— ¿Y qué sientes estando tan cerca de concluir tu carrera?

Estoy sentando simplemente escuchando a la psicóloga hablar. Veo el calendario que indica las fechas y me doy cuenta que esta en lo cierto, solo faltaba un mes para concluir esta y obtener mi título.

—Supongo que se siente bien, en realidad no estoy tan emocionado como cuando empecé, ya sabe, comienzas con emoción y esta se va a apagando.

—Serás uno de los mejores periodistas y serás reconocido a nivel mundial ya verás.

Dice con una sonrisa que me inspira confianza y asiento levemente.

— A veces que alguien da lo mejor de sí y no tiene éxito en ello...

—¿A que te refieres?

(...)

Corría tomado de la mano con Patrick, me había despertado temprano solo para poder acompañarlo a su prueba final.

Había pasado estudiando mucho para esto, una operación o algo así me había contado donde debía abrir a un perro y su calificación dependía de la vida de este animal.

Yo sabía que lo lograría, él se veía tan confiado.

—¡Estoy listo para esto! Te encuentras ante Patrick Diamond el futuro doctor.

—Lo sé, ahora ve por ello, puedes hacerlo.

Cuando el entra a la prueba tengo que quedarme afuera y no me molesta. Estoy confiado en que saldrá de ahí con la sorpresa de que lo logró.

Pasa al menos un par de horas y veo a chicos salir con varias hojas de papel que muestran su acreditación. Pero no veo a Patrick.

Lo busco entre la multitud de chicos y alguien me abraza por atrás de golpe, cuando me doy la vuelta me encuentro con Patrick.

Él no dice nada y solo esta llorando. El papel en su mano da las noticias, y entiendo su llanto.

Aveces las cosas no salen como planeas por mucho que te empeñes en ella. Patrick falló la prueba.

No puedo entender como se siente pero sé que debe tener rabia, coraje, impotencia.

Caminamos en un lapso de silencio y sollozos por su parte, no le importa si la gente lo ve, él solo necesita llegar a una de las bancas del campus.

Cuando nos sentamos vuelve a llorar y lo abrazo con fuerza acariciando su cabello.

Él se aferra a mis brazos como si intentase sentirse protegido.

—Esta bien, no importa si no has pasado lo harás la próxima vez

—E-esperé este día desde que entré, juro que pase estudiando tanto y...y yo solo reprobé

—Yo creo en ti Patrick, la medicina no estaba lista para alguien tan brillante como tú. Fue un tropiezo y no importa cuantas veces necesites fallar para lograr tu objetivo, en todas ellas estaré para ti.

Levanta su rostro, sus mejillas están empapadas en lágrimas que siguen cayendo.

La lluvia de sus ojos nunca fue tan triste como aquel día.  Y el sol salió.

No supe en que momento me agarro del cuello de la playera obligándome a inclinarme hacia él.

Sus labios estaban sobre los míos realizando movimientos inexpertos.

El beso se entremezclaba con el sabor salado de sus lágrimas, sus ojos estaban cerrados mientras intentaba seguir con aquellos movimientos.

El arcoiris en nuestros labios sanó heridas, sanó miedos y sanó un poco de mi corazón.

Aquel sentimiento es simplemente inexplicable, se sentía como nada que hubiese probado antes.

Cuando nos separamos sus mejillas estaban teñidas de un color rosa tan lindo, podía jurar que eran los ojos más brillantes del mundo.

Él confiaba en mí, y la confianza es algo que no se le da a cualquier persona. Yo ya no era cualquier persona para él y eso me alegraba el día de mil formas diferentes.

(...)

—Luego de eso comenzamos a salir mas, ya no había nada que lograse separarnos e incluso vivíamos en su departamento con Spring. Todo parecía tan perfecto que aveces necesitaba detenerme a verificar que no fuese un sueño

— ¿Y qué pasó después Dereck?

— Comencé a vivir.