"Magno y Gaol"

°•[P.O.V (Tn)]•°

Pasaron unos días después del suceso del Twinbellows, aunque de repente todo se puso tranquilo. Si tranquilo, tranquilo mis coronas de laurel, Medusa había mandando a sus esbirros a las tierras inferiores [Las de los mortales] y un tal, "Gaol, el señor de las tinieblas" y por ende es uno de los agresores de las tierras mortales.

Por eso en ese momento ya Pit y yo estábamos volando entre espesas nubes negra de tormenta. Las cuales aveces lanzaban rayos que teníamos que esquivar durante los ataques enemigos, sino quedariamos como ángeles chamuscados.

- ¿Tan peligrosos es que ese "Señor de las tinieblas? Lady Palutena.-Pregunte en voz alta mientras que con mi arco tenebroso hacia ataques de 3 flechas seguidas.

- Claro que lo es, estamos hablando de el señor de las "tinieblas".-Hablo haciendo énfasis en el tinieblas.

- Vaya, eso quiere decir que nos tendremos que esforzar mucho si queremos hacerle frente.-Dijo Pit determinado y desviando un rayo que apareció casi en frente a el.

- Si alguien lleva el tinieblas en su nombre hay que tomárselo en serio.-volvio a hablar por el método de telepatía Palutena.

- Ehhhhh, ok.-Dude unos momentos, si tan poderoso era, no quiero imaginar lo que se vendría en batalla.

Descendimos agradecidos de tener mucho daño por el ejército del inframundo y sin las alas quemadas por los rayos.

- V-vaya...-Abrí los ojos por la sorpresa, los mortales estaban batallando contra las horribles criaturas del inframundo, y era una batalla brutal, se podían ver los cuerpos muertos de algunos mortales por los ataques de octos y miks.

- Los mortales, ¡Debemos ayudarlos!-exclamo Pit con preocupación, estaban sobrevolando el sitio y no estaban bajo ataque.

- Me encantaría, (Tn) podría pero tú... ¿Recuerdas cuanto dura el don del vuelo Pit?-pregunto algo apenada lady Palutena.

- ¿Cinco... Minutos?-dijo Pit.

- ¿Y que sucede cuando ese tiempo se acaba?-Volvio a preguntar la diosa.

- Mis alas se chamuscan... ¿No?-Pit trago saliva, sus ojos hiban de un lado a otro viendo la destrucción del campo de batalla donde estaban los humanos peleando contra el inframundo.

- Exactamente, no puedo arriesgarme a que sobreuses el don del vuelo por mas de esos cinco minutos.-Palutena estaba al parecer avergonzada ante esas palabras, se lamentaba no poder darle más a Pit para luchar.- Ellos pueden esperar, estoy segura que podrán vencerlos, ahora, Pit, (Tn). Es momento de ir a la fortaleza de Gaol, espero que estén preparados.-

- Si, Lady Palutena.-Dijimos ambos seguros de nosotros mismos.

Palutena guío nuestro vuelo y antes de entrar por los alrededores habían Funestos, por eso antes de entrar decidimos derrotarlos, porque si nos veían, llamarán a más tropas, aunque fue algo traumatizante debido a la extraña melodía que sonaba al vernos [Esa vaina de melodía de 8 bits me pertubo feo ._.].

•°[P.O.V narrador]°•

Ambos ángeles cayeron con ambos pies de forma suave. La femenina suspiro, mientras sostenía su arco tenebroso. Y el de ojos azules con su estoque básico... Luego ambos con los corazones que obtenían irían a comprar unas armas.

- Bien, (Tn), Pit, será mejor que entren. Vigilen sus pasos, puede haber funestos cercas, o hasta peores enemigos.- Vaya Palutena, gracias por calmar los nervios.

Pit apoyo su mano sobre el hombro de la chica y le sonrió tranquilamente, en señal de que todo Hiba a salir bien.

La suspiro y tomo su arco con firmeza. Los ojos de Pit brillaron con emoción y también alistó su estoque.

Al entrar fueron muy bien recibidos por unos huerreros y Huechiceros, que cool. También había... Unos cuantos eridulces. Son extremadamente rápidos, pero Pit se empeño demasiado en derrotarlos, aunque sus disparos fueron no acertados por 5 minutos por la maldita velocidad de esos eridulces. Al final seguimos, la chica arrastrando a Pit corriendo mientras lo agarraba del brazo.

Llegaron a una sala al aire libre y... ¡U-un humano! ¿Cómo? ¡¿Cómo pudo llegar un humano aquí? Cabellos negros, piel algo tostada tirando a marrón claro, ¿tatuajes? Y una gran. Gran, GRAN espada.

- ¡Un humano! ¿Cómo llego aquí?-la sorpresa de Palutena era muy visible, al igual que la de ambos angeles.

Este golpeó unos enemigos y se dio cuenta de la presencia de los ángeles.

- Vaya unos ángeles. No me digan que están aquí porque me meti en problemas.-puso su arma tras su espada y se rasco la nuca. Todo eso lo hizo ese humano.

- No, precisamente.-Hablo la ángel de ojos miel algo anonada internamente aún.

- ¿Estas aquí por el señor de las tinieblas? -Hablo Pit dando un paso hacia el frente de la de ojos miel.

- Si, soy Magno. No es un placer conocerlos.-Hablo con algo de arrogancia el humano de nombre "Magno".

- Que humano insolente.-Dijo simple Palutena, Almenos Magno al ser un humano no podía escuchar lo que decía la diosa de la luz.

Unas banda de enemigos aparecieron, Caparacios, Huoñeros, Corales, Monoculos. Por Zeus.

Magno nos apodo como "Quiberin" o. Algo así si no nos equivocamos. No es culpa de uno que Pit no sepa leer, ni escribir.

Casi mueren en camino a la sala de Gaol, ¿Razón? Fácil, Pit de cabeza dura vio un cofre, aunque la ángel y Magno le dijeron que no se acercara ya que era muy sospechoso... Y al final un campo de energía nos atrapo y al cofre le salieron piernas, una cofreima. Casi ambos angeles pelan feo. Esas piernas estaba muy fuertes...

Suerte que casi alado había unas Hot spring. O aguas termales como les llama Pit.

•°[P.O.V (Tn)]°•

Suspiraba algo cansada, me dolían las piernas por tanto correr, suerte que había unas termas cerca, no pregunten como estuvimos allí cuando todos se estaban matando fuera. Y Magno se quedó fuera por ovbias razones.

Unos Muks más tarde...

Los tres enfrente de la puerta. Después de muchos enemigos, junto a Magno y Pit, estábamos a una puerta de Gaol, el señor de las tinieblas, Palutena nos dejó unos elixir Divinos.

Al abrir Magno de una patada (y vaya que tenía fuerza) estábamos en la sala del trono, un gran ser oscuro de capa roja con morado flotando, y una vos qué parecían ser varias personas hablando gravemente al mismo tiempo.

- Vaya, que sorpresa verte aquí.-Dijo Gaol. Espera- ¿A quien le está hablando?.

- Lo siento, tuve un que otro inconveniente.-Le respondió Magno.

- E-espera. ¿Ustedes se conocían?-Pit hablo incrédulo, y mi cara reflejaba ese tono de Pit.

Empezó la Batalla, sinceramente era muy rápido, ese Gaol, sus ataques eran tanto a distancia como de pique. Sinceramente un caos, un simple caos.

Magno se movía rápido, se comía muchos ataques pero su defensa a su parecer era muy alta a comparación de nosotros.

Pit yo más que todo hacíamos ataques en carrera o ataques cargados cada cierto tiempo, uno que otro hacia más daño dependiendo de cuando atacabamos. Ese Gaol era un hueso duro de roer.

Pasaron unos largos minutos, Simplemente si el shock antes era grande. Ahora lo es mucho más.

La armadura de Gaol se rompió. La parte de arriba y casco que cubría todo su rostro... Una. Mujer. Rubia de piel clara, cayó en el piso, toda la parte de abajo estaba intacta de esa zona de su armadura.

- ¿Una humana?-Puse mi mano sobre mi boca en señal de sorpresa.

- Por Zeus...- Hablo Palutena por todo este tiempo, la sorpresa fue tal que Pit dio un salto.

- Dios... ¿Que hemos echo?-Vi a Pit pasar su mano por las hebras de su pelo.

- No te preocupes Pit, (Tn), Piensen en todas las vidas que han salvado al derrotar a Gaol.-Palutena hablo comprensivamente. Seguido de eso, un pilar de luz nos envolvió y nos saco de allí dejando unas plumas sueltas. Lo último que vi fue a Magno arrodillandose frente a la mujer rubia. La culpa pincho mi corazón como una aguja.

Llegamos otra ves al templo de Palutena.

- Suspiré algo triste, cosa que Pit Noto a lenguas.-

- Tranquila (Tn).-Pit puso su mano en mi hombro y me intento sonreir.- hicimos algo bien, y... Lady Palutena tenia razón, salvamos muchas vidas, aunque tuvimos que acabar con la de una persona.-Termino de hablar.

-Lentamente puse mi mano sobre la Pit y la apreté levemente.- Gracias Pit, eres un buen amigo.-Dije, le sonrei agradecida, Pit podía ser alguien muy amable y comprensivo.

- ¡Chicos!-Palutena se acercó con una gran sonrisa.

Ambos lo vimos, aún nuestras manos tenían contacto.

- Bien, ahora to--Se corto al vernos con las manos en contacto. Y su mirada paso a una algo pícara, cosa que no entendimos a los pocos minutos.

Ambos nos soltamos las manos, vi las mejillas de Pit rojizas, sentía las mías muy levemente rojas, pero menor que las de Pit, se veía tierno rojo...

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¡AVE MARIA!

YA, TOMEN SU CAP, tienen suerte de que tenga el juego en mi poder para poder ver bien los capítulos, pronto llegará Dark Pit. No desesperen .-..

Ba y.

[_;;Stela_OwO~