memorizándolo y deslumbrándose con cada descubrimiento, porque, aunque solo lo observara a lo lejos y no se atreviera a hablarle demasiado ella se convenció de que lo amaba con todo su ser
Antes del jamás estuvo enamorada, sentía cosas gigantes por el chico que nunca sintió con nadie más, se ponía nerviosa con su presencia pues de alguna forma el era demasiado perfecto como para cometer errores, escucho ese tipo de cosas toda su vida, eso debería de ser el amor.
Pasaron algunos meses cuando sus ideas flaquearon, cuando la llegada de un nuevo chico en su vida volteo sus ideas, porque con él podía aprender cosas nuevas, con él no se sentía ahogada cada que pasaba tiempo a su lado, no le asustaba que él le contara las cosas que más le gustaban ni tartamudeaba al hablar, todo era tan seguro y cómodo.
Con Luka sucedió algo parecido, la primera vez que lo vio se asombro al descubrir que al chico no le importaba su torpeza, el no se burlaba ni la juzgaba, la priorizaba sobre todas las cosas y estaba disponible para ella siempre, el era quien planificaba sueños y se emocionaba por el futuro, con el no sentía que debía de aportar nada.
¿Entonces eso era el amor?
Pronto se dio cuenta de que estaba equivocada, Luka esperaba lo mismo que el daba de ella, una relación completamente honesta, ni un secreto entre ellos, y eso era algo que ella no le podía ofrecer, ella tenia demasiados y esperaba que de ser posible el jamás los supiera, porque si los sabia muy pronto estaría en peligro y si fuera mas tarde ya no tendrían sentido.
Cuando eso termino se sintió vacía un tiempo, el chico se convirtió en su apoyo emocional y lo perdió tan de repente que le costó adaptarse, tuvo tanto miedo de poder caer al estar sola que volvió a el lugar de origen, sentía que si no amaba a nadie no podría avanzar asi que volvió a esa vieja obsesión.
Se refugio en esos sentimientos inciertos convenciéndose de que seria realidad, el tiempo pasaba y ella ya casi no tartamudeaba, los esfuerzos en atraer su atención bajaban, el futuro tan lejano se transformó, prefería que el dijera las cosas en lugar de que ella las averiguara por otros medios, descubrió muchas cosas de el que jamás imagino y le agradaron, porque él debía ser feliz, y con el paso de las semanas ambos se sentían contentos y en paz al lado del otro.
Eso debía ser el amor, así debería de sentirse el impacto de un rayo.
La idea la decepciono, cuando te imaginas el golpe de un rayo supones que debe ser algo emocionante, completamente nuevo, y fue esa la razón por la que creyó que se enamoro la primera vez, todo daba vueltas y el ambiente se transformaba cuando lo veía, pero con el tiempo descubrió que eran unas nerviosas nauseas que ella misma se había impuesto.
En la segunda ocasión todo era perfecto, se sentía como estar en casa, como si estuvieras a salvo en un lugar perfectamente cómodo, como navegar en un bonito bote cuando el mar estaba en calma, pero no era el golpe de un rayo, en eso no sentía movimiento, como si fueran a quedarse estancados a la mínima marea para siempre.
Luego recayó, ni siquiera sabía si se consideraría una tercera ocasión, todo se volvió algo nuevo, tal vez emocionante y pacífico, esas acciones que te liberan, descubriendo cosas nuevas, estar tan cerca de Adrien se sentía como bailar bajo al lluvia con tu impermeable favorito por primera vez, descubriendo los peculiares olores que ofrecía la naturaleza, saltando entre los charcos, sintiendo el agua en tu rostro pensando en que quizás más tarde tendrás un resfriado, pero el momento lo valía.
Era nuevo, era lindo, acogedor, muy, muy parecido, pero le faltaba esa adrenalina que debía erizar su piel, eso que debía acelerar su corazón por completo, aun no era un golpe de rayo.
Ni siquiera se dio cuenta de en que momento se rindió, simplemente en un punto ya no se sintió necesario, su relación era la misma, tan tranquila y conmovedora como siempre, pero ya no sentía esa necesidad de llegar a más, de sobrepasar un nuevo limite, y eso estaba bien.
Pero en un momento de pánico todo se vino abajo, el riesgo la cegó de nuevo, ella tenia que amar a alguien, él podría ser ese alguien, el parecía la mejor opción, una decisión, un viaje, un error.
Cuando se dio cuenta el mundo a su alrededor parecía desvanecerse, solo pudo comenzar a correr, necesitaba un lugar alto, un lugar donde respirar de nuevo, donde nadie más pudiera llegar.
La lluvia agresiva cayo sobre su cabeza y con ello más malas noticias, parecía que él no tenía suficiente con dar el peor golpe en esa batalla, necesitaba anunciarlo a toda la ciudad en un intento de humillarla, que la vergüenza fuera suficiente para acabarla.
Y por un momento casi pudo ser asi, por un momento realmente se lo pensó, sería una decisión más, el la dejaría en paz, no iba a sentir cuando las cosas se reescribieran, seria como cerrar los ojos y despertar en una nueva realidad, pero ella no lo sabría, talvez todo sería igual a excepción de su papel como heroína, talvez todo fuera muy diferente y eso se quedara, pero de cualquier manera existía la posibilidad de tener otra oportunidad para su corazón, solo quería que sus esfuerzos no la dañaran más.
Pero el cometió un error, se olvido de que ella no estaba sola, que no era la única que podía llegar a ese lugar, y que pasara lo que pasara, intentara lo que intentara, el en ninguna realidad o circunstancia la iba a dejar sola.
Ella no merecía esa atención, no se sentía digna, le grito y le reclamo, le recordó todo lo horrible que le había hecho en un intento de que el la gritara y la abandonara, que la hiciera sentirse la decepción que ella se creía.
Pero no lo consiguió, el ignoro todo lo que le dijo, sabia que no era verdad, él podía ver su corazón herido y no la iba a dejar atrás, la llamo con ese apodo que siempre conmovió a la chica y le tendió la mano, ella lo miro desde su posición en el piso, el agua aun no le dificultaba ver asi que pudo observar con claridad la sonrisa cargada de esperanza y confianza que el aun tenia, que tenía en ella.
Un rayo paso a sus espaldas, y aunque seguramente fue demasiado lejos y ni siquiera debió de haber tocado tierra, ella sintió como si hubiera impactado directamente en su corazón.
Porque cuando el la levanto del piso y la abrazo sintió electricidad llenar su cuerpo, la adrenalina hacía que su corazón bombeara fuertemente pero aun asi se sentía segura, porque él le dijo esas palabras bonitas y esas promesas que sabía que necesitaban, porque cuando era el las acciones sobraban, y las palabras eran la cereza del pastel.
Porque cada aventura era como un recorrido en la mejor montaña rusa del mundo, tal vez podía tener miedo, pero la emoción y alegría lo opacaba por completo, porque al segundo podía pasar de un ataque de risa a sentirse el ser mas amado del universo, porque no importaban los secretos mas que sus sentimientos, porque podía no conocerlo por completo y aun si siente que lo sabía todo.
Porque no era perfecto, pero tampoco tenía que serlo.
Porque así se sentía ser golpeada por el rayo, y más importante, así se siente el amor.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro