"Hey, ¿Qué haces aquí?"

•°P.O.V Narrador°•

Shock

Simplemente, shock.

Ya saben, Hades.

¿Y saben quién es Hades?

Una cagada asquerosa, repelente, abyecta, vomitiva, mugrosa, maldita, diarreosa, estercolera, inmunda, malnacida, pudenda, apestosa, maloliente, cabrona, maricona, huevona, pendeja, tarada, cancerígena, jodida, culeada, gilipollesca, pelotuda, encamada, malnacida, retardada, atrasada, inútil, móngola, incestuosa, burda, estúpida, insulsa, putrefacta, traicionera, indigna, chupapollas, soplahuevos, esnifacojones, gueleculo, coprofágica, masca-morrones, infecta, cerda, nauseabunda, cochambrosa, cochina, verdulera, infame, ruin, rastrera, degradada, descerebrada, zopenca, zafia, puta, engreída, esquizofrénica, granulenta, infeliz, profana, calamitosa, deficiente, cretina, lela, ramera, fulana, calientaguevos, ridícula, petarda, pasmarote, fistro, desidiosa, puta, reputa, soputa, recontraputa, hija de puta, hija de un millón de putas, escupepitos, caradepedo, necrofílica, alientoamojón, lambe-bukaka, revuelcaleche, coñoesumadre y de su abuela, conchuda, culoroto, nalgas reventadas, tragasable, succionaditos, esfinterpartido, ojetedesilachado, sorbemocos, capulla, pelmaza, zoquete, masturbadora crónica, espuria, chupa-tampones, regluda, coprófaga, gerontofílica, turra, ojete, atorrante, tierrúa, pajúa, amamaguevos, onanista caradeconcha y MALA PELICULA.

Creo que ya lo deje claro con esos insultos de Dross.

Era aquel día siguiente después del acontecimiento, se notaba un fuerte ambiente tenso, tan así, que podrías cortarlo con un cuchillo si lo pasabas por el aire, porque así de denso era aquella emoción.

Palutena no había salido de su laboratorio en todo lo que llevaba de día, y a Pit se le notaba muy nervioso y asustado, primera ves que se le veía así, ya que nunca había experimentado nada que ver con Hades, así que era un nuevo miedo y Dios que habría de derrotar.

En cuanto (Tn) pues era otro caso.

Sabía que desde el principio todo hiba a ser complicado, no sabía que le esperaría al aceptar acompañar a Pit, pero el ver cómo aparecía un nuevo dios, el verdadero Dios del Inframundo, el cual con una gran sonrisa diría que destrozaría a ambos angeles, y con todo lo que alguna vez se haría llamar «El reino del cielo»

Como dije al principio, shock, simplemente shock.

Aquella misma ángel estaba sentada en el jardín del templo, tirada en todo el pasto, mirando aquel cielo, tan azul y tan fuerte, junto a las escasas nubes debido a la altitud del templo.

Sobre el templo, había un campo de fuerza hecho por Palutena, que entre más se expande más débil se hace el escudó, por eso al momento de tener que hace expansiones, hay que tener mucho cuidado de en dónde y como se hará.

La de ojos miel suspiro y se sentó nuevamente en la grama, junto a una pequeña brisa que movió sus cabellos por segundos para luego volverlos a bajar.

— «¿Que pasará ahora?»—Su mente divagaba gracias a esas preguntas.

No sabía lo que ahora pasaría, ni con ella, ni con el templo del cielo, Pit, Palutena, los Icaros, todos... Incluyendo a los mortales.

No tenía ni idea de lo que pasaría ¿Hades acabaría con todo? ¿Con todo lo que hemos llegado a conocer...?

Oh por Zeus no.

Seguia igual de sumida en ella misma hasta que el sonido de múltiples hojas tras ella se levantaron de una manera muy rápida, raro, no hacia una brisa así como para que eso pasara, miró tras ella, no había nadie, más que las hojas regadas por el suelo y siendo más o menos levantadas por la pequeña y suave brisa que era apenas capaz de moverlas tal y como sus cabellos castaños tan claros como un dulce de caramelo.

Se paró, puesto sentía una mirada sobre ella, la cual le provocó un escalofrío que corrió por toda su espina vertebral; miró a ambos lados, tratando de visualizar desde dónde venía aquella mirada. Desgraciadamente no logro encontrarla. Por ende desplegó sus alas, tener una vista más panorámica del sitio, y tal ves encontrar aquella mirada.

Al hacer eso la sensación de vigilia desapareció, eso le daba a entender que la persona la estaba viendo desde abajo y no desde arriba cómo ella pensaba.

Su mirada pasaba por todo el sitio que su vista le alcanzaba, o eso hasta que un color peculiar la hizo detenerse, un brillo carmín.

Con cuidado aún en el aire, mientas rodeada la zona hasta esconderse en algunos árboles cercanos.

« ¿Dark Pit?»

Abrió sus ojos con sorpresa, pero si, en efecto, era el.

