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Capítulo 1. Una biblioteca debería ser un lugar seguro.

Hola a todos primero que nada las aclaraciones. esta historia sitúa en un mundo alterno muchas ciudades y nombres de algunas cosas están cambiados así como situación política e incluso eventos históricos así como la geografía misma del mundo es parecida pero con importantes diferencias.

Este es un mundo alterno. Las principales diferencias son:

1. En este Canadá se posiciona como potencia mundial dentro del siglo 21.

2. Estados unidos y México no existen son la confederación/liga de países aliados conformados por

a. La unión de estados americanos.

b. La republica de Texas.

c. La nación e isla de california

d. La república democrática de México

e. La republica epistocratica de Mesoamerica

f. El archipiélago de Jamaica

3. La gran Colombia había comenzado un periodo de tribulación que amenaza nuevamente con partirse en dos.

es todo por ahora...

disfruten...

Capítulo 1. Una biblioteca debería ser un lugar seguro.

Año 1998.  unión de estados Americanos. 

"Al final solo seré un chico que recuerdes en las noches"

Cruzando la calle principal de san Patricio un pueblo agrícola rodeado por pequeños cerros y colinas.

Justo en el aparador de esta tienda desierta, se encontraba Jean un joven en sus 17 años, simplemente soportando el calor de la tarde, el siempre había tenido problemas con su nombre, pero lo eligieron sus padres, supuestamente por un actor famoso, así que no hay nada que hacer.

Con todo el calor y luchando por no beber otra botella de agua pues su estómago estaba lleno y sentía que si bebía cualquier cosa vomitaría...

para alejar esta sensación pensaba en la última novedad en su vida...
–Seré hijo único por lo menos otros 7 meses hasta que mi mamá dé a luz a mi hermanita–

Miro por la ventana mientras una chica un poco mayor que él, pasa al lado de la librería, una chica vestida con pantalón bermuda hasta la mitad del muslo y una camiseta magenta que se robaron su atención por unos segundos.

–La vida aquí podría describirse como aburrida, pero tiene su encanto – dijo para si mientras en su cara se dibujaba una sonrisa.

Pensó: – dios voy a ser hermano mayor, me pregunto como la llamaran... un momento, no eran ratas lo se escuchaba por las noches – le dio un último sorbo a su botella de agua.

Los estantes son de madera mezclan el olor de los libros, revistas, periódicos, café y tabaco que inundaban el pequeño negocio...

La escasa brisa que entraba por la puerta abierta lo refrescaba un poco, pero mirar el aparato del aire acondicionado sin trabajar hacia surgir un poco de ira por la situación.

Lo que lo llevo a divagar

–Aunque es verano y la librería es un trabajo fácil, quizá el último sitio donde quisiera estar con este calor no tenemos un solo cliente hoy–

Generalmente tenian 2 o 3 clientes frecuentes y algunos que solo vienen por su periódico diario, las revista o el café y los dulces que su jefa vende en el otro estante desde donde, lo mira fijamente.

Mi jefa, la señora Mónica una mujer de baja estatura en sus 38 años, ella se limpia el sudor de la frente con un pañuelo y me pregunta – ¿ya contactaste al reparador del aire acondicionado? –

–Si–

Mi padre se dedica a la carpintería, es dueño de una pequeña ferretería, renta tractores, vente de maíz y otros granos, fertilizante en fin cosas de así; ¿qué? ¿Por qué no trabajo con él? 

mientras pienso "Simple él me dieron a elegir entre el pesado trabajo en la ferretería o que yo consiguiera uno por mí mismo, eso gracias a mi madre que me apoyo frente a papá, así que elegí el trabajo que me pareció más ligero, aunque vivimos casi a la orilla del pueblo, yo paso la mayor parte mi tiempo en el centro del pueblo claro está, pues trabajo en la única librería del pueblo "el trébol de 5 hojas", raro nombre, nunca he entendido porque la jefa se lo puso, pero me gusta trabajar aquí, pues... combina los requisitos indispensables para mí: no es un trabajo pesado, puedo salir de casa usándolo como pretexto y mi jefe es muy fácil de engañar, digo es comprensiva y amable."

–Sí pero dijo que no está en el pueblo y no volverá hasta mañana– lo curioso es que cuando lo llamo, el escucho un extraño sonido de música y brindis en el fondo, pensó que seguro que la fiesta estaría buena.

Su jefa lo miraba con una mueca de inconformidad –Jeani a qué hora me dices que vas salir hoy, es que con este calor lo olvide por completo– dice mientras sonríe y mira su reloj de pulso, comparándolo con el reloj de la pared.

–A las dos en punto–el tenia curso de recuperación desde hace una semana después del término de las clases, reprobó la materia de física 2, tantas formulas y leyes con nombres complicados no hacía más que aturdir las neuronas, además de excitarle las hormonas.

La señora Mónica saco un par de botellas de agua del mini-refrigerador que hay detrás de su mostrador – ¿antes de que te vayas podrías entregar este paquete a la biblioteca estatal? Tienes el tiempo suficiente... – ella extendiendo su mano para darme la botella de agua.

– claro, no hay problema si –, pensó "se le ocurre decirme esto, casi al último momento, esto plan con maña o solo no se da cuenta que tendré que correr".

El pueblo tiene una biblioteca estatal justo en sus márgenes, aunque esta fue un regalo del gobernador que terminaría su periodo este año, para este y los pueblos aledaños podía decirse por su tamaño que es un decente derroche de impuestos, esta aproximadamente a 12 minutos en auto a 35 min a pie de este puno, incluso está muy cerca de Sta. Teresa un pueblo vecino.

Así que tiene que ir ahí por lo menos una vez por semana, ya que le trébol de 5 hojas es quien le surte de revistas y algunos libros, aunque el paquete de hoy son solo libros, la mayoría no los leerán hasta que los obliguen –ja, ja –.

Tengo una bicicleta no es gran cosa solo una bici de montaña, linda ¿no? Tal vez me compre otra aunque le tengo cariño a esta. Para mí es lo mejor aun si es algo vieja, debo admitir que esta algo vieja, pero me sirve para hacer este tipo de entregas y recorrer solo el pueblo y sus alrededores, así que da igual, solo ato los libros a la parte posterior y listo.

Y para ser vacaciones, sigue siendo como cualquier lunes en la mañana; los puestos abrieron temprano y todos trabajan, es una mañana muy ajetreada en el centro del pueblo.

Sin detenerme pasó por la calle del mercado y están descargando el producto nuevo: veo carne, verduras y frutas frescas. Pese a los regaños de la mitad de los vendedores atravieso el mercado en mi bici, es fácil, podría hacerlo con los ojos cerrados:

 "entro por la puerta principal, esquivo a los despachadores que cargan en sus hombros enormes cajas llenas de carne, derrapo cerca de la tienda de quesos y lácteos, zigzagueó a una docena de transeúntes en el pasillo y finalmente salgo por la puerta oeste abucheado por los vendedores de pescado, pasó la calle un segundo antes que el semáforo se ponga en verde, y un tipo en una camioneta me grita algo pero es demasiado molesto como para ponerle atención y me sorprende más lo furioso que está, pero no me detengo, debí haber rodeado pero es más divertido así".

Dejando todo eso atrás me detengo, sin bajarme de mi bici en medio del parque de los aviones, reviso el paquete atado a mi bicicleta, que no esté flojo el amarre. 

Este gran parque es un lugar donde solía jugar de niño con mis amigos y compañeros de la escuela, continuo mi camino pero reduzco la velocidad casi como si quisiera detenerme en el camino de adoquín blanco, en este lugar predomina el verde y las sombras de los árboles, veo algunas flores recién plantadas en filas e hileras entrecruzadas, casi como si quisieran darle alguna forma geométrica y además algunas zonas del jardín con trabajos sin terminar, miro a través del parque y del otro lado está la guardería y la primaria a las que solía asistir.

 En el centro el parque tiene una estatua de un avión monoplano, un modelo antiguo, pues aún usa hélices en lugar de turbinas, se parece demasiado a los aviones de juguete que mi padre me compraba cuando era pequeño, miro de reojo, que a esta hora hay algunas parejas sentados en las bancas o acostados en el pasto, se ven demasiado cariñosos, en parte los envidio 

–mejor me voy no quiero que me digan fisgón o algo así– digo para mi mismo como una especie de desahogo.

Por fin llego a la biblioteca esta mucho más concurrida que la librería donde trabajo, pienso que el aire acondicionado tiene mucho que ver, pero algunos chicos, la mayoría de otros pueblos vecinos vienen aquí porque se preparan para la universidad.

Al entrar me identifico mostrando la orden del pedido con el bibliotecario y la recepcionista, el es un tipo que se dice bien parecido, a mi me parece un maldito engreído y al lado de ese monigote

la recepcionista que ni se inmuta, es una mujer de treinta y pocos edad, cualquiera que la viera no podría adivinar su edad real, ella usa lentes, blusa blanca con un mini-falda azul marino que le llega apenas a las rodillas y zapatillas negras.

–Vengo con una entrega de la librería– casi me atrapa viendo demasiado.

El contesta mientras hojea una revista – ¿Qué librería? – 

pienso que es idiota solo hay una que surte esta biblioteca cada semana, el mismo día y prácticamente la misma hora –el trébol de 5 hojas– le digo al recepcionista.

Y es entonces que la veo... Alicia quizá lo mejor de mi último año en la escuela, que saluda naturalmente –buenos días– digo sin pensar –hola– dice inmediatamente y con una sonrisa, me mira por unos segundos –holaJean– un saludo simple y que aunque nunca se lo he dicho a alguien pienso todo el tiempo y ella hace que no me pueda mover.

Pasa sin devolverme la mirada y sigue su camino, directo hacia la sección de orientación vocacional, mientras mi mirada la sigue observando su vestido blanco de una pieza que resalta su figura.

–olvídalo mocoso, ella está en otro nivel– me lo dice el idiota mujeriego pero lo ignoro y paso directo al almacén a notificar los libros con la asistente y la encargada del almacén que es una señora de edad avanzada que no deja de mascar su chicle, incluso lo saca de su boca para hablar, lo pega en la tabla de notas 

–bueno veamos que hay aquí: "siempre en mi soledad" de Augusto cesar, poemas para el alma de varios autores y "en la cama con el enemigo" ¡toch! ¡toch! (tose) de guillert straus y "déjame solo" de alex rybak– 

después lo vuelve a introducir el chicle en su boca y sigue mascando.

 Yo estoy ansioso por salir de allí pero me pide –podrías acomodar algunos libros por mí– no muy conforme acepto, mientras ella enciende un cigarro y se va, eso me molesta pero lo dejo pasar. 

Por fin término de colocar los libros en el almacén donde los van a inventariar, le pido una firma a la encargada y pasó a retirarme.

Salgo del almacén, debería irme devuelta a la librería o podría casualmente pasar un rato charlando con Alicia y llego solo unos minutos antes de cerrar

 –gracias jefa por ser tan comprensiva– reviso mi reloj son las 11:34 am –tengo tiempo– y me paseo por los pasillos de la biblioteca para tratar de encontrarme casualmente con Alicia, si no es obvio estoy loco por ella.

Pero no soy como los demás idiotas que la pretenden, yo soy diferente de alguna forma; yo la conozco desde que se mudo aquí en al principio de año, fue cuando ocurrió el divorcio de sus padres, pero ella no se deprime al contrario su nuevo padrastro que es el jefe de los bomberos del pueblo, es amigo de mi papá. Aun así nuestras conversaciones no pasan nunca del "hola", "adiós" "¿Cómo está el clima?" o mi favorito "¿tienes un lápiz?".

No es que este ansioso por verla –maldición ¿Dónde está?– solo que quiero verla como algo casual –ya se habrá ido... ¡rayos!– mientras miro de un lado a otro escucho susurrando

 –oye sshh, cállate ya–

–ssshh– de nuevo ese sonido; que sea ella y me doy la vuelta

–es una biblioteca no andes corriendo y balbuceando como un perro callejero– y me encuentro con un chico que conozco

– ¿qué haces aquí? – el chico se quita los lentes y con cierto recelo me contesta –me preparo– este chico de complexión delgada y débil, se llama Said no sé qué, es mi compañero de clases, claro los lentes gruesos el que este aquí en verano, lo excluyen del curso de verano no como a mí. Lo solían molestar el año pasado, lo defendí de unos idiotas que lo emboscaron después de la escuela, aunque me dieron una paliza al igual que a él, desde entonces me habla a veces.

– ¿Qué estás leyendo? – Le pregunto para matar mi frustración –unos libro de administración y economía– tomo uno lo ojeo un poco y digo – ¿en serio entiendes esto? – no es que yo sea tonto solo prefiero otro tipo de lecturas.

– ¿no te da calor llevar camisa blanca manga larga y pantalón y zapatos negros y... no lo puedo creer... corbata? ¿En un día así de caluroso?... ¿en serio quien saldría así si no a un funeral o a la iglesia?... bueno hace tiempo que no voy a ninguno de los dos–.

El me contesta –y... ¿a ti no te da calor correr y correr por los pasillos de la biblioteca buscando a una chica de falda blanca y zapatos cafés? – a pesar que se cubre la cara con un libro estoy seguro que se está riendo de mi, es la clase de momentos incómodos que pretendo evitar, por eso le contesto con un amable –no te importa–

El me contesta sin apartar la mirada del libro con un gesto de satisfacción –vamos así me veo bien voy hacer un empresario una vez que me gradúe, seré el jefe y tendré todo lo que quiera y me olvidare de este pueblo que es una mancha en el mapa, por eso tengo que acostumbrarme a verme bien–. No me interesa mucho lo que dice... pero a veces me invita el almuerzo así que no es tan torpe como suena.

Ya harto –me voy lo siento, tengo algo que hacer– me voy corriendo por el pasillo, –por cierto Alicia está a punto de irse alcánzala en la entrada– no grites maldición –cállate no lo digas en voz alta–

Siguió corriendo cuando escucho un sonido que jamás había escuchado antes, hay unos gritos y se escucha la voz de un hombre que grita más y más fuerte; 

siento miedo, ¡sí! un miedo instintivo, cuando me detengo y veo la recepción de la biblioteca, hay un sujeto, un hombre de mediana edad que pareciera no haberse bañado en 2 dias, con un arma en mano, que le grita al idiota del bibliotecario que está tirado apretando su brazo izquierdo y tiene la camisa empapada de un liquido rojo rutilante, es... sangre, pero eso no es de mi incumbencia, que mas da quizá el mujeriego por fin, se metió con quien no debía, además solo tengo que esconderme hasta que esto termine y podre seguir con mi camino;

pero... con la otra mano esta sujetando a Alicia que tiene un gesto de dolor y confusión, mientras grita: 

–escuchen todos este tipo se lo merecía, pero no me sigan o la mato, bien aquí no paso nada, todos cerrarán la boca, o si...no ya saben– da dos disparos al aire y luego pone el cañón en la barbilla de Alicia.

La conmoción se apoderada del lugar y la gente se intenta cubrirse o huir.

Mientras sigue gritando hace una pausa coloca el arma en el mostrador de la recepción y toma un gran trago de una botella de licor que puso sobre el mostrador y grita al tipo en el suelo 

–¡yo los vi salir de mi casa!... ¡yo los vi salir de mi casa!– dirigiéndose a la recepcionista y le lanza la botella rompiéndose contra el muro y fragmentándose en incontables trozos de vidrio empapados de licor.

Yo aproveche esto para correr en intentar salvar a Alicia, pero el tomo el arma al verme venir y me disparo.

Gracias a dios falla y le da al carrito lleno de libros a mi derecha me grita casi vomitando 

–tu niño estúpido más vale que te quedes allí– corro presa del pánico en sentido contrario, por el pasillo que está lleno de libros todos de color marrón y ladrillo pero me detengo a unos 11 pasos de distancia.

Me enfrasco en mis pensamientos –Dios... tengo que hacer algo, tengo que hacer algo, tengo que hacer algo, tengo que hacer algo... ¿pero qué? 

Ese tipo esta armado y yo solo tengo una tabla de notas, vuelvo a mirar a todas partes hay unas chicas escondidas debajo de una mesa, y puedo ver que las demás personas se ocultan temerosas esperando que esto termine y vuelvo otra vez a mirar, esta distraído gritándole al recepcionista, pateandolo, 

"Está sofocando a Alicia con sudorosa mano se la va llevar, es ahora o nunca."

Corro directo hacia él, si fallo una vez lo hará de nuevo yo puedo con esto si puedo lo haré, me apunta y... 

todo está oscuro, veo una luz escucho varias voces, ¿qué estoy viendo a? ¿Quién estoy viendo? ¿Qué me paso?

Es Alicia esta frente a mi ¿estoy vivo? – ¿Por qué estoy en el suelo? ¿Qué paso? – pregunto a penas susurrando pues mi vos sale con dificultad

Jean estuviste increíble– dice Said 

–bien déjenlo respirar– dice la señora del almacén aun mascando chicle 

– ¿Qué paso? – digo confundido, casi susurrando pero nadie me escucha.

–gracias, gracias lo noqueaste– dice Alicia – ¿Cómo? – estoy confundido pero entre todos me levantan y me sientan. Alicia dice –tu bueno, con un libro–

 – ¿un libro? –, –si–

Said –corriste hacia él y te volvió a disparar, por eso pensamos que te había dado pero fallo y entonces tu tomaste un libro de esa mesa y se lo lanzaste sin más y le dio en la cabeza, fue genial, que no recuerdas–

–No, la verdad no lo recuerdo–

Así fue como comenzó esto para mí.

Derechos reservados según la ley de derechos de autor.

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