Todos quedamos asombrados con el lugar, era tres veces más grande que nuestro gimnasio y apenas era el número tres ¿cuántos tendrían? Una cantidad amplia de jugadores de Seijoh practicaba en la cancha. Hinata comenzó a temblar.

—E-enorme —tartamudeó Shouyou—. El gimnasio y también las personas.

—Cualquiera es enorme para ti chibi —se burló Tsukki y no pude evitar reírme.

Hinata me miró entre disgustado y nervioso—: ¿Tú también Taruu-kun?

—Lo siento.

—¡Saluden! —gritó Daichi.

—¡Gusto en conocerlos! —saludamos con reverencia.

—¡Gusto en conocerlos! —devolvieron el saludo de la misma forma.

Sawamura y Sugawara comenzaron a hablar de la genialidad de Seijoh mientras Hinata temblaba de pavor. Tenía que aceptar que hasta yo temblaba un poquito con temor y eso que no iba a jugar.

—¿Qué sucede con ustedes dos? —se quejó Tanaka—. Hinata está aquí para distraerlos —y justo como pensé, eso puso más nervioso al pelinaranja—. Aunque sabemos que apestas jugando, así que déjanoslo a nosotros —le comentó Ryu directamente a Shouyou y por un instante este se calmó—. Aunque cuando tengas que hacer el servicio, estarás solo, así que no lo arruines —justo cuando pensé que podía ayudarlo, sale con eso. Entonces Tanaka comenzó a reírse—. Es broma, no es la gran cosa arruinar uno que otro saque, no te preocupes por nada y demuéstrales que...

Hinata ya no estaba, había salido corriendo porque necesitaba ir nuevamente al baño.

—¿Ah? ¿Dónde está Hinata? —Sugawara y yo teníamos expresiones de desconsuelo, las palabras de Tanaka por más buena intención que tuvieran, no ayudaban en nada.

—Fue al baño —le explicó Yamaguchi.

—¿Otra vez? —se alarmó.

—Ryu, anda a buscarlo, por favor Hotaru-kun acompáñalo y asegúrate que regresen sin causar alboroto —pidió Daichi con amabilidad colocando una mano en mi cabeza.

—Sí, capitán.

Tanaka y yo íbamos caminando cómodamente y en silencio, él iba tarareando alguna canción que reconocía vagamente cuando vimos entrar a Yûtarô con el chico de Seijoh de hace rato, era nuestra oportunidad de vengarnos, ellos no nos habían visto. En eso momento Hinata salía del baño con una expresión de agotamiento y también se percató de los chicos de Seijoh, pero veía fijamente a Kindaichi, al parecer también lo conocía.

—¿Qué pasa con esos chicos de Karasuno? —seguía el bocazas del compañero de Yûtarô hablando pestes de nuestro equipo—. Son muy creídos —sé que Daichi me dijo que evitara alborotos pero Tanaka y yo estábamos listos para golpearlos.

—Es verdad —respondía Kindaichi para luego percatarse de la presencia de Shouyou—. Hey, ¿tú eres de primer año de Karasuno? —le preguntó.

—S-sí —respondió Hinata saliendo totalmente del baño.

—Oh, entonces ¿cómo le está yendo a Kageyama? —ese estúpido de Kindaichi parecía que había quedado flechado por Tobio, le iba a tener que regalar una foto del pelinegro—. Nuestro rey, parece tan creído como siempre.

—¡No es así! —le gritó Shouyou—. El problema no es que sea creído, bajo la dictadura del gran rey Kageyama, los plebeyos como yo somos oprimidos cruelmente y sufrimos con amargura —se quejaba Hinata, pero Tanaka y yo sabíamos que lo decía con un deje de admiración e impotencia de querer ser como Tobio—. ¡Sólo porque es un poco habilidoso, se cree demasiado!

—¿Lo ves? —se jactaba Yûtarô como si las palabras de Hinata le dieran la razón, obviamente lo veía desde un contexto distinto al de nosotros.

—Parece que lo detesta —habló su compañero.

—No hay duda de que sea bueno recibiendo, bloqueando y sirviendo —dijo mi ex compañero.

—Sí, es agravante —complementó Shouyou, ambos parecían dar un discurso al chico de Aoba.

—Pero sus levantadas apestan.

—Pero sus levantadas son grandiosas —sentenciaron al mismo tiempo, el castaño quedó confundido y Kindaichi asombrado con lo que decía Hinata.

—Nunca has golpeado un balón levantado por él en un partido ¿verdad? —se lamentó el más alto—. Son horribles, muy difíciles de rematar.

—¿De verdad? —preguntó Hinata.

—Porque es el rey egocéntrico —su repentina seriedad demostraba un gran recelo en contra de Tobio—. A pesar de ser el armador, no puede lograr que el rematador golpeé, no logra hacer su trabajo —Tanaka y yo nos vimos a la cara un poco preocupados por lo que Hinata podría pensar—. Lo que Kageyama necesita son peones que se muevan como él desea, se deshace de todo lo que no necesita para ganar —Tanaka se recostó de la pared y rió divertido por lo que decía Kindaichi.

—Esperemos hasta el partido para decir si Kageyama sigue siendo el mismo que durante la escuela media Nabo-kun —con ese sombrenombre dicho en voz alta y en su cara, Tanaka había conseguido una venganza absoluta para Karasuno, me atonté de la risa.

—¿Eh? —se quejó el ex Kitagawa por su apodo y cuando iban a fijar su vista en mí, Tanaka siguió hablando.

—¿Verdad, Hinata? —pero este no respondió, se había ensimismado en sus pensamientos. De repente su estómago volvió a tomar el control de todo y salió corriendo y gritando de regreso al baño.

—Entonces estaré esperándolo —comentó el cabeza de nabo. Tanaka y yo habíamos quedado descolocados con la actuación de Shouyou, realmente me preocupaba el chico.

—Ya verás —le hablé por primera vez a Kindaichi, y este me reconoció de inmediato al prestarme verdadera atención. Sus ojos se abrieron de asombro y cuando iba a hablarme, su compañero se lo llevó a rastras de ahí queriendo evitar más problemas.

Cuando Hinata decidió salir por fin del baño y regresamos al gimnasio, Daichi me preguntó si había pasado algo, ya que nos habíamos tardado bastante; le mentí diciéndole que no hubo contratiempos externos, solo que Hinata no se sentía bien y por esa razón duro más tiempo en el baño. Luego de mi breve pero convincente explicación, él comenzó a calentar con el equipo.

En un intento de Kiyoko en calmar los nervios de Hinata a petición de Sawamura, le había dado la estocada final para que sus circuitos explotaran nuevamente, así que tuvimos que hacer toda una escenita de mí ayudando a Shouyou a volver en sí, con el truco de tapar la nariz y sobarle la cabeza, fue efectivo pero un poco vergonzoso porque se veía íntimo.

Al poco tiempo pudimos comenzar el juego con Hinata en la alineación principal como se tenía planteado. Realizaron una presentación de equipos e hicieron sus respectivos saludos de reverencia. Para mi sorpresa, aunque Kindaichi estaba en la alineación de Aoba e Iwaizumi también, quién ahora jugaba con el dorsal número 1 —el cual mayormente lo luce el capitán— era Hajime, a Oikawa no se le veía por el lugar.

Iwaizumi se percató de mi presencia desde el inicio, trató varias veces de hacer contacto visual pero lo ignoraba olímpicamente, al fin y al cabo, a él también lo había abandonado, me sentía culpable y apenada. Cuando vi que intentó acercarse, me apresuré a sentarme con Shimizu, no tenía el valor de responder a las preguntas que sabía me haría. Él se alejó entendiendo mi pavor, después de todo de seguro era quién más entendía mi decisión, además Iwaizumi siempre tuvo el poder hacerme sentir nerviosa cuando estábamos solos.

La alineación de Karasuno constaba de Hinata y Tsukishima como bloqueadores centrales, Tanaka y Sawamura como rematadores laterales, Kageyama como el colocador y Ennoshita como sustitución de un líbero, ya que al parecer el equipo no contaba con un jugador especial para esa posición. No tenían pinta de ser lo mejor de lo mejor pero confiaba en que darían pelea, sin Oikawa había más oportunidades de ganar. Takeda, Shimizu y yo estábamos sentados en la banca principal, como era una práctica podía estar en el banquillo pero en los partidos oficiales no podría hacerlo, no como parte del equipo. Yamaguchi, Sugawara, Kazuhito e Hisashi estaban en la barrera de jugadores de cambio. Cualquier cosa, si Kageyama, quién era él que más me preocupaba después de Shouyou, se descontrolaba, tenía fe en que Sugawara salvaría el partido, después de todo tengo entendido que él es el setter oficial y que no estaba en el partido porque la única condición para el juego era que Kageyama jugara como inicial, no sé si lo habían hecho por burla o por querer evaluar el nuevo estilo de juego de Karasuno. En todo el camino eso me había olido a plan de Oikawa, pues en todo Kitagawa era bien sabido el odio 'sin razón' que le tenía Toru a Tobio, pero como no estaba por ningún lugar, al parecer me había equivocado.

El partido comenzó con un saqué de Seijoh a manos de un jugador llamado Matsukawa. El saque iba directamente a Sawamura y hubiera sido una excelente recepción si Hinata no se hubiera metido en el medio desviando el balón. Vi que el chiquillo estaba demasiado ansioso y nervioso dentro de la cancha ¿las palabras de Kindaichi le habrán afectado? Por lo obseso que es Hinata con el vóley, seguro tiene miedo de que lo sienten.

—¿Acaso eres idiota? ¡Ese balón no era para ti! —le gritó un Kageyama molesto con la actitud de Shouyou.

—Lo siento —se disculpó el pelinaranja. Ennoshita intentó salvar la pelota y dio un último pase a Tanaka que fue bloqueado por tres jugadores de Seijoh, parecían un muro.

—Y ese es el primer punto —se jactó el cabeza de nabo intentando sacar de quicio a Ryu.

Hinata estaba siendo superado completamente con la situación, el juego transcurría atropelladamente porque este iba de un lado a otro sin pensar en lo que hacía, chocaba con los jugadores ¡hasta golpeó al árbitro de Seijoh! Realmente me preguntaba por qué Sawamura no lo sentaba, el chico necesitaba calmarse. Era error tras error, parecía un bucle. El set estaba siendo dominado completamente por Seijoh 24/12 cuando Karasuno logró un punto gracias a un toque de red del delantero de Aoba. Kageyama ya no aguantaba las estupideces de Hinata, sin embargo pude ver que Tsukki se divertía con la situación, de verdad el grandulón rubio era terrible.

—¡Hey tú! ¡Ya deja de estar nervioso! —le gritó Tobio agarrando el cuello de la camisa de Shouyou. Me puse nerviosa por un instante, había estado tranquila haciendo anotaciones en mi libreta para el artículo y de un momento a otro me paré para detener una posible pelea, Tobio también debía calmarse.

Cuando Hinata fue liberado, nos dimos cuenta de que Aoba tenía el set point y le tocaba servir a Hinata, todos pusimos cara de calamidad. Justo ahora, que necesitaban reponerse, el más incompetente del grupo debía sacar. Quise gritarle que se calmara, pero mi voz quedó atorada en mi garganta, estaba preocupada por lo que haría Kageyama si Shouyou fallaba.

El chibi estaba tan concentrado en el balón que cuando el pito sonó, entre los nervios, su mano golpeó rápidamente y de forma deficiente la pelota, desde el banquillo vi como en cámara lenta la pelota se estrellaba contra la cabeza de Kageyama. ¡Ahora si habrían problemas! Todo quedó en silencio, hasta Tsukki tuvo una expresión de sorprendido por unos segundos. La cara de Hinata lo decía todo, pero la expresión de Kageyama solo decía una cosa: iba a matarlo. Casi arranqué a correr dentro de la cancha, pero hasta yo me asusté de Tobio y mis piernas no respondieron. El aura del pelinegro cambió, casi se podía ver fuego a su alrededor, se volteó de forma tenebrosa y miró el piso con odio, nadie lograba moverse para evitar una tragedia. El pito del final del set nos despertó de la estupefacción. En ese momento, como si lo hubieran ensayado, Tanaka y Tsukki comenzaron a reírse y burlarse de Tobio.

—¿Está bien tu cabeza rey?

—Buen tiro Hinata —hablaban sarcásticamente y se reían de la situación. Por lo menos alguien la pasaba bien. Además de que Tsukki era muy lindo riéndose.

—¡No se burlen! —los regañó Sugawara pero ellos ni cuenta.

Hinata tenía una expresión de haberse ido del lugar de forma espiritual. Cuando Kageyama comenzó a caminar hacia Shouyou todos nos preocupamos, pero nadie se atrevió a acercarse. Hinata retrocedió intimidado ante la expresión de Tobio, sabía que había cagado el set y estaba realmente asustado.

—E-e-espera si lo di-discutimos, lo en-entede-derás —titubeaba el chibi alargando sus manos para evitar que Kageyama se acercara—. Kageyama, ah, espera.

Kayegama se detuvo frente a Shouyou muy cerca y de forma amenazante, el chiquillo temblaba de miedo.

—Me preguntaba...

—Si...—respondió Hinata aterrado.

—¿A que le temes tanto? ¿Por qué estás tan nervioso? —ese intento de estar calmado hacía ver más terrorífico a Tobio—. ¿Es porque los oponentes son altos? ¿Es porque es nuestro primer partido de práctica? —después de cada pregunta Tobio se acercaba más a Shouyou y este se doblaba hacia atrás—. No hay nada más aterrador que haber golpeado mi nuca durante un servicio... —Tobio comenzó a golpearse la cabeza con la palma de su mano, en serio parecía salido de una película de horror— ¿o sí?

—No se me ocurre nada —Hinata increíblemente se veía aún más pequeño.

—En ese caso, ya no tienes razón para estar nervioso —Tobio seguía golpeando su cabeza, yo sentía que me iba a desmayar—. Ya lo has hecho, lo más aterrador —se detuvo abruptamente y colocó un dedo en la frente de Shouyou—. Así que ahora ¡vuelve a la normalidad, idiota! —y con esa simple y tenebrosa acción finalizó su arrebato. Hinata y yo teníamos cara de '¿solo fue eso?'.

—¿No pasó nada por la metida de pata? —Hinata había cambiado de semblante mientras Tobio volvía al frente, al parecer nos habíamos asustado por nada.

—¿Eh? ¿De qué estás hablando? —respondió Tobio indiferente, entonces Hinata puso cara de estúpido y en ese instante comprendí todo.

—Ah, ya entiendo que sucedió —murmuré en el banco antes de que los chicos se acercaran.

—¿De qué hablas Taruu-kun? —Me preguntó Sugawara mientras los demás me veían confundidos.

Continúa en el siguiente capítulo.

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