Parecía estar buscando algo, y también se le notaba frustrado, ya se estaba haciendo una idea.

Se montó en una rama de los árboles, la rama delante de él, haciendo un pequeño crujido. Este al escuchar eso miró a todos lados y cuando estaba apunto de mirar arriba, la chica ya estaba de cabeza delante de él, agarrando la rama con sus piernas, con una mirada sería.

— ¡Te encontré!—Dijo al quedar frente a el de cabeza, dejando claramente caer su cabello por obra de la gravedad.

— ¿¡Pe-pero que -—Dio un paso hacia atrás, notando aquel pequeño pánico que le entró de la nada al momento de ser sorprendió por ella.

— Tu...—La de ojos miel frunció levemente el ceño.— ¿Cómo fuiste capaz de llegar aquí? El campo de fuerza no permite la entrada a nadie...—

— Tsk.—Recupero la compostura, enderezando se y cruzando sus brazos a señal de molestia.— Eso a ti que te importa.—Respondió de manera molesta, normal.
A
— Ajam...—La de ojos mieles rodó los ojos antes de dejarse caer y enderezarse, se giro hacia el mismo azabache aún manteniendo su pequeño seño fruncido, además de su cabello despeinado.

La femenina se acercó a él, quedado a casi centímetros de distancia de el, cosa a la que ovbiamente reaccionó, gruñendo un poco irritado y con sus pómulos tomando un tono rosa pálido no muy notable, pero si para ella al estar tan cerca del mismo.

— ¿Eh?—Parpadeo un par de veces al ver cómo las mejillas del masculino tomaban ese tono rosado.— ¿Estás bien? Tus mejillas... Están rosadas...—

— ¡¿Eh!? ¡Cállate! No lo están.—Desvió la mirada, moviendo la cabeza en otra dirección para no verla.

— Si tú lo dices...—Volvio a rodar los ojos, luego le dió la espalda.

—Al terminar de desechar su orgullo en aquel acto de puto orgulloso, volvió hacia ella, al ver cómo le daba la espalda, y se empezaba a ir, entro en pánico.— ¡E-hey! ¡Vuelve aquí!—

—La femenina se volvió hacia el, dando una media vuelta sobre su propio eje sin moverse, lo miró incrédula.— ¿Que yo qué?—

— No creas que lo voy a repetir.—Frunció el seño, mientras la miraba directamente.

—Ladeó la cabeza en señal de confusión, ¿Esto en en serio? Sabía que Lady Palutena había dicho que Dark Pit era sumamente agresivo y con poca compasión de tanto enemigo como aliado, pero... Si, está vez era MUY diferente a lo que ella tenía entendido por parte del.— Oh... ¿Ok?—

El azabache se acercó a ella, y la tomó la de la muñeca llevandosela con el, la angel simplemente se mantuvo callada sin internet que demonios estaba pasando, ¿Está realmente era Dark Pit? Aquel ser oscuro creado por el espejo de la verdad de Pandora ahora roto... ¿En serio?

Llegaron a otra parte del mismo jardín del templo, en vez de la grama, estaba la famosa fuente de agua con la estatua de Palutena sobre ella, al rededor las flores que ella junto a los Icarios cuidaba, rosas, claveles, tulipanes, cosmos, hasta girasoles y margaritas, se notaba la dedicación que había en aquel sitio y la calma que el mismo podía brindar.

— «¿Pero que...?»—Ahora era ella la que se preguntaba que demonios pasaba, no sabía el por qué la traía aquí, y si sumamos el hecho del como tiene ella su visión del actuar del azabache pues todo se pone peor dentro su cabeza intentando procesar toda la información.

Se paró justo llegaron a la parte de las flores, las margaritas siendo precisos, blancas de pétalos casi cuadrados pero también circulares, con un centro amarillo suave y notable.

El de ojos rubíes soltó la muñeca de la femenina, antes de tomarla por lo hombros y hacerla sentar en el pasto verde de tonos variados del mismo, la misma no hizo resistencia y se dejó sentar por el azabache.

Luego de esto, se sentó al lado de ella, sin decir ni una sola palabra.

La brisa en esa zona exterior del templo era mucho mas fuerte, no como para ser molesta, si no que hacía que quisieras dormir allí mismo de lo fresco que es.

La mirada de la de orbes mieles fue hacia el azabache, quien estaba sentado al estilo mariposa, ella estaba directamente arrodillada, este primero estaba viendo al cielo, parecía más tranquilo, su seño fruncido ahora no era tan notable, cosa que le resultó extrañamente tierna a la chica, siendo acompañada por una sonrisa leve por el mismo motivo.

Este mismo noto la mirada de la de ojos miel sobre el, y al ver que le estaba sonriendo tuvo otro pequeño ataque de pánico, desviando del todo la mirada hacia la derecha, más específicamente, hacia el suelo, quien diría que era más interesante de lo que parecía a primera vista.

La sonrisa de la chica paso a una ligeramente confusa, antes de tocar con su dedo índice el brazo del mayor.

— ¿Estás bien...?—Ella pregunto algo confundida.

— ¡Tsk...! ¡Si si! Estoy bien, eres una grandísima tonta al decir cosas como esas...—Se puso una mano sobre la boca, murmurando algo, inentendible para la angel de alas blancas.

— ¿Eh?—Tenía aquellos puntitos animes en sus ojos, no estaba entendiendo nada, y más aquel murmuró.

— Nada, no, no es nada.—Se quitó la mano de la boca, luego la vio durante unos segundos, observando aquellos ojos del color de la suave pero intensa miel.

La femenina seguía en una especie de trance, no entendía el como o el porque el estaba aquí, con ella, que no se comportará como es con otros, que ese ser que según Palutena y hasta Medusa (antes de morir claro esta) que el era una ser creado de maldad y que sería agresivo con cualquier persona que se le acercará. Pero ahora... Era diferente con ella, parecía una persona distinta, apenas si hablaba, se le veía aquella tierna expresión dónde sus mejillas se ponían rosadas, y no se le notaba tan irritado al estar con la femenina.

Los pómulos blancos (no pálidos) de la chica lentamente se tornaban de un tono rojo suave, bastante notable por el claro que de su piel, eso le saco una sonrisa burlesca al azabache.

— ¿Acaso estás nerviosa?—Le dijo aún con esa sonrisa.

— ¿E-eH? ¡N-no! No, solo...—Se encogió de hombros sin saber que más decir.

Para el, su reacción fue muy tierna, tanto así, que murmuró en hacia otra dirección «¿No te cansas de ser tan tierna verdad?»

Luego la volvió a mirar, seguía en la misma posición, estiró su mano y la puso sobre lo cabellos de la femenina, acariciándolos un poco, la angel trago saliva al sentir la mano del azabache sobre sus castaños cabellos, sus ojos fueron hacia el, quien mantenía su sería y neutra expresión.

Cerro los ojos, disfrutando de aquella sensación de su mano sobre su cabeza.

Fue un momento tranquilo, no habían mucha palabras que digamos en ese momento, casi un momento mudo, en el cual lo único que se podía escuchar era el como la brisa chocaba contra las hermosas flores y como las hojas se movían por el suelo por obra de la misma.

Unos minutos, no fue mucho, antes de que ese momento parará, todo empezó gracias a que se escuchó un muy grito lejano, de parte de Pit, gritaba el nombre de la chica, y parecía estar acercándose a dónde estaban.

Dark Pit rápidamente reaccionó, deteniendo su acción y parándose, la chica por su parte, abrió los ojos, y vio hacia dónde venía la voz, luego se paró para observar al de alas negras. Este último vio de dónde venía la voz, rodó los ojos con un notable fastidio, y luego a la femenina, sus ojos conectaron por un minuto entero, antes de sus alas se desplegarán.

En menos de segundos, ya no estaba...

Pit se asomo por la gran entrada hacia el jardín del templo, y al ver a su amiga sonrió, para acercarse a ella.

— ¡(Tn)!—Grito nuevamente su nombre, agitando los brazos en el aire, junto a una gran sonrisa en sus labios.

La chica reaccionó ante el llamado hecho por el castaño, giro para verlo, y tenía una leve sonrisa en sus rosados labios.

— ¡Por fin te encuentro (Tn)!—Dijo ya llegando a ella, bajo los brazos, aún manteniendo su sonrisa.

— Heheh, parecía que pasaste un buen rato corriendo, estás sudado y todo...—Dijo con una pequeña sonrisa mientras observaba al masculino, quien tenía pequeñas gotas de sudor corriendo por su frente.

— Nah, no es nada; te estaba buscando para algo, es sobre el ejercicio del Inframundo, parece que los mortales están iniciando una nueva guerra.—La sonrisa del de ojos azules desapareció confirme hablaba, a cambiar ya había una expresión preocupada en su rostro.

— ¡Que! ¿L-los mortales?—Titubio, y el chico asistió un par de veces.— Esto es malo...—Se puso la mano sobre la frente.

— Vamos con Lady Palutena, nos está esperando, ya acaba de salir de su laboratorio.—

— Está bien.—

El castaño se dió la vuelta y empezó a caminar, la chica por su parte, vio una última ves en dónde el estuvo, ¿En serio lo que pasó fue real? ¿No estaba drogada ni nada? Ojalá que lo último no...

Fue llamada otra ves por Pit, diciéndole que se apurará, siendo contestado por un «¡Ya voy!» y de esta manera salió tras el para ir con la de cabellos verdes, diosa de la luz.

¿Todo lo que acaba de pasar... Fue en serio real?

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Seeeh, estoy aquí :::)

Esta vaina no morirá tan fácil como lo piensas–

No tiene absolutamente nada que ver con Kid Icarus, pero aún así me sigue dando gracia [HEX NO QUE HACES PARA—]

Ojalá te haya gustado el capítulo.

[_;;Stela_OwO~