Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

capíтυlo 40

No fue hasta casi acabado el almuerzo que Elián volvió a hablar. Era bastante extraño que estuviera callado durante tanto tiempo.

Estábamos todos concentrados en la comida, cuando de la nada su grito rompió el silencio.

- ¡Tebbo!

Escuché lo que había dicho, pero empecé a reírme por el grito de Ailín del susto que le había causado Elián que estaba a su lado. Mamá lo miró  rápidamente confundida y un poco furiosa.

- ¿Qué mierda ocurre Elián? – lo regañó Ailín.

El seguía mirándome con una gran sonrisa esperando mi aprobación.

-No te entendí lo que dijiste – estaba muy carcajeante. Si había escuchado y entendido lo que dijo.  Sólo que quería volver a escucharlo para asegurarme si me gustaba. También para saber si lo regañaban.

- ¡Tebbo! Voy a llamarte Tebbo. No me importa si no te gusta, pero estoy seguro que tienes cara de Tebbo. – hablaba tan rápido que estoy seguro que nadie dilucidaba lo que estaba tratando de decir. Denotaba total entusiasmo.

Hasta el día de hoy no me convence totalmente “Tebbo”, no sé cuál es la razón, pero si no lo escogía decepcionaría a Elián. Claro que muy dentro de mi sabía que quien debía aprobarlo era Luz.

Antes del postre Eliza corrió hacia su habitación y volvió con un regalo para mí. Sí, estaba sorprendido. Lo que menos me esperaba es que hicieran un presente. No era mi cumpleaños ni menos navidad. Lo abrí con cierta ilusión, fuera lo que fuera ya era genial que me dieran algo.

Y si fue grandioso. Lo que menos me esperaba.

Era un celular. ¿Por qué me regalarían un teléfono?

Ellos no sabían que yo si tenía mi antiguo aparato, pero claro, tampoco lo usaría. De hecho, agradecí muchísimo el agasajo. No lo usaría como un adolescente normal, más bien diría que sería como una persona mayor con la tecnología.

“Sólo para llamadas y mensajes”

Tampoco era que tuviera con quien hablar. Mi lista de contactos era bastante acotada. Agende rápidamente los números de mi familia y nos sacamos una foto los siete juntos. Había quedado bastante bonita, lo suficiente como para que quedara en un cuadro en el living de la casa.

Después de almorzar Elián llegó corriendo hacia donde estaba con un papel en su mano.

-Tengo algo para ti – dijo meneándolo y esperando a que le ofreciera algo a cambio.

-Lo tomaré como un regalo. Como el de Eliza – intentado quitárselo.

-Ni lo intentes. Esto tiene un precio bastante elevado. No creo que puedas costearlo en tu vida – haciéndome burla.

-No tengo dinero. Mi hermano Elián te pagará... – intentado nuevamente en vano quitárselo.

- ¡Vamos ofrece algo! – sacudiéndolo nuevamente. Estaba tan concentrado en intentar que no se lo quitara, que no notó que Ailín estaba detrás de él y se lo tomó de sorpresa.

- ¡Oye! – se quejó.

- ¿Quién es Luz? – preguntó algo confundida mientras leía el famoso papel.

- ¿Qué? - ¿Luz? ¿Por qué decía Luz? ¿Qué tenía que ver Luz? ¿Qué había tramado Elián ahora? Lo miré rápidamente confundido, y lo único que pude notar es que estaba desilusionado.

- No es nadie. - Reincorporándose nuevamente – Mi futura novia, nada más.

- ¿Otra?

- ¿Futura? – Elián empieza a correr, porque te mataré.

Se quedó en silencio. Seguro esperaba a que mi hermana se fuera, porque a pesar de que ella pidió una respuesta, su postura fue firme y decidida a que no diría nada. Con la mirada desafiante logró a que Ailín se diera por vencida.

-Está bien. No me quieren contar, no me cuenten. – empezó a caminar hacia atrás – Pero me enteraré por mis propios medios. – en tono amenazante.

- ¿Qué mierda, Elián? ¿Tu futura novia? – entoné fuerte, seguido de un puño en su hombro tomándolo de sorpresa nuevamente.

- ¡Auch! Estaba bromeando. No te enojes – riendo. – Tengo códigos. ¿Sabes lo que me costó tomar el teléfono de mamá para conseguirte el número de Luz? ¿A si me lo agradeces?

Le arrebaté rápidamente el papel de la mano y vi que había un número telefónico junto con su nombre. Lo miré con una leve sonrisa.

- ¡De nada! – negaba con su cabeza mientras se alejaba.

No tardé mucho en tener el número agendado. No, no le puse ningún corazón al lado de su nombre. Pero tal vez lo pensé un par de veces. Dude en escribirle, hasta que tomé el valor.

Estoy abriendo votaciones respecto al nombre. Así que por favor introduzca una “xal lado del que considere adecuado.” Seguido de unos nombres que, en su gran mayoría estaban en su “lista”, algunos que mis padres habían dado como opción y otros que eran absurdos, pero... ¿Por qué no?

No tardo tanto en llegar su respuesta con la cruz al lado de Tebbo.

Estaba entre varios, pero se me complicaba para llamarte como a un perrito. Necesito saber el resultado de las votaciones. Tengo curiosidad <3”

Por cierto, esperaba con ansias que tengas un celular para poder hablar contigo cuando no estemos juntos

En ningún momento hizo falta que le dijera que era yo. Supongo que era la famosa intuición femenina. No lo sé, pero fuera lo que fuera, me causó una cara de bobo por el resto de día.

Ella era la causa de mi sonrisa por el resto del día.

Mis hermanos partían a la tarde siguiente. Todavía nos quedaba bastante tiempo como para hacer algo en familia y su mejor idea fue ver una película. Fue una mala decisión, porque quienes la eligieron, fueron los primeros en caer. Se quedaron dormidos a los 20 minutos. Así que sólo quedábamos tres soldados en pie viendo una película de cowboy vs. serpientes. No tenía idea cual era la razón por la que medio pueblo había sido atacado por reptiles, ni por qué había tantas. Pero cada tanto miraba la pantalla esperando que hubiera terminado.

Lo único bueno es que tenía todas las palomitas para mí. Creo que lo mejor de esa “apasionada película familiar” fue que Luz y yo nos estábamos escribiendo.

- “Entonces… que tal el finde con tus hermanos?

- “Superó mis expectativas. No es que las tuviera, pero me la pasé bien”

- “Te lo dije! Tenías demasiado miedo por nada jajaja

- “Voy a empezar a hacerte más caso entonces. No sabía que eras alguna clase de bruja que ve el futuro

- “Querido yo soy divina no adivina :p

Seguimos hablado de cualquier cosa. Íbamos de un tema a otro sin sentido, pero lo suficientemente interesante porque la película había terminado y no me había percatado de que todos ya estaban dormidos. Me despedí de Luz, tal vez tenía sueño hacía bastante tiempo, pero no me lo había dicho. Decidí quedarme a dormir en el sillón, como toda mi familia, lo que fue mala idea porque todos amanecimos bastante contracturados por la mala posición.

Sabía que se tenían que ir, así que aproveché lo que quedaba de su visita lo más que pude. Fue extraño despedirme de ellos. Me había negado tanto a su llegada que ahora temía por su partida. Los abrazos de Eliza, los consejos de Ailín, las bromas de Elián y a Bruno. Bueno, él últimamente no parecía el gruñón que creía conocer. Y sabía que lo podía llamar cuando lo necesitara. Me lo repitió en muchas oportunidades durante todo el fin de semana.

A último momento Elián se negó a irse. Se quedaría unos días más, sin dar explicaciones al respecto se despidió de todos quedándose conmigo mientras los demás se iban al aeropuerto para acompañar a Eliza, quien me dio un “abrazo de oso” unas tres veces antes de subir al auto de mi padre.

- ¿Me vas a decir por qué no te quisiste ir?

- ¿No puedo querer pasar más tiempo con mi hermanito? – y ante mi negativa confesó. – Está bien, quiero conocer a la famosa Luz. –mi cara se transformó en la de Oscar el gruñón. – Te juro que no le diré nada. Lo prometo. Sólo quiero ver por qué te vuelves loquito – haciéndome cosquillas.

- ¿Cuánto crees que tarden en volver?

-Bastante. De regreso del aeropuerto tienen que pasar por el departamento de Ai para dejarla. – se quedó un rato pensando – Mierda, como la extrañaba.

- ¿Hacía bastante que no la veías?

-No logramos coincidir nunca. Ni para una cerveza. Lograste juntarnos a los siete – dijo sonriendo mientras me despeinaba. Bueno, sólo sacudía mi cabello, porque no estaba peinado. Cuando notaba que se estaba poniendo bastante sentimental, huía de la conversación – Tienes el beso de Eliza marcado en la mejilla. – dijo mientras se dirigía hacia la cocina.

- ¿Cuánto tiempo te quedarás? – insistí.

- ¿Tantas ganas tienes de que me vaya?

-No es eso, es que no entiendo por qué te quedarías.

-Porque tengo ganas de comer comida de mamá. ¿Sabes el desastre que es comer algo hecho por mí? Además, también quiero que mis padres me mimen como a tí.

- Son todos tuyos – riendo.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